No lo es el árbol decorado ni las luces ni Papá Noel ni los regalos. El protagonista de la Navidad es Jesús, salvador del mundo, cuyo nacimiento, según explica la madre Darsy Silva Silva, debe representar en todos un acto de renovación del espíritu, de reflexión, de compromiso y de fe. “La Navidad no es solo de los niños, es de todos, porque todos estamos llamados a entender lo que esta significa para el milagro de la redención”, señala.
La madre Darsy, superiora de la comunidad de Chiclayo de la Congregación de las Canonesas de la Cruz, refiere que estas fiestas también deben motivar la admiración a María, sin cuya aceptación no se hubiera cumplido el nacimiento de cristo, poniendo de manifiesto su entrega y obediencia a la voluntad de Dios.
“María es la corredentora, porque gracias a ella tenemos a nuestro salvador. Es la mujer que Dios eligió para que sea madre de su hijo, tiene muchas advocaciones, pero en esencia es también nuestra madre, porque aceptó la voluntad de Dios cuando dijo ‘he aquí la esclava del señor, hágase en mí según su palabra’”, resalta.
¿Todos pueden seguir el ejemplo de la madre de Jesús? La madre Darcy lo afirma al sostener que Dios tiene un plan para cada uno de sus hijos y aceptar sus designios es emular lo que hace más de dos mil años hizo la joven hija de Ana y Joaquín.
“Además, todos los seres humanos tenemos una madre, de ella nacemos. Si bien la familia es importante, la madre tiene un sitial especial, como sucedió con Jesús, quien nació dentro de una familia y fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Es un misterio, nunca podremos descubrirlo, pero los católicos nos alegramos porque es nuestra fe la que nos mantiene y por ello creemos que María es nuestra madre”, asevera la religiosa.
En su reflexión, la también directora del Hogar de la Joven, pide no olvidar a José, padre adoptivo de Jesús, cuya participación en el nacimiento del salvador fue determinante, y más aún en el cuidado que le dio.
Recuerda, por ejemplo, que fue José quien posibilitó la huida a Egipto, evitando así que Jesús muriera a manos de los soldados de Herodes, quien enterado del nacimiento del mesías ordenó matar a los niños menores de dos años. Así, el patriarca de la sagrada familia se convirtió en “salvador del salvador”.
“José nos deja un ejemplo muy claro: es un hombre de fe, de humildad, que supo aceptar a María desde todos los ángulos. Fue probado, tuvo una reacción de rechazo, pero atendió el llamado de Dios y le dio a María la comprensión que hasta hoy, en nuestros días, muchos hombres les niegan a las mujeres. Tuvo confianza en Dios”, manifiesta.
VIVIR LA FE
Madre Darsy anota que el nacimiento de cristo debe ser entendido como un profundo gesto de humildad de Dios para con los hombres, pues dispuso que su único hijo naciera en un pesebre. “Nunca nadie ha nacido en un pesebre, hoy esperamos al bebé con alegría y las cosas necesarias. Él no, siendo Dios mismo eligió ser pobre para darnos un ejemplo de humildad, por ello su nacimiento debo llevarnos a la reflexión”, asevera.
Navidad, en palabras de Silva Silva, es un momento propicio para analizar cómo es que se vive la fe hoy en día. Refiere que creyentes o no están llamados a vivir con humildad, con gozo, con alegría y misericordia.
“Nos corresponde vivir en comunión con todos, teniendo un encuentro personal con cristo, donde estemos y con quien estemos. Muchas cosas hemos perdido, parte de ello es la humildad, la solidaridad, la fraternidad, el respeto al prójimo”, señala.
PREPARACIÓN PERSONAL
El nacimiento de Jesús debe encontrar a las familias preparadas tanto en cuerpo como en espíritu, y para ello se recomienda la confesión de los pecados y la búsqueda de la reconciliación con el prójimo.
“En todas las parroquias los sacerdotes están disponibles para recibir la confesión y otorgar el perdón de nuestros pecados, de ese modo será posible que Jesús nazca en nuestro corazón. Si tengo un corazón arrepentido, renovado, que no da lugar a las trabas ni privilegia lo material, entonces será posible el renacimiento del salvador para mí”, indica la religiosa.
Añade que las personas necesitan ser más espirituales, porque en los últimos tiempos se ha materializado la celebración de la Navidad.
“Esto ha hecho que nos olvidemos de Dios, que hecho hombre celebra su cumpleaños el 25 de diciembre. Cuando nosotros cumplimos años hacemos algo especial y somos los protagonistas de la celebración. Sin embargo, cuando conmemoramos el cumpleaños de Jesús nos olvidamos de él. Ponemos el árbol, a Papá Noel, los juguetes y los arreglos. Eso no es Navidad, Navidad es Jesús que nace para y en nosotros. No olvidemos que Jesús es el centro de la Navidad. ¿Cómo nace? Cada vez que tenemos un encuentro sincero con Jesús, al acercarme a la eucaristía, al perdonar, al hacer el bien. Tenemos mucho que perdonarnos”, remarca.
SOLIDARIDAD PERMANENTE
Madre Darsy destaca que por estas fechas muchas personas y organizaciones se dedican a llevar alegría a los más necesitados con la realización de chocolatadas, entregas de regalos y espectáculos. Sin embargo, refiere que la Navidad no debe emplearse como una vitrina para el protagonismo y que quienes deciden adoptar esos gestos de solidaridad deben hacerlo de manera permanente. De ese modo se sabe si sus actos son o no sinceros.
“Sobre eso tenemos que reflexionar mucho también. Está bien que se dé ayuda y manifestaciones de confraternidad y solidaridad con los que menos tienen, pero todo ello debe ir de la mano con lo que tenemos que practicar: una vida coherente, desde que amanece hasta que anochece. Si se es solidario entonces todos los días tienen que ser Navidad, porque todos los días debe nacer Jesús en el corazón, con el pequeño, con el grande, con el que tiene y con el que no. Con todos, porque Jesús llegó para salvarnos a todos”, menciona.
Anota que es un error creer que la Navidad es únicamente para los niños. Explica que la necesidad de renovación espiritual y de reencuentro con la fe es aplicable a todos los seres humanos, incluso los no creyentes.
“Navidad es de todos y para vivirla de ese modo es necesario también retomar la esencia de la familia. Jesús no nace en el trabajo ni en la profesión, Jesús nace en la familia, por eso es necesario que los padres reflexionen y entiendan, primero, que no se nace sabiendo ser padres, y luego que la fe se construye en el hogar. Tomemos el modelo de José y María, ellos vivieron humildemente, trabajaron, sirvieron, dedicaron su vida a Dios, no a las cosas materiales. No porque se tiene más se está mejor”, señala.
JUVENTUD Y MODELO
Desde 1967 las Canonesas de la Cruz, hijas de la venerable madre Teresa de la Cruz, fundaron en Chiclayo el Hogar de la Joven con el objetivo de brindar apoyo emocional, espiritual y de familia a adolescentes que llegan a la ciudad para continuar con sus estudios.
Actualmente en la casa trabajan cuatro religiosas y se alojan 24 estudiantes. Antes había hasta 50 jóvenes.
Esta convivencia les permite a las religiosas tener una mirada cercana de la juventud de hoy, lo que lleva a la madre Darsy a indicar que existe una búsqueda permanente de modelos a seguir, por lo que corresponde a la población adulta acompañar de manera positiva a los jóvenes en su formación como personas.
“La juventud es un gran don, un regalo de Dios. Todos hemos sido jóvenes y hemos vivido experiencias maravillosas, y por eso mismo sabemos que la juventud espera mucho de sus mayores, que se les dé modelos claros de valores, de vida espiritual y, sobre todo, de coherencia”, señala la religiosa.
En Lambayeque trabajan ocho integrantes de la congregación, cuatro en Chiclayo y cuatro en Pimentel, distrito en el que las Canonesas de la Cruz se establecieron desde 1959.
Parte de su labor religiosa consiste en la formación espiritual y el catecismo, la preparación para los confirmantes y la proyección social en Santa Eufrasia, sector en el que desde hace varios años se encargan de la difusión del evangelio.
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respuesta de Mirna el 2021-01-22.
Buenas tardes, me podria indicar en donde puedo ver este plan¿?
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