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VALOR DE LOS MONUMENTOS HISTÓRICOS: EL PARTICULAR EJEMPLO DE LA CASA MUGA DE LAMBAYEQUE

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1075

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  • Inmueble fue reconstruido para preservar un estilo arquitectónico que tiende a desparecer en la “Ciudad Evocadora”.

 

Los edificios y monumentos son elementos que pertenecen a la historia y tradición de un país, motivo principal por el que deben preservarse. Sin embargo,pocas edificaciones sobreviven en el Perú y su pérdida constituye el empobrecimiento del legado, impactando de manera directa sobre la identidad de los pueblos.

 

Tal es el caso de Lambayeque, donde se alzan cuatro ramadas como evidencia de la arquitectura e ideología de la época colonial. Los templos Santa Catalina, San Roque, San Pedro y Santa Lucía se emplearon para el adoctrinamiento de los indios locales, pero con la construcción de la Iglesia de San Pedro, en el siglo XVIII, su importancia disminuyó.

Actualmente, solo funciona la capilla de San Francisco. De Santa Catalina y San Roque solo se conservan las fachadas y Santa Lucía fue demolida en el siglo XIX y vendida como terreno para refaccionar las otras tres. En ella se levantó la Casa Muga, restaurada hace cinco años por la historiadora trujillana Piedad Pareja Pflücker.

La Casa Muga se construyó en 1851 sobre la ramada de Santa Lucía, en la calle 8 de Octubre y declarada Monumento Nacional en 1989. Desde 1952 hasta 1997 funcionó en ella el Colegio Nacional de Educación Primaria de Varones Nº 227 ‘Alejandro B. Valiente’, conocido como el ‘Cuevita’, en honor a su director Antonio Cueva Velarde.

El colegio funcionó más de 40 años hasta que Juana Zapata de Jordán desalojó a quienes querían apropiarse de la casa, a pesar que en sus instalaciones ya no podía funcionar la escuela.

 

RESTAURACIÓN

Piedad Pareja compró la Casa Muga en el 2002 a sus 30 propietarios por 35 mil dólares. La adquisición demoró tres años y el área original del terreno fue de 774 metros, pero ella añadió el almacén contiguo, que comprendía 132 metros más.  

“La Casa Muga no es una casona, se construyó en 1851 durante los primeros años de la República. Del lado norte había una escalera que daba a la calle y conducía a unos altos que eran independientes, donde vivió el doctor Montjoy. Aquí todos hablan de la casa Montjoy, pero a mí no me consta que la casa haya sido de él y que haya vivido ahí, porque él en un aviso periodístico dijo ‘atiendo día y noche en los altos de la casa Muga’”, cuenta.

En la parte inferior de la casa existían dos tiendas: Una la ocupada POR un fotógrafo de la época y la otra abastecía a Tinajones con aguardiente y vino.

La restauradora refiere que el actual aspecto de la Casa Muga es el de una casona, pues se le autorizó a modificar el 30 % de su estructura. Incluso, cuando la compró ya estaba integrada con las dos tiendas que contribuían con su apariencia, además de los arreglos del terreno que adicionó.

“La casa presentaba un estilo neoclásico–francés. Cuando la hice evaluar por un ingeniero estructural me dijo que no soportaría un uso de alojamiento con esas estructuras que ya estaban profundamente dañadas. La sugerencia fue la reconstrucción y el proceso fue sumamente difícil, porque tuvo que pasar por el Instituto Nacional de Cultural y tomó tres años su aprobación”, relata.

La Casa Muga no solo es la mejor construida, sino también la mejor amoblada. Su restauradora la mantiene cerrada y no piensa emplearla para fines turísticos. Aún conserva intacta la fachada que no sufrió daño alguno. Piedad Pareja menciona que robaron los balcones, pero dejaron uno que lo envió a replicar, además agregó una pileta porque en esos años se mantenía un estrecho vínculo con Cajamarca.

Como parte de los elementos decorativos mandó a pintar bodegones sobre el esplendor de Lambayeque y las plantas las trajo de Lima. Para los muebles empleó maestros locales.

 

ANTIGUO ESPLENDOR LAMBAYECANO

Lambayeque fue pueblo de indígenas sin fundación española. En 1720 como consecuencia de los continuos azotes naturales y las acciones de piratería que sufrió Zaña, la ciudad de Lambayeque se convirtió en residencia de las familias adineradas que llegaron y tenían haciendas, tierras o algunos negocios locales.

Piedad Pareja menciona que el siglo XIX fue la etapa de esplendor lambayecano. En aquel tiempo contaba con una fábrica de jabón, de cigarros, vinos y alcohol. La caleta de San José era puerto internacional en el siglo XIX y daba salida no solo a productos agrícolas, sino también a una importante producción de jabón.

Lambayeque se enorgullece de ser cuna de la libertad, pues ahí se originó el primer pronunciamiento de la independencia del Perú el 27 de diciembre de 1820, pero el derrumbe y la falta de mantenimiento de las distintas casonas dañan el ornato de la ciudad.

La ciudad presenta antiguas construcciones republicanas y coloniales y muchas de ellas son patrimonio cultural. Entre las más conocidas destacan la ‘Casa de la Logia’ o ‘Casa Montjoy’, ‘Casa de la Cotera’ y la ‘Casa Rivadeneyra’, entre otras que son olvidadas completamente o llevan años sin recibir mantenimiento o restauración.

“La mayoría de casonas pertenecen a familias sin los recursos suficientes para restaurarlas. Esas construcciones presentan el típico mal estado de conservación evidenciado en las escaleras, los balcones, las barandas y otras partes accesorias. En fin, gran parte de las mansiones coloniales pierden su brillo y esplendor”, indica.

 

FALTA DE INICIATIVA

Son muchas las casonas que sobreviven al tiempo y al clima que hoy están por derrumbarse con fachadas que se inclinan, desgastadas y corroídas por la humedad, de modo que constituyen un peligro para los transeúntes.

“No hay forma de proteger los centros históricos. Es el Estado quien debe tutelar los monumentos, pero sus funcionarios son los primeros agentes obstaculizadores y destructores. La Casa Montjoy es el mejor ejemplo. Costó un dineral arreglarla, pero pésimos arquitectos, sin ninguna formación en historia, modificaron sustancialmente la casa y cambiaron las características”, asevera.

Las casas del siglo XVIII fueron atendidas por esclavos y tienen una determinada estructura. Dichas instalaciones presentaban corredores para que ellos no circulen por las habitaciones principales, “pero malos profesionales hicieron lo que querían con esa casa”.

“Históricamente la Casa Montjoy se ha depreciado. La gente que no tiene conocimiento podrá decir: el balcón más grande, pero el balcón no es una casa. Es una parte accesoria. Wilfredo Torres, exdirector de Patrimonio Histórico Colonial inició su reparación y fue él quien la malogró”, señala.

 

EL SECTOR MONUMENTAL

Piedad Pareja Pflücker en su libro denominado ‘Del antiguo esplendor de Lambayeque: casa de Castillo (siglo XVIII) y casa Muga (siglo XIX)’, manifiesta que existían 75 monumentos, pero ahora quedan poquísimos en buen estado.

De acuerdo con ella, se ha hecho un bonito trabajo aunque con muchos errores en la capilla San Francisco.

“La capilla San Francisco sí es un monumento. Pero no podemos dejar de mencionar a las demás. Por ejemplo, la portada de la capilla Santa Catalina se va a venir abajo sin que hagan nada. La casa donde se dio el grito libertario se tiró abajo y hoy es una cochera.  Nadie se anima a invertir cuando tiene todo en contra. Yo lo hice de puro capricho, porque tenía el deseo de restaurar un monumento histórico y en ese afán restauré dos: la Hostería San Roque y la Casa Muga”, expone.

La historiadora expresa que en Trujillo la situación es distinta. Su centro histórico es la zona urbana principal y el centro más importante de desarrollo y desenvolvimiento de la ciudad. Ahí se encuentran construcciones de la época virreinal como la catedral, la Iglesia la Merced, San Francisco, casonas y otras edificaciones debidamente cuidadas.

Piedad Pareja explica que esto no sucede en Lambayeque por falta de identidad e iniciativa. Sostiene que en todas partes del mundo muchos monumentos son bien utilizados sin destruirlos o modificarlos, pero los lambayecanos no apuntan a ello.

“He participado en varios intentos de restauración y caí en cuenta que los lambayecanos se cansan rápido y no tienen continuidad en sus proyectos. Así no se hacen las cosas”, dice.

 

PROYECTOS DE RESTAURACIÓN

Actualmente está en curso un proyecto de restauración del atrio de la Iglesia San Pedro. De acuerdo con la historiadora es el mejor conjunto histórico de Lambayeque, pues su puesta en valor es lo más importante.

Piedad Pareja Pflücker está comprometida con la historia hace más de 45 años. A fin de reconstruir la historia de Lambayeque ha publicado tres libros sobre el tema y próximamente lanzará uno sobre la esclavitud.

“Tenemos uno de los mejores museos: Tumbas Reales de Sipán, que nos ha puesto en los ojos del mundo y merece toda admiración. La perla de Lambayeque está ahí”, finaliza. 

 respuesta de dsshkommtztg el 2020-08-24.

http://bitly.com/zoom-viber-skype-psy

 respuesta de jose miguel tantarico coronado el 2020-06-29.

Lamentablemente la region Lambayeque se ha ganado la pesima calificacion en cuanto a restauracion de patrimonio historico se refiere, a causa del nulo interes de sus gobernantes de turno, que solo se han dedicado a velar por sus intereses politicos y economicos , olvidandose del compromiso que hicieron cuando buscaban votos .

 respuesta de jose miguel tantarico coronado el 2020-06-29.

Lamentablemente la region Lambayeque se ha ganado la pesima calificacion en cuanto a restauracion de patrimonio historico se refiere, a causa del nulo interes de sus gobernantes de turno, que solo se han dedicado a velar por sus intereses politicos y economicos , olvidandose del compromiso que hicieron cuando buscaban votos .

 respuesta de Enrique Muga Flores el 2020-04-01.

Muy interezante articulo , preservar los monumentos historicos es mantener viva la identidad de un pueblo

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