Cristhian Búquez Vergara es un pintor chiclayano de 29 años cuya temática costumbrista resalta acontecimientos y hechos cotidianos del norte del Perú, evidenciando así los diversos aspectos de la historia.
Él dibuja y pinta desde los 9 años. A los 12 vendió su primer cuadro al óleo e inició así su carrera como autodidacta. Sin embargo, con el paso del tiempo se formó en diversas escuelas de arte.
El pintor enfatiza y promueve el cuidado de la naturaleza y el medio ambiente mediante sus creaciones, pues para él este aspecto es de suma importancia, así como los valores que debe tener un pueblo, además de la fuerte identidad por sus costumbres y tradiciones.
Expone que el costumbrismo es un movimiento artístico que refleja las costumbres de la sociedad, ya sea de una región o un país concreto y al conjunto de sus expresiones.
BENEFICIOS
“Desde pequeño me incliné por el dibujo porque es mi manera de expresarme. Pese a todo, la pintura costumbrista siempre ha permanecido bajo la sombra de otros grandes géneros pictóricos. Incluso, se le ha considerado una tendencia menor frente a otras”, explica.
Cristhian Búquez sostiene que las personas desde pequeñas desarrollan el hábito de la pintura, pero se deja de lado al igual que otros aspectos del arte para priorizar en contenidos conceptuales.
“Cuando somos pequeños nos encanta pintar y colorear todo el día, ya sea en cuadernos, pizarras, manteles o incluso en la pared. Esa actividad tan artística no solo es buena para los niños, sino para cualquier persona, especialmente los mayores”, dice.
El pintor menciona que los beneficios que otorga la pintura son diversos, pues el arte humaniza, ayuda a comunicar en un lenguaje diferente y personal, estimula la parte creativa de la mente, genera satisfacción y sentimientos de felicidad.
El artista ha expuesto su trabajo en Lima, Chiclayo y otras partes del Perú, cuya temática generalmente está orientada al mar y la naturaleza. Actualmente tiene 12 años desempeñándose como pintor y realiza cuadros a pedido para Lima y Arequipa.
A fin de especializarse estuvo en casas de arte en Arequipa, Lima, Trujillo y Piura experimentando con cada estilo para plasmar el suyo. Cristhian Búquez Vergara cuenta que una de sus mejores experiencias ocurrió en el 2016 cuando miembros de la Hermandad del Señor de los Milagros del Pueblo Joven San Nicolás en Chiclayo le encargaron realizar una pintura con temática religiosa para conmemorar el mes morado.
Cristhian Búquez cuenta que producido el cambio político y social en el Perú, es decir, superada la opresión y las limitaciones que significó la etapa colonial, el hombre y la cultura se sintieron libres.
“Así nacieron los artistas y su expresión con motivos y costumbres propias. Pretendían demostrar la alegría de ser libres a través de sus obras no solo pictóricas, sino también literarias”, explica.
De ese modo surge entonces una pintura espontánea, alegre y de tema costumbrista. El artista refiere que el costumbrismo en la pintura presenta los caracteres más originales y significativos de la vida de un pueblo.
EL ARTE EN CHICLAYO
“En Chiclayo se está difundiendo bastante en arte, sobre todo en los restaurantes pues ellos brindan sus espacios para recrear murales especializados. Lo mismo sucede en las barberías que poco a poco cobran protagonismo en la ciudad. En lugares como esos, podemos recrear la vista y perdernos un poco en el trabajo de los muralistas chiclayanos”, anota.
El pintor costumbrista tiene un taller denominado ‘La casa del arte’, donde exhiben 30 cuadros de artistas norteños. Además, brinda talleres a niños, adolescentes y ancianos por períodos de tres a seis meses.
El anhelo de Christhian Búquez es ir a Florencia, la ciudad del arte en Italia. Conocer Roma y perfeccionar su trabajo.
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