Jorge Paolo Vásquez Correa es bailarín de marinera desde muy pequeño y nació con una gran pasión por esta danza que hasta el día de hoy es una parte importante de su vida. Además de dedicarse a la enseñanza de este arte, se mantiene en constante preparación para participar en distintos concursos que se realizan en todo el país y que, sobre todo, le han permitido ganar mayor experiencia y reconocimiento a nivel nacional por su gran talento.

Su incursión en la marinera se inició a la educación inicial, cuando se organizaba un evento de esta danza patrocinado por Guaraná. “De cada salón iba a salir una parejita y como las maestras vieron que se me daba muy bien el baile me escogió, ahí empezó todo y no lo he dejado desde hace 21 años”, cuenta Jorge Vásquez.

La marinera llegó a su vida cuando solo tenía cuatro años y de ahí en adelante se fue calando en su formación como profesional y como persona. “Quienes estamos en este ambiente siempre comentamos que es difícil para el resto de personas comprender los que significa la marinera para nosotros, porque se vuelve parte nuestra vida y es algo que yo nunca pienso dejar. Incluso, yo soy abogado, pero más tiempo le dedico a esto que a mi carrera, es algo que desde que empecé me apasionó”, expresa.

A pesar de bailar cualquier danza, Jorge tiene una especial conexión con la marinera, explica que es por sus melodías y canciones que le generan un sentimiento difícil de explicar. Él cree que el amor que tiene por este arte es nacido.

PREPARACIÓN

Confiesa que cuando emprendió su preparación de manera profesional no sabía bien en lo que se estaba metiendo, pero poco a poco fue perfeccionando su talento con distintos maestros. Primero se preparó en una academia de baile local a cargo de conocido bailarín Carlos Ubillús y también con Moisés Espinoza. Más adelante viajó a Trujillo y Lima, donde recibió la preparación de talentosos bailarines, algunos laureados por el Club Libertad de Trujillo.

“Fui conociendo de a pocos el ambiente de la marinera. Para mi primer concurso nacional tuve una preparación de dos semanas logrando pasar a los finalistas, dos meses después obtuve mi primer gran logro en un concurso de gran categoría, luego continúe participando de otras competencias más fuertes en las que he podido llegar al podio donde se encuentran los primeros puestos”, explica.

Además de la marinera, Jorge también se ha dedicado a la danza del tondero, siendo campeón nacional por el Club Miguel Grau de Piura, en el concurso Todas las Sangres y en Campeón de Campeones. “En este concurso se enfrentan ganadores de todas las categorías y yo tuve la bendición de ganar también en estas competencias”, agrega.

“Todo empezó como un pasatiempo, pero luego uno lo va tomando con pasión y se vuelve algo tuyo. Todo se tornó de manera más profesional cuando tenía nueve años que me invitaron a dictar clases por primera vez en mi pueblo de Nueva Arica, en donde preparé a muchos amigos para un concurso organizado a nivel nacional por la DRE, en el que los ganadores de cada departamento iban a Lima como representante”, cuenta.

TRAYECTORIA

Vásquez Correa ha bailado en muchas partes del país como Lima, Chimbote, Trujillo, Chepén, Arequipa y Bagua. “Exactamente no recuerdo en cuántas competencias he participado, pero deben de ser más de 20. He viajado mucho y agradezco que en la mayoría siempre me ha ido bien, claro que a veces, aunque haces el esfuerzo, no es tu día y terminan eliminándote por más buen bailarín que seas. En la mayoría, siempre he contado con la compañía de mi madre, quien me apoya en todo hasta el día de hoy”, expresa Jorge Vásquez.

Asimismo, quien contribuyó más a su compromiso con la marinera, además de su madre, fue su abuela, quien lo acompañó a todos los concursos hasta que le fue físicamente posible.

Explica que de todas las competencias en las que ha participado dos lo han marcado como artista: una fue en el año 2000, organizada por el Club Grau de Piura, en la que participó y ganó en marinera y tondero en la categoría infantil. La otra fue el concurso Todas las Sangres, ganando ese mismo año como bailador de tondero. Al año siguiente repitió el plato con la marinera.

 “Cuando tenía doce también participé en Campeón de Campeones en donde me enfrenté con ganadores de distintas categorías. El último en el que participé fue en el Eten, el mes pasado”, comenta.

ENSEÑANZA

Vásquez Correa inició su experiencia como maestro de baile a los nueve años  de edad, cuando descubrió que enseñar también lo apasionaba. Fue en Nueva Arica, su distrito natal, donde mostró por primera vez toda su capacidad como profesor de danza. Enseñó a niños mayores que él, pero que lo respetaban a tan corta edad por haber participado y ganado en vario concursos.

“Era un poco raro que un niño le enseñara a otros niños y que incluso le pasaban la edad, pero me hacían caso y me respetaban porque ya había ganado concursos, yo les decía que hagan algo y lo hacían, uno de ellos ganó y participó conmigo. Claro que yo me ponía a jugar solo hasta que llegarán todos a la clase, luego me plantaba serio como hasta ahora”, cuenta.

Hasta hoy, Jorge Vásquez mantiene la filosofía que a nadie se le obliga a bailar. Siempre exigió a sus estudiantes el retirarse si no querían este arte, pero también especifica que hay caso de alumnos que continúan por presión de los padres. Frente a ello él solicita que no se le presione a nadie a hacer algo que no desea.

Su madre siempre lo ayudó con la enseñanza, cundo tuvo su primera experiencia de profesor ella lo ayudaba con mantener el orden y la distribución de los bailarines. “Fue una bonita experiencia, me quedé con eso hasta el día hoy y sigo enseñando”, agrega.

Ahora, Vásquez Correa tiene su propia academia donde enseña a personas de todas las edades. Él confiesa que la enseñanza a niños es un poco más complicado por la distracción. “Son más inquietos, pero es más fácil que aprendan, lo complicado es llegar a ellos, sin embargo tiene mayor flexibilidad que un adulto y realizan los pasos de mejor manera”, continua.

Especifica que es mejor aprender esta danza desde una corta edad, pues el aprendizaje es más rápido y el cuerpo más ágil. En cambio, un adulto tiene “el cuerpo tieso”, como él lo explica. “A la mayoría de chicos les termina gustando, ahora yo dicto clases desde pequeños de dos años hasta adultos mayores de 60”, añade.

MASTER DANCE

Master Dance es la academia de baile que formó gracias al apoyo de su madre y su primo Víctor Vásquez, quien no dudó en brindarle todo su apoyo moral y económico, haciendo posible su meta y su más grande anhelo.

“Yo siempre enseñé en otras academias, hasta me mantuve durante cinco años en el colegio Santa María Reyna, pero siempre tuve la idea de tener mi propia escuela y mi primo me ayudó muchísimo, al igual que mi madre que hasta el día de hoy está en la academia atendiendo”, cuenta.

Para el concurso nacional del Club Libertad en Trujillo los ensayos para los niños participantes fueron diarios, durante la mañana y la tarde. “Los chicos fueron a competir allá y todos están muy comprometidos y quienes están empezando se están comprometiendo más, porque al comienzo los papás los traían por taller de verano, pero les iba gustando y continuaron, y cuando se presente la oportunidad de concursar, lo harán”, agrega.

Como academia participaron en Huanchaco donde ocuparon el primer lugar en la categoría infante. “Nuestros ganadores tienen tiempo en esta danza, porque es una preparación complicada y que requiere aprender lo básico, por lo menos siete meses, ellos tienen entre tres y dos años en la marinera”, cuenta.

Por otro lado, en la academia también se dictan clases de baile moderno, aeróbico, festejo, danzas folklóricas y clases de taekwondo. Los precios varían de acuerdo a la disciplina: Marinera cuesta 120 soles mensuales y se dicta tres veces por semana para niños y adultos; el resto de danzas tienen un costo de 80 soles y se dictan todos los días para niños y adultos.

CONCURSO REGIONAL

Por la celebración de su primer aniversario la academia está organizando dos concursos: uno interno dirigido solo a alumnos de la institución, quienes tienen como requisito llevar una pareja invitada, y el otro es el concurso regional, abierto a todo el público que desee participar.

Ambos concursos se realizarán el 20 de febrero en el Colegio José María Arguedas en el distrito de La Victoria. 

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