Hace más de 20 años, la primera actriz lambayecana Liz Moreno Moreno y un grupo de jóvenes entusiastas tuvieron la iniciativa de dar nacimiento a una compañía de teatro baturizada Trasluz, que luego se convirtió en Estación Producciones, cuyo trabajo permanente ha trascendido las fronteras del país, alcanzando diversos lauros para orgullo del departamento.
Los inicios de Liz Moreno en el teatro se remontan a 1985, cuando junto a su padre, don Juan Moreno Martí, su madre y sus hermanos, integraba el Club de Teatro, para luego formarse bajo la dirección del maestro José Enrique Mavila en el Grupo Acero Inoxidable.
Estación Producciones ha logrado mucho en Chiclayo tras años de constancia y capacitación. Desde el año 2014 su presencia se hizo más notoria y como resultado consiguió el apoyo del Fondo de Ayuda para las Artes Escénicas Iberoamericanas – Iberescena, el premio dado a Dinosaurios, obra que montó en Lima, y la entrega del Premio AIBAL, conferido a la actriz.
A esto se han sumado las giras nacionales e internacional y su participación en festivales de renombre en Ecuador y Colombia, donde han compartido escenario con otros destacados grupos de teatro.
EL PROYECTO CHEP
Entre los principales méritos de Estación Producciones está la realización del proyecto Chep, con el cual se ha buscado poner en valor la tradición oral de Lambayeque a través de la representación de cuentos populares, tras un paciente trabajo de investigación y con la incorporación de actores internacionales en el montaje.
“Buscaba un proyecto que tuviera bastante opción para ser seleccionado y pensamos que el tema de la identidad, del que además es necesario hablar, nos iba a ayudar mucho. Es así como pensamos en hacer una producción basada en cuentos lambayecanos que se dramatizaron, contando con un elenco de actores profesionales: una actriz chilena, un actor colombiano, un actor mexicano, una actriz venida de Lima y yo. La dirección estuvo a cargo de Óscar Espinola y la preparación duró casi tres meses”, comenta Moreno Moreno.
Como asesor del proyecto participó el arqueólogo Alfredo Narváez, autor del libro “Dioses, encantos y gentiles”, que sirvió de base para la puesta en escena, dando un resultado verdaderamente gratificante para los actores y el público.
“La gente pudo apreciar cuentos que además ya habían escuchado desde niños, pero verlos en escena fue algo sorprendente y grato para el público que nos vio. Chep nos abrió las puertas del Centro Cultural Peruano Británico en Lima, que luego nos invitó con Dinosaurios. La experiencia de haber trabajado con actores que vienen de diferentes procedencias y formaciones, el hecho de juntar a cinco actores con sus determinados temperamentos, ya fue todo un reto para llegar a un producto final. El que el público chiclayano haya disfrutado de algo diferente y además se hayan divertido, que hayamos podido ver en el rostro de las personas su satisfacción y encanto por lo que habían visto, nos llenó motivación, además porque fue la primera vez que en Lambayeque se desarrollaba un proyecto de Iberescena”, explica.
Iberescena financió el 30 % del proyecto, debiendo la productora gestionar el resto de los recursos.
VENCIENDO RETOS
El desarrollo del teatro, por ser el arte más completo, no es sencillo. Los promotores como Liz Moreno no solo tienen que dedicarse a la búsqueda y preparación de nuevos valores, sino también a la búsqueda de espacios realmente apropiados para las puestas en escena, espacios que precisamente en Lambayeque no existen, lo que impide que se puedan desarrollar obras de mayor extensión, producción y con más actores.
Otra limitante es la falta de apoyo a las prácticas culturales, tanto del sector público como del privado, lo que también impide que el teatro se siga desarrollando como disciplina artística en el medio.
“Hay que trabajar mucho, hay que ser muy constantes, hay que mejorar los trabajos para atraer y mantener al público, para que este vuelva cada vez que el grupo presenta obras. Nosotros hemos logrado un público que nos permite seguir avanzando y que empezó a hacerse más constante gracias a los Sábados de Teatro, proyecto que realizamos durante tres años, presentando obras cada 15 días, en las que participaban grupos nacionales y extranjeros. Después de cada función los artistas conversaban con la gente y se generaba una situación particular y muy positiva”, comenta.
RICARDO
Actualmente, el grupo de teatro trabaja en la presentación de tres monólogos extraídos de “El año de Ricardo”, obra que se inspira en “Ricardo III” de William Shakespeare, y que tiene un alto contenido social y político, que invita a la reflexión de los espectadores.
“Óscar Espinola está dirigiendo la obra, está llevando de la mano a nuestros jóvenes actores, explicándoles qué cosa es hacer teatro, qué significa el mensaje que tiene la obra, que no solamente es una obra para niños, sino que tiene un contenido político y eso tienen que entenderlo y saberlo manejar. Es realmente es contundente todo lo que dice Ricardo”, destaca la actriz.
“Para mí el teatro es un trabajo como cualquier otro y como tal es mi especialidad, lo que yo he elegido para desarrollar en mi vida y lo respeto y quiero que el resto lo respete, sobre todo los actores, los directores que aparecen. Yo peleo mucho por el teatro, por siempre estar haciendo aclaraciones. Yo sé que caigo muy pesada, pero creo que si nadie dice las cosas entonces todos terminamos siendo cómplices de nuestras mediocridades, además es algo que viene de casa, he crecido viendo a mi padre actuar, ensayar, siempre estábamos sentados allí chiquitos mirando, y para mí es la vida, el teatro es el pan de cada día”, sostiene.
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