El empresario y expresidente de la Sociedad Nacional de Industrias – SNI en Lambayeque, Manuel García Peña, hace un análisis de la situación departamental respecto a las regiones vecinas y plantea algunas alternativas para mejorar la actividad productiva e industrial.
Ante el atraso acentuado en Lambayeque en los últimos años, señala la necesidad de que el nuevo gobernador regional, Anselmo Lozano Centurión, convoque atodos los gremios empresariales para realizar un trabajo en conjunto a fin de darle impulso a la productividad local.
“No hemos crecido en los últimos diez años. El ruido político y los actos de corrupción han hecho que otras regiones como Piura y La Libertad nos saquen diez años de ventaja, mientras que acá solo nos dedicamos a hacer veredas, pero ninguna obra de gran impacto”, refiere.
Al respecto, el empresario manifiesta que en el caso de Piura se ha desarrollado la agroindustria, existen corredores industriales y el trabajo de la reconstrucción se ha hecho de forma armonizada. En tanto, La Libertad ha dado pasos agigantados en la construcción del Puerto de Salaverry, donde ya se hizo una inversión de 10 millones de dólares para el dragado y el próximo mes empezará la etapa de desarrollo.
Asimismo, señala que en otros lugares existen grandes proyectos que ya están en marcha como el Megapuerto de Chancay y en Chimbote donde también se está desarrollando un plan portuario.
“¿Y acá en qué estamos? No tenemos ninguna gran obra de infraestructura. No tenemos La Calzada, no tenemos una costanera, el Terminal Marítimo está estancado y hasta el puente Reque se cae. Definitivamente el crecimiento se ha detenido”, afirma.
EL GRAN RETO
Para García Peña, esta situación representa un gran reto para el gobernador regional, quien – sostiene – “debe aplicar medidas inmediatas para reactivar la productividad”, motivo por el cual necesita rápidamente empaparse de todos los problemas por los que atraviesa el sector.
“Yo creo que Anselmo Lozano aún no tiene una visión al 100 % de lo que es el trabajo en la región. Debe acercarse a todas las gerencias regionales y hacer una agenda de trabajo para ver cuáles son los problemas más gravitantes. No es fácil, pero debe hacerlo”, indica.
Según el empresario, una de esas acciones pasa por presentar proyectos transparentes, ya que el gobierno central no transferirá recursos fácilmente debido a los recientes casos de corrupción.
Menciona que otra acción a tomar es la lucha contra la informalidad, pero con medidas reales.
“No podemos hacer frente a la informalidad desde un escritorio. Las autoridades deben bajar al llano, ¿Por qué creen que crece la informalidad? Simplemente porque no hay trabajo y al no haber trabajo tampoco hay desarrollo”, exclama.
SITUACIÓN EMPRESARIAL
Para el exdirigente, el Perú no tiene una visión de desarrollo acorde a la visión mundial, lo cual se ve reflejado en las constantes disputas de las autoridades regionales y municipales con los sindicatos. García Peña refiere que hoy en día, a diferencia de lo que ocurría hace años, la tecnología ha hecho que se necesiten menos personas para un mismo puesto de trabajo, pero en la gestión pública sigue habiendo pactos colectivos con los trabajadores que son muy duros y las autoridades no tienen la capacidad para negociarlos.
Asimismo, el empresario ve con gran preocupación las trabas que se le ponen al empresariado a la hora de invertir. El gasto público cada año crece más, pero la solución no pasa por ponerles más impuestos a los empresarios. Manifiesta que existe una carga tributaria más exigente y organismos como la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral – SUNAFIL, que no regula su actividad acorde a la realidad del empresario.
“Una empresa por más pequeña que sea, cuando ve la oportunidad, invierte como mínimo un millón de soles, pero ¿cómo justificas luego esa inversión si hay que lidiar con normas como la Ley de Salud y Seguridad en el Trabajo o la Ley Ambiental, que no han sido pensadas en para un país en vía de desarrollo como el nuestro, sino para un país ya desarrollado?”, cuestiona.
No obstante, García Perña hace énfasis en el compromiso que tiene el gremio empresarial para trabajar junto a las autoridades, siempre y cuando exista armonía entre lo público y el sector privado. “Nosotros como empresarios estamos abiertos a realizar muchas cosas”, resalta.
PARQUE INDUSTRIAL
Según el empresario, otro gran proyecto que debió hacerse realidad desde hace mucho tiempo y aún sigue durmiendo el sueño de los justos es el parque industrial de Chiclayo, el cual incluso es promovido por ley.
García Peña señala que hace 15 años, en la gestión regional de Yehude Simon Munaro, se dieron en concesión 83 hectáreas camino a Puerto Eten a un consorcio de Lima para la construcción del parque industrial y de eso no se ha visto nada hasta ahora.
Lamentablemente, según García Peña, no se puede tampoco pensar en un parque industrial si no se tiene un puerto y una carretera que garantice accesibilidad. “Ahora se indica que el parque industrial debe estar dentro de la zona de influencia del terminal marítimo, pero si eso está estancado, deben verse otras opciones. Mórrope, por ejemplo, tiene grandes extensiones de terreno de las comunidades y allí podría hacerse un parque para industria pesada”, comenta.
Para el ex dirigente gremial, es un error pensar que la industria está basada solamente en industria primaria, puesto que hay mucha industria pesada por todos lados, pero no está debidamente zonificada. Al respecto, señala que urge la aprobación del Plan Director que ayude a trabajar en armonía con el desarrollo de la región.
“Hemos tenido varias reuniones con representantes del Ministerio de la Producción, pero todas siempre han quedado en papel. No se ha avanzado ni un 2 % y en los ocho años de la gestión de Humberto Acuña tampoco se hizo nada”, manifiesta.
Finalmente, García Peña indica que existen muchas cosas por hacer en la industria, pero aún nadie se compra el pleito, como ocurre en el caso de los molinos arroceros. El empresario señala que hace 18 años se hizo un estudio para ver el grado de contaminación y polución que existe camino a Lambayeque por las actividades de estas fábricas, pero “todo quedó en papel y no se tomó ninguna acción”.
“Espero que con el nuevo gobernador regional se hagan realidad las obras de gran impacto. No podemos seguir perdiendo más años. Desde el gremio empresarial estamos dispuestos a aportar en todo lo que sea necesario”, finalizó.
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