Lucisol González González nació en Lima, pero se define como chiclayana. Llegó a los dos años a la ‘Capital de la Amistad’, donde cursó sus estudios primarios, secundarios y superiores. Egresada de la Universidad Particular de Chiclayo, la periodista radica desde hace 17 años en Chile, país en el que se ha convertido en una embajadora de la cultura peruana, pero, sobre todo, lambayecana.
“Cuando salgo del trabajo mis compañeros me ponen la canción ‘Un pueblo llamado Chiclayo’, de José Escajadillo. Yo la canto y ya todos se la saben. Ellos tienen ganas de conocer el Perú”, relata Lucisol González, quien trabaja como periodista jefe del programa ‘Conectados’, que se transmite por TV Chile.
Lucisol González recuerda que hizo sus prácticas profesionales como camarógrafa en la corresponsalía de Panamericana, donde laboró por nueve meses. Después, en 1999, ingresó a trabajar a Canal N, en lo que fueron los albores del canal de televisión por cable. Allí permaneció hasta el 2004, año en que emigró a Chile.
Cambios
Pese a que Lucisol González tiene vínculos con el vecino país del sur, pues su madre es chilena, el proceso de adaptación no fue del todo sencillo. Señala que al inicio sintió el choque cultural, pero el buen trato con el que fue recibida hizo que pronto pudiera desenvolverse con normalidad.
“Siempre habrá un choque cultural. Al principio todo va a ser un poco más difícil por el mismo hecho de estar en un lugar que no conoces. Te dicen, por ejemplo, anda a la avenida Grecia, camina tres cuadras y allí llegas, pero tú no tienes ni la menor idea de cómo moverte por las calles. También hay palabras que uno utiliza normalmente en el castellano, pero que en Chile tienen otro significado. Sin embargo, en líneas generales siento que me trataron bien”, evoca.
Resalta que en Chile estudió comunicación audiovisual y empezó desde cero, pues supuso que la educación recibida en Perú tendría algunas deficiencias respecto a la chilena. Sin embargo, grande fue su sorpresa al darse cuenta que muchas de las materias ya las dominaba.
“Recuerdo que había varios cursos que los estudiaba y me daba cuenta que ya los sabía. Al revisar la malla decidí que no los repetiría, así que me salté varios. Definitivamente, agradezco la base que me dejó la Universidad Particular de Chiclayo, porque me tocaron muy buenos profesores”, apunta.
Subraya como uno de sus docentes al fallecido exdecano del Colegio de Psicólogos de Lambayeque, Maximiliano Plaza Quevedo, cuyos conocimientos impartidos le ayudan hoy en día a entender el comportamiento del público en redes sociales.
“Uno tiene que aprender a tratar a la gente, porque por la naturaleza de mi trabajo estoy en contacto directo con el público a través de las redes sociales y a veces hay gente que trae mala onda en sus comentarios. Las cosas que uno aprende luego las utiliza en la vida. A veces decimos en la universidad de qué me va a servir esto, pero la verdad es que en algún momento lo necesitamos”, reflexiona.
Periodismo
Por otro lado, apunta que las redes sociales han revolucionado el ejercicio periodístico, pues ahora todos con un celular tienen la posibilidad de grabar un suceso y difundirlo. Sin embargo, hace hincapié en que la diferencia entre un periodista y alguien que no ha estudiado la carrera es que el primero sabe qué tratamiento darle al contenido noticioso. Esto implica contrastar las fuentes, buscar diversas opiniones y definir qué material es propicio publicar y cuál no.
Señala que el tratamiento de la información en Chile difiere en algunos aspectos a comparación del Perú. Por ejemplo, menciona que allá los periodistas tienen prohibido por ley revelar el nombre de una persona fallecida si es que antes su familia no ha sido informada.
“A veces está el reportero en vivo relatando que ocurrió un accidente y menciona que, si bien ya tiene la lista de fallecidos, no la puede revelar porque el carabinero le ha informado que todavía no se le da aviso a la familia. Eso me parece bien, porque es terrible que alguien se entere por un medio de comunicación que su ser querido ha muerto en vez de por la autoridad pertinente”, asevera.
Afirma que la libertad de expresión, derecho consagrado en la Constitución, también tiene límites y uno de estos es el derecho a la intimidad, con lo cual los periodistas deben tener sumo cuidado, pues la difusión de una denuncia puede afectar indirectamente a terceras personas que no tienen que ver con el hecho.
Comenta que en Chile existe el Consejo Nacional de Televisión, organismo ante el cual cualquier espectador puede denunciar la emisión de contenidos inapropiados, por lo cual el medio de comunicación puede llegar a ser sancionado, previa investigación.
Pandemia
A diferencia del Perú, donde hasta abril de este año habían fallecido 161 periodistas a causa del COVID-19, menciona que en Chile no se han registrados decesos en los hombres de prensa. En el caso de TV Chile, precisa que el 18 de marzo se interrumpieron las transmisiones en vivo del programa, pero solo 15 días después se reanudaron de forma remota, con los conductores desde sus casas.
“El 18 de marzo fue el último día que salimos en vivo. Las reglas fueron muy estrictas y solo se quedó funcionando el programa matinal. En los demás espacios se emitían programas grabados. Pero cuando empiezan las crisis también vienen las oportunidades. No podíamos seguir emitiendo enlatados, teníamos que ver la forma de salir. Y fue así que juntos al director Alejandro Ravani, la productora Jimena Ravani y todo el equipo técnico vimos la forma de sacar el programa desde casa, lo cual fue un reto”, enfatiza.
Además, destaca que Chile ya tiene al 80 % de su población vacunada contra el COVID-19, lo cual ha permitido reducir considerablemente las muertes y los contagios (de nueve mil a 300 por día). Apunta que en los próximos días empezarán a vacunar a niños de seis años a más, mientras que quienes cuentan con las dos vacunas están recibiendo una tercera dosis de reforzamiento.
“El proceso de vacunación en Chile empezó rápido y por parte del gobierno nunca se quiso cerrar por completo las puertas como ocurrió en Perú, cuyo toque de queda algunos días empezaba a las 4:00 de la tarde. Lo más extremo que se llegó a Chile fue implantar a un horario de inmovilización social de 10:00 de la noche a 6:00 de la mañana y solo en dos o tres semanas hubo cuarentena total”, apunta.
Embajadora
En tanto, refiere que en ‘Conectados’ han tenido la oportunidad de conversar con periodistas y personalidades de diversas partes del mundo, sobre todo ahora que el programa se transmite a través de la virtualidad. Esta experiencia le ha permitido corroborar que la percepción que hay a nivel internacional del Perú es muy positiva.
“El Perú es muy valorado afuera. A veces, uno viviendo allí no lo puede ver, pero cuando sales te das cuenta de cómo nos admiran afuera. Al extranjero le llama la atención cómo el peruano conoce su historia. En Chile hay dominicanos, haitianos, venezolanos, es un país cosmopolita, con muchas culturas juntas, pero si tú les preguntas que conocen de su país, saben mucho menos a comparación de nosotros. Me ha servido mucho conocer sobre mi país, porque cada vez que nos integramos me preguntan cosas de Perú y eso me obliga a conocer y leer más”, sostiene.
Refiere que hace poco en Conectados entrevistaron al arqueólogo Walter Alva Alva, exdirector del Museo Tumbas Reales. “Quienes vieron el programa se quedaron impresionados con las imágenes. ¿Eso está en Chiclayo? Quiero conocerlo, me decían”.
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