Sube!

EL NIí‘O COSTERO Y LAS LECCIONES QUE NOS DEJA PARA NO DESAPRENDER

Escrito Rosa Amelia Chambergo Montejo
Edición N° 1006

Al cerrar el primer trimestre del año 2017, después de las fuerte lluvias registradas entre enero, febrero y marzo en Lambayeque, podemos escribir sobre lo que nos va enseñando este fenómeno climatológico que ha dejado viviendas destruidas y en la completa orfandad a miles de ciudadanos a lo largo del territorio norteño.

 

Los lugares de mayor impacto, los alimentos que se distribuyen, las pérdidas en cultivos y lo deteriorado que queda de nuestro sistema vial nos debe llamar la atención a todos de cómo debemos trabajar de aquí en adelante. El orden, el respeto a la naturaleza, a las leyes, la coordinación estrecha entre autoridades municipales y del gobierno regional con la sociedad civil organizada, tienen que servirnos para no cometer los mismos errores.

 

Aproximadamente mil 550 personas lo perdieron todo: vivienda, enseres, ropa, cultivos. Ellos han quedado hoy en día en la orfandad. El Estado los ha refugiado en 26 albergues, instalados en nueve distritos de la región como son Íllimo, Pacora, Jayanca, Túcume, Pimentel, José Leonardo Ortiz, Mórrope, Cayaltí y Olmos.

 

Los desastres ocurridos por las lluvias intensas, inundaciones y el desborde de ríos nos han mostrado que la furia de la naturaleza no respetó nada, que las defensas ribereñas cedieron en diversas zonas y esto es algo que se repite año tras año.

 

Muchos pobladores al interior de Lambayeque están aún aislados porque se resisten a dejar sus lugares de origen, aún a costa de perder sus vidas, de tal manera que la ayuda alimentaria a algunos no ha llegado como se quisiera por lo difícil que resultan las zonas. Muchos no conocen lo peligroso de estos empantanados caminos.

 

De acuerdo a información oficial, la ayuda humanitaria se está haciendo en función de la evaluación de daños que ejecutó en los sectores afectados el COER e INDECI por el desborde de los ríos Motupe, La Leche, Olmos, Chancay, Chóchope, Mórrope, Zaña, canal Taymi y la activación de varias quebradas por El Niño Costero.

 

Los damnificados han recibido cerca de 80 toneladas de alimentos no perecibles que recibió el COER, a la fecha estos alimentos se han distribuido a las familias damnificadas y afectadas de los distritos de, Pacora, Íllimo, Jayanca, Túcume, Mórrope, Cayaltí, Pítipo, Olmos, Pimentel, José Leonardo Ortiz, Motupe, Salas, Mochumí, Nueva Arica, Reque, Mesones Muro, Zaña, Incahuasi, Cañaris, Pomalca, Chongoyape, Lagunas, Monsefú, Oyotún, y Pátapo.

 

El desplazamiento se realiza desde el inicio de la emergencia en orden y con una programación diaria, contando con el apoyo de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional del Perú, la Cruz Roja, la Compañía de Bomberos y personal del COER.

 

Se ha entregado 47 mil 640 litros de agua donados por empresas privadas para los damnificados a los alcaldes de los distritos de Chiclayo, José Leonardo Ortiz y La Victoria.

 

Igualmente se entregó 24 litros de agua donados por empresas privadas para los damnificados a los alcaldes de los distritos de Jayanca, Pacora, Íllimo, Mochumí, Túcume y Mórrope.

 

Al material de  ayuda humanitaria, se sumó el apoyo con 74 motobombas entregadas por el gobierno regional a 31 distritos, para evacuación de aguas pluviales y seis a diferentes entidades de la región.

Se ha entregado 42 motobombas prestadas por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento al gobierno regional y a las municipalidades de José Leonardo Ortiz y de Chiclayo para evacuación de aguas pluviales.

 

De acuerdo a la información de evaluación de áreas perdidas y afectadas, según cultivo, el Módulo de Operaciones del COER, reportó tres mil 892 hectáreas de cultivos entre arroz, caña de azúcar, maíz, yuca, cebolla, camote, choclo, zanahoria, tomate, pepinillo, sandía, entre otras hortalizas y frutas.

 

Esta situación afecta la economía de un promedio de mil 219 productores, los mismos que se han afectado económicamente por un monto aproximado de 27 millones 710 mil 750 soles.

Reconstruir todo lo dañado en Lambayeque demandará no menos de cuatro años y una inversión millonaria que podría sobrepasar los cinco mil millones de soles. Todo lo ocurrido demanda exigencia profesional, técnica y total honestidad para sacar adelante nuestro departamento.

 

Frente a lo que ha ocurrido en los vecinos departamentos de Tumbes, Piura y La Libertad, nuestro Lambayeque ha sido el menos afectado, la providencia de Dios Todopoderoso ha permitido que de manera rápida la ayuda del Estado se canalice de inmediato y se auxilie a quienes hoy en día son damnificados.

 

Saludo, felicito, aplaudo y admiro la labor de diversas instituciones locales, nacionales e internacionales por su desprendido aporte solidario a los damnificados de Lambayeque.

 

Pocos saben, pero aquí lo destacamos, aun cuando es su labor,  el trabajo del gobernador Humberto Acuña Peralta, de Carlos Balarezo Mesones, de Agustín Basaurí Arambulo, de los comandos del Ejército Peruano, de la FAP, la Policía Nacional, los Bomberos,  toda la labor de los servidores voluntarios y el liderazgo de los vecinos, que en estas circunstancias ha sido primordial. 

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