De acuerdo a la información meteorológica la ola de calor, que ha llegado a una sensación térmica de hasta 40° centígrados en Chiclayo, se extenderá hasta fines de mes y esto obliga a las personas a tomar medidas mucho más efectivas para garantizar el cuidado de la piel. Conforme explica la dermatóloga Jacqueline Cabanillas Becerra, los niños y ancianos son los más vulnerables a la radiación solar, por lo que recomienda una serie de procedimientos para su protección.

La especialista aclara que el sol no solo representa un problema por la intensidad de la radiación, sino también puede ser beneficioso para las personas, por lo que es importante tener una adecuada educación en cuanto a cómo se reciben los rayos solares en esta época del año.

Esto – señala – es fundamental frente a la ola de calor que se vive en el norte del país y que año a año se hace más severa debido al cambio climático.

Indica que la forma correcta de protegerse de la radiación implica medidas preventivas como también el uso de productos que pueden ayudar a reducir el impacto de los rayos solares sobre la piel y, de este modo, mitigar el daño que con el tiempo puede desencadenar enfermedades como el cáncer.

“La población más vulnerable siempre van a ser los extremos de la vida, como son los niños y los ancianos, pero en general todos debemos estar prevenidos y tener las medidas adecuadas porque el sol puede representar un problema importante y causar daños inmediatos como también a largo plazo, que estén relacionados con el cáncer de piel”, precisa Cabanillas Becerra, dermatóloga con especialidad en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos – UNMSM.

LOS PROTECTORES

Los dermatólogos recomiendan que un niño sea llevado a la playa o a la piscina recién a partir de los dos años. Antes de esa edad no es recomendable porque la piel todavía es inmadura.

Asimismo, los niños deben utilizar protectores solares, que son productos que cuidan piel y que pueden aplicarse en los menores desde los seis meses de vida, que es la edad desde la cual están permitidos.

Existen dos tipos de protectores: los físicos y los químicos. Unos absorben la radiación y los otros la reflejan, es decir el rayo solar llega a la piel y rebota. Estos que reflejan son los más adecuados en la piel del niño porque hay productos con los cuales también puede haber alguna reacción alérgica. Los componentes físicos son los que siempre van a estar presentes en los protectores de los niños.

“Las personas más adecuadas para recomendar los protectores siempre vamos a ser los dermatólogos, porque sabemos cuáles son los productos que tienen la garantía de protección como debe ser, y más en los menores que son una población que tienen una piel inmadura y en los cuales usar productos inadecuados puede generales problemas muy serios como quemaduras solares, que pueden ir en diferentes grados, desde una insolación a un segundo grado y presentar ampollas”, detalla.

PISCINAS Y PLAYAS

Respecto al cloro de las piscinas, Jacqueline Cabanillas explica lo que puede pasar con los niños y los adultos es que puede resecarles la piel por la presencia del cloro. Hay grupos de niños que son más sensibles aún, y ellos van a sufrir un poco más con el cloro, sin embargo podrán usar algunos cuidados especiales de su piel como hidratarla más con algunos humectantes; recibir el sol con los protectores adecuados y así mitigar la radiación ultravioleta.

En el mar, es importante saber qué playas están en condiciones y son saludables para de esta manera tener la seguridad que al lugar que se va es el más adecuado para recibir la radiación.

“Producto de las lluvias intensas y las consecuencias que se han presentado, se han incrementado los casos de infecciones en la piel, y por esto es común también la aparición de sarpullidos por el sudor y que puede eliminarse fácilmente con el baño. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el sarpullido puede infectarse y eso es lo que está pasando, apareciendo las dermatitis por micro organismos bacterianos, micóticos y hongos también, que de pronto se deben a la exposición de las aguas contaminadas. A esto se suman los problemas respiratorios que pueden generarse porque el polvo posterior a las lluvias se aerolisa y eso aumenta las enfermedades”, refiere.

CÁNCER DE PIEL

La especialista comenta que hay una tendencia ligera de parte de las familias por mejorar el cuidado de la piel, a partir de lo que escuchan en la televisión, los periódicos y la radio, por lo que poco a poco se le está dando mayor importancia y las personas tomando más consciencia y buscando formas de protegerse.

Explica que cuidar la piel no se logra únicamente con el uso de productos químicos, sino también con el uso de una ropa adecuada, de sombreros de ala ancha, de lentes de sol y de sombrillas, que son medidas preventivas complementarias a las otros protectores que se recomiendan.

“El cáncer de piel es a nivel mundial el más frecuente de todos los tipos de cánceres. Tiene que ver con la radiación y de pronto su prevención empieza con las medidas que he comentado, porque el daño del sol el acumulativo. Los perjuicios de su exposición a él no se ven cuando somos pequeños, sino después, siendo adultos. El cáncer a la piel aparece en personas mayores a los 65 años. Sin embargo, por la alta exposición que existe ahora ya empiezan a verse casos en personas más jóvenes”, refiere.

¿Cómo detectar que una lesión puede ser cáncer? Cabanillas Becerra indica que una señal del cáncer de piel es que las personas adultas mayores presenten heridas que no curan con cremas cicatrizantes, y la lesión en vez de cerrar va creciendo. Ese es un indicador para ir a un dermatólogo y realizar los exámenes de despistaje a través de una biopsia. Hay casos que con la sola visualización de la lesión se puede confirmar la existencia del cáncer de piel.

“Si es una lesión como la descrita, se practica un tratamiento quirúrgico sencillo en el que se retira la parte de la piel afectada y con eso se soluciona el problema, en la mayoría de casos. Es importante que la detección sea temprana, mientras más pequeña sea es mejor”, anota.

LO MÁS GRAVE

“El melanoma es un cáncer de piel que felizmente no es el más frecuente, pero sí el de diagnóstico más reservado, debido a que este da la capacidad de que las células cancerígenas viajen a otros órganos del cuerpo. La diferencia con el cáncer por lesiones es que en el primero las células se quedan confinadas solo en la piel, se retiran y puede superarse la afectación”, explica.

Por eso, comenta que es importante que en el caso de los melanomas las personas tengan presente el ABCD de los lunares. Cada letra indica una característica que permite la autodetección: A de apariencia, si se nota que una mitad no es igual a la otra; B, de los bordes irregulares; C del color. Pueden encontrarse tonos azules, negros o marrones oscuros.

La D del diámetro, que es el tamaño. Por lo general se acepta que sea menos de seis milímetros para ser considerado benigno. Más allá de eso puede ser maligno. La E de evolución. A veces el lunar no ha cambiado y el paciente siempre lo ha visto igual, pero de repente siente alguna molestia de ardor o picor.

“La pilosidad (presencia de vellos) no indica malignidad en los lunares. Los criterios del ABCDE son básicos y uno puede verse en el espejo. Si se encuentra alguna de estas características debe acudir al dermatólogo, que será el más indicado para determinar si es algo maligno o no”, señala.

Cabanillas Becerra labora en Lambayeque hace tres años. Actualmente, forma parte del equipo médico de la Clínica Salud Madre & Mujer, que se está abocando a desarrollar diferentes aspectos de la salud de la población femenina lambayecana con especialistas de otras áreas para ofrecer un servicio integral.

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