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EL ESTADO DEBE GARANTIZAR SU PRESERVACIÓN: POBLACIÓN ALTOANDINA SE ORGANIZA EN DEFENSA DEL QUECHUA

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1052

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El Perú es uno de los países más diversos lingüísticamente en América Latina con 47 lenguas indígenas originarias habladas en todo su territorio, siendo las más importantes el quechua y el aymara, pues en cada una subyace una visión única del mundo. Por ello nace la necesidad de crear espacios de diálogo con el fin de perpetuar y valorar el uso de las lenguas originarias para no perder parte de la cosmovisión de la humanidad.

 

El Ministerio de Cultura a través de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Lambayeque – DDC, organizó un conversatorio denominado “Tantalla Allin Kawsay Llinwaras Rimananchikwan (Juntos por el buen vivir con nuestra lengua quechua), en el Día internacional de la Lengua Materna. La actividad reunió a representantes de los distritos altoandinos de Incahuasi, Cañaris y Salas.

 

El propósito del conversatorio fue promover el buen vivir de la lengua quechua en la región Lambayeque. Asimismo, establecer un espacio en el que se intercambien experiencia y que se forjen alianzas entre instituciones representativas que trabajen en pro del uso, preservación, desarrollo, relación, fomento y difusión de la lengua quechua como política pública.

 

Según el censo del 2007, cuatro millones 40 mil 713 peruanos; es decir, el 14 % de la población, habla al menos una lengua indígena originaria. Sus hablantes radican no solo en comunidades andinas y campesinas, sino también en las capitales de las provincias y distritos.

 

“Recordemos que de todas las lenguas ancestrales habladas en la costa norte durante la invasión española solo sobrevivió la muchik. Esta se nos escapó de entre las manos a mediados del siglo XX y fue una gran pérdida. Actualmente estudiosos trabajan en una cruzada de recuperación lingüística que amerita conversatorios específicos, por ello este acontecimiento debe ser de suma importancia para la población, pues la promoción del idioma materno es uno de los primeros pasos para interiorizar nuestra cultura”, indicó el director de la DDC Lambayeque, Alberto Risco Vega.

 

El quechua de Incahuasi, Cañaris y otras zonas de la región es reconocido dentro de las 47 lenguas originarias en el marco de la Ley N° 29735, Ley de la Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos y las demás normativas nacionales e internacionales vinculadas al respecto.

 

“Es tarea de toda institución pública y privada unir esfuerzos y construir una sociedad consciente y reflexiva de su diversidad cultural y lingüística en la que todos podamos comunicarnos en nuestra lengua sin discriminación y ejerciendo nuestros derechos”, expresó a su turno el director de la Escuela de Postgrado de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, Saúl Espinoza Zapata.

 

Agregó que a pesar de la gran importancia de las manifestaciones culturales inmateriales como la danza, los cantos o la gastronomía, la interculturalidad nos aproxima al respeto integral. Solo así entenderemos el derecho a las distintas costumbres de los pueblos nativos y su derecho a expresarse en su propia lengua en todos los escenarios de la vida pública.

 

DOCENCIA Y CULTURA

El director del Instituto de Educación Superior Pedagógico Monseñor Francisco Gonzáles Burga de Ferreñafe, Salvador Burga Guevara, explicó que uno de los problemas que afrontan Cañaris, Incahuasi y Salas es que la gente adulta domina el quechua, pero los niños no. Esto sucede porque los docentes que trabajan en esas zonas no hablaban el idioma y obligaban a los niños a aprender el castellano.

La casa de estudios, preocupada por esta situación oferta desde el 2017 la carrera de Educación Primaria Bilingüe Intercultural.

 

 “Las autoridades apuestan por la educación intercultural y eso se refleja en las actividades que realizan. Por ejemplo, el acompañamiento en educación intercultural, la promoción y encuentros de pueblos originarios, las capacitaciones, la contratación de docentes bilingües o talleres de gramática quechua para fortalecer el dominio de la lengua”, comentó Elmer Efus Linares, de la UGEL Ferreñafe.

 

Según el educador, Lambayeque tiene un Plan Regional de educación intercultural y educación intercultural bilingüe. Manifestó que hasta el año paso la UGEL Ferreñafe contaba con más del 60 % de instituciones interculturales bilingües, situación que los llenaba de orgullo.

 

En estas instituciones priman las competencias interculturales y lingüísticas. Resaltan también el cómo atender las necesidades de aprendizaje de los niños y cómo desarrollar la pedagogía intercultural.

 

“Nuestros maestros necesitan mayor formación académica. Con el trabajo que desempeñamos tenemos docentes bilingües con formación de calidad. Ellos ejercen en Salas, Incahuasi y Cañaris y los principales beneficiados son los niños, porque reciben formación en su quechua y practican el castellano como segunda lengua”, señaló.

 

LA CULTURA QUECHUA COMO DERECHO

Cabe resaltar cuán importante es la cultura quechua en Lambayeque y la necesidad de las instituciones de aportar en ella, ya sea en su recuperación o en su uso. Eso se logra con la intención de propagar la cultura, de convivir con ella y respetarla.

 

El coordinador de la Escuela de Justicia Intercultural, Hans Alarcón Bernal, dijo que era fundamental y prioritario que se difundiera la lengua quechua dentro de organismos como el Poder Judicial, el Ministerio Público y todo ente operador inmerso en la administración de justicia.

 

“Del 2013 a la fecha promovemos el diplomado en lengua quechua en la Corte de Justicia de Lambayeque. Con este queremos brindarle a los pobladores quechuahablantes el derecho que tienen. Con ello los funcionarios, ya sean jueces o abogados por lo menos deben saludar a la parte interesada en su idioma nativo cuando asistan a un ente regulador de justicia”, indicó.

 

Hans Alarcón explicó que dentro del marco normativo de 1993 se contemplan derechos que respaldan a las poblaciones nativas. Ejemplo de ello es el Artículo 1 de la constitución peruana, el cual indica que la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo del Estado.

 

“De ahí se desprenden más normas y debemos tener claro que toda persona tiene derecho a la igualdad ante la ley. Hay que procurar la equidad, nadie puede ser discriminado por origen, raza, idioma o religión”, acotó.

 

“La Corte de Justicia de Lambayeque ya cuenta con un perito en traducción quechua. Han pasado muchos años para mirar a este tipo de población que requería con urgencia hacer uso de este derecho constitucional”, informó.

 

Según el Artículo 19 de la Carta Magna, el Estado reconoce y protege la pluralidad étnica y cultural de la nación. Ello quiere decir que todo peruano tiene derecho a usar su propio idioma ante cualquier autoridad mediante un intérprete, pero el Estado no invierte en ellos.

 

Recién en el 2014 se han implementado intérpretes en los tribunales de justicia para tomar cartas en el asunto. Para ello han transcurrido más de 20 años, a pesar de ser un derecho constitucionalmente reconocido.

 

“Existen normas de carácter nacional que regulan los derechos lingüísticos. Estas son importantes porque establecen como derechos: garantizar y respetar la atención de lengua materna en los organismos e instancias estatales y que se disponga de medios de traducción que garanticen el ejercicio de sus derechos”, manifestó.

 

TODO ES CULTURA

La cultura, explicó el abogado, son ideas, símbolos, prácticas sociales, danzas, el comportamiento, lenguaje y la forma de administrar justicia. También se entiende por cultura a las formas de vivir de una comunidad, su actividad formativa, religiosa, recreativa y/o económica tanto en la esfera pública como privada.

 

“Subjetivamente, el derecho es la facultad que tiene el individuo de hacer uso de una determinada actividad con respeto de las normas jurídicas. Antes hablar quechua era objeto de burla y le daba un grado de inferioridad a la persona. Actualmente ya no es así. Poco a poco los quechuahablantes son conscientes de sus derechos y hacen respetar su cultura”, añadió.

 

Según el Artículo 89 de constitución, el Estado Peruano reconoce a las comunidades campesinas y nativas, y el 149 reconoce a estas como otro órgano de administración de justicia, pues esta es una manifestación cultural de los pueblos originarios.

 

De acuerdo al convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo sobre Pueblos Indígenas, el Estado está obligado a adecuar sus normas y a tender lazos de coordinación con pueblos originarios en donde se administra justicia y se habla su lengua.

 

Dentro de las normas nacionales hay un reconocimiento en la cultura y administración de justicia, esta pone límites a los órganos estatales cuando se ha levantado un proceso en las comunidades. La norma hace referencia a las rondas campesinas como un organismo de sistema nacional de seguridad. Es decir, si ellos ya dictaron una sentencia, el estado no puede imponer otra. Debe prevalecer la que ellos aplican.

 

ORÍGENES DEL QUECHUA EN EL NORTE

“Es importante conocer nuestros idiomas, escritos, experiencias y todo el legado cultural que poseemos. Debemos conocer cómo llega el idioma quechua, cómo se desarrolla y cómo hoy forma parte del legado histórico y cultural en la región norte”, señaló el docente de la Escuela de Postgrado de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, Víctor Vilcamana.

 

Existen numerosos quechuahablantes en las ciudades de Ferrañafe, Chiclayo, Pucalá, Cutervo y Cajamarca. Este espacio de habla quechua en su variante Incahuasi o Cañaris se inicia por las continuas migraciones de las poblaciones, principalmente por razones económicas y de salud.

 

“En Lambayeque contamos con manifestaciones culturales nacientes de ríos que riegan los valles costeros y son rutas entre las serranías y las tierras bajas. La población de Penachí da cuenta de un mosaico étnico de señoríos con distinto origen, lenguas y tradiciones culturales, situación que se habría replicado hacia el sur de la sierra lambayecana”, refirió.

 

“Es un día especial para los que trabajamos en zonas de pueblos originarios, para los que son y quieren ser parte de ellos. La lengua materna en Cañaris, Incahuasi y Salas es el quechua y ha resistido por mucho tiempo a la colonización. Ahora nosotros somos los encargados de mantenerlo, preservarlo y difundirlo. Es necesario que un quechuahablante reciba servicios de justicia, salud, arte en su propia lengua y con respeto a sus valores”, finalizó.  

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