Los proyectos fotográficos no solo generan creatividad, sino también una gran oportunidad para aprender nuevas técnicas y mejorar los conceptos previos.
Si bien es cierto la producción fotográfica en provincias crece constantemente y cada vez existen más personas interesadas en el tema, aún muchos lugares carecen de instituciones formadoras que brinden especialización a los fotógrafos, a pesar que estas contribuyen a mejorar la creatividad, la agudeza y la mirada del profesional.
Ante ello surge La Mákina, una escuela de fotografía que brinda formación especializada y capacitación a fotógrafos de nivel profesional, amateur, principiante y público interesado por medio de cursos, workshops, conversatorios y conferencias.
El proyecto educativo lo conforman Jorge Alberca, fotógrafo de bodas y familias; Víctor Contreras, fotógrafo publicitario de gastronomía, y Mirko Solís, fotógrafo de newborn, infantes y gestantes.
“Los tres somos buenos amigos. El año pasado nos juntamos y hablamos de lo que hacíamos. Entonces, concluimos que cada uno dictaba talleres individuales acorde a su rama. Así surgió La Mákina, como un proyecto integrador cuyo fin es la especialización”, cuenta Jorge Alberca.
INICIOS
La Mákina tiene dos meses de funcionamiento y su punto de partida fue en abril, con un conversatorio de iluminación a cargo de José Cuadros, fotógrafo de Lima. Dentro del plan se ha considerado que cada dos meses llegue un fotógrafo nacional para que complemente y brinde clases más especializadas.
“Para La Mákina es necesario acercar a los fotógrafos top a las provincias, de modo que en estos lugares se produzcan contenidos originales que despierten y transmitan emociones”, señala.
Según Jorge Alberca, el proyecto pretende incentivar a los profesionales a buscar calidad en su trabajo, de modo que agreguen su toque personal, desarrollen un estilo y así se diferencien de los demás. Además, propone una formación más activa en la que su intervención juegue un papel importante.
Otro factor relevante es la especialización, pues una sola persona no puede hacerlo todo a la vez. Cuando lo hace, desperdicia el potencial que debe ponerle a una sola cosa, dice el fotógrafo.
“Es momento de concebir al fotógrafo como un profesional de verdad, al igual que el ingeniero o el médico. El fotógrafo desempeña un papel importante dentro de la sociedad y eso queremos que entienda la gente, pero ello empieza desde uno mismo valorando lo que hace y poniéndole el precio que merece”, dice.
Para el fotógrafo de bodas, las nuevas generaciones por ganar “se tiran al suelo” con los precios, porque no tienen responsabilidades económicas, a pesar de elaborar un trabajo de calidad, lo que en su opinión está mal.
NOVEDADES
El jueves 14 de junio Javier García Rosel dictará un taller intensivo de iluminación y retrato. Él es un referente peruano y recibió formación en España.
Con el tiempo, La Mákina espera realizar convenciones a las que lleguen muchos fotógrafos reconocidos no solo a nivel nacional, sino también de talla internacional.
“El pasado fin de semana estuvimos por Jaén y realizamos un workshop sobre iluminación en interiores y exteriores. Próximamente estaremos por Chachapoyas y así queremos hacer nexos con Cajamarca y otros lugares, porque esos son sectores poco cubiertos donde la fotografía aún no se desarrolla”, señala.
LA LABOR DEL FOTÓGRAFO
El fotógrafo no solo es aquel que dispara por medio de una cámara. Es aquella persona que realiza una gama de acciones para que una foto transmita algo. Si esta no trasmite y no despierta ninguna emoción, entonces no funciona.
“La fotografía está para reservar momentos, sea cual sea. La fotografía capta ese instante de la alegría de una novia, la dulzura de un recién nacido o la explosión de colores en la gastronomía. Por medio de ella conocemos la historia, siempre ha sido y será un elemento indispensable. Entonces, si tiene muchos fines, debemos darle el valor que merece”, refiere.
Por otro lado, la labor del fotógrafo no se reduce solo a fotografiar artísticamente, sino a expresar, transmitir un mensaje y contar una historia.
Otro factor a destacar, sostiene Jorge Alberca, es la exigente demanda publicitaria, pues últimamente las empresas buscan una buena producción fotográfica para fines comerciales.
“Este tema ha alcanzado un notable avance tanto en Chiclayo como en los demás lugares del país, donde nuevamente la calidad es un aporte valioso para la presentación de un producto o campaña”, manifiesta.
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