Natalia Arbildo Pérez recibió recientemente el Premio Líder Emergente 2018 otorgado por el Congreso de la República y la Unión Global por la Democracia, como reconocimiento a su trabajo social por la igualdad de género.
Su activismo se inició a los 16 años, consolidándose en las aulas de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, donde ha sido dirigente estudiantil. Actualmente lidera la organización Killa, que forma parte de la Misión 2030 de las Naciones Unidos, que la ha considerado como una de sus embajadoras del Desarrollo Sostenible.
El Premio Líder Emergente 2018 fue otorgado a líderes políticos y sociales tras un mapeo realizado a nivel nacional.
“El reconocimiento no es individual, sino colectivo, porque todo lo que se forja a nivel social no es hechura de una sola persona, sino un tema conjunto. El premio es al trabajo realizado por Killa Org, que forma parte del Programa Embajadores de los Objetivos del Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Somos un voluntariado especializado en la prevención de la violencia”, comenta.
LOGROS DEL VOLUNTARIADO
Entre los logros alcanzados por Killa Org. se tiene la implementación de una escuela de voluntariado en temas de igualdad de género, con la que se capacita a los jóvenes participantes en todo lo referido al abordaje de la violencia.
“La fundación de Killa no es solo parte de una evolución personal, sino también obedece a una necesidad social, analizada en nuestra Facultad de Derecho. Sentimos la necesidad de ofrecer algo más que talleres de asesoría legal en casos de violencia, por ello hemos dado nacimiento a una organización que tiene un fuerte componente jurídico, pero que también potencia la participación juvenil y el voluntariado en temas de igualdad de género”, explica.
Arbildo Pérez indica que todas las personas que se involucran en voluntariados y organizaciones con fines sociales tienen vocación de servicio, que – en su opinión – es el elemento esencial para sostener la labor que realizan.
SENTIDO DE VIDA
“Muchas personas no lo entienden, nos preguntan por qué sacrificamos tanto. Lo nuestro es una vocación. Hay gente que tiene vocación para las empresas u otros proyectos, y también quienes tenemos como sentido de vida el servicio. Es ese sentido el que buscamos proyectar a la sociedad. Somos conscientes que no vamos a cambiar el mundo solos, pero sí que el conjunto de pequeñas acciones e iniciativas va a impulsarlo”, manifiesta.
Añade que trabajar con las personas beneficiarias de las acciones que desarrolla Killa Org. es alentador, en la medida que es posible conocer cómo estas van evolucionando respecto a la igualdad de género, la problemática social y sus formas de contribuir al cambio.
“Killa no es solamente un voluntariado, también involucra la capacitación constante. Abrimos el espacio para que las oportunidades no solamente sean para fundadores, sino también para todos aquellos que logran participar”, comenta Natalia Arbildo.
Actualmente la organización cuenta con 30 voluntarios, a los que se suman 20 participantes de la escuela de formación, quienes se han preparado durante ocho semanas en módulos relacionados a la violencia, tratamiento psicológico y abordaje legal. Los voluntarios de la escuela ejecutan además dos proyectos sociales que se desarrollan a lo largo del año.
“Estamos ejecutando un proyecto llamado ‘Creciendo juntas’ con el Casa Hogar Gladys, donde hemos realizado trabajados en el área de psicología. Lo que buscamos es implementar nuevas ramas que permitan cubrir más necesidades además de la psicológica, como la legal y los talleres productivos”, explica.
Próximamente la organización realizará un proyecto denominado “Igualdad en tu cole” en el que se sumará la actual Señorita FEXTICUM, quien además es graduada de la escuela de voluntariado de Killa.
FORMACIÓN POLÍTICA
En paralelo, Arbildo Pérez forma parte de la Escuela de Gobernabilidad del Jurado Nacional de Elecciones de la cual es becaria, junto a otros 31 jóvenes del país.
“Esta es una experiencia muy positiva porque es una preparación de alto nivel en la que estamos abordando temas como la corrupción, las políticas públicas, la gobernanza digital y el gobierno abierto, temas que nos ayudan a forjar liderazgos. Lo que hace falta en el Perú son personas que vean a la política como una ruta de servicio y no para servirse”, menciona.
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