Mil 563 casos de violencia física, psicológica y sexual, en lo que va del año, ha recibido el Ministerio de la Mujer y Población Vulnerables de parte de diferentes grupos etarios. Mayormente las víctimas son de sexo femenino, cuyas edades oscilan entre los 20 y 25 años. En lo que va del 2018 ya se superó la cifra de violencia, debido a que en todo el 2017 solo reportaron mil 537 casos.
Angélica Musayón Chira, coordinadora regional de la Confederación Ciudadana de Mujeres, manifiesta, que el número de denuncias ha aumentado debido a que se ha abierto mayores servicios de atención para que las víctimas puedan establecer sus demandas. Este año se ampliaron los servicios de los centros de emergencia mujer, como las atenciones en las comisarías.
“En cada comisaría se está instalando un centro de emergencia mujer para atender inmediatamente a las agraviadas que son víctimas de violencia”, narra.
Asimismo, el Poder Judicial ha implementado ocho juzgados de Familia que atienden las 24 horas al día y tendrán a su cargo otorgar las medidas de protección de forma inmediata para todas las personas que han sido víctimas de violencia física, psicológica o sexual.
PSICOLÓGICA
El tipo de violencia que más denuncian las mujeres es la psicológica, seguida de la física. La población va tomando conciencia del grave daño que causan los insultos, las amenazas o expresiones de coacción dentro de una relación de pareja o de familia, va identificando diversas manifestaciones y actitudes como signos de violencia, lo que significa un avance en el reconocimiento y la toma de conciencia de estar dentro de una situación que afecta su integridad psicológica, por lo que denuncian el hecho.
La participación de los profesionales de la salud actualmente es importante, ya que cuando identifican casos de violencia los derivan para que las instituciones competentes, como son el Ministerio Público, la policía y el Ministerio de la Mujer puedan intervenir de forma inmediata, para que de esa manera los agresores sean sancionados y no queden impunes.
“Actualmente existe compromiso por parte de la sociedad, del sector salud y de todos los operadores de justicia, que cada vez toman conciencia de la importancia de intervenir de forma inmediata, para evitar daños mayores. La lucha contra la violencia demanda de un trabajo articulado que empieza en el hogar, se fortalece en la escuela y se pone en práctica en la comunidad, por lo que es necesario que todos reflexionemos sobre la necesidad de formar patrones de igualdad y respeto entre todos”, señala Musayón Chira.
MODALIDADES
En el avance que se ha logrado se ha podido identificar las modalidades de la violencia, como son leve, moderada y grave.
Refiere que cuando se toma conocimiento de un caso de violencia grave, se tiene en cuenta que la víctima se encuentra en una situación de feminicidio inminente, por lo tanto tiene que ser protegida de manera prioritaria, con la puesta en práctica de medidas de seguridad por parte de la policía, a quien le compete hacer efectiva las medidas de protección con un patrullaje constante y con la asignación de un número telefónico para que la víctima en situación de emergencia pueda comunicarse inmediatamente.
“Cuando una víctima ha puesto de conocimiento una denuncia grave, corre el riesgo de perder su vida, y las autoridades competentes tiene la responsabilidad absoluta de poder brindarle las medidas de seguridad y tomar las acciones correspondientes para el cuidado de su integridad y si vida”, indica Angélica Musayón.
Explica que las denuncias leves que interponen las agraviadas, son aquellas donde no hay amenaza de muerte, donde no ha habido agresión con un objeto contundente. En esos casos se adoptan otro tipo de medidas, como brindarle soporte psicológico a la víctima para fortalecer su autoestima y autonomía.
FEMINICIDIOS
En lo que va del año, en el departamento se han suscitado cuatro feminicidios: tres en Ferreñafe y uno en Chiclayo.
En Ferreñafe perdieron la vida Dilma Suárez Jiménez (30), quien fue asesinada a manos de Rony Prada Clavo (31), porque no quería retomar la relación con él, mientras que Juliana Reyes Vides (30), fue asesinada por su exconviviente William Javier Díaz Callaca (25), quien también cometió el delito de parricidio, tras acabar con la vida de su pequeño hijo de 6 años, a quien no quería asistir con una pensión de manutención. La tercera víctima en Ferreñafe fue Flor de Milagros Riojas Aquino (25), brutalmente golpeada por Lynn Rojas Sánchez, quien le cegó la vida porque había salido embarazada.
Mientras que en Chiclayo, Julia Elizabeth Guillermo Reyes (22), murió acuchillada a manos de Gonzalo Rivas Carmen (33), con quien tuvo una fuerte discusión en un hotel ubicado en el distrito de José Leonardo Ortiz.
Musayón Chira señala que si las víctimas denunciaron oportunamente que estaban siendo amenazadas de muerte, existe una responsabilidad compartida de las autoridades que tomaron conocimiento y no actuaron diligente y efectivamente para poder brindarlse las medidas de seguridad. Una víctima que está en estado de violencia grave, tiene que ir a una casa refugio, creadas para socorrer a las mujeres que están en peligro eminente de sufrir un feminicidio.
“Si la víctima no ha denunciado, es porque todavía no tomaba conciencia del grave daño que estaba expuesta y perdió la vida”, relata.
Quienes también son víctimas de agresión física y psicológica son los menores de edad, quienes tienes más conciencia en denunciar los hechos, porque saben que cuentan con derechos que les brinda el Estado, el cual está en la obligación de protegerlos.
HOMBRES
En las estadísticas que se manejan, se han detectado también que existen hombres que son víctimas de violencia física y psicológica por parte de sus parejas, pero muchos de ellos, debido al machismo que impera en la sociedad, no denuncian los hechos por temor a la burlas.
“Ha habido muchos hombres que también han sido agredidos por sus mujeres, quienes fueron lesionados con el taco del zapato, también les han destruido la ropa, a algunos les han arrojado agua hirviendo, además han sido lesionados con objetos contundentes”, expresa.
Musayón Chira refiere que toda persona tiene la obligación de defender su dignidad, su integridad, y en el caso de los niños su inocencia, por lo que los adultos tienen que protegerlos.
“El Estado y la sociedad civil están haciendo un gran esfuerzo para proteger a los agraviados, y que no dejen de utilizar los medios e instituciones que están a su disposición durante las 24 horas. Estos no tienen que permitir que nadie destruya su dignidad e integridad como seres humanos. Hoy en día existe una gran oferta de servicios gratuitos que están a disposición de la población, para que puedan denunciar los hechos de violencia a tiempo”, explica.
ESTADÍSTICA 2017
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática – INEI, en el 2017, el 30.6 % de las mujeres en el país sufrió violencia física por parte del esposo o compañero. Sumando los demás tipos de violencia, el 65.4 % de mujeres entre los 15 y 49 años fueron víctimas de violencia el año pasado, esto de acuerdo a los resultados de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar – ENDES.
El 9.5 % de las mujeres que sufrieron violencia declaró que no pidió ayuda por temor a que su cónyuge o pareja la golpeara nuevamente o a sus hijos. Del mismo modo, el 6.4 % de las encuestadas dijo que temía causarle algún tipo de problemas a las personas que les dieron ayuda, en tanto el 3.3 % se mostró desconfiada de los resultados de las denuncias.
En Lambayeque, la estadística en el último decenio es la siguiente: 31.5 % en el 2009, 29.7 % en el 2010, 28.4 % en el 2011, 35.4 en el 2012, 36.8 % en el 2013, 27.7 % en el 2014, 25 % en el 2015, 23.8 % en el 2016 y 27.3 % en el 2017.
A nivel nacional, entre enero y junio del presente año, el INEI ha registrado 83 mil 481 casos de violencia familiar contra mujeres y 10 mil 567 casos contra hombres. Asimismo, tres mil 276 denuncias de violencia sexual contra las mujeres.
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