La tenacidad, fuerza de voluntad y su amor por el periodismo, han hecho posible que Rosa Chambergo Montejo, o Rosita, como le decimos amigos y familiares, haya logrado una tarea bastante difícil.
Hacer que un medio de comunicación, se acerque a las tres décadas de existencia.
Rosita, tiene tres hijos. Dos humanos y uno técnico. Jorge Manuel y Angie, que ya la hicieron abuela y Expresión, que ya la hizo también abuelita, porque ahora haciendo uso de las redes, se difunde su imagen, de manera virtual.
A los dos primeros, Rosita, con su empuje, dedicación y responsabilidad, los hizo profesionales. A Jorge Manuel, economista y a Angie, Odontóloga. Los dos ya transitan la vida, de la mano de sus respectivas familias.
Expresión, todavía necesita de la mano de su “mamá fundadora” y no porque no pueda andar, es que la perseverante actitud de innovar de Rosita, hace que enfrente nuevos retos, que le exigen presencia, esfuerzo y entusiasmo.
Alguna vez conversamos, sobre lo difícil que es ser empresaria periodística y ser periodista. Muchas veces, la opinión pública es severa en el juicio, que suelen alimentar, los mezquinos mercantilistas, que se meten ha hacer periodismo, con fines protervos.
La empresaria, tiene que preocuparse, por mantener activa la empresa. Es decir buscar los recursos que permitan, cubrir todos los gastos, que demanda el hacer periodismo. Desde las necesidades técnicas, hasta las planillas del personal.
El periodista, tiene en cambio que estar preocupado por la información, el análisis de las noticias y todo aquello que, le de brillo a su medio, lo haga atractivo y tenga la preferencia de la opinión pública.
Lamentablemente en nuestro país, las empresas periodísticas fuera de Lima, tienen muchas dificultades para sobrevivir.
Eso es porqué el Estado que es uno de los mayores inversionistas en publicidad, debido a la maraña de agencias que manejan, sus presupuestos, hacen que casi el 95 % se quede entre las grandes empresas periodísticas limeñas y dejando en la orfandad a las provincianas.
Entonces los empresarios como Rosita, se ven forzados a realizar esfuerzos denodados, para salir adelante y buscar con ingenio y oportunidad, los recursos que a lo largo de 27 años, han permitido que EXPRESIÓN, siga vigente.
Algunas veces hemos discrepado con Rosita. Tenemos puntos de vista coincidentes y algunas veces también discrepantes. Sus campañas apoyando algunas acciones, no siempre, las compartí. Pero no dude, que las hacía, porque estaba convencida que estaba haciendo, algo bueno.
Los años van pasando, como han ido pasando varios periodistas, que en su momento, estuvieron al lado de Rosita. No los nombro a todos, para no caer en la vergüenza de olvidarme de alguno.
Pero si en el nombre de Larcery Díaz, Maestro del periodismo, los recuerdo a todos.
Y en la hora actual, como no mencionar a dos jóvenes, que con sus respectivas personalidades y formación, le han dado al Semanario y a hora en las redes sociales, un aire de frescura y responsabilidad periodística.
Daniel Vera y Javier Onofre. Dos jóvenes con un futuro increíble, en el periodismo. Cuando pasen los años, recordarán a EXPRESIÓN, como a la escuela, donde se hicieron periodistas.
Un párrafo final, para Lena Chambergo, la que, como se dice en la televisión, está detrás de cámaras. Es el puntal de Rosita. Su hermana, su amiga, su brazo derecho. Ah, por si acaso también es periodista, como Sandro, el hermano, que hoy defiende otra camiseta y juega en otra cancha.
Salud Rosita, por estos primeros 27 años, que vengan muchos más para que EXPRESIÓN siga HACIENDO HISTORIA EN EL PERIODISMO LAMBAYECANO.
(*) Periodista y Escritor.
Deja tu Comentario