En los últimos doce meses, el incremento del Índice de Precios al Consumidor, o la Inflación Interanual (del 01 de abril de 2021 al 31 de marzo de 2022), a nivel nacional, alcanzó el 7.45%, superando largamente el rango meta de 3% como límite superior, establecido por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) como parte de su política monetaria. Algunas voces han opinado que, no sólo nuestro país, sino el mundo entero podría sufrir el fenómeno monetario llamado Estanflación, vocablo utilizado por primera vez en 1965 por el economista Ian McLeod, quien fuera ministro de Finanzas británico, término compuesto derivado de la fusión de otros dos vocablos: estancamiento e inflación; sin embargo, considero que, aún no se dan las condiciones para definir el actual proceso de crisis económica como una Estanflación.
La Inflación actual, ¿un fenómeno mundial?
La pandemia del Covid-19, que el mundo conoció a partir de enero de 2020 y el Perú a partir de marzo del mismo año, no sólo nos dejó una secuela de 6.2 millones de fallecidos a nivel global, y 213 mil fallecidos en nuestro país, sino que, como consecuencia de las medidas extremas de confinamiento general que aplicaron la mayor cantidad de países en el 2020 con la finalidad de detener su propagación, generó que en el 2021, se produjera en buena parte del mundo, incluido el Perú e incluso países con economías más sólidas como Estados Unidos, un moderado incremento del nivel general de precios; o sea, apareciera las sombras de la inflación.
La inflación es un fenómeno monetario que suele asociarse a un problema de escasez que se produce cuando la demanda supera a la oferta. El confinamiento por la pandemia, mermó los stock de inventarios que las medidas reactivadoras no han podido restablecer, generando que, los precios, en nuestro país y demás países de Latinoamérica y el mundo, se incrementen muy por encima del límite superior del del rango meta del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), establecido en 3%, alcanzando en el 2021 el 6.99% de inflación anual, y que, a marzo (interanual del 01 de abril de 2021 al 31 de marzo de 2022) se continue incrementando llegando a 7.45%, muy cerca del tope máximo para seguir siendo considerada una inflación moderada (10%).
El BCRP cumplió un rol importantísimo, aplicando medidas de política monetaria, que permitieron que en el 2020 y hasta mayo de 2021 (01 de junio de 2020 al 31 de mayo de 2021), la inflación se mantuviera por debajo del 3%, con 1.83% y 2.77% respectivamente. Sin embargo, la llegada al poder de Pedro Castillo y el anuncio de políticas desalentadoras para la inversión privada, detonaron la crisis económica en nuestro país, con el incremento del tipo de cambio (que alcanzó su máximo histórico el 06 de octubre de 2021 cuando el dólar llegó a costar S/ 4.138) y el incremento progresivo de los precios, principalmente de los combustibles y artículos de primera necesidad, incremento que Castillo Terrones ha pretendido atribuir a la guerra entre Rusia y Ucrania, la cual, recordemos, recién inició el 24 de febrero del presente año, y cuyo impacto negativo, en mi opinión, de ninguna manera se puede considerar como causal de la actual crisis que vive el Perú.
La guerra y su impacto en la inflación
Según la BBC News, en su artículo “Rusia y Ucrania: qué efectos puede tener la invasión rusa en las economías de América Latina”, señala que evidentemente se va a producir un contagio inflacionario en las economías latinoamericanas que ya tenían la inflación elevada, desde mucho antes de la guerra. Para tratar de controlarla, señala este importante medio de comunicación, los bancos centrales venían subiendo aceleradamente las tasas de interés, es decir, el costo de pedir dinero prestado. Pero ahora, es probable que esa subida de las tasas siga adquiriendo más fuerza.
Recordemos que en nuestro país el Banco Central de Reserva ha venido incrementando de manera progresiva la tasa de interés de referencia, la cual ha pasado de 0.25% en julio de 2021 a 4.50% a partir de abril de 2022, buscando encarecer los créditos y disminuir la demanda por dinero, con la finalidad de detener el incremento de los precios.
Chiclayo, la ciudad con mayor inflación
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el mes de marzo, la ciudad de Chiclayo ha registrado el mayor incremento del Índice de Precios al Consumidor (IPC), respecto de las principales ciudades del país, registrando, en sólo 30 días, un incremento de los precios del 2.05%, muy por encima del promedio nacional que se situó en 1.50%.
En cuanto a la Inflación Interanual, el incremento de los precios en la ciudad de Chiclayo ha superado el límite, establecido por la teoría económica, para ser considerada una inflación moderada, registrando entre el 01 de abril de 2021 y el 31 de marzo de 2022, una inflación del 10.96%, golpeando como siempre lo he señalado, principalmente, a los que menos tienen.
Estanflación: estancamiento e inflación
Según el portal elEconomista.es, “formalmente, se determina que existe una recesión cuando el Producto Interno Bruto (PIB) decrece durante dos trimestres consecutivos. Cuando la recesión llega acompañada de alta inflación, el proceso recibe el nombre de estanflación; está considerado uno de los peores escenarios económicos posibles por la dificultad de su manejo y corrección. Las políticas monetarias y fiscales que suelen utilizarse para dinamizar una economía recesiva empeoran el componente inflacionario de la estanflación y las políticas monetarias restrictivas que se utilizan para combatir la inflación tienden a profundizar y ampliar su componente recesivo”.
Respecto a que, si lo que se está produciendo en nuestro país es una Estanflación, soy de la opinión de que aún no estamos frente a ese escenario. Para que hablemos de este fenómeno monetario, paralelamente al incremento de los precios (proceso que se ha iniciado levemente y esperemos no se agudice y sea permanente en el tiempo), tendríamos que entrar en recesión; o sea, se debería producir una caída en el Producto Bruto Interno (PBI), que es la variable con la que se mide el crecimiento económico de un país; sin embargo, esto no ha ocurrido y soy optimista que se mantengan las expectativas de crecimiento de por lo menos el 2.50% del PBI para el presente año. Repito, esto en un escenario optimista, ya que, medidas populistas como el incremento de la Remuneración Mínima Vital (RMV), la exoneración del Impuesto General a las Ventas (IGV) a los artículos de primera necesidad, o la presentación del Proyecto de Ley para autorizar al Presidente y Congreso de la República a convocar una Asamblea Constituyente, basados en la falacia de que el actual modelo económico es el causante de la crisis económica, en nada abonan a dar confianza a los inversores privados, principal motor de crecimiento en nuestro país.
Un viejo adagio nos dice que “en economía no hay lonche gratis”, y quienes hoy, manejan los hilos de la economía en nuestro país deberán hilar muy fino para salir de la crisis económica y evitar entrar en un proceso recesivo, que trae como consecuencia mayor desempleo y pobreza, circunstancia que ya hemos vivido, y de la cual pudimos salir en base al sacrificio y emprendedurismo de los peruanos.
(*) Economista y Magister en Educación
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