Mendigando o trabajando, decenas de niños deambulan por las calles de la ciudad a diario, los mismos que son hallados en reincidencia por la Policía Nacional, cuyos agentes proceden a intervenirlos y notificar al Ministerio Público.
La jefa de la Comisaría de la Familia de Chiclayo, Magaly Olivera Sullón, refiere que la dependencia realiza operativos diarios en distintos puntos de la ciudad en la búsqueda de menores de edad que trabajan en las calles.
“Estos operativos los realizamos todos los días con la finalidad de intervenir a los menores de edad que se encuentran en mendicidad, trabajando en las calles y que muchas veces son explotados por sus padres”, indica.
La Comisaría de la Familia al ser una sede especializada no tiene jurisdicción y su accionar abarca todo el departamento de Lambayeque.
NIÑOS REINCIDENTES
Le corresponde al Ministerio Público iniciar un proceso de investigación tutelar contra aquellos padres de familia de los menores que son descubiertos trabajando en reiteradas oportunidades y trasladados a la comisaría.
La Comisaría de la Familia cuenta con un cuaderno de registro, donde están fichados los niños y el número de veces que han sido intervenidos en el ejercicio de actividades económicas.
“Notificamos a los padres cuando los niños son reincidentes, se les hace ver que nosotros estamos salvaguardando la integridad del menor. Los niños están en todo su derecho a solo estudiar y no ser enviados a trabajar a las calles”, afirma la comisaria.
Igualmente, existen menores que escapan de sus viviendas por múltiples factores, como la violencia, por ejemplo. Una vez capturados, son trasladados a la comisaría, se notifica a los padres y se les entrega con un acta, según explica Magaly Olivera.
“Si el menor voluntariamente se escapa y trabaja, se habla con él y se le hace saber los peligros a los que están expuestos”, indica.
Por otro lado, en caso de necesitar algún tipo de ayuda psicológica, es evaluado por los especialistas del Ministerio Público.
“Cuando se entra a una investigación tutelar pasan por un proceso psicológico. Si vemos que los menores son maltratados por los padres se empieza un proceso de maltrato con intervención de la fiscalía”, asegura.
ESTADÍSTICA
El año pasado, el Poder Judicial registró 120 casos en Chiclayo de investigaciones tutelares referidas al trabajo infantil, previamente correspondidos al Ministerio Público en la etapa preliminar.
“Los niños son de familias con bajos recursos económicos en las que los padres de familia no trabajan. Muchos de ellos van al colegio en las mañanas y en las tardes salen a trabajar, algunos dicen que para comprar sus útiles y las cosas que el colegio solicita”, afirma.
Según manifiesta Magaly Olivera, la Comisaría de Familia registra semanalmente entre 60 y 70 menores que trabajan, algunos nuevos y otros reincidentes. Lamenta también, la falta de un albergue donde se puedan quedar los menores en caso que los padres no puedan mantenerlos, pues estos se escapan de sus casas y suelen juntarse con otros niños que están pidiendo limosna.
La Comisaría de Familia recibe casos de todo tipo, desde padres que trabajan y no saben dónde están sus hijos, hasta casos donde los menores son obligados a trabajar.
La comisaria exhorta a la población a comunicarse en cualquier momento al teléfono 238-336 ante cualquier caso de trabajo o abuso infantil.
“Nosotros vamos a ver al menor en qué situación se encuentra y lo traemos a la comisaría a fin de investigar su situación”, asegura.
Magaly Olivera señala que las zonas donde se ejerce frecuentemente el trabajo infantil son el Mercado Modelo, en inmediaciones del centro comercial Real Plaza y cerca al Hospital Las Mercedes.
REALIDAD PERUANA
Actualmente, son aproximadamente un millón 672 mil 900 menores de edad, entre niños y adolescentes, trabajan en el país. Estadísticamente, representan el 19 % de menores, es decir, uno de cada cinco se dedica a alguna actividad económica.
A pesar de eso, según los resultados de la Encuesta Nacional Especializada de Trabajo Infantil, más de 323 mil niños y adolescentes, entre cinco y 17 años, dejaron de practicar actividades laborales entre los años 2012 y 2015, reduciéndose el trabajo infantil en 4.6 % en cuatro años. La cifra pasó de 26.4 % a 21.8 %.
Además, se revela que el 44 % de los menores que dejaron de trabajar vivían en la zona urbana, y el 56 % en la zona rural. También, se resalta que el 46 % tenía entre cinco y 13 años, mientras que el 54 %, entre 14 y 17 años.
Asimismo, los resultados señalan que los hombres tuvieron la mayor velocidad en la reducción de las tasas de trabajo infantil con un 63.3 %, frente a un 36.7 % correspondiente a las mujeres.
El año pasado las tasas más altas de trabajo infantil a nivel nacional se concentraron en Huancavelica, Puno, Huánuco, Amazonas y Apurímac con actividades relacionada a la agricultura; y las más bajas en Lima, Tacna, Tumbes y Arequipa.
respuesta de RONALD el 2024-10-27.
Con quien podrÃa contactarme para poder ver si podemos adquirir la nueva variedad de caña de azúcar.
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