El acelerógrafo es un sistema que registra la aceleración del suelo durante un terremoto o sismo, emitiendo valores que se emplean para diseñar estructuras sismo-resistentes en la zona de medición.
Es precisamente ahí en donde radica su importancia para los futuros ingenieros civiles y magísteres en Estructuras que forma la Universidad César Vallejo – UCV Chiclayo, debido a que – como explica el director de la Escuela de Ingeniería, Segundo Paico Gasco, el acelerógrafo calcula la duración del movimiento fuerte en el sitio donde se ubica, lo que permite la creación de mapas de intensidad instrumental.
“Calcula la respuesta del suelo de manera que se pueda planificar la construcción de estructuras seguras en el futuro, calcula espectros de diseño y respuesta que eventualmente pueden ser utilizados por la norma sismorresistente de cada país de tal manera de regular el tipo de construcción en diferentes zonas sísmicas y realizar estudios de amenaza sísmica mediante el uso de ecuaciones que predicen el comportamiento de los valores máximos de un terremoto en función de la distancia”, explica.
Toda la información registrada por el acelerógrafo se almacena en el disco duro del equipo y puede ser rápidamente extraída por medios electrónicos como una memoria USB o enviarse vía Internet con lo que, ante la ocurrencia de un terremoto fuerte y en caso de que las comunicaciones no se vean severamente interrumpidas, la información estaría disponible para su análisis de inmediato.
La inversión aproximada para la implementación de este sistema fue de 50 mil dólares, lo que incluye el equipo, la infraestructura y el equipamiento de la sala de mediciones sísmicas.
SISTEMA DE PREVENCIÓN
“Contar con el equipo permite desarrollar los contenidos prácticos que corresponden a las asignaturas de Mecánica de Suelos e Ingeniería Sísmica para el caso de pregrado y para el curso de Diseño y Evaluación de Edificaciones Sismorresistentes que se dicta en la maestría de Ingeniería Civil con mención en Estructuras de nuestra universidad. Nuestros alumnos, en base a datos reales podrán procesar la información y traducirla a través de la investigación en modelos matemáticos que permitan la determinación de parámetros sísmicos utilizados para el diseño de estructuras seguras ante eventos sísmicos”, refiere Paico Gasco.
La sala de Mediciones Sísmicas de la Universidad César Vallejo está registrando hasta la fecha, en una etapa de prueba, las aceleraciones emitidas por los sismos de Sechura (11-06-16), así como el de Chepén (13-06-16), y reporta registros las 24 horas del día; a partir de estos datos se calcula los parámetros de la fuente sísmica como la localización y magnitud del sismo. Existe en el país una red acelerográfica que se encarga del monitoreo de eventos sísmicos y el acelerógrafo de la casa de estudios, después de las pruebas correspondientes, será insertado a esta.
“Es muy importante tener claro que el desarrollo de este tipo de actividades por parte de la UCV - Chiclayo no debe ser visto como una duplicidad de funciones. Las razones por las cuales se intenta llevar a cabo el monitoreo de diferentes sismos en todo el país están en relación directa con sus objetivos de predicción de estos eventos. Por ejemplo, con la reciente actividad sísmica en el norte nuestro acelerógrafo estuvo reportando de manera casi constante la ocurrencia de los sismos de bajas magnitudes que luego serán utilizados para tratar de generar un cálculo numérico de qué tan grande podría ser un sismo que golpeará la región norte de nuestro país y calcular el impacto de las aceleraciones que se generarían y los posibles daños a la construcción. La predicción del movimiento fuerte nos ayuda a identificar los sitios en que un sismo podría ser particularmente dañino. Para esto también se usan cálculos numéricos que nos ayudan a entender mejor la propagación de las ondas sísmicas”, señala Segundo Paico.
FORMACIÓN TECNIFICADA
Destaca que la universidad, dentro de sus planes operativos, contempla la adquisición de equipos que complementen la formación universitaria y, a la vez, puedan contribuir a la investigación. En este sentido la dirección de Escuela de Ingeniería Civil planteó la compra del acelerógrafo con fines de enseñanza para los alumnos tanto de pregrado como de postgrado, y contribuir con el monitoreo y control desde la zona de Chiclayo con la red Acelerográfica Nacional, que está conformada por acelerógrafos de la Universidad Nacional de Ingeniería, el Instituto Geofísico de Perú y del Colegio de Ingenieros del Perú.
“Es el primer acelerógrafo que se instala en Chiclayo, pero este no debería ser exclusividad de la Universidad César Vallejo, sino que además se necesita la participación de las demás instituciones educativas de la región norte del país. De esta manera podremos consolidar un control y monitoreo de toda la costa norte y del país. El Consejo Nacional del Colegio de Ingenieros del Perú está implementando en algunas sedes este tipo de equipos. Sin embargo, son insuficientes si queremos monitorear la actividad sísmica que este año ya casi supera en eventos al año pasado, ya que en tan solo seis meses se han sucedido y captados 188 sismos en todo el país; de los cuales aproximadamente 30 han sucedido en el norte peruano”, refiere el director de la escuela.
A fines de este mes y con una inversión aproximada de 10 millones de soles la escuela iniciará las obras de los laboratorios de suelos, concreto y asfalto, hidráulica y estructuras, con un equipamiento de primera línea que permitirá a los alumnos combinar la teoría con la práctica, relación fundamental en el proceso de enseñanza aprendizaje.
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