Es poca la tradición oral que se conoce de los pueblos lambayecanos, algunos relatan hechos históricos y otros hechos fantásticos. Por ello nace la necesidad de plasmarlos en compilaciones que perduren en el tiempo y que funcionen como materia de entretenimiento y fuente de consulta para docentes y alumnos.
En este contexto, el profesor Bernardo Tineo Tineo a lo largo de su carrera ha recogido mitos y tradiciones olmanas en su libro “Historia y costumbres de Olmos” publicado el 2016.
El libro posee ocho capítulos divididos en: El territorio olmano; Historia de Olmos; Economía; Cultura; Turismo; Proyecto Hidroenergético y de Irrigación de Olmos; La primera cruz en el Perú y Aparición de la Virgen María en Nitape.
Dicho libro busca recuperar información como leyendas, tradiciones, mitos e historia del pueblo de Olmos y el departamento.
En el 2017 la UGEL Lambayeque, con la Resolución Directoral N° 002764, reconoció y felicitó al docente por su producción intelectual y su contribución a la diversificación curricular. Además, señaló que el libro debe ser empleado como material didáctico en las instituciones educativas de la vecina provincia.
“Escribir ya sea prosa o verso en una cuestión de amor y vocación. Yo contribuyo con la producción literaria de Lambayeque por esos dos factores. Sin embargo, es una labor complicada”, indica.
Bernardo Tineo sostiene que el amor por la literatura nació desde pequeño cuando aprendió a leer. Los distintos textos eran su fuente de inspiración, pues en ellos encontraba mensajes estéticos, reflexivos y humanos.
“Ante la falta de material para trabajar con niños, sobretodo en escuelas rurales, realicé diversas investigaciones y con ‘Historias y costumbres de Olmos’ empecé a trabajar con mis estudiantes de la Institución Educativa N° 10171 Mariscal Ramón Castilla. Los alumnos deben conocer primero lo que hay en su entorno, en su comunidad, en su región y después proyectarse hacia lo internacional”, sugiere el especialista en Historia, Geografía y Economía.
Bernardo Tineo Tineo, nacido en 1950, es natural del caserío de Chucuyú – Huamarca. Actualmente tiene 68 años, reside en Lambayeque y lleva 40 años dedicándose a la literatura, a la docencia y a la investigación del patrimonio cultural nacional.
Con su libro “Rimas de ternura”, de 1977, ganó la Pluma de Oro en el concurso de docentes en poesía y cuento infantil y juvenil en la Dirección de Educación de Región Nor Oriental del Marañón. Asimismo, una mención honrosa en el mismo concurso por su libro “Murmullos del Jardín”, en 1995.
Debido a su proyecto educativo innovador ganó la etapa departamental del premio al Maestro que Deja Huella en el 2013.
Dentro de su producción literaria destacan sus poemarios: “Silencios”, de 1974 y “Reloj del tiempo”. También está “Celosías del camino”, publicado en 1980. Este texto registra sus viajes por el ande y la costa de las ciudades más importantes del Perú.
En cuanto a la prosa y verso resalta “Testimonios de vida”, en el que relata las ciudades emblemáticas y zonas turísticas como la tumba del Señor de Sipán.
Como logros personales el autor destaca no solo los premios, sino también a los amigos conocidos en el camino.
“Es gratificante que los estudiantes me visiten e intercambien ideas conmigo. Generalmente conversamos de las historias olmanas, de sus costumbres y su geografía. También recibo aliento por parte de ellos y otros literatos nacionales y extranjeros. Eso me anima a continuar, pues demuestra que hay personas interesadas en la prosa y verso de nuestra región”, manifiesta.
Ese fue uno de los factores, dice el docente, por los que publicó “Historia y costumbres de Olmos”, para que tanto educando, educadores y personas ajenas a la tradición olmana lo tengan como material de apoyo, fuente de consulta o materia de entretenimiento.
“Hace algunos años el Ministerio de Educación implementó el plan lector en las instituciones educativas y lo que demanda dicho proyecto es que los estudiantes apliquen la literatura local para conocer su entorno, su realidad y revalorar su identidad. Entonces, con mis textos contribuyo a ello, busco revalorar aspectos tradicionales de los pueblos del Perú empezando desde los más pequeños, los niños”, comenta.
Uno de los problemas nacionales, explica Bernardo Tineo, es que existe muy poca acogida de la lectura por parte de escolares y hasta los maestros. Algunos no trabajan con material de la zona y sucede porque cierto grupo de maestros son apáticos y no valoran la riqueza de la literatura.
“La norma 386 manda que docente y alumno deben leer un libro por mes. Es decir, 12 al año. Pero esto no se cumple”, señala.
El escritor cuenta que el financiamiento para la publicación de los libros es propio. No tiene apoyo económico de ninguna institución. Eventualmente algunas organizaciones ofrecen ayudarlo, pero no cumplen y ante la necesidad de aportar a la cultura se ve obligado a hacerlo con sus propios medios.
“Es imperativo que lo docentes pongan la semilla de la lectura en los educandos. Hago un llamado a los maestros y estudiantes para que acojan los libros e interioricen la información, pues no son relatos que se deban perder con el tiempo, sino que poseen riqueza invaluable al formar parte de nuestra historia y debemos sentirnos orgullosos de ello”, finaliza.
Otro de los textos publicados por Tineo Tineo es “Los sueños del padre Guatemala”, sobre tradiciones olmanas. El libro, que ya cuenta con su tercera edición, hace referencia al sacerdote que talló las cruces de Motupe, Olmos y Penachí.