Indudablemente que el pecho se hincha de orgullo cuando instituciones como la centenaria Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque siguen de pie después de 123 años y entonces es aquí cuando reconocemos que la institucionalidad de nuestros pueblos es primordial para su desarrollo.

Son 123 años que significan presencia y prestancia en la historia lambayecana, historia que lograron construir los mejores ciudadanos empresarios, aquellos que supieron conducir con  principios, valores, ética y anteponiendo el gran amor por Chiclayo, Lambayeque, Ferreñafe, las provincias de nuestro departamento, para que la cámara rindiera frutos y permaneciera con los años.

Conforme cuenta la historia, a finales del siglo XX Lambayeque se encontraba en pleno proceso de recuperación de la crisis económica producto de la guerra con Chile. La resquebrajada economía de la gran hacienda se reactiva con nuevas perspectivas de gestión que buscaban extender con eficiencia la producción de arroz y azúcar por nuestros valles.

La estructura económica de Lambayeque descansaba en la gran hacienda azucarera y compartía su mercantil con los productores de arroz, medianos y pequeños propietarios agrícolas, comerciantes importadores y exportadores, artesanos, peones campesinos sin tierras y otras capas sociales. Por aquel entonces Lambayeque carecía de una institución que lidere el quehacer económico de nuestras organizaciones y la dirección de nuestro desarrollo.

La necesidad de reglamentar, orientar, arbitrar, defender, sancionar, solicitar, acreditar, garantizar, etc., las relaciones mercantiles entre los agentes de la producción, la comercialización y los consumidores obligó a los empresarios de aquel tiempo a organizarse en torno a una institución defensora de sus intereses y con una alta investidura para que actúe como árbitro.

La iniciativa nace a inicios de 1900 con el impulso de empresarios como Narciso Salazar, Mariano Salazar, Nicanor Carmona, Genaro Barragán, Juan Aurich, Francisco Muro, Agustín Torres, entre otros, quienes se reunían constantemente para dar forma a esta necesidad empresarial de organización, como es una Cámara de Comercio que una a todos los empresarios del departamento.

Esta tarea fue desarrollada por Daniel C. Urrea, empresario activo y de gran convocatoria, que además se desempeñaba como administrador de un banco local, hecho que le permitió convocar a la mayoría de los empresarios chiclayanos en el local del Banco del Perú y Londres con la finalidad de darle forma a una organización empresarial.

Producto de dichas reuniones fueron nominados don Nicanor Carmona Vílchez por Ferreñafe y Daniel C. Urrea por Chiclayo para que convoquen en un breve plazo a todos los empresarios a una reunión general para el día 27 de enero de 1901, para discutir la problemática económica del departamento, la situación actual de los empresarios, su dependencia del comercio exterior, etc.

Finalmente acuerdan fundar la Cámara de Comercio y Agricultura de Lambayeque. El 21 de abril de 1945 se acuerda cambiar el nombre por Cámara de Comercio, Agricultura e Industrias del departamento de Lambayeque. Actualmente lleva la denominación de Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque.

De aquella fecha a la actualidad la misión de la centenaria CCLAM es “ejercer la representación de la actividad comercial, productiva y de servicios, promoviendo la competitividad con equidad y confianza, brindando servicios de calidad eficientes y oportunos a sus asociados, contribuyendo con el desarrollo económico, social y ambiental de la región Lambayeque”.

Su visión  es  “ser la institución representativa de la actividad comercial, productiva y de servicios de la macro región norte, ofreciendo servicios oportunos y de alta calidad a sus asociados orientando a la globalización de los negocios, contribuyendo con el desarrollo del país”.

A lo largo de estas más de doce décadas de existencia, la cámara ha puesto en práctica sus valores de integridad, respeto, responsabilidad, eficiencia, sencillez y actitud de servicio; crecimiento, transparencia, confianza, transformación e identificación con los anhelos de Lambayeque en lo que concierne a su desarrollo.

La cámara, como toda institución, también ha sufrido los embates de las diversas crisis que se han registrado en el país y de las que ha costado reponerse. Sin embargo, el empuje, la gallardía y unión de sus directivos ha hecho posible levantarse para seguir de pie.

Una de las crisis más recientes fue la pandemia por el covid-19, que dejó varios empresarios fallecidos y empresas cerradas, muchas de las cuales aún no se han repuesto. La cámara tuvo que hacer uso de algunos de sus bienes inmuebles para pagar compromisos y seguir batallando por la clase empresarial.

Uno de los proyectos más importantes que tiene el empresario Olivio Huancaruna Perales, su actual presidente, junto a su directiva, es lograr la construcción del gran edificio empresarial en su actual sede de la calle Manuel María Ízaga, cuadra 1, y desarrollar el proyecto inmobiliario en los terrenos de carretera a Monsefú, además poder brindar todos sus servicios de manera digital para atender las 24 horas del día a todos los asociados, que suman aproximadamente mil.

Durante este mes de aniversario, la cámara de comercio ha tenido un calendario muy agitado con conferencias, talleres y la participación cada vez más notoria de sus Comités Gremiales, que entienden que la CCLAM debe ser competitiva para seguir permaneciendo con el tiempo.

Los convenios que frecuentemente se firman para mejorar los servicios van en aumento y su labor junto a  la academia, autoridades, instituciones y sociedad civil en general, la siguen posicionando como una de las más importantes entidades representativas de Lambayeque, que supo en su momento luchar por proyectos como Tinajones, Olmos y hoy en día tiene clara la exigencia para que se concluya el Aeropuerto de Chiclayo, la Autopista del Sol, el Terminal Portuario Regional de Lambayeque, el Drenaje Pluvial y la renovación del alcantarillado de Lambayeque.

¡Feliz aniversario socios de la Cámara de Comercio! Dios los bendiga. ¡Honor y gratitud a sus fundadores! En memoria de su expresidente, el recordado Fortunato Salazar Beleván, saludo y recuerdo a quienes formaron parte de esta prestigiosa institución y que hoy ya no están con nosotros. Anhelo que su legado perdure por la eternidad.

A sus actuales directivos decirles que sólo la unión seguirá haciendo grande la fuerza institucional que tienen. Dedico también estas líneas a su actual gerente, Claudia Heredia Yacila, para desearle éxito al lado del personal de la CCLAM y alcanzar los anhelos proyectados en el presente año.

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Editora - Directora fundadora.