Hay personas que en la actualidad siguen teniendo una idea errada de la sexualidad. Incluso han llegado a igualar el término con erotismo debido a la falta de desinformación.
Son dos instancias que se distinguen pero que se complementan entre sí. Conocerlas bien es la mejor manera de poder incrementar el deseo en la pareja y sostener vínculos más placenteros.
Debemos saber distinguir entre erotismo, sexualidad y genitalidad. Normalmente las tenemos muy confundidas, hablamos de erotismo y confundimos todo. Claro que dentro del erotismo está incluida la sexualidad y, en el territorio de los cuerpos, la genitalidad.
La sexualidad humana de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se define como: “Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vive y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre, porque la sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espiritual”
La genitalidad hace referencia al aspecto más corporal de la sexualidad, centrándose en los genitales (masculinos y femeninos). Es un concepto parcial del sexo del individuo y de su conducta sexual, reduciendo ambos conceptos al aspecto anatómico fisiológico de los órganos genitales o reproductores.
Por su parte el erotismo es una posición filosófica, ideológica que implica pulsión de vida. Implica una condición de amor a sí mismo, el refuerzo de los sentidos, la expansión de lo emocional. Es un concepto que abarca diferentes aspectos, es muy amplio.
Es una manera de conectarse con el placer, con el deseo. El lenguaje del erotismo, por ejemplo, es la imaginación, la fantasía. Agrega a la sexualidad todo lo que tiene que ver con el despliegue del imaginario. Erotismo es transgresión, es ruptura de límites. Es contrario a lo establecido, con lo rutinario, nos ofrece muchas más opciones de libertad.
El erotismo está en todo dentro de nuestra vida, y debería estar más conscientemente reconocido y apropiado. Tenemos erotismo cuando trabajamos con pasión, cuando sentimos el perfume de una flor, cuando estamos en un momento de comunicación hermosa con una amiga, o con un hijo. Es básicamente la posibilidad de proyectar al máximo todas esas posibilidades (los sentidos, las sensaciones, las emociones, lo espiritual, con nosotros como sujetos.
El erotismo se puede y se debe de aprender. Sin embargo esto se torna muy difícil para alguien que está desconectado del disfrute, del placer y del bienestar. Por ejemplo personas que desde la mañana se centran en las responsabilidades, la rutina, las cargas, etcétera; y en la noche solo piensan en dormir.
En cambio para las personas que están más conectados con las emociones, con el cuerpo, con el bienestar durante el día, con el placer, con darse gustos, sin duda ese cuerpo físico, psíquico, emocional e incluso ese cuerpo energético, va a estar en mejores condiciones para tener relaciones sexuales.
No hay que caer en los tabúes de que el erotismo es solo para las personas promiscuas. Hay que vivir nuestra sexualidad pero son responsabilidad.