Con la segunda reforma agraria el presidente Pedro Castillo da un golpe de timón que deja sin juego político a la derecha, refuerza el consenso que el gobierno tiene en provincias y reanuda el proceso iniciado por el gobierno revolucionario de la Fuerza Armada en 1969.
Según la encuesta nacional agropecuaria 2016 hay más de dos millones 200 mil unidades agropecuarias de cinco y menos hectáreas.
Ellos son el objetivo de la reforma propuesta.
Enganche histórico
El 24 de junio de 1969 el gobierno revolucionario de la fuerza armada, encabezado por el General Juan Velasco Alvarado, promulgó el decreto ley 17716, liquidando el régimen semi feudal en el campo y las relaciones de sevilismo entre latifundistas y campesinos.
La reforma agraria redistribuyó once millones de hectáreas e incorporó al mercado, como productores y consumidores, a millones de campesinos explotados como arrendires, aparceros, medianeros, yanaconas, pongos.
La horrible y brutal explotación campesina fue relatada por Ciro Alegría, Manuel Scorza y José Maria Arguedas, entre otros.
Para objetivizar la situación basta con leer El Sueño dÄ·el Pongo, magistral breve relato del gigante Arguedas.
La sensibilidad de los militares los hizo recoger la bandera de la reforma agraria reclamada por casi todos los partidos políticos en las dramáticas elecciones de 1962 y el compromiso de Acción Popular de hacer la reforma agraria y la nacionalización del petróleo.
Los militares anularon las elecciones y convocaron otras para 1963, triunfando Acción Popular aliado con la Democracia Cristiana con Fernando Belaúnde Terry como presidente.
Belaúnde, sin mayoría en el congreso, sucumbió ante la alianza del Partido Aprista con la Union Nacional Odriista, opuestos a las reformas, precipitando el golpe militar.
¿Porque el tres de octubre?
El tres de octubre de hoy coincide con el tres de octubre de 1968, cuando los militares encabezados por el Comandante General de la Fuerza Armada, Juan Velasco Alvarado, depusieron a Fernando Belaúnde iniciando el proceso de cambios sin precedentes en el país y en latinoamérica.
El gobierno militar nacionalizó la International Petroleum Company, la Cerro de Pasco Corporation, la Marcona Mining Company, del Banco Popular y el llamado imperio Prado, de la siderúrgica de Chimbote, de toda la industria pesquera y de cientos de empresas privadas.
¿Qué significa la segunda reforma agraria?
La reforma agraria de 1969 fue una medida política y social, líquido a gamonales y terratenientes, elevó a la categoría de ciudadanos de primera clase a los explotados campesinos, recuperó las tierras usurpadas a las comunidades campesinas, solucionó el problema de la propiedad que pasó a manos de los campesinos.
La segunda reforma agraria es la continuación de la primera y solucionará los problemas pendientes, entre ellos los de precios, mercado, financiamiento, producción y productividad, transferencia tecnológica.
Tarea de gigantes
La tarea es de gigantes y comienza con mejorar y fortalecer la organización gremial y de la disciplinada calma para esperar y defender la propuesta.
Metas claras y cuantificables, educación rural, transferencia tecnológica, diálogo y consulta con los campesinos, escuchándolos sin imposiciones ni sustituciones.
La creación de un sistema de créditos para el campo comienza con la ruptura de los paradigmas que enseña la universidad y de la formación política de los que dirigen, porque socialismo e izquierda no es sinónimo de regalo.
Nos abruma imaginar la tarea de impulsar la producción y productividad de dos millones 200 mil parceleros, financiarlos, construir un sistema de comercialización para tamaña cantidad de gente, es tarea que hay que emprender.
¿Podemos? Si podemos.
Construimos Machu Picchu, Sacsayhuaman, el Capacñam, Chavín de Huantar, la maravillosa Caral, las enormes pirámides de adobes del bosque de Poma.
Teñimos de verde los arenales de la costa con acueductos como el maravilloso Raca Rumi. Inventamos la conservación de alimentos usando el vacío, sobrevivimos enfrentando los cataclismos de la difícil geografía peruanos y todavía estamos.
Si podemos.
