La Universidad Señor de Sipán – USS, ha recibido la certificación Great Place to Work, convirtiéndose en la primera empresa lambayecana en alcanzar tan importante distinción, lo que la ubica en uno de los mejores lugares para trabajar en el país.
De acuerdo al diagnóstico elaborado por la consultora, el 81 % de los colaboradores de Universidad Señor de Sipán dicen que este es un excelente lugar para trabajar en comparación con el 75 % de los colaboradores de las empresas del mercado.
A ello se suma que el 78 % de los trabajadores se preocupan por sus compañeros; el 77 % reconoce que los líderes confían en que las personas harán un buen trabajo sin tener que estar supervisándolos; el 83 % siente que su participación es importante y que hace una diferencia en la organización, el 75 % cree que las personas están dispuestas a hacer un esfuerzo extra para hacer el trabajo y el 81 % señala que cuando ingresaron a la organización les hicieron sentir bienvenidos.
Gestión de talentos
“Tenemos un gran reto, que a través del talento humano podamos cristalizar y consolidar el objetivo de ser una de las mejores universidades del país. Trabajar con personas significa talentos que gestionan talentos. Si nosotros no miramos desde el plano estratégico a nuestros pares tácticos y operativos, simplemente no vamos a poder crecer en el desarrollo de personas”, señala Pedro Jaramillo Arica, director de Gestión de Talento Humano de la USS.
Menciona que si la universidad forma a personas, entonces debe tener el talento para que estas puedan enseñar a nuevos talentos y es por eso que en estos últimos años se ha cultivado esa relación.
“Nuestro nuevo gestor, Richard Acuña Núñez, nos ha inyectado su dosis de juventud para permitirnos tener una cercanía, basados en una de las culturas que está dando resultados, que es básicamente la confianza. Generar la confianza de un trabajador es sinónimo de innovación, de satisfacción de desempeño y de logro de objetivos. En estos últimos años nos hemos acercado más, sobre todo en situaciones difíciles como fue la pandemia, que nos permitió acompañar a nuestros talentos en esa crisis, brindarles recursos para que puedan afrontar la situación emocional y personal como familia, y así los resultados empezaron a aparecer. Nosotros debemos crecer en la medida que crece el talento humano”, explica.
La confianza
La Certificación Great Place To Work que acredita que la organización ha obtenido buenos resultados en un período determinado y que está en proceso de convertirse en un gran lugar de trabajo para todos.
Siguiendo esa lógica, Jaramillo Arica refiere que la prédica de la universidad es atraer, desarrollar e inspirar talentos, manteniendo una relación de fidelización con ellos.
“Siempre es difícil inyectar una cultura nueva. Sin embargo, las bases ya estaban cimentadas. El trato en la universidad siempre ha sido amical, pero no solo se trata de tener un buen trato. Para que este sea un excelente lugar de trabajo se requiere la confianza en la organización, en los líderes jefes y en los propios compañeros. En ese proceso de transición, implementar esta nueva cultura nos costó trabajo, pues había que capacitar y entrenar a los líderes, para que ellos comprendan que el trato humano no solamente está en los libros. Se habla mucho de que el activo más importante no consta en los balances contables, es el talento la moneda que más brilla en la organización y para ello trabajamos para desterrar el famoso dedo castigador”, detalla.
Precisa que el líder de una organización debe preocuparse cómo se encuentra su trabajador, cómo se siente, cuántos hijos tiene o cómo llega a su casa.
“La universidad se está renovando y este último fin de semana, por ejemplo, se dispuso que los muebles que fácilmente podríamos vender o donar, sean entregados a los trabajadores. Cada trabajador operativo ha llevado un mueble de la universidad”, comenta.
Apoyo y bienestar
Otro aspecto en el que trabaja constantemente la universidad es en la camaradería, para promover el compañerismo y el trabajo colectivo, entendiendo que el que tiene menos debe llevarse más.
“Por ejemplo en estas semanas, que hemos sufrido los embates de la naturaleza y entonces hemos visto al vicerrector, al gerente general, a los docentes y administrativos, a todo el personal operativo, realizando trabajos para ayudar a quienes resultaron más afectados, incluyendo a nuestros propios estudiantes. Hemos llegado a siete mil casas. ¿Contratando a terceros? No. Lo que hemos hecho es combinar el trabajo administrativo con el trabajo humano, yendo a las casas de los alumnos y de las familias de los trabajadores. Nos sentimos una familia, pero esta vez nos tocó demostrarlo con mayor nitidez. Construimos una organización sólida, basada en la cultura de la alta confianza, que implica estar cerca de nuestros trabajadores”, refiere.
Actualmente la Universidad Señor de Sipán tiene en mil 470 trabajadores, de los cuales 700 están dedicados a la función administrativa.
“Este es un trabajo de largo aliento, porque desarrollar es una gran responsabilidad de los actores principales, entre ellos directivos y accionistas, pues se trata de cambiar los paradigmas mentales para desechar las prácticas tradicionales e implementar la transformación digital y el trato personalizado. La responsabilidad no pasa por ofrecer los materiales logísticos y recursos, también es capacitar, entrenar, reconocer y ser equitativos para dar incentivos”, manifiesta.
Más resultados
Pedro Jaramillo sostiene que para la universidad la certificación es un premio al esfuerzo de los trabajadores.
“Este es un indicador de que los trabajadores están contentos. Ser un lugar excelente para trabajar es un indicador determinante en las acciones de nuestras metas a corto y largo plazo. Great Place to Work está presente en 50 países del mundo en los cinco continentes y esto significa que en el Perú existen 55 empresas que el año 2022 han sido nominadas como las que han logrado la excelencia como lugar de trabajo. Decir que en Lambayeque somos la única marca, es un privilegio por el esfuerzo y dedicación de cada uno de los trabajadores por creer en nosotros. Nos fortalece porque este premio certifica que somos una empresa que está presta a liderar el mercado con el buen trato, el buen servicio, contribuyendo al desarrollo de la persona como ser humano. Saber cómo piensa, qué siente y cómo se comporta un trabajador nos permite acercarnos más a él”, enfatiza.
La universidad amplía su visión y apunta a la valoración de los talentos, hijos de los trabajadores, a quienes en los últimos eventos ocurridos por el ciclón Yaku ha extendido su apoyo, al igual que a los estudiantes afectados, llegando incluso a contribuir con la rehabilitación de las viviendas.
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