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GRIMALDINA OLIVERA CLAVO: “Empecé vendiendo plásticos en una combi y hoy dirijo 11 tiendas”

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1344

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Grimaldina Olivera Clavo es una de las tantas mujeres emprendedoras de Lambayeque que con esfuerzo ha logrado hacer realidad sus sueños. En la década del 90, venciendo sus propios miedos, puso en marcha un negocio en el que fue en búsqueda de los clientes, hasta que consolidó una empresa junto a su esposo, constituyendo Grupo Leoncito, una de las marcas de mayor expansión en el departamento.

“Todo inicio se hace con miedo, con temor. Empecé en los 90 como vendedora de productos de plástico, trabajando para una empresa hasta 1992 más o menos. Esa empresa quebró por malas gestiones y yo me quedé en la calle, sin trabajo ni ingresos. Para entonces ya conocía a quien ahora es mi esposo y al verme preocupada me preguntó qué pasaba. Le dije que estaba sin trabajo y no tenía nada para llevar a mi casa. Él me dijo que conociendo yo el negocio del plástico, a los proveedores y clientes, por qué no me animaba a emprender un propio negocio”, cuenta Olivera Clavo.

Lo primero en lo que pensó fue en la falta de capital. Hoy reconoce que fue una manera de ponerse una barrera ella misma. Sin embargo, la falta de dinero no fue problema. Su futuro esposo le prestó 800 soles como capital. Era 1994.

Hasta los clientes

“Me doblé las mangas de la blusa y me puse a trabajar. Sabiendo que había necesidad de agua potable en los alrededores de la ciudad de Lambayeque, como los pueblos jóvenes San Martín y Santa Rosa, compré tanques, baldes y tinas, y empecé a vender en esas zonas. Me fue tan bien que todo lo que ganaba lo volvía a invertir. Ese fue el proceso”, refiere.

Al poco tiempo pudo montar un almacén de plásticos y artículos para el hogar, sumándose su esposo como socio del negocio.

“Empecé vendiendo cosas en una combi, luego él compró un triciclo, después compramos una camioneta, unas motos y de pronto los clientes ya no sólo nos pedían plásticos, empezaron a pedirnos comedores, camas, uniformes, zapatos, mochilas, todo lo que necesitaban. Después pidieron cocinas y muebles. Tercerizamos la fabricación de los muebles, pero muchas veces nos quedaban mal con el diseño o el tiempo, así que pusimos una fábrica propia”, relata.

Sector retail

El crecimiento del negocio, ya con una visión más diversa, le permitió abrir un primer punto de venta en Lambayeque y luego uno en Ferreñafe. Actualmente, son 11 las tiendas Leoncito en el departamento.

“Nada es fácil, uno quiere invertir y muchas puertas se cierran, para los bancos no siempre somos sujeto de crédito y optamos por acudir a la familia, que nos prestaron. Pasamos a la venta de electrodomésticos y a pesar de las dificultades seguimos adelante”, manifiesta.

Añade que todas las situaciones complejas no se comparan con lo que ha tenido que enfrentar la empresa desde el 2020 hasta el año pasado.

“En la pandemia el sector retail fue muy afectado por el confinamiento, muchas personas perdieron sus trabajos y así bajaron las ventas. Como empresa perdimos liquidez teniendo 450 trabajadores, lo cual representó una dificultad muy grande. Fue necesario aplicar mecanismos como la suspensión perfecta con los trabajadores, previo diálogo, y nos quedamos 100 personas. Poco a poco empezamos a recuperarnos, pero en el 2021 llegó el ruido político y también nos afectó, porque el segmento al que nosotros nos dirigimos, que es C y D, priorizó aspectos como la salud y la canasta básica”, indica.

Leoncito está en proceso de reimpulso, para lo cual trabaja en el rediseño de su estrategia comercial y ampliación de productos y servicios, a fin de mejorar su participación en el mercado.

Grimaldina Olivera es doctora en Administración de Empresas y especialista en Auditoría de Créditos y Cobranzas.

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