Licenciada en Comunicaciones por la Universidad de San Ignacio de Loyola, Carolina Medrano Vargas tuvo la oportunidad de involucrase laboralmente con el sector minero, aspecto que para ella marcado su experiencia profesional, porque logró hacerse camino en un rubro donde los puestos ejecutivos son ocupados principalmente por hombres. Actualmente es líder de Asuntos Corporativos para la Región Nororiente de Unión de Cervecerías Peruanas Backus y Johnston.
“Desde que era estudiante me tracé el objetivo de avanzar y siempre me interesó mucho el mundo de las comunicaciones y la responsabilidad social. Siempre tuve mucha curiosidad de insertarme en el mundo de la minería, que hasta antes de conocerlo creía que era muy aventurero. Logré mi sueño siendo mujer y lo remarco porque una vez dentro me di cuenta que por cada 100 hombres había sólo 20 mujeres en el sector. Tuve la oportunidad de trabajar en los campamentos de las minas, he entrado al socavón y he trabajado directamente con comunidades campesinas”, destaca.
Adaptación a los cambios
Carolina Medrano fue contratada como asistente hace 10 años para trabajar en Arequipa. Comenta que lo primero que le preguntaron fue si estaba segura de querer trabajar en un campamento minero.
“A veces la adaptación al ritmo, al clima, a las condiciones es muy duro. Recuerdo que la primera semana que llegué me afectó mucho la altura, el frío, pues la operación minera era a diez horas de Arequipa. El sistema de trabajo era 28/7. Llamé a mis padres y les conté que tenía soroche y que no aguantaba el frío. Mi mamá me dijo: ‘Bueno, todavía puedes regresar’. Le respondí que no, que tenía que seguir, porque si los demás podían yo también. Poco a poco fui ganándome un lugar y el respeto y reconocimiento por mi trabajo”, relata.
De Arequipa pasó a La Oroya, en Junín, donde eran sólo 10 las mujeres en el campamento minero.
“Fui aprendiendo y recuerdo que me miraban con sorpresa porque era la única mujer que manejaba una camioneta 4x4 en camino de trocha. Lo que digo siempre es que cuando tienes el objetivo claro no importa la situación climatológica o cualquier otro factor. Hay que seguir para adelante”, refiere.
Medrano Vargas menciona que la mujer debe perder miedo a las barreras que la sociedad impone a su desarrollo profesional. Eso sí, enfatiza en la importancia de mantener el respeto y la humildad para seguir creciendo.
“Pongo de ejemplo esto que me tocó vivir como comunicadora joven en un sector muchas veces adversos, en el que existe la creencia, por ejemplo, que si una mujer entra a una mina la sala y el proyecto fracasa. La mujer puede ir a donde se lo proponga, pero antes debe enfrentar sus propios temores”, enfatiza.
Pasión por lo que se hace
Añade que es necesario también mostrar pasión y amor por lo que se hace, contando con el respaldo de la familia.
“Considero que es muy importante sentir pasión por lo que se hace, porque de esa manera cada paso, cada logro, por más pequeño que sea, generará satisfacción. Muchas veces, por diversas razones, no dedicamos a algo que no nos llena plenamente, pero lo que sí puedo afirmar es que nunca es tarde para volver al camino o dirigirse hacia ese objetivo personal”, asevera.
Carolina Medrano participó del conversatorio sobre experiencias de éxito organizado por el Comité Gremial de Mujer Empresaria de la Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque.
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