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EL TEATRO DOS DE MAYO: A la espera de su pronta reconstrucción

Escribe: Alfonso Bartolomé Tello Gamarra (*)
Edición N° 1357

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En la segunda mitad del siglo XIX, un grupo de ciudadanos tomó la iniciativa de construir un teatro para la heroica provincia de Chiclayo, materializado con elevados aportes económicos, materiales de construcción y mano de obra de diversos ciudadanos, la obra fue inaugurada en 1878. “…El teatro de Chiclayo abrió sus puertas el 28 de julio de 1878 con el nombre Teatro 2 de Mayo en conmemoración al combate ocurrido diez años antes entre fuerzas peruanas y españolas. Se presenta la compañía dramática de Ludgardo Fernández Gómez, con el drama ‘L´Hereu o el Derecho de primogenitura y la zarzuelita los Estanqueros aéreos’”. (Colección Nixa, Archivo Regional Lambayeque).

El teatro es patrimonio inmobiliario de nuestra ciudad, bien que fuera donado por un grupo de ciudadanos a la Beneficencia Pública de Chiclayo para sus fines estrictamente artísticos y culturales y para que con los ingresos obtenidos se apoyara al hospital Las Mercedes.

En el teatro en estos últimos 35 años se han realizado importantes trabajos de mantenimiento a su infraestructura, los que no han sido suficientes, pero igual permanece cerrado por una disposición de Defensa Civil, al no haberse resuelto a la fecha aspectos fundamentales, principalmente en su infraestructura, que ponen en riesgo la integridad física de los espectadores, igual para los mismos artistas.

Han transcurrido 154 años desde su inauguración y ha sido el escenario de grandes espectáculos de compañías teatrales extranjeras, nacionales y locales, promoviendo a los valores jóvenes y a experimentados artistas, que tuvieron la oportunidad de mostrar su producción al público chiclayano.

Es importante recordar que las empresas privadas y las instituciones públicas, colegios y otras organizaciones culturales y sociales promovían eventos artísticos y culturales, como los recordados concursos de música criolla, organizados por chocolates Mayascong, en el que participaron muchos intérpretes, destacando la intervención de Nicolás Seclén, Antonio Medina y Alfonso Zárate, que tiempo después formarían el famoso trío Los Mochicas, con el inolvidable banjista José Arbulú Zapata.

Luego, por las décadas del 50 y 60 del siglo pasado, se recuerda las famosas zarzuelas que dirigía el maestro Carretero, con destacados artistas locales; las inolvidables comedias de Los Amigos del Arte, el elenco de teatro de la ex Universidad de Lambayeque; el Festival de Teatro Nacional, con la asistencia  de reconocidos elencos de nuestro país, realizado y promovido en 1966 por el primer actor nacional Juan Moreno Marti, inolvidable fiesta del arte y cultura que vivió la provincia de Chiclayo durante una nutrida semana del teatro clásico universal y peruano.

Por esos años hacían sus primeras experiencias artísticas nuestras inolvidables artistas Zoilita Soriano y Tania Libertad. Luego, en 1968, el Primer Festival de Teatro Escolar. En 1970 fue escenario de diversos eventos artísticos por nuevos movimientos culturales.

A finales de la década del 80 la realización de dos festivales nacionales de Mimo organizados por los mimos de nuestro medio. Asimismo, en 1990 se realizaron diversos eventos artísticos. Sin lugar a dudas, el Teatro Dos de Mayo fue el escenario propicio para muchos jóvenes artistas que emprendieron sus primeras experiencias en las tablas.

Problemas de infraestructura

En la última década del siglo XX, el Teatro Dos de Mayo reflejaba muchos problemas en sus instalaciones en general, principalmente en su infraestructura, revelando muchas deficiencias, requiriendo del reforzamiento de sus principales bases y columnas que sostienen toda la estructura de los cuatro pisos del teatro, platea baja y alta y el inolvidable balcón, al que se ingresaba por la calle Santo Domingo, hoy Juan Cuglievan, clausurado.

Tiene sus escaleras de madera inservibles, la filtración de agua del subsuelo empozada debajo del escenario, camerinos y baños deteriorados, se necesita el cambio total del sistema eléctrico de la sala y del escenario, la renovación total de la parrilla de luces, del telón de boca, del telón de foro, bambalinas, bastidores, de las butacas de las plateas altas y bajas y las galerías del balcón del cuarto piso, así como de las graderías de ingreso a la platea alta.

Se agrega a ello la pérdida de sus ambientes laterales, convertidos en galerías y centros comerciales.

Propuestas para su recuperación y funcionamiento

Lambayeque es una de las pocas regiones que no cuenta con salas teatrales en sus tres provincias. Casi todas las regiones de nuestro país cuentan con salas teatrales y Lambayeque sufre el olvido de sus autoridades, no de ahora, sino de hace muchos años.

Intelectuales, artistas y el periodismo de nuestro medio han alzado sus voces de profunda preocupación y se han escrito muchos artículos y crónicas sobre el tema, y han caído en saco roto. El movimiento artístico desde hace muchos años demanda la reparación y el funcionamiento del Teatro Dos de Mayo.

En la Dirección Desconcentrada de Cultura – DDC, el Gobierno Regional de Lambayeque, municipio de Chiclayo se “realizan gestiones” desde el siglo pasado hasta la fecha, documentos tras documentos y reuniones tras reuniones, pero todo termina en el eterno silencio del olvido.

Lo concreto y real es que se requiere una reunión de las principales instituciones, incluyendo a la Gerencia Regional de Turismo y la Sociedad de Beneficencia de Chiclayo, propietaria del teatro, para tomar acuerdos viables y concretos, y hallar una salida inmediata a la recuperación del centenario Dos de Mayo.

El pedido de Tania Libertad

En su inolvidable y monumental espectáculo en la avenida Balta por el aniversario de Chiclayo, Tania Libertad aprovechó el momento oportuno de su agradecimiento para pedir por el teatro.

“Tengo algo que decirles, estoy informada que nuestro querido y entrañable Teatro Dos de Mayo se encuentra cerrado por falta de un total mantenimiento en su infraestructura, recordado y querido teatro del que conservo enormes recuerdos de las hermosas veladas artísticas que realizaba mi colegio en ese escenario. No debemos permitir que se destruya. Pido a nuestras autoridades hagan lo imposible para su recuperación y vuelva a ser el teatro de las nuevas experiencias artísticas en beneficio de los nuevos valores de artistas de la ciudad de Chiclayo”, señaló.

Seguidamente, el gerente de la Azucarera Pomalca hizo uso de la palabra, comprometiéndose públicamente a brindar todo el apoyo necesario para la pronta recuperación del teatro.

Han transcurrido casi dos meses del ofrecimiento y hasta el momento no se sabe si hay algunos avances sobre lo que se ha logrado en relación al tema del teatro. Es necesario que la Municipalidad de Chiclayo y la Beneficencia entren en contacto con el gerente de la empresa Pomalca, para tener una reunión al respecto. Chiclayo y los artistas de nuestro medio así lo esperan.

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(*) Sociólogo y actor.

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