En el marco conmemorativo por los 25 años de vida institucional, las principales autoridades académicas de la Universidad Señor de Sipán – USS, inauguraron el Centro de Estudios “Walter Alva Alva”, un moderno espacio multifuncional diseñado para fomentar el trabajo colaborativo y personal de alto rendimiento académico, equipado con recursos y servicios tecnológicos de última generación y que se ubica en el campus universitario.

El acto estuvo liderado por el presidente del directorio de la USS, Richard Acuña Núñez, y el  rector de esta importante casa superior de estudios, Alejandro Cruzata Martínez. Como invitado especial estuvo presente el destacado arqueólogo peruano Walter Alva Alva, descubridor, en 1987, de la tumba del jerarca mochica denominado Señor de Sipán y reconocido como doctor honoris causa por la universidad.

En la ceremonia también estuvieron presentes el vicerrector académico, Erick Salazar Montoya, y los decanos de las cuatro facultades de la USS: Nelly Dioses Lescano (Facultad de Derecho y Humanidades), Carlos Chirinos Ríos (Facultad de Ciencias de la Salud), Víctor Tuesta Monteza (Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Urbanismo) y Maribel Carranza Torres (Facultad de Ciencias Empresariales), entre otras autoridades.

Como invitadas especiales concurrieron la alcaldesa provincial de Chiclayo, Janet Cubas Carranza; la consejera regional, Manuela Zeña Nanfuñay, y la decana del Colegio de Periodistas de Lambayeque, Rosa Chambergo Montejo.

Compromiso con la educación

En su discurso central, Acuña Núñez dijo que los centros de estudios desempeñan roles fundamentales que contribuyen significativamente a la experiencia educativa y al desarrollo académico entre los estudiantes. En ellos se puede fortalecer la investigación, promover la colaboración entre los estudiantes y la integración de diferentes perspectivas y enfoques para abordar problemas complejos desde múltiples ángulos.

“Este moderno ambiente lleva el nombre de nuestro reconocido y querido doctor Walter Alva Alva, profesional que tiene en su carrera un aporte enorme y significativo a la cultura lambayecana, peruana y a la cultura mundial y a quien le estamos agradecidos por enseñarnos con su ejemplo a creer y querer lo nuestro. Este moderno ambiente será sin la menor duda un lugar en donde nuestros estudiantes fortalezcan sus aprendizajes y aprendan a convivir en armonía y colaboración”, aseguró Acuña Núñez.

Merecido homenaje

En su discurso de agradecimiento, Walter Alva Alva dijo que “hace 37 años tuvimos la responsabilidad de recuperar no un conjunto de objetos arqueológicos que asombran por su calidad estética de maravillosa perfección, su desarrollo tecnológico y de orfebrería y elaborados en uno de los metales más finos del mundo, lo que descubrimos fue la tumba de uno de los hombres más importante de la historia preinca de esta parte del país cuyos ornamentos significaban su poder y sabiduría y le denominamos Señor de Sipán”.

“Este personaje que rescatamos del pasado para traerlo al presente se ha convertido en la esencia de nuestra identidad regional, el símbolo del desarrollo que alcanzó la cultura mochica y el gobernante que lideró con aplomo y sabiduría un pueblo que demostró al mundo haber sido una civilización con grandes avances en metalurgia, arte, arquitectura, cerámica y complejas estructuras sociales y religiosas”, aseguró Alva Alva.

En ese sentido, agradeció a los accionistas de la USS por haber tomado como suyo el nombre de tan distinguido mandatario mochica. “Para mí es de sumo agrado que una universidad, que es el centro del conocimiento, haya hecho suya esta denominación y la tengamos a disposición de los jóvenes lambayecanos, agradezco también el hecho de que tengan una cátedra, la Cátedra Sipán, donde los chicos conocen nuestro pasado y, finalmente, tomar mi nombre para darle perpetuidad en este centro de estudios que de seguro consolidará los aprendizajes de los estudiantes, muchas gracias”, concluyó el profesional.

 Bajo la dirección de William Chumpitazi Tejada.

Este 2024, el colectivo teatral TUSAT cumplió 11 años de creación y producción teatral universitaria ininterrumpida, siempre en el objetivo de presentar, a la comunidad, obras de calidad con lo mejor de la dramaturgia internacional y nacional.

En este marco, sus fundadores y el director del Icusat, Carlos Mendoza Canto, consideraron oportuno realizar una convocatoria a nuevos miembros Tusat, en el objetivo de engrosar y robustecer el talento artístico y continuar impulsando la creación teatral con perspectiva integradora, de renovación y continuidad, siempre en el espíritu de establecer relaciones de cocreación, de valores, amistad y comunidad.

Así, bajo esa perspectiva de renovación y continuidad, se realizaron en abril las inscripciones a nuevos miembros y la capacitación Tusat 2024 – I (abril - junio), a cargo del profesor, actor y director William Chumpitazi Tejada, logrando la muestra pública “La multa”, del dramaturgo Sergio Arrau (Chile), en versión de adaptación colectiva, bajo la dirección de su maestro capacitador.

La obra

La obra de Arrau, “La multa” (1983), narra la vida de José, el humilde peluquero que por tener tantos hijos y necesidades decide contradecir el decreto municipal que impide que las peluquerías abran sus puertas los domingos, días de clientela más abundante, recibiendo por ello una multa, la cual día a día crece de manera exorbitante, sin que ninguna autoridad pueda ayudarle.

Con este texto, el autor, a través del humor negro, característico de su narrativa, presenta la descarnada corrupción peruana a través de los hilarantes personajes que desfilan por el escenario: alcaldes, secretarios, abogados y jueces.

“La multa”, es entonces una obra teatral de crítica social dentro del género de comedia, que cuenta la historia de un padre desesperado que, sometido por la miseria en que vive su familia, se ve obligado a incumplir un decreto municipal que lo convirtió en el hombre más valioso del país, siendo todo un suceso mundial.

El autor

Sergio Arrau (1928 – 2017), desde su llegada al Perú, dirigió obras para diversas agrupaciones teatrales y realizando docencia en la Escuela Nacional de Arte dramático (entonces ENAE), el Teatro Universitario de San Marcos y el Club de Teatro de Lima, siendo profesor del director del Icusat, Carlos Mendoza Canto.

Su última obra premiada fue “Lleno de ruido y furia” (2000): Primer Premio del Concurso “Enrique Solari Swayne” del Teatro Nacional. Fue autor de más de 50 obras teatrales, entre ellas: "La multa", "Bodas de plata", "Secretario de Estado" y "Harakiri", las cuales han sido representadas en múltiples países.

Todos los miembros de la comunidad USAT: estudiantes, administrativos, exalumnos y profesores juntos, demuestran arte y crítica social desde el humor, contribuyendo de ese modo en la integración, el derecho de acceso cultural y el fortalecimiento institucional desde la cultura. Para el Icusat programar esta obra a recomendación del maestro capacitador, fue también una oportunidad de rendir homenaje al maestro y autor teatral chileno nacionalizado peruano, Sergio Arrau.