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LUIS ENRIQUE DÍAZ DELGADO: NACIDO PARA LA PIEDRA

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 949

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Luis Enrique Díaz Delgado, escultor nacido en Zaña, tiene desde muy pequeño una relación de amor y dependencia con la piedra. La historia – según cuenta -  se inició cuando siendo niño soñó que una roca lo perseguía para aplastarlo. El episodio que para muchos podría interpretarse como una pesadilla, fue para él, de cinco años de edad en aquel entonces, la conexión con la principal fuente de su arte.

 

“Cuando la piedra estuvo a punto de aplastarme, desperté. Ahora de viejo puedo descifrar ese sueño”, comenta. Medio año después del sueño, Luis Enrique conoció la cultura Chavín a través de sus clases escolares, quedando sumamente impactado por el arte en piedra que de la antigua civilización peruana.

“Más que la cultura Chavín, recuerdo que me sorprendió mucho como hablaban del vaso hecho en piedra y cómo se hablaba de otras cosas hechas con cerámica. Creo que ahí empieza mi gusto por los trabajos en piedra, la cultura Chavín siempre me influenció”, añade.

 

EL INICIO DE UN ARTISTA

La primera vez que se animó a hacer un trabajo en piedra tenía la edad de 16 años. Mientras estaba sentado en una piedra grande que se encontraba frente a su casa, en Zaña, decidió experimentar con un martillo y labró la letra K.

 

“Siempre nos sentábamos ahí con amigos para la fresca, y normalmente solo me quedaba apreciando, porque aún no trabajaba en nada con la escultura, entonces con un martillo, empecé a picar para hacer mi inicial de Kike. No sé luego qué pasó con esa pieza, estaba un poco fea también. Eso es lo primero que recuerdo que realicé”, cuenta Luis Enrique.

 

Un año después, con 17 años, realizó su primer trabajo cortando piedra, fueron tres piedritas en las que cinceló algunas formas. “Empecé como jugando con esas piezas, dándoles formas de algo, eso fue lo primero que hice con herramientas después de la K”, añade.

 

“Luego de esas piezas inicié haciendo otras cositas, ya como lo hacen los artesanos. Cuando recién empiezas siempre te vas por lo más simple, así que hice un sapo. Luego continué con cosas sencillas. Más tarde, comencé a buscar cosas que tenían que ver con la cultura Chavín, recuerdo que hice replicas como las de Vaso Kero, pero yo sentía que había algo más y me decía que este cuerpo daba para mucho más”, comenta.

 

Más adelante, Luis Enrique llegó a Chiclayo en la búsqueda de algunos cursos de arte a los que pudiera inscribirse, pero se dio con la sorpresa que todo lo que el necesitaba para profesionalizarse en su arte no lo podía encontrar en la ciudad. “Mi maestro me dijo: ‘No hijo, aquí no vas a encontrar lo que necesitas, debes ir a la escuela de arte en Lima’, desde ahí mandé al diablo el arte y todo mi mundo se desmoronó. No tenía dinero, ni nada”, cuenta.

 

Con esa desilusión, el joven artesano volvió frustrado a su pueblo para dedicarse a trabajar en el campo como su familia. Así pasaron tres meses distanciado de su pasión, hasta que a un amigo, quien luego se convirtió en su maestro, le confesó sus ansias por aprender y en volverse un artista. Él lo invitó a su casa para mostrarle sus libros de arte y así lo animó a aprender de manera autodidacta.

 

“También le mostré algunos dibujos que había realizado, y jamás los dibujos de un principiante son como los de alguien que quiere dedicarse a eso. Me recomendó comprar libros y adquirí algunos sobre arte, anatomía y el rostro; que hasta el día de hoy me encantan, porque me siento muy bien haciendo ese tipo de trabajos. Así, retomé y él me revisaba los dibujos, se podía ver el cambio en las cosas que hacía en el primer año con las cosas que fui realizando después de dos o tres años, era muy diferente”, explica Luis Enrique.

 

Luego de tener ya toda la base teórica, llegó el momento de la práctica, y aunque su maestro lo animó por la pintura y le compró pinceles, se dio cuenta que a pesar de ser muy bueno en eso, lo suyo era la escultura. “Seguí mi camino con la piedra y ya en el 2005 me sentía más preparado. Continué con el rostro y elaboré mi primer autoretrato, como lo exigían los libros, después de haber realizado todas las prácticas. Es muy importante hacerlo, porque es diferente hacerte a ti mismo, todo lo estudiado en anatomía del rostro cambia al realizarlo”, especifica.

 

Después de su autoretrato, empezaron a llegar sus primeros trabajos como artista, realizó un retrato que dejó satisfecho a su cliente y luego de eso, típico de todo trabajo, se detuvo. “Ahí es donde empiezas hacer lo que más te gusta y te das cuenta que solo debes seguir tu camino, no engañarte, porque dedicarse al arte es muy diferente a cualquier otra cosa, así que solo proseguí a hacer lo que me daba placer y a hacerlo para mí”, comenta el artista.

 

PRIMEROS PASOS EN PIEDRA

Ya con mayor conocimiento en arte, Luis Enrique comenzó a dedicarse hacer rostros en piedra y viajó a Lima para trabajar en una escultora. Ahí conoció a un maestro artesano que le recomendó cambiar su dirección hacia el arte surrealista para ser más comercial y original en su trabajo. Así, pasaron solo dos meses en la capital.

 

“Este escultor me dijo que estaba metido en algo que ya hacían muchas personas y me aconsejó hacer arte moderno, porque era lo que el mundo exigía, ya que todo ahora es muy diferente. Yo igual seguía, pero poco a poco afloró en mí y en ese transcurso que ya volvía a Zaña realicé mi primer trabajo surreal, era una mujer con senos grandes con granito rosado, recuerdo que otra artista al verla la llamo ‘Mujer Erótica’, así que tampoco me preocupé y la dejé con ese nombre”, cuenta.

 

De vuelta en Zaña, notó que llegaba a él la necesidad de hacer arte abstracto y empezó a diseñar, perdiéndose durante un año. Esta etapa, en la que se aisló un poco de todo, se dedicó a dibujar formas abstractas, pero que no terminaban de convencerlo. Al año siguiente pulió esos diseños y al siguiente los perfeccionó.

 

“Los diseños que había realizado no me satisfacían como artista, pero me di cuenta que todavía había un camino, así que pase un año perdido, era una vida apartada del mundo y así me di cuenta de lo que era para mí. Seguí produciendo y en el 2007 organicé mi primera exposición en Zaña, yo solo, ya que nadie me invitaba y en la vida es así, si no te invitan tienes que ir por tu cuenta. Después conocí al directo del ex INC y me invitaron a una exposición en el 2008, así se fueron dando las cosas”, explica Luis Enrique.

 

La madre de Luis Enrique siempre ha estado para apoyarlo, a pesar que muchas veces no comprende a lo que se dedica su hijo. “Para ella, mientras yo este feliz, todo está bien, ese es el secreto. Nunca le importó nada, ella nunca puso peros y siempre decía: ‘Yo quiero que mis hijos sean felices, nada más’”, refiere.

             

Este artista de la piedra explica que todas sus obras están inspiradas en lo que él siente como ser humano, que cualquier trabajo que realiza así sea abstracto o de cualquier tipo siempre lleva algo de él. “Para diseñar no hay lugar, pero para producir en piedra sí se debe tener un lugar por la bulla y todo eso, así que siempre vuelvo a Zaña”.

 

Los materiales con los que trabaja sus obras son el mármol, el granito, la obsidiana y el ónix; siempre materiales compactos y naturales. Todo esto lo consigue directamente de Batán Grande y Lima.

 

“SIMBIOSIS”

Luis Enrique confiesa que para él nunca ha sido importante participar de concursos o exposiciones, porque lo que realiza es más por algo que le nace y le da felicidad. Sin embargo, este año fue premiado por primera vez en la décimo séptima edición del Concurso Anual de Escultura organizado por IPAE Acción Empresarial, donde hubo 77 obras en concurso.

 

El primer concurso en el que Luis Enrique participó fue en una de las ediciones anteriores del concurso anual de IPAE. “Participé más por un compromiso que tenía con alguien, quien se encargó de que yo fuera invitado. Yo ya había leído las bases del 2008 y sabía que no pasaba nada con la obra que tenía en ese momento, pero me pareció una falta de respeto no asistir y fui”, cuenta.

 

Cerca del 2010, Luis Enrique volvió a leer las bases del concurso y se inspiró en el movimiento comercial en el mundo para realizar su obra, a pesar que la búsqueda de está obra fue complicada ya en el 2015 sintió que la obra estaba lista para ser enviada y presentada al concurso.

 

“Comencé a producir la escultura más o menos en setiembre y de ahí decidí participar sin pensar en ganar. Es un arte abstracto muy conceptual; este tema del movimiento comercial en el mundo me siguió dando vueltas en la cabeza, y la búsqueda de esa escultura me hizo encontrar otras, pero en todas sentía que no era. Recién el año pasado terminé ‘Simbiosis’ y sentí que todo, la textura y hasta el movimiento daba el mensaje que quería”, cuenta.

 

Para octubre la obra ya estaba terminada y lista para ser enviada, pero la entrega recién se iniciaba el 2 de noviembre, por motivos de viaje, para la fecha Luis Enrique encargó a un amigo el envío de la obra. Tiempo después recibió una llamada telefónica comunicándole que era uno de los ganadores.

 

“Yo no creía cuando me dieron la noticia. Recuerdo que me encontraba en Zaña trabajando y que incluso no escuche el teléfono, hasta que contesté y solo le pedí que no se bromearan con eso y que no iba a creerlo hasta ver la carta, mi amigo se burló diciéndome que si no quería el premio él podía quedárselo, entonces le creí”, cuenta aún emocionado.

 

‘Simbiosis’ es una obra realizada con la técnica de esculpido en mármol gris y obtuvo el primer premio nacional junto a otro artista, Reynaldo Mertz con su obra ‘Colisión’. En el concurso se presentaron 77 expresiones artísticas de las cuales 20 obras fueron seleccionadas y expuestas del 14 al 31 de enero de este año.

 

“Fue una experiencia espectacular, porque te das cuenta que todo lo que tú crees otras personas también lo creen, y que estas andando por el buen camino. Hay que ser agradecido y para mí ha sido algo muy bueno, estoy muy feliz”, agrega.

 

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RESISTENCIA POÉTICA DE LA LITERATURA EN LAMBAYEQUE (II PARTE)

Escribe: Nicolás Hidrogo Navarro*
Edición N° 949

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IV.- LECTORÍA SOCIAL, ACADÉMICA Y PLAN LECTOR EN LA REGIÓN LAMBAYEQUE

Un sondeo diagnóstico rápido revela lo que es casi una realidad generalizada en el Perú: el lambayecano como el peruano en general no lee por convicción ni hábito lector. Casi ninguna familia actual cultiva y arma una biblioteca, menos la aspira como parte de sus preferencias. No lee el padre, la madre, los demás miembros de familia. El internet y los videojuegos han reemplazado a cualquier actividad académica y de intelecto. El Lambayecano usa su tiempo ocio para entretenerse, pero no para formarse intelectualmente en forma libre. No hay cultura de compra de libros ni de lectura fuera de la exigencia académica escolar y en la formación superior. Se lee condicionado por una nota y se lee fragmentariamente. En el internet están resueltas las tareas de los resúmenes de las obras, eso evidencia que no hay una lectura de la obra hasta en el mundo superior universitario. El 85% de los trabajos presentados en la exigencia académica, son plagios disfrazados y maquillados, hasta en las exigencias de requisito de grado o titulación de pre y post grado.

 

El plan lector implementado por  el Ministerio de Educación del Perú, desde agosto de 2006  que consiste en la selección de 12 libros por cada grado para que estudiantes y profesores  lean durante el año escolar, a razón de uno por mes, solo se cumple en el papel y los informes maquillados. Es más, una de las recomendaciones pedagógicas es que dé preferencia a  textos de autores regionales como una manera de incentivar el conocimiento y valoración de los escritores locales para promover la identidad. En la práctica, con la justificación que no existen textos de autores regionales, se opta por libros de autoayuda que carecen de un valor literario y tiene más una connotación terapéutica y vivencial. Es decir el plan lector regional lambayecano, en casi un 80% está nutrido con la exigencia de autores como Carlos Cuauhtémoc Sánchez, Spencer Johnson, Dale Carnegie, Stephen Covey, Wayne Dyer, etc. Es un plan lector facilista, fragmentario, incumplido y carente de apego a la realidad regional.

 

V.- ORGANIZACIÓN Y PERFIL DE ACTIVACIÓN DE LOS GRUPOS LITERARIOS EN LA REGIÓN LAMBAYEQUE

El 90% de los grupos literarios que activan en la región Lambayeque son informales, carecen de una estructura clara y propósitos definidos en el tiempo y límites de espacios. Tienen un carácter de círculo de amigos cerrados para sus intereses y abiertos cuando necesitan público o peones que los ayuden a levantar su andamiaje de eventos. Muchos se ellos son para satisfacer complacencias y egos particulares, así como intereses políticos soterrados. Lo peor es que por rivalidad si un grupo organiza una actividad, el resto por restarle importancia y sabotearle no va: “solo asisto a las actividades de mi grupo, el resto no valen”. Muchas veces la cantidad de asistentes a un evento más son los organizadores que el público invitado.

El panorama organizacional no solo está fragmentado y enfrentado por celos funcionales propios, sino que está canibalizado, sus piezas son fusibles de recambios que funcionan donde se arma la carpa del espectáculo. Se construyen califatos y abadías imaginarias con el autoengaño de ser los abanderados de la literatura en un espacio tan reducido donde, haciendo todo un esfuerzo subsisten solo una treintena de autores enfrentados entre sí por sus egos. Muchos grupos empelan de fachada la literatura para llevar sus sórdidos espectáculos a cantinas, pub y wuarikes de mala muerte, creyendo que eso es modernidad y estar al día con otros países. Sobre unas mesas regadas y olientes a alcohol y drogas, se leen y se hacen autobombo casi en solitario los causas y compinches del grupo, mientras lo que se busca en el fondo es estar ebrios y soltar todas la pachotadas propias de un vicioso y frenético frustrado y resentido social. La poesía y la literatura en general, es tan excelsa como actividad creadora e intelectual que llevarla a una cantina a embriagarla, es no solo degenerarla sino aprovecharse de su condición libérrima para hacer creer que se hace literatura y qué importa que el poeta sea un pervertido vicioso si su poesía es buena. La mala imagen que se ha venido proyectando sobre el quehacer literario en la región Lambayeque no solo ha hecho marginal a esta sublime actividad, sino que se ha estigmatizado socialmente a casi todos como ociosos, viciosos, orates, raros y gente lumpen.

 

VI.-  LITERATURA EN LAMBAYEQUE: OBRAS, AUTORES, IDENTIDAD Y TÓPICOS TEMÁTICOS

En la región Lambayeque se presenta una media de 02 obras mensuales en una casi equilibrada mitad mitas poesía con narrativa. Coexisten publicando autores  noveles con los de reconocida experiencia. Así entre los jóvenes que vienen editando en los últimos tres años son: Ernesto Facho, Renato Caramutti Frías, Teresa Liliana Menor Alarcón, Matilde Granados Requejo, Cromwell Pierre Castillo Cabrejos, Maritza Cabrera Arteaga, Alex Miguel Castillo Ventura, Manuel Rubio Tantaleán, Beder Bocanegra Vilcamango, Ángel Centurión Larrea; y, entre los más connotados tenemos a Rully Falla Failoc, Hildebrando Briones Vela, Bernardo Tineo Tineo, Mariana Llano, Dandy Berrú Cubas, Stanley Vega Requejo Bruno Buendía Sialer, Mario Gastelo Mundaca, Nicolás Hidrogo Navarro, Ernesto Zumarán Alvitez, Joaquín Huamán Rinza, William Piscoya Chicoma, Tolomeo, Aliaga Quispe, Javier Villegas Fernández, Carmen Lezcano, Matilde Mesones Montaño, Víctor Díaz Monje, Pedro Manay Sáenz, Gilbert Delgado Fernández, Segundo Alfonso Vásquez Tirado etc.

En poesía los tópicos temáticos predominantes son el intimismo del yo poético, la crisis existencial, el caos estético disconforme, el tema universal amoroso-erótico y vivencial. A diferencia de la décima que mantiene su sabor socarrón y zahiriente de las costumbres y la sorna política y de personajes locales.

En narrativa los cuentos y leyendas sobresalen los temas de costumbres, ecológicos, sociales, vivenciales, de casos y charadas con personajes sociales norteños y andinos en un sincretismo de trasvase del campo a la ciudad. Los temas novelescos tienen como base la caracterización del paisaje costeño y costumbrista, leyendas urbanas y la licuación de historias urbanas exóticas.

La identidad lambayecana es un tema casi inexistente en el predominio de obras poéticas y en mejor consideración en obras narrativas, porque se entremezcla con la literatura andina que coexiste en Lambayeque casi en una proporción de 70% de locaciones y escenarios narrativos andinos y solo un 30% costeño lambayecano.

En la región Lambayeque hay un embalse de unas 130 obras literarias inéditas que por falta de presupuesto y apoyo oficial permanecen  inéditas.

 

VII.- SITUACIÓN DE LAS RELACIONES INTERGENERACIONALES EN LA REGIÓN LAMBAYEQUE

En la región Lambayeque coexisten activando las generaciones literarias del 60, 70, 80, 90, 2000 y la post 2000 en una rara camaradería a veces convenida, a veces fratricida de celos y de surcado de líneas imaginarias de respeto de antigüedad, modernidad, prestigio y experiencia. Como es casi ya una herencia continuada, las nuevas generaciones pretenden ningunear o  desconocer -por su síndrome adánico y de autosuficiencia- a las antiguas generaciones. De la misma manera las nuevas generaciones tienen esa seudopercepción de sentirse marginados por las viejas guardias. Hay un forcejeo de espacios y tribunas así como de reconocimiento. Muchos nuevos en el quehacer literario –aunque sean viejos de edad- quieren tener el mismo protagonismo que aquellos que lo consiguieron a lo largo de trayectorias prolongadas de 30, 40, 50 o más años de intensa actividad literaria.

El prestigio y reconocimiento de un escritor no se gana por antigüedad ni publicidad: se consigue por la calidad e intensidad de la obra producidas. Hay hacedores viejos con muchos años produciendo literatura, pero en calidad no remontan. De la misma manera hay jóvenes con mucha intrepidez que su obra descolla y no necesitan trajinar muchos años para ser reconocidos como tales. Pero también hay jóvenes noveles que viven en su burbuja imaginaria cuando un piropo o una ligera lisonja trastorna su cabeza y se siente dioses iluminados, cuando a veces solo es solo eso un piropo malévolo o cochineo literario.

 

VIII.- LOS ESTUDIOS LITERARIOS VERSUS LA TRADICIÓN PROLOGUERA Y AMIGUERA EN LA REGIÓN LAMBAYEQUE

Un 90 % de los introitos literarios en obras de poesía o narrativa, proceden o de amigos o de gente reconocida en el medio literario con la finalidad que la obra reciba el oleado sacramento o bendición del aval. Muchos de esos prólogos, de carácter impresionista o laudatorio, se convierten en un panegírico del autor, pero no un estudio o comentario crítico de la obra propiamente dicha. El prólogo o termina siendo mejor que la obra o un dechado de lisonjas gratuitas que no concuerdan con el contenido de la obra. Esta vieja práctica aún subiste intacta. A los escritores envanecidos les gusta mucho que les digan en el prólogo lo que nunca nadie le dijo ni sabían de ellos mismos. Es casi una droga para elevar la autoestima y aumentar la endorfina de los bajoneados.

Los estudios literarios aún no logran tener una vigencia plena ni dentro ni fuera de las universidades. Todavía se carece de especialistas en la cantidad suficiente como para emprender una obra de estudio crítico de tal magnitud tal que encuadre a las viejas costumbres y generaciones de ensalzar la obra cuando muchas veces carece de calidad y notoriedad. Las herramientas teóricas están y algunos profesionales ya están dotados de esas competencias y capacidades, pero se necesita tiempo, dedicación y amor a la literatura lambayecana para dar ese gran aporte y salto cualitativo académico y cultural.

 

IX.- INDICADORES PARA LA INCLUSIÓN DE LAS OBRAS LITERARIAS EN LA LECTORÍA ESCOLAR EN LA REGIÓN LAMBAYEQUE

Toda obra artística es mejor que sea libre en su esencia y forma, que sea innovadora, transgresora y rompa hasta el propio canon. Pero cuando se trata de hacer uso de la literatura con fines formativos, pedagógico y educativos, otra es la visión y la concepción. No es lo mismo que un adulto lea Memorias de una pulga, que se lo den para que lo lea un  niño o adolescente. El adulto está predispuesto para entender el contexto y la intencionalidad de la obra, mas no el niño. En el adulto hay conciencia; en el niño, inocencia. En el arte puede ir la toxicidad y la maledicencia del artista y por lo tanto deformar y malograr para toda la vida le mentalidad del niño. Por ello una obra literaria, con propósito pedagógico, debe estar enmarcada dentro del canon de los valores y la formación humanística del bien y no de la perversión y depravación, con la que algunos manejan su obra, como su derecho natural a decir lo que sienten y piensan.

Indicadores:

  • Que estéticamente la obra se enmarque dentro de lo que bellamente literario y su lectura sea edificante.
  • Que argumentalmente los temas revaloren la esencia de los valores humanos y los conduzcan a emular lo positivo.
  • Que contextualmente los personajes encumbren el bien y los valores, mostrando la negativez de los prototipos negativos.
  • Que las obras se clasifiquen según los grupos etáreos por el nivel del lenguaje y la intencionalidad argumental.

 

En la región Lambayeque, el estudio de unas 300 obras poéticas y narrativas, da cuenta que solo el 10% de ellas es apropiada para ser insertados en el nivel de educación básica regular.

No pueden estar incluidas en la lectura de niños y adolescentes del sistema educativo, obras literarias que contengan un lenguaje porno-erótico, soez o que cuyos argumentos inciten a la violencia social, de género, de credo, raza, política, odio misógino o misántropo, pedofilia, suicidio o hacer apología al alcohol o las drogas como estilo normal de vida ideal.

 

X.-  ROL DE APOYO DE LAS INSTITUCIONES POLÍTICAS DE GOBIERNO CENTRAL, REGIONAL Y LOCAL EN LA REGIÓN LAMBAYEQUE

Es una gran falencia que los gobiernos, desde el central hasta los gobiernos locales distritales no contemplen presupuesto para promover la cultura y menos la edición de textos. Esta es casi una generalidad en nuestro territorio nacional. A los políticos de turno nunca les gustó leer, menor apoyarán en su gestión la masificación de la lectura.

Hace unos años conversé personalmente con un vicepresidente de la región Lambayeque, mientras hacía tiempo en la mesa de honor para hacer la presentación de un libro en su auditorio donde había sido invitado,  cuando le dije qué tanto era posible que el gobierno regional pudiera auspiciar la edición de una antología regional de poesía y cuento, su respuesta fue corta y elocuente: “Ni para nosotros tenemos presupuesto para editar libros,  revistas o boletines. Es más fácil que consigas presupuesto para construir un parque, veredas o una carretera que para editar un libro”.

 

XI.- ROL DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y LA DIRECCIÓN DESCONCENTRADA DE CULTURA-LAMBAYEQUE

La DRE, como institución regente de la formación de más de 300 mil estudiantes de instituciones educativas de los niveles de Inicial, Primaria y Secundaria, no auspicia económicamente a ningún docente para editar sus libros producidos, menos a particulares que estén fuera del sistema educativo, porque entre sus planes y políticas no cuentan con los recursos económicos. A lo mucho publican boletines informativos con fines administrativos en sus incompletas imprentas. En la región Lambayeque la DRE no genera ni propicia textos ni de literatura ni de otras materias para promover el tan mentado Proyecto Educativo Regional (PER), que es solo otro saludo más a la bandera.

La DDC sigue siendo un ente receptáculo de eventos organizados por grupos externos e independientes. Su apoyo consiste en ceder gratuitamente un ambiente por unas horas y si se es amigo se les imprime las tarjetas de invitación y si se es mucho más amigo se les da bocaditos. Sus políticas de apoyar la edición de textos literarios parece ser no de su competencia.

 

XII.- LITERATURA EN LAMBAYEQUE EN CIFRAS

  • El promedio de ventas de libros en la presentación inaugural de un texto literario es de 12 libros en la noche de apoteosis, los 982 restantes se van diluyendo a cuentagotas en ventas por pena o caridad, canjes, intercambios, regalos o donaciones.
  • El promedio de asistentes a la presentación de textos literarios oscila en 26 personas.
  • En los últimos 10 años se han editado y presentado 27 textos literarios anualmente.
  • El costo de editar un texto con un promedio de 80 páginas es de 3 soles la unidad y su venta se ofrece entre 7 y 10 nuevos soles.
  • La capacidad de compra de un estudiante de nivel primaria en un día de semana útil es de 2 nuevos soles como máximo; en el de secundaria, 5 nuevos soles. Así que si vas a ofrecer un libro tuyo superior a esas cifras, ya sabes que tus ventas pueden ser cero o en el mejor de los casos solo te puede comprar el profesora o profesora.
  • De los 32 escritores que existen activamente en la región Lambayeque (2015), solo 07 son reconocidos oficialmente (Mario Puga Imaña, Carlos Camino Calderón, Andrés Díaz Núñez y Gilberto Maxe Suxe (narradores); Nicanor de la Fuente Sifuentes NIXA, Mari Florián Díaz, Alfredo José Delgado Bravo (poetas), el resto no figura en los prospectos ni balances oficiales literarios.
  • Solo cuatro son las obras emblemáticas más conocidas por estudiantes de nivel secundario y superior en un 75% en la región Lambayeque: El Daño de Carlos Camino Calderón, Puerto Cholo de Mario Puga Imaña, Rastros sangrantes de Andrés Díaz Núñez, y Móviles existenciales de Trilce de Alfredo José Delgado Bravo.
  • Las dos únicas obras pirateadas en extenso en un 90% en la región Lambayeque son El Daño de Carlos Camino Calderón, Puerto Cholo de Mario Puga Imaña.
  • La obra campeona en reediciones en la región Lambayeque es Rastros sangrantes de Andrés Díaz Núñez con ya 8000 ejemplares vendidos.
  • El record de venta de libros en una sola noche de presentación lo tiene Tatta Torres con 127 libros vendidos a 10 nuevos soles de un tirón y haciendo cola.
  • En la región Lambayeque existen alrededor de 800 maestros de Comunicación para la enseñanza secundaria.

 

 

CONCLUSIONES

  • La literatura regional lambayecana vive un gran derrotero: convive lo tradicional con temas de identidad cultural norteña con lo cosmopolita moderno.
  • Hay un gran potencial de escritores desaprovechados por la falta de un vaso comunicante entre el autor y los lectores.
  • Pese a la ya casi disuelta identidad literaria regional, se mantiene firme la lectura y el estudio y promoción de los autores que tienen ese enfoque en sus obras para seguir promocionales de los valores regionales.
  • En Lambayeque hay unan fuerte predominancia del tema andino porque el 70% de sus autores lambayecanizado provienen de la zona andina de Cajamarca, por ello en el rigor halamos de una literatura en Lambayeque y no necesariamente literatura lambayecana, por la ausencia de símbolos y alegorías propia de la región Lambayeque en sus obras.

 

SUGERENCIAS

  • La DRE, las UGELES y las I.Es. de nivel primario y secundario debe aprovechar el potencial humano de invitar a los escritores regionales a sus aulas y juntos implementar un plan lector que implique no solo la lectura de sus obras, sino tener recitales y conversatorios para ensanchar el amor por la lectura. Los escritores están ávido de ser invitados.
  • El gobierno regional, los gobiernos locales, la DRE, UGELES, la DDC y las I.E.s. junto con los grupos literarios y escritores prestigiados deben armar una mesa de institucionalización de una feria macro regional del libro, con la finalidad de incendiar la pradera intelectual, y lectora entre la comunidad educativa.
  • La DRE debe propiciar la articulación de una mesa de concertaci´0pm por la lectura y la edición de textos empezando con dos sendas antologías generales del cuento y poesía lambayecano de los dos últimos siglos.
  • Se debe institucionalizar concursos literarios anuales intercalados de cuento y poesía con las denominaciones de Alfredo José Delgado Bravo (en poesía) y Mario Puga Imaña (en narrativa).
  • Los gobiernos municipales deben presupuestar la edición de dos textos al año de autores diferentes, previa evaluación de la calidad e idoneidad de los textos y los mismos deben ser entregados y repartidos  a los estudiantes y bibliotecas de la región Lambayeque.
  • Se deben seguir inactivando los juegos florales escolares regionales en las diferentes modalidades y géneros literarios para articular y activar la competencia creadora de los estudiantes y sus maestros.
  • Propongo que las obras ya validadas y homologadas para ciclo y grado sean  tomadas en cuenta para el trabajo del plan lector inicial:

Integrado Inicial-Primaria: Sapito Sapón, Luna Cantora y La rana Anita (Javier Villegas Fernández) por contener temas lúdicos, sonoros y de musicalidad infantil, con temas entendibles al grupo etáreo.

Primaria: Onta Xun y el agua, Coñuma la pasión por la ternura (Rully Falla Failoc)

Secundaria: El daño (Carlos Camino Calderón) Puerto Cholo (Mario Puga Imaña), Décimas de Hildebrando Briones Vela  y Raúl Ramírez Soto

 

  • Se debe crear en las bibliotecas municipales, la sala y estantería con obras por decuplicado  de autores regionales para generar los estudios desde las aulas de las obras y el legado persona de nuestros autores.
  • Las universidades regionales deben ampliar la lectura y estudio de nuevos autores mediante la investigación y análisis de sus obras.

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