Si bien hemos tenido referencias a la existencia de un documento que menciona al cacique Penachí en el temprano año de 1535, no habíamos tenido la ocasión de ver el documento mismo, escrito por gente de ese tiempo y con el estilo del español de ese entonces. Hace poco tiempo tuvimos la oportunidad de acceder a la versión digital de ese documento, publicado por el Archivo General de Indias, y que motiva compartir un fragmento del mismo y acompañarlo con un breve comentario.
Se trata de una Real Cédula, originada en 1537, por la cual “D. Carlos al gobernador de la provincia del Perú, por la que manda vea y haga justicia en la petición presentada por Alonso Guerra, vecino y regidor de la ciudad de San Miguel (Piura) de se le encomiende al cacique Laxacundo en lugar del cacique Penachi, por ser aquel más principal”, según la nota resumen del Archivo General de Indias.
La parte pertinente a Penachí la encontramos en el folio 1 y 2 de la referida cédula.
La transcripción de este fragmento sería:
“Gobernador de la provincia del Peru por parte de Alonso Guerra vecino regidor de la ciudad de Sant Miguel que en esa dicha provincia me ha sido hecha relacion que el nos ha servido en esa tierra en todo lo que se ha ofrecido y en rremuneracion a sus servicios vos le encomendastes un cacique que el descubrio el año pasado de mil y quinientos y treinta y cinco años que se llama penachi para que se sirviese del y de todos los indios y principales que a el estavan subjetos” (Archivo General de Indias. ES.41091.AGI/23.9//Lima,565,L.2,F.311V)
Esta primera referencia al cacique Penachí nos facilitó Luz Martínez Santamaría y la consignamos en la Revista Avances 6. Chiclayo, 2013, como una comunicación personal.
Los estudios publicados hasta el presente nos permiten afirmar que el nombre del antiguo señor étnico de la serranía de Lambayeque, ubicaba entre el gran curacazgo de Jayanca y el curacazgo de Guambos, se llamó Penachí. Que este nombre Penachí era probablemente más un cargo, una posición máxima del representante de una etnia. Con el tiempo, el vocablo Penachí fue más relacionado con un determinado lugar, como pueblo y así quedó.
Las referencias a los penachí, como etnia, provenían de informaciones recogidas en los tiempos tempranos de la conquista por los cronistas que pasaron por estas tierras, siendo las más explícita la consignada por Miguel Cabello de Valboa en su Miscelánea Antártica (1568). La referencia es tomada de Dillehay y Netherly.1988 p.88.
La cita nos permite afirmar, a pesar del lenguaje colonial utilizado por el autor, la existencia de los “penachies” que vivían en la sierra, que se enfrentaron a los cusco y con lo cual se corrobora la existencia de los penachí, antes de la presencia de los incas, con los cuales confrontaron. No sabemos lo que sucedió con el Señor Penachi, parece que ese cargo, dejó de funcionar como tal para ser utilizado como nombre de un lugar específico, es decir el pueblo de Penachí. Lo que sí sabemos es que Waldemar Espinoza (1986) consigna una petición hecha por el líder étnico de Pampamarca (Bambamarca) don Francisco Tantaguatay, a González de Cuenca, para que don Hernando, curaca de Penachi, le devolviera unos mitmacunas que habían huido a la tierra de sus antepasados. El alto funcionario colonial dispuso, mediante un auto expedido el 12 de febrero de 1567, que el corregidor de Saña, luego de investigar la verdad, los deportara a los mitmas a Cajamarca (Referencias facilitadas por Luz Martínez)
Para épocas más tardías, esto es para el siglo XVIII, tenemos evidencias de un cacicazgo, en la serranía de Lambayeque, representando por la familia Callaypoma. Así constan en los títulos comunales de Cañaris, de Penachí y de Salas. Más recientemente, hemos encontrado las mismas referencias que mencionan a don Sebastián Callaypoma como el “Casique principal y gobernador de los pueblos de Penachí, Salas y Cañares …”, como se puede apreciar en un fragmento de uno de los folios.
DECLARACION.- En el pueblo de San Julián de Motupe … en veintinueve días del mes de octubre de mil setecientos doce, ante mí el capitán don Antonio Guerrero Teniente general de correjidor …. Don Sebastián Callaypoma cacique principal y gobernador de los pueblos de Penachí, Salas y Cañares y Diego Marcos procurador de dicho pueblo de Penachí” (Títulos de Colaya. 1712, folio. 23)
Desde hace ya algún tiempo, y en base a los documentos históricos de las comunidades campesinas hemos sostenido la existencia de un cacicazgo andino en la zona andina de Lambayeque, distinto, simultáneo, con relaciones de complementariedad y conflicto con los poderosos señores de la costa, entre ellos el cacique de Jayanca y con el cual intercambiaron productos propios de la costa a cambio del agua que provenía de la serranía.
Cuando visitemos los actuales distritos de Salas, Cañaris, Incahuasi, recordemos que este ámbito es una tierra de comunidades campesinas originarias y también, debemos recordar que fue el territorio de un curacazgo – cacicazgo andino, gobernado por el cacique Penachí, que vivió en tiempos de una gran incertidumbre, propio de un mundo al revés: los años finales del Imperio de los Incas y los años iniciales de la colonización europea.
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*Instituto de Desarrollo Regional – INDER
Celular: 951679597
Por primera vez una mujer representará a 25 órdenes profesionales
El Colegio de Periodistas de Lambayeque, representado por la decana Rosa Chambergo Montejo, asumió la presidencia del Consejo Regional de Decanos – Conrede, donde se agrupan las 25 órdenes profesionales del departamento.
El acto de juramentación de la nueva directiva se realizó el viernes último en el Club de la Unión Chiclayo. La nueva dirigencia del Conrede está liderada por la decana del Colegio de Periodistas, Rosa Chambergo Montejo, como presidenta; e integrada por el decano del Colegio de Ingenieros, Carlos Burgos Montenegro, como vicepresidente; la decana del Colegio de Nutricionistas, Ivón Gálvez Berrios, como secretaria; la decana del Colegio de Contadores Públicos, Maribel Carranza Torres, como tesorera, y el decano del Colegio de Arquitectos, Julio Huerta Ciurlizza.
“El Conrede no es un club de amigos. Nunca lo fue y nunca lo será. Es el articulador y vocero legítimo de los profesionales peruanos, reconocido por la Ley n.° 28948, y que merece el respeto de los actores políticos y sociales, pues su voz y planteamientos son de carácter técnico, no persigue un fin de lucro y trabaja no sólo por el fortalecimiento de las actividades propias de los órganos deontológicos y formativos a nivel profesional, sino también por el bienestar y desarrollo de la sociedad. En Lambayeque, el Conrede representa a más de 50 mil profesionales colegiados, en 25 áreas del conocimiento. Ese valor del gremio que nos agrupa debe ir acompañado por un accionar permanente, involucrado en el quehacer local, regional y nacional; ocupado, no preocupado, ¡ocupado! en atender y proponer soluciones a los problemas que nos afectan a todos, principalmente a la población pobre de nuestro departamento”, señaló Rosa Chambergo tras jurar en el cargo.
Problemas regionales
Pidió no perder de vista que sólo en el último año la pobreza monetaria en Lambayeque creció en 3.8 %, pasando del 14.1 % en el 2022 al 17.9 % en el 2023, razón por la cual los colegios profesionales deben actuar.
“Recae sobre el Conrede, como sucede con cada uno de los colegios profesionales, la responsabilidad de trabajar por una visión común del desarrollo, que ayude a la reducción de brechas sociales, que aliente el progreso económico, la producción, el empleo digno y formal, el cuidado del patrimonio y el medioambiente, y, sobre todo, ponga énfasis en la lucha contra la criminalidad y la corrupción”, precisó.
Recordó que Lambayeque no ha sido ajeno al perjuicio de la corrupción. Según la Contraloría General de la República, las pérdidas económicas por este flagelo suman 579 millones de soles en el último año, dinero con el que se habría resuelto dos veces la brecha de infraestructura vial en sus tres provincias, que actualmente asciende a 239 millones de soles.
De acuerdo a un reporte de la Defensoría del Pueblo, publicado hace algunas semanas, en Lambayeque existen 238 casos de corrupción en trámite, de los cuales 23 son por el delito de peculado. Lo preocupante es que el 96 % de los casos; es decir, 229, están en investigación preliminar, lo que significa que el Ministerio Público está lejos de formular acusación.
“En Lambayeque, la Contraloría General de la República reporta en total 30 obras paralizadas, de las más de 3700 que existen en el catálogo de la inversión pública en los tres niveles de gobierno en esta jurisdicción. El perjuicio al Estado supera los 233 millones de soles. De los proyectos paralizados, siete datan del 2013 y dos han cumplido ya 10 años sin que se concluyan los expedientes técnicos con los que se iniciaron los trabajos. ¿No son estas razones de peso para que los colegios profesionales levantemos nuestra voz y exijamos, en los términos y espacios que corresponda, eficiencia y transparencia a los actores políticos, y diligencia y capacidad a los entes de control y sanción? ¿No es acaso alta la factura que como departamento hemos pagado hasta el momento por culpa de algunos pocos que defraudan la confianza del pueblo y se aprovechan de los recursos públicos para satisfacer sus apetitos personales o de grupo?”, cuestionó la decana.
Posición activa
Dijo que el Conrede no estará en silencio. En ese sentido afirmó que sobre los problemas de salud se deberá escuchar y hacer respetar la posición técnica de los colegios vinculados al sector, como el de médicos, enfermeros, obstetras, biólogos, odontólogos, químicos farmacéuticos, tecnólogos médicos, nutricionistas, médicos veterinarios y psicólogos
Sobre educación, la voz de los maestros y sociólogos a través de sus colegios profesionales será determinante. En justicia y seguridad, la de los abogados; en desarrollo de infraestructura y planificación la de los ingenieros y arquitectos; en mejora de la gestión pública la de los contadores, administradores, notarios, periodistas y relacionistas públicos; en turismo la del colegio de licenciados en dicha profesión; y cuando se trate de luchar contra la pobreza todos sumaremos a los esfuerzos de los trabajadores sociales, matemáticos, estadísticos y demás profesionales.
“Para el consejo directivo que desde hoy presido, no hay colegio pequeño. Todos son importantes y partiendo de ese convencimiento es que realizaremos actividades proyectadas a la comunidad de profesionales y a la sociedad en general. Los colegios estaremos unidos para capacitar y apuntar a la mejora permanente del capital humano con el que cuenta Lambayeque.
Mi llamado es a la unidad, a seguir juntos en este esfuerzo para que la voz de la sociedad civil sea escuchada por quienes tienen la decisión de la cosa pública. El CONREDE Lambayeque no será escollo ni traba para nadie. Nos enfocaremos en sumar, en contribuir desde nuestro espacio, sin que ello signifique ser cómplice de lo que se hace mal o mantener indiferencia ante lo que no se hace. Lo bueno será apoyado, lo malo denunciado con tenacidad”, manifestó.
Anunció que el Conrede Lambayeque contará con un órgano de difusión institucional, una revista trimestral en la que se plasmarán las actividades más importantes y aportes de todos los colegios profesionales; realizará mesas de trabajo y convocará a los asociados a exponer sus análisis de la realidad regional y local en paneles y foros para coadyuvar a la solución de problemáticas.
Su vida empezó con un milagro y desde siempre ha guiado a niños, jóvenes y adultos inculcándoles el don de servicio; pero especialmente seguir firmes en sus ideales. Su historia de vida conmovió a la Universidad Tecnológica Latinoamericana (UTEL) de México que le otorgó el premio “Huella de Oro 2024”, primer lugar en la categoría “Historias destacadas”.
La emoción y los nervios la acompañaron en México y por las redes a sus familiares y amigos que estaban atentos al desenlace. UTEL invitó a sus estudiantes, egresados y docentes a contar sus logros personales y profesionales y al concurso se presentaron más de 2000 personas residentes en México, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, España, El Salvador, Filipinas, Guatemala, India, Indonesia, Paraguay, Perú, República Dominicana y Vietnam. En la categoría “Historias Destacadas” la magister Jesús León Ángeles fue la única peruana entre los cinco finalistas, de 319 que postularon en esta área.
La periodista chiclayana, directora de la web milagroeucaristicoperu.com; editora de www.miraporellos.pe y colaboradora de Expresión, es magíster en Marketing Digital y Comercio Electrónico por la Universidad Tecnológica Latinoamericana de México. Además, tiene una maestría en Periodismo y Comunicación Multimedia por la Universidad San Martín de Porres (UPSMP) en Lima.
Su labor de difusión del único Milagro Eucarístico del Perú ocurrido en Ciudad Eten se refleja en ser editora del libro «Un milagro de fe»; editora y productora de la agenda Milagro Eucarístico 2023, ganadora del Premio Nacional de Comunicación 2023 Cardenal Juan Landázuri Rickets; productora del documental «Una historia de fe», ganador del Concurso de Crónicas Audiovisuales «Saberes de mi tierra» organizado por la Universidad Santo Toribio de Mogrovejo, entre otros reconocimientos por su labor periodística, de docente universitaria y como gestora cultural. Actualmente es directora nacional del Colegio de Periodistas del Perú.
¿Cómo te sientes tras recibir el premio Huella de Oro 2024?
Profundamente honrada y agradecida. Este reconocimiento me impulsa a seguir trabajando con pasión y dedicación en el ámbito de la comunicación y el periodismo. Este premio es también un tributo a mi familia, mis alumnos, mis colegas y a todas las personas e instituciones que me han acompañado en este camino, permitiéndome crecer como ser humano. Me emociona saber que cada logro en mi vida en Perú ahora tiene una recompensa académica visible en el mundo.
Has trabajado en iniciativas sociales y de desarrollo. ¿Cómo crees que el periodismo puede contribuir a construir un mundo más justo?
El periodismo es una herramienta poderosa para generar conciencia y movilizar a las personas en torno a causas importantes. A través de las historias que contamos, podemos visibilizar injusticias y promover soluciones. Mi trabajo ha estado orientado siempre a darle voz a los que no la tienen y a ofrecer perspectivas que inviten a la reflexión y al cambio social. Creo firmemente que un periodismo comprometido puede ser un motor para una sociedad más equitativa y justa.
¿Qué papel ha jugado tu fe en tu carrera periodística y en tu vida profesional?
Mi fe ha sido el pilar que me ha sostenido a lo largo de los años. Me ha dado fortaleza en los momentos difíciles y me ha guiado para mantenerme firme en mis principios éticos. A través de mi trabajo, siempre he tratado de transmitir mensajes de esperanza, solidaridad y fraternidad, porque creo que la comunicación también puede ser un acto de fe y de amor hacia los demás.
A lo largo de tu carrera, has trabajado en diversos campos, como la producción, consultoría, docencia. ¿Cómo ha influido esa diversidad en tu labor periodística?
La diversidad de roles que he asumido me ha permitido ver la comunicación desde múltiples perspectivas. Cada experiencia me ha enseñado a adaptarme a diferentes audiencias, a entender sus necesidades y a comunicar con claridad y empatía. Trabajar en el Museo Tumbas Reales de Sipán me permitió valorar más la identidad; en la docencia universitaria pude involucrarme con la realidad juvenil y entender su problemática, anhelos y proyectos; como productora artística pude promover y difundir arte por todo el Perú. Cada rol desempeñado fue formándome y sensibilizando mi pensamiento.
¿Cómo has logrado mantener un equilibrio entre todas estas áreas?
La clave ha sido conservar una vocación clara de servicio y estar siempre abierta al aprendizaje. Cada experiencia me ha ayudado a tener una visión más amplia de lo que significa comunicar, y eso enriquece mi trabajo diario.
¿Cuál consideras que ha sido tu mayor contribución al periodismo en el Perú?
Pienso que mi mayor contribución ha sido fomentar una cultura de diálogo y entendimiento, promoviendo temas que muchas veces pasan inadvertidos, como la fe, la educación y el desarrollo humano. Siempre he buscado ofrecer un periodismo constructivo que no solo informe, sino que también eduque y sensibilice. Creo firmemente en el periodismo como una herramienta de transformación social, capaz de inspirar soluciones a problemas estructurales.
¿Cómo ha sido tu experiencia como voluntaria en diversas instituciones, y qué papel juega la vocación social en tu trabajo periodístico?
La vocación social siempre ha sido parte fundamental de mi vida. Mi experiencia como voluntaria me ha ayudado a conectarme con realidades muy diversas y comprender mejor las necesidades de la comunidad. Esto, a su vez, me ha permitido abordar el periodismo desde una perspectiva más humana y sensible, enfocándome en los temas que pueden hacer una diferencia real en la vida de las personas.
En un contexto donde la desinformación crece, ¿cuál crees que es el mayor reto que enfrenta el periodismo hoy en día?
El mayor reto es, sin duda, la lucha contra la desinformación. En la era digital, las noticias falsas se propagan rápidamente, y eso afecta la confianza en los medios. El periodismo tiene la responsabilidad de ser una fuente confiable y veraz. Debemos reforzar nuestros principios éticos y trabajar de manera más cercana con nuestras audiencias para mantener la credibilidad y la integridad informativa.
¿Qué mensaje le darías a las nuevas generaciones de periodistas que están comenzando su carrera?
Les diría que sean valientes y que nunca comprometan su integridad. El periodismo es una vocación y, como tal, requiere pasión, pero también un profundo respeto por la verdad y la justicia. Hoy en día, el periodismo demanda adaptabilidad, pero también una base sólida en los principios fundamentales de la profesión. Les recomendaría que sigan su pasión, que busquen siempre aportar valor a la sociedad y que recuerden que el periodismo es una vocación que tiene el poder de transformar el mundo. Que no se dejen desanimar por las dificultades, porque cada obstáculo superado fortalece y define el carácter de un buen periodista.
Mirando al futuro, ¿qué nuevos proyectos o metas tienes en mente tras este importante reconocimiento?
Me gustaría seguir trabajando en proyectos que impacten de manera positiva a la sociedad, especialmente en el área de la educación y el desarrollo comunitario. Además, me entusiasma la idea de seguir formando nuevas generaciones de comunicadores a través de la docencia. Estoy muy interesada en continuar trabajando en iniciativas de impacto social y en seguir colaborando con organizaciones internacionales que buscan un cambio social instituciones que promuevan la justicia, la educación y el bienestar común. ¡El compromiso de dejar huella ahora crece!
El Directorio de la Azucarera Pomalca está presidido por Carlos Andrade Villar y tiene entre sus integrantes a los hermanos Edwin, Elvis y Octavio Oviedo Picchotito, así como al abogado José Carlos Isla Montaño. Dicho colegiado es el que define las políticas generales de la empresa y traza las líneas de desarrollo.
“Siempre he pensado, y creo que todos estamos de acuerdo, en que la vida de las personas y de las empresas no son fotos, sino una película, una secuencia. Al cumplirse 20 años del inicio de la nueva gestión y de la presencia del Grupo Oviedo en Pomalca se pueden celebrar muchas cosas que se han consolidado, claro está, después de mucho trabajo y la confianza que han depositado los socios para invertir en su momento y continuar en esa senda”, señala el presidente del Directorio de la azucarera, Carlos Andrade Villar.
Menciona que el mayor logro de la gestión es haber alcanzado la paz y estabilidad laboral. En segundo lugar, la consolidación de la empresa operativa y económicamente.
“Operativamente porque tenemos más de 7500 hectáreas sembradas y económicamente porque tenemos por años consecutivos resultados positivos. En lo financiero, se cuenta con recursos para invertir y prueba de ello es que este 2024 se realizó una parada de mantenimiento de la fábrica con una inversión de más de S/27 millones, mejorando la productividad”, enfatiza.
Vocación social
Andrade Villar refiere también que es motivo de satisfacción la vocación social que tiene la empresa con el respaldo de Grupo Oviedo, al dar sostenibilidad a una plan de Responsabilidad Social Empresarial - RSE, muy ambicioso, que comprende acciones en Educación, Salud, Cultura, Vivienda y Medioambiente.
“Lo que se ha avanzado en lo referente a la vivienda es muy significativo porque ayudamos a nuestros trabajadores, jubilados, viudas y herederos a concretar el anhelo de la vivienda propia. Se ha logrado hasta el momento la asignación vía venta o como pago a cuenta de la CTS un total de 2700 lotes y esperamos llegar a los 3000. Eso significa que actualmente 2700 familias han sido beneficiadas”, sostiene.
A ello se suma la construcción de 4700 casas, siendo la meta un total de 6626 viviendas para adquirentes terceros, esto como para de una política inmobiliaria sobre terrenos que no tienen potencial agrícola.
“Nosotros tenemos tierras en jurisdicción de 10 municipalidades, lo que implica una gran responsabilidad, pues como empresa, por ejemplo, hemos transferido terrenos para que se construyan Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales - PETAR, contribuyendo directamente para que cientos de familias puedan contar con servicios de agua potable y alcantarillado. Hemos concretado anhelos que se mantuvieron pendientes incluso más de 100 años”, remarca.
Bienestar de los trabajadores
La gestión tomó la acertada decisión de apostar también por el bienestar y desarrollo de los trabajadores y sus familias. En ese esfuerzo se ha construido el primer Centro de Esparcimiento de la azucarera, implementado con cuatro canchas de fútbol, campo de frontón, bochas, piscinas, comedores y otros espacios.
“Ninguna otra empresa de Lambayeque ha puesto tanto énfasis en los trabajadores como lo hemos hecho nosotros. Estas iniciativas marcan una diferencia muy importante y lo que buscamos es que tanto el trabajador como su familia pueda sentir que la empresa los acompaña en su desarrollo y ofrece más y mejores oportunidades para lograrlo. Las empresas del mundo han entendido que el progreso no se logra únicamente con lo operativo y financiero, sino que está asociado a los social y medioambiental”, indica.
Carlos Andrade fue invitado a formar parte de la empresa hace diez años, durante la gestión del anterior presidente del Directorio José Gamarra Mizrraji.
“Los momentos que se han vivido en Pomalca al inicio de esta gestión fueron una muestra de la lamentable historia de la industria azucarera en el Perú, con paralizaciones, desorden y factores que minaban la paz social. Por suerte fue posible revertir todo ello y con el respaldo del Grupo Oviedo darle el soporte necesario a la empresa para que se fortalezca y avance”, acota.
Eso ha hecho posible - menciona - que hoy por hoy los trabajadores reciban sus remuneraciones de forma puntual, incluso antes de vencerse los días de pago según corresponda.
“La tranquilidad y confianza de los trabajadores se nota. Tienen expectativas de lo que se puede seguir mejorando en la empresa. Todos los días se escribe una página en la nueva historia de Pomalca, resultado de 20 años de la presencia del Grupo Oviedo como socio de la empresa”, indica.
Mirada al futuro
“Estamos concentrados en consolidar la molienda y la siembra. En estos momentos hay menos agua que en años anteriores, por ello es que se están haciendo importantes inversiones la implementación de mangas para la conducción del recurso hídrico y no perderlo, la tecnificación de pozos y reservorios. Estamos orientados en la consolidación del campo”, comenta el presidente del Directorio.
Carlos Andrade menciona que existe la intención de la gestión de impulsar la diversificación productiva de la empresa, tal como se hizo hace algunos años con los cultivos de agroexportación, esta vez con una posibilidad de producción de arándanos.
“Hay terrenos que tienen mucha salinidad y no pueden ser usados para el cultivo de caña de azúcar aún cuando se realice el lavado del suelo. Por eso es que el arándano es una oportunidad, sobre todo porque se cultiva en macetas”, indica.
Añade que otra posibilidad, es la implementación del sistema de generación de energía eólica y también fotovoltáica, a fin de aprovechar los vientos y la luminosidad que se tiene en la zona.
“La confianza y la decisión del Grupo Oviedo para seguir invirtiendo y conduciendo a Pomalca hacia el éxito es muy buena. Es justo reconocer el trabajo que han realizado los socios inversionistas durante todo este tiempo, porque el buen momento que atraviesa la empresa es el resultado de 20 años de dedicación y esfuerzo”, anota.
El Directorio de la Azucarera Pomalca está presidido por Carlos Andrade Villar y tiene entre sus integrantes a los hermanos Edwin, Elvis y Octavio Oviedo Picchotito, así como al abogado José Carlos Isla Montaño. Dicho colegiado es el que define las políticas generales de la empresa y traza las líneas de desarrollo.
“Siempre he pensado, y creo que todos estamos de acuerdo, en que la vida de las personas y de las empresas no son fotos, sino una película, una secuencia. Al cumplirse 20 años del inicio de la nueva gestión y de la presencia del Grupo Oviedo en Pomalca se pueden celebrar muchas cosas que se han consolidado, claro está, después de mucho trabajo y la confianza que han depositado los socios para invertir en su momento y continuar en esa senda”, señala el presidente del Directorio de la azucarera, Carlos Andrade Villar.
Menciona que el mayor logro de la gestión es haber alcanzado la paz y estabilidad laboral. En segundo lugar, la consolidación de la empresa operativa y económicamente.
“Operativamente porque tenemos más de 7500 hectáreas sembradas y económicamente porque tenemos por años consecutivos resultados positivos. En lo financiero, se cuenta con recursos para invertir y prueba de ello es que este 2024 se realizó una parada de mantenimiento de la fábrica con una inversión de más de S/27 millones, mejorando la productividad”, enfatiza.
Vocación social
Andrade Villar refiere también que es motivo de satisfacción la vocación social que tiene la empresa con el respaldo de Grupo Oviedo, al dar sostenibilidad a una plan de Responsabilidad Social Empresarial - RSE, muy ambicioso, que comprende acciones en Educación, Salud, Cultura, Vivienda y Medioambiente.
“Lo que se ha avanzado en lo referente a la vivienda es muy significativo porque ayudamos a nuestros trabajadores, jubilados, viudas y herederos a concretar el anhelo de la vivienda propia. Se ha logrado hasta el momento la asignación vía venta o como pago a cuenta de la CTS un total de 2700 lotes y esperamos llegar a los 3000. Eso significa que actualmente 2700 familias han sido beneficiadas”, sostiene.
A ello se suma la construcción de 4700 casas, siendo la meta un total de 6626 viviendas para adquirentes terceros, esto como para de una política inmobiliaria sobre terrenos que no tienen potencial agrícola.
“Nosotros tenemos tierras en jurisdicción de 10 municipalidades, lo que implica una gran responsabilidad, pues como empresa, por ejemplo, hemos transferido terrenos para que se construyan Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales - PETAR, contribuyendo directamente para que cientos de familias puedan contar con servicios de agua potable y alcantarillado. Hemos concretado anhelos que se mantuvieron pendientes incluso más de 100 años”, remarca.
Bienestar de los trabajadores
La gestión tomó la acertada decisión de apostar también por el bienestar y desarrollo de los trabajadores y sus familias. En ese esfuerzo se ha construido el primer Centro de Esparcimiento de la azucarera, implementado con cuatro canchas de fútbol, campo de frontón, bochas, piscinas, comedores y otros espacios.
“Ninguna otra empresa de Lambayeque ha puesto tanto énfasis en los trabajadores como lo hemos hecho nosotros. Estas iniciativas marcan una diferencia muy importante y lo que buscamos es que tanto el trabajador como su familia pueda sentir que la empresa los acompaña en su desarrollo y ofrece más y mejores oportunidades para lograrlo. Las empresas del mundo han entendido que el progreso no se logra únicamente con lo operativo y financiero, sino que está asociado a los social y medioambiental”, indica.
Carlos Andrade fue invitado a formar parte de la empresa hace diez años, durante la gestión del anterior presidente del Directorio José Gamarra Mizrraji.
“Los momentos que se han vivido en Pomalca al inicio de esta gestión fueron una muestra de la lamentable historia de la industria azucarera en el Perú, con paralizaciones, desorden y factores que minaban la paz social. Por suerte fue posible revertir todo ello y con el respaldo del Grupo Oviedo darle el soporte necesario a la empresa para que se fortalezca y avance”, acota.
Eso ha hecho posible - menciona - que hoy por hoy los trabajadores reciban sus remuneraciones de forma puntual, incluso antes de vencerse los días de pago según corresponda.
“La tranquilidad y confianza de los trabajadores se nota. Tienen expectativas de lo que se puede seguir mejorando en la empresa. Todos los días se escribe una página en la nueva historia de Pomalca, resultado de 20 años de la presencia del Grupo Oviedo como socio de la empresa”, indica.
Mirada al futuro
“Estamos concentrados en consolidar la molienda y la siembra. En estos momentos hay menos agua que en años anteriores, por ello es que se están haciendo importantes inversiones la implementación de mangas para la conducción del recurso hídrico y no perderlo, la tecnificación de pozos y reservorios. Estamos orientados en la consolidación del campo”, comenta el presidente del Directorio.
Carlos Andrade menciona que existe la intención de la gestión de impulsar la diversificación productiva de la empresa, tal como se hizo hace algunos años con los cultivos de agroexportación, esta vez con una posibilidad de producción de arándanos.
“Hay terrenos que tienen mucha salinidad y no pueden ser usados para el cultivo de caña de azúcar aún cuando se realice el lavado del suelo. Por eso es que el arándano es una oportunidad, sobre todo porque se cultiva en macetas”, indica.
Añade que otra posibilidad, es la implementación del sistema de generación de energía eólica y también fotovoltáica, a fin de aprovechar los vientos y la luminosidad que se tiene en la zona.
“La confianza y la decisión del Grupo Oviedo para seguir invirtiendo y conduciendo a Pomalca hacia el éxito es muy buena. Es justo reconocer el trabajo que han realizado los socios inversionistas durante todo este tiempo, porque el buen momento que atraviesa la empresa es el resultado de 20 años de dedicación y esfuerzo”, anota.
En los primeros años de la nueva gestión, Pomalca enfrentó múltiples desafíos que amenazaban su estabilidad y crecimiento. La realidad de la industria azucarera estaba marcada por problemas económicos y sociales que requerían de un esfuerzo conjunto para ser superados. Sin embargo, gracias al compromiso de trabajadores, directivos y gerentes, se logró ir consolidando una paz social que se ha convertido en uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de la empresa.
“Al ingresar a Pomalca, el Grupo Oviedo trajo consigo una experiencia rica en aprendizajes. Con un objetivo claro en mente, su deseo fue asumir grandes retos y contribuir al desarrollo de la empresa. Desde el inicio, supo que Pomalca enfrentaba desafíos significativos, y no solo él, sino todo un equipo directivo y administrativo, se unió para abordar estos retos. Juntos, trabajaron para mejorar las condiciones laborales y elevar la productividad, convencidos de que cada paso hacia adelante beneficiaría a todos los involucrados”, comenta Walter Culqui Carrera, gerente general de la empresa.
Resultados tangibles
Con el tiempo, los esfuerzos comenzaron a dar frutos. Pomalca logró realizar inversiones sustanciales que no solo mejoraron la infraestructura de la fábrica, sino que también permitieron el pago de utilidades a los trabajadores y la declaración de dividendos para los accionistas. Este ciclo virtuoso genera una sensación de satisfacción y orgullo entre todos los que forman parte de la organización. Sin embargo, la visión de progreso no se detiene en estos logros iniciales; el compromiso de seguir avanzando y mejorando es constante.
“El contexto en el que hace un año operaba Pomalca no era sencillo. Desastres naturales, como El Niño y el fenómeno climático Yaku afectaron la producción, pero la resiliencia del equipo permitió que la empresa se mantuviera en pie. El compromiso de anticiparse a las adversidades se volvió un mantra. Entre 2023 y este año, se han realizado cambios significativos, incluyendo una parada de más de 40 días para realizar actualizaciones importantes en la fábrica, mejorando la eficiencia y la capacidad de producción sin que los trabajadores dejen de percibir sus remuneraciones”, destaca.
Se ha mencionado que la atención no solo se centró en la fábrica, también se consideraron inversiones en el campo, donde se realizaron obras para optimizar el uso del agua, un recurso fundamental para el cultivo de caña de azúcar. La conexión entre la fábrica y el campo es vital para el éxito de la empresa, y se trabaja en sinergia para asegurar que ambos aspectos se desarrollen de manera armónica.
Otras realidades
Pomalca también se enfocó en mejorar su infraestructura administrativa. Explica el gerente general que se han modernizado los espacios de trabajo, creando un ambiente más agradable y eficiente para el personal administrativo. Este cambio no solo busca la comodidad, sino que también fomenta un entorno donde las decisiones se tomen de manera más efectiva, lo cual es fundamental para el éxito de cualquier organización.
“El hecho de que compañeros de trabajo de otras azucareras como Pucalá y Tumán estuvieran enfrentando despidos y largas jornadas laborales ha sido motivo de preocupación. Las historias de trabajadores que tienen que salir de casa a las 4:00 a. m. y regresar a las 9:00 p. m. son un recordatorio de la importancia de mantener la estabilidad laboral en Pomalca. La fortaleza de la empresa se basa no solo en su producción, sino en la capacidad de proporcionar empleo y bienestar a la comunidad, eso lo tenemos muy claro”, enfatiza.
Razones como la expuesta han hecho que el sentido de pertenencia se vuelva cada vez más fuerte entre los trabajadores de Pomalca. La disciplina se convirtió en un elemento clave que no solo organizaba y evaluaba, sino que también generaba un compromiso profundo.
“El crecimiento de la empresa es notable. En un periodo de siete años, hemos visto un incremento en la producción que llevó a Pomalca a superar las 3600 toneladas en molienda. Se ha establecido metas ambiciosas, como alcanzar las 4000 toneladas diarias de producción en el futuro. El crecimiento no solo se mide en cifras; cada avance representa un paso hacia la consolidación de una empresa más competitiva, capaz de enfrentar los desafíos del mercado”, destaca Walter Culqui.
Cumplimiento y compromiso
Menciona que la paz laboral es esencial y el compromiso con el cumplimiento de las obligaciones laborales, inquebrantable. A pesar de los desafíos económicos y las crisis que enfrentó la empresa a inicios de este siglo, Pomalca continuó cumpliendo con sus acreedores, demostrando una sólida capacidad de gestión y responsabilidad.
“El pago puntual a trabajadores y proveedores, así como el cumplimiento de obligaciones tributarias son prioridades. Con más de 2200 trabajadores y una planilla que supera los S/4 millones mensuales, Pomalca no solo impacta en su entorno inmediato, sino que también contribuye a la economía local de manera significativa. Los trabajadores acceden a oportunidades financieras que antes eran inimaginables, como tarjetas de crédito y préstamos, lo que refleja un cambio positivo en su calidad de vida”, comenta.
Con una mirada hacia el futuro, Pomalca se posiciona para seguir creciendo y desarrollándose. La proyección de un crecimiento continuo está en marcha, con una visión clara de llegar a niveles de producción que la coloquen como un competidor fuerte en la región. Las metas son una invitación a todos los miembros de la organización a trabajar juntos, con fe y determinación.
“El mensaje de unidad y esfuerzo conjunto resuena en cada rincón de la empresa. La historia de Pomalca no solo se trata de azúcar, sino de personas que, con su dedicación y compromiso, están forjando un futuro prometedor. Agradecidos por los logros alcanzados y esperanzados por lo que vendrá, el equipo de Pomalca se preparaba para enfrentar nuevos retos y seguir escribiendo una historia de éxito, siempre mirando hacia adelante”, afirma.