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BICENTENARIO DEL DEPARTAMENTO DE LAMBAYEQUE: El debate por su creación en 1874

Escribe: Freddy Centurión González (*)
Edición N° 1380

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El pasado domingo pasó desapercibido el sesquicentenario de la creación del departamento de Lambayeque sobre la base de las entonces provincias de Chiclayo y Lambayeque. Sirvan estas breves líneas para paliar ese olvido injustificable.

Una idea constante en la población de las provincias de Lambayeque y Chiclayo era la de separarse del departamento de La Libertad y formar un departamento propio; lo que los dividía era cuál ciudad debería tener la capitalidad departamental, puesto que tras el desastre lambayecano de 1828, el antiguo partido de Lambayeque (que abarcaba desde Motupe y Olmos hasta San Pedro de Lloc) fue dividido con la creación de la provincia de Chiclayo (1835), desatando una rivalidad que duró a lo largo del siglo XIX.

Los intentos previos.

Pese a la creación de la provincia de Pacasmayo en 1864, la primacía de Chiclayo se vio reforzada con el triunfo del coronel Balta contra las fuerzas del gobierno de Prado en enero de 1868. Incluso el diputado chiclayano Santiago Carranza, en un notorio acto de adulación al presidente Balta, propuso unir las provincias de Chiclayo, Lambayeque y Pacasmayo en un “departamento de Balta”, con capital en Chiclayo, proyecto que acabó atrapado en el papeleo parlamentario. Ante esta situación, en octubre de 1868, los vecinos de Lambayeque pidieron elevar a Lambayeque al rango de “Provincia Litoral”, con la incorporación de los pueblos de Cachén y Tocmoche, pertenecientes a la provincia de Chota. Sin embargo, el desastre de 1871 rebajó las posibilidades de convertir a la ciudad de Lambayeque en cabeza del proyectado departamento, y un proyecto presentado por el Ejecutivo daba la primacía a Chiclayo, pero el Congreso no alcanzó a dar su aprobación.

Así, el 7 de enero de 1872, un decreto firmado por el presidente Balta y su ministro de Gobierno, Manuel Santa María, considerando que las provincias de Chiclayo y Lambayeque, “se encuentran de tal modo separadas de las otras y de la Capital del Departamento [de la Libertad], que la distancia viene á debilitar en ellas la influencia de la autoridad”, creó de forma condicional, el departamento de Lambayeque con capital en Chiclayo, “tan luego como merezca la aprobacion del Cuerpo Legislativo, á cuyo fin será sometido al próximo Congreso”, aprobación que nunca llegó.

La pugna por la capitalidad se extendería también al ámbito marítimo, criticándose la idoneidad de San José, en la provincia de Lambayeque, como puerto mayor. Como el tráfico mercantil seguía en constante aumento, se optó por dar preferencia a Eten, en la provincia de Chiclayo, pese a su mar brava. Con tal objeto, en agosto de 1871, se declaró puerto mayor abierto al comercio extranjero al de Eten, rebajando a San José a puerto menor, medida que fue derogada en marzo de 1872, y definitivamente ratificada por decreto de 30 de julio de 1872.

El proyecto de García y García.

Según la legislación electoral vigente, en la Cámara de Diputados se asignó un diputado por cada provincia (salvo algunas excepciones por tema poblacional), de forma tal que en 1874, las provincias de Chiclayo y Lambayeque estaban representadas por el jurista José Gervasio Arbulú y el hacendado Juan Manuel Iturregui Montalvo respectivamente. En cambio, en el Senado, el departamento de La Libertad tendría tres senadores, los cuales eran oriundos de Trujillo. Sin embargo, existían senadores interesados en el asunto departamental, especialmente José Antonio García y García, accionista importante en la empresa del ferrocarril de Eten.

En agosto de 1872, el senador García y García, junto con los senadores Lizardo Montero, Manuel Velarde y Manuel Seminario Váscones, presentaron un proyecto de ley para crear un nuevo departamento, llamado La Unión, con cuatro provincias: Jaén (que sería apartada del departamento de Cajamarca), Chiclayo, Lambayeque e Incahuasi (nueva provincia creada con poblaciones de Lambayeque y Chota). Meses después, los diputados José Gervasio Arbulú y Agustín Reynaldo Chacaltana presentaron un proyecto similar, que incluía solo a Chiclayo y Lambayeque. Ambos proyectos fijaban la capital departamental en Chiclayo.

La propuesta de García y García recibió una calurosa respuesta en Chiclayo, cuyo municipio envió un acta de aprobación en septiembre de 1872, donde, buscando aplacar la sospecha de sus vecinos lambayecanos, los vecinos manifestaron que “no aspiran a hacerse superiores en nada absolutamente a sus hermanos de Lambayeque”, sino buscar crear un centro de unidad local “en beneficio de todos”. No fue esa la opinión de los lambayecanos: en noviembre de 1873, el Concejo de Lambayeque remitió un informe en el que se mostraban de acuerdo con la creación del departamento, insistiendo que la capitalidad departamental fuese su ciudad.

El debate legislativo.

La legislatura de 1874 decidió tratar este asunto, pidiendo primero la opinión del ministerio de Gobierno, desempeñado interinamente por el ministro de Relaciones Exteriores, doctor José de la Riva Agüero y Looz Corswarem, quien manifestó el 15 de septiembre, su opinión favorable al nuevo departamento, y aunque no podía “desconocer los títulos gloriosos que supo conquistar la ciudad de Lambayeque en la guerra de la Independencia, […] siempre un timbre de honor para sus hijos”, no podía cerrar los ojos a la evidente pujanza de Chiclayo como “centro del movimiento y del progreso social y político de esa parte del norte de la República”, reuniendo mayores condiciones que Lambayeque para ser la capital del nuevo departamento.

Pocos días después, a finales de septiembre de 1874, la Comisión de Demarcación Territorial de la Cámara de Diputados presentó su informe en mayoría (hubo otros tres opuestos, pero en minoría), reconociendo que el proyecto “se encuentra apoyado en poderosas razones de justicia y de verdadera necesidad que hacen presumir de la división territorial un resultado provechoso, no sólo para las poblaciones en ella comprendidas sino para todo el país”.

El debate en el Senado se realizó los días 9, 10 y 11 de noviembre de 1874 en base al proyecto de García y García. En la primera sesión se aprobó la creación del departamento de La Unión por 19 votos a 14, y a iniciativa del senador José Nicolás Hurtado, el nombre del nuevo departamento sería Lambayeque. En el segundo día, García y García aceptó retirar del proyecto lo referente a Jaén, aprobándose la creación del departamento de Lambayeque y la creación de la provincia de Incahuasi, punto que fue reconsiderado y rechazado al día siguiente. El proyecto pasó a la Cámara de Diputados.

El debate en la Cámara de Diputados, entre el 9 y el 16 de noviembre, estuvo marcado por las reiteradas insistencias del diputado liberteño Rodríguez para aplazar la discusión del proyecto de Arbulú. Inicialmente tanto Arbulú como Iturregui defendieron la necesidad de la creación departamental, difiriendo en lo referente a la capital de la nueva entidad y en las provincias involucradas: Iturregui propuso reconstituir el antiguo partido virreinal con Lambayeque, Chiclayo y Pacasmayo. Ante la noticia de la aprobación del proyecto del Senado, un satisfecho Arbulú retiró su proyecto, en tanto que un incómodo Iturregui, preocupado por fallar a sus representados, intentó frenar el proyecto juzgándolo “intempestivo, mal combinado é injusto”; incluso propuso que la capitalidad del departamento oscilase semestralmente entre las ciudades de Chiclayo y Lambayeque. Finalmente, la votación se realizó en tres partes: se crearía el departamento de Lambayeque (aprobado), integrado por las provincias de Lambayeque, Chiclayo e Incahuasi (rechazado), con capital en Chiclayo (aprobado), con lo que se ratificaba que el nuevo departamento constaría sólo de dos provincias, Lambayeque y Chiclayo, sepultando la idea de la provincia de Incahuasi.

El 23 de noviembre, la Comisión de Redacción envió a ambas Cámaras la redacción de la ley creando el departamento de Lambayeque, mismo que fue aprobado sin debate tanto por el Senado como por la Cámara de Diputados al día siguiente. El 27 de noviembre, la ley fue firmada y remitida al Ejecutivo para disponer lo necesario para su cumplimiento. Sin embargo, al día siguiente, el presidente de la República, Manuel Pardo y Lavalle, partió de viaje al sur para enfrentar la rebelión de Nicolás de Piérola, dejando encargado del mando al primer vicepresidente, Manuel Costas. Por ello, el 1° de diciembre, cuando se firmó la ley que creaba el departamento de Lambayeque, fue el vicepresidente Costas, junto con el ministro de gobierno, Ricardo Wenceslao Espinoza, quien suscribió el documento final.

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(*) Abogado, historiador e investigador.

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