Por más de 60 días estuvo injustamente privada de su libertad acusada de un delito que, tal como lo ha confirmado el Poder Judicial, no cometió. La fiscal Danitza Carrasco Delgado conversó en exclusiva con Expresión, reflexionando sobre la penosa situación que le tocó atravesar, pero además sobre la urgencia de mejorar el sistema de justicia en el país.
El sábado 14 de noviembre del año pasado, Carrasco Delgado, quien se desempeñaba como adjunta de la Primera Fiscalía Corporativa de Tambogrande, en Piura, fue detenida por presuntamente cobrar una coima de 20 mil soles a la litigante Luz Garavito Castillo, quien la denunció ante la oficina de control a cargo del fiscal Juan Paredes Portocarrero. Este la citó a su oficina y ahí fue intervenida.
Carrasco Delgado pasó más de dos meses recluida en el Penal de Mujeres de Sullana por orden del juez Tulio Villacorta, quien dictaminó nueve meses de prisión preventiva en su contra. El caso fue revisado por la Primera Sala Penal de Apelaciones de Lambayeque, la que determinó que la detención de la fiscal fue arbitraria. En razón de ello el juez Tulio Villacorta revocó el mandato de prisión preventiva y declaró nulo todo lo actuado, archivando el caso.
¿Qué siente usted tras haber visto vulnerados sus derechos fundamentales en un proceso evidentemente irregular?
Tengo sentimientos encontrados definitivamente, estar en el otro lado de la moneda ha sido una experiencia de vida. Yo he formado parte del aparato judicial que debe garantizar la libertad de la persona, que en mi caso quizás, por razones o circunstancias que desconocía y que hasta ahora desconozco, se dio una detención que la Primera Sala Penal de Lambayeque declaró que fue totalmente arbitraria y que no se siguió un debido proceso.
En virtud de ello, el 22 de enero se llevó a cabo una audiencia donde mi abogada, la doctora Cecilia Pizarro Bruno, presentó una cuestión previa, y el doctor Tulio Villacorta dispuso que yo estuviera en libertad, declarando nulo todo lo actuado. Definitivamente yo estoy muy agradecida con Dios, con mi familia y amigos por el apoyo que me hacían llegar al penal.
Me encuentro abrumada de alegría, de tristeza y también de dolor, porque he conocido a gente buena en el penal, que así como a mí, les vulneraron ciertos derechos. Creo que nuestro sistema judicial debe ser cambiado, desde los abogados, los magistrados y todos en general.
¿Hay un sistema judicial que no es garantista?
Yo lo siento así, y lamentablemente se debe a una presión mediática. Cuando me detienen, de la forma tan irregular como ha sido, yo estaba muy segura de que no me enviarían al penal; cuando subí a audiencia para prisión preventiva igual; y cuando en mi poco entender, porque estaba muy nublada profesional y emocionalmente, demostraba un arraigo domiciliario en Piura, se dijo que este era endeble. Yo me preguntaba en qué parte del código está la palabra endeble. El juez cuestionó que por ser natural de Chiclayo y no tener familia en Piura yo no daba garantía suficiente para presentarme a un proceso penal, y él mismo ha declarado nulo todo lo actuado.
Se habló de audios y videos que supuestamente probarían su comisión ilícita. ¿Qué pruebas se presentaron en su contra, qué resultados tuvo el análisis de sus comunicaciones?
Yo siempre lo dije, cuando decían que había audios y videos, yo me cuestionaba sobre ellos porque nunca había conversado con la señora Garavito, nunca me he entrevistado de alguna manera irregular con esa señora. Las veces que ella ha concurrido a mi despacho nunca he estado sola, siempre ha estado la asistente y nunca he conversado de una manera personal o amical que podría hacer presumir que no iba a llevar una investigación correcta en un delito de lesiones culposas en el que está inmersa. Creo que ello se evidenció porque finalmente declararon nulo todo lo actuado.
En estos dos meses en el penal se llevaron a cabo las diligencias, sí se analizaron audios y videos, pero en ellos solo aparecen la persona portaba el dinero y la señora Garavito. Sobre mí, ni en mi celular ni en algún otro medio, encontraron prueba o evidencia que acreditara lo que los magistrados en su momento dieron por cierto.
¿Usted nunca ha tenido ninguna queja o proceso antes o durante el ejercicio de la administración de justicia?
Sí, administrativamente lo tuve, el cual fue archivado de manera preliminar. No se me encontró nada; pienso que nosotros estamos expuestos como magistrados a que tomen nuestros nombres y manchen nuestra honra, pero cuando uno no la debe no la teme. Esto es lo que pasó en un proceso del 2013, en el cual se me abrió proceso y se archivó porque no me encontraron absolutamente nada. Ahí sí se llevó un debido proceso, porque me investigaron administrativamente en control interno, como debió ser en este caso.
¿Usted considera que hubo propósitos subalternos para emprender todo este caso irregular en su contra y, en cierto modo, desprestigiarla?
La verdad es que desconozco, pero solo Dios conoce nuestros corazones. Desconozco qué intereses hubieron o hay de por medio, hay un Dios que me ha demostrado que por la fe estoy ahora aquí y me ha permitido demostrar que soy inocente de todo lo que me imputaban.
¿Qué siente usted por la señora Garavito?
No expreso ningún sentimiento hacia ella, creo que la justicia divina es más fuerte que la terrenal, hay un Dios y creo que él se encargará de dar a cada quien lo que le corresponde. Tampoco expreso ningún sentimiento por el doctor Paredes Portocarrero. Si yo fui es porque no temía y por ello no dudé en acudir a un llamado de un fiscal superior, a quien yo, por jerarquía, debía obedecer.
Tengo un corazón muy distinto al que tenía antes del 14 de noviembre, cuando me detuvieron; Dios lo ha fortalecido, estoy muy contenta de verdad y me faltarían palabras para agradecer.
Se ha declarado nulo todo, el juez que ha demostrado aplicación del debido proceso, que no le ha temido al aspecto mediático, le dio su libertad. ¿Qué va a hacer para lograr reivindicación como profesional? Bien podría usted demandar al Estado.
Quizás sean muchas las acciones que como ser humano uno podría realizar; de momento quiero disfrutar a mi familia y mientras tanto estoy estudiando este tema con mis abogados. Cuando te manchan la honra, la imagen y no se ponen a pensar que detrás de uno hay una familia, no hay precio ni monto que pueda merecerlo para recuperar esa imagen que en su momento fue manchada de una manera irresponsable.
Administrar justicia no es cualquier cosa…
Es una labor que requiere de mucha fuerza, de conocimientos y principios, pero sobre todo de no ser temerosos, porque de pronto por cuestiones mediáticas se deja de aplicar las leyes como deben ser y esto yo lo he palpado.