Es innegable la crisis y recesión económica que vive el país y es indiscutible que en la economía de Lambayeque empieza a notarse, pues han descendido los niveles de empleabilidad, inversión y sostenimiento de diversos proyectos que apuntaban al crecimiento y desarrollo de esta región.
Estamos a la deriva y las principales autoridades lambayecanas están ahora preocupadas en que si sus partidos políticos llegarán a ocupar la casa de Pizarro o sus familiares ostentarán la representación congresal. No hablan, no opinan, no planean cómo ayudar a la mayoría de la población frente a esta recesión que vive.
La falta de infraestructura vial, marítima, tecnológica e hídrica nos presenta un panorama poco prometedor en Lambayeque. El país ha crecido el año pasado 2 % y ello no nos ayuda casi en nada. La constante fiscalización tributaria que acecha sobre las empresas formalizadas está asfixiando al empresario emprendedor, responsable y que apuesta por Lambayeque. ¿Por qué no luchan con políticas más radicales contra los informales?, ¿es acaso para la burocracia estatal más fácil emprenderla contra quien ya cumple con la ley?
En la edición anterior, Expresión conversó con el presidente de Sociedad Nacional de Industrias – SNI Lambayeque, Julio Manuel García Peña, quien con la experiencia y la visión que tiene hizo un diagnóstico objetivo de nuestra situación económica, del panorama de la industria lambayecana y los resultados de la entrevista nos dejó la frase: “Si no se toman medidas, la recesión terminará ahogando a la economía y al desarrollo de la región”.
No exageramos, lo cierto es que el problema fundamental en Lambayeque es que tenemos internamente un aparato industrial que no ha crecido en estos dos últimos años. Estamos prácticamente con la curva hacia abajo y eso es lamentablemente, porque no ha habido un trabajo técnico para equilibrar al sector productivo, el sector privado y el sector público.
Si se trata de colocar los puntos sobre las íes para que estos no se caigan, diremos que tanta promesa y palabrería de nuestras autoridades nos enerva; la falta de institucionalidad ha permitido que estas mientan y mientan y no pase nada. En febrero del 2011 el actual gobernador regional suscribió un acuerdo con empresarios para impulsar el desarrollo de Lambayeque a través de nueve grandes proyectos, han transcurrido cinco años y de este “bendito” acuerdo nadie se acuerda.
Para refrescar la memoria este pacto suscribió un Acta de Intención con el sector privado para establecer una agenda común que comprenda los principales programas y proyectos a ser desarrollados de manera conjunta. ¿Cuál era el compromiso? Mediante este documento, el Gobierno Regional de Lambayeque, representado por Humberto Acuña Peralta, y los empresarios acordaron impulsar la creación de un nuevo Parque Tecnológico e Industrial, la pregunta es ¿se hizo?. No, nada de nada, purita promesa, promesa y promesa.
Con razón y fundamento Julio García Peña en todos los lenguajes ha increpado a las autoridades regionales esta promesa fallida e incumplida groseramente. Desde el Gobierno Regional de Lambayeque sus colaboradores no han sido capaces de convocar al Consejo Regional Multidisciplinario para empezar con la construcción de este anhelado Parque Industrial.
Y dónde quedó la promesa de promover el mejoramiento de la conectividad terrestre. Es decir, a la construcción de la Vía de Evitamiento Mochumí - Motupe e interconexión regional, para promover el desarrollo lambayecano que debió estar articulado con las municipalidades de la mancomunidad del Valle La Leche. ¿Dónde está la voz de los lambayecanos?, ¿dónde están los profesionales agrupados en sus órdenes colegiadas?, ¿dónde está el pueblo organizado?
Y claro, estamos como estamos porque el ofrecimiento de la campaña electoral sobre la consolidación de las redes de innovación tecnología e investigación en los sectores productivos de la región para la obtención de productos de alta rentabilidad económica, solo quedaron en el papel, ese que lo aguanta todo.
¿Se habrá perdido el acta del acuerdo de crear espacios de concertación para la promoción de la micro y pequeña empresa, formular e implementar políticas en materia de seguridad ciudadana con participación del sector empresarial, identificar líneas de financiamiento y fomentar el uso de instrumentos financieros ecológicos para la generación de energías limpias, y coadyuvar a la política ambiental a través de una adecuada gestión de residuos sólidos en coordinación con las autoridades locales?, Alguien por allí dirá que son varios millones los que se han invertido en seguridad ciudadana, pero ¿basta solo la compra de camionetas, motocicletas y aparatos de comunicación?
Creo que falta una dinámica gubernamental con apoyo de los privados para lograr la verdadera diversificación industrial y empresarial.
No contamos con un Plan de Desarrollo Metropolitano, no tenemos infraestructura adecuada para recibir lo que vendrá del Proyecto de Olmos, carecemos de infraestructura vial adecuada, no contamos con puerto ni terrapuerto.
Ojalá que en el 2016 sea diferente, prometedor, esperanzador, ahora con el cambio de liderazgo de instituciones representativas como la Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque, la Sociedad Nacional de Industrias y los colegios profesionales. Nuestra capacidad creativa, ingenio, nuestro espíritu luchador, perseverante, hará que le saquemos la vuelta a la crisis, con perseverancia, constancia, orden y lucha permanente. El mensaje es: Resistir con dignidad, imaginar y crear para sacarle la vuelta a la crisis, ahora que estamos en vía de proceso electoral seamos responsables eligiendo a los mejores representantes.