Sin duda las redes sociales permiten comunicarnos de manera inmediata, nos reencontramos con amigos que no veíamos hace mucho, incluso es una herramienta de trabajo; pero se transforma en un arma de doble filo en cosas del amor.
En Facebook, por ejemplo, comparamos nuestras relaciones con otras que se ven aparentemente felices, se genera una lucha constante en quién publica más estados de amor, con quién subes fotos, cuántos meses cumples con tu pareja y cómo lo celebran, etc. ; y si estamos solteras(os) nos preguntamos por qué a nosotros no nos pasa eso.
Sin embargo una cosa es lo que se ve y otra, sin duda, la realidad de cada situación. Todos somos culpables de mostrar las fotos o hablar de lo felices que estamos, pero nadie habla de cómo fue engañada o le rompieron el corazón; y si lo hacen, decimos que solo quieren llamar la atención.
Por otro lado están los que juegan a las vidas paralelas, antes decías que estabas soltero(a), o escondías el anillo de matrimonio en el bolsillo, ahora crean nuevas cuentas de Facebook, bloquean a su pareja y su entorno social, y así nadie descubrirá tu increíble idea.
Además las redes sociales no son aptas para personas celosas, puede causar risa, pero es la verdad, existen personas que están pendientes de cada movimiento que hace su pareja y nada mejor que Facebook para hacerlo, revisas cada cinco minutos su perfil, los me gusta que da, quienes son sus amigos, con quién habla y sobre qué. Finalmente la relación termina por causa de las populares redes sociales.
Antes estaba el teléfono, y las citas se daban solo si llamabas para pactar un siguiente encuentro, hoy no solo está el teléfono, existe Whatsapp, Facebook, Twitter, Instagram; basta enviar un mensaje y listo ¡nos vemos más tarde!. El salir a cenar para conocer más a tu pareja, ya no predomina, probablemente los dos ya deben haber buscado todo lo que necesitan del otro en los distintos sitios web, y generan una idea preconcebida de quién es esa persona por todo lo que ha publicado en sus redes sociales.
Encontrar pareja también es uno de los beneficios de las redes sociales, aunque en este juego virtual cualquiera puede ser anónimo o mentiroso, debemos tener en cuenta y asegurarnos de que tipo de persona estamos dejando entrar a nuestra vida y así evitar situaciones de riesgo.
Es difícil decir si Facebook, Whatsapp, Skype, Twitter o Instagram, han facilitado o complicado la vida amorosa, lo que sí es un hecho es que han cambiado la forma de ver el amor.