La gran batalla tras la verdad, bien para condenar o absolver, sobre todo en casuística de violencia familiar y contra la libertad sexual, pues dentro de la misma no faltan calumnias por móviles inconfesables
Muy evidente y doliente para todos, saber que el mundo actual camina,gira o navega a la deriva, pareciera que cual barco va sin piloto, y no tiene a la vista un puerto seguro de paz y amor donde anclar y vivir mejor.
En cada mañana o momento, vía titulares de periódicos y noticieros de la Radio y Tv,locales y nacionales, el pan del dia para la ciudadanía es información de robo, droga, violencia, crimen y corrupción, todo un escenario de inseguridad, pérdida de valores y desesperanza humana.
En pocas palabras, sociedad y hábitat en crisis, y para lo cual, un sistema por demás conocido y discutido con su democracia representative, no tiene interés. respuesta o salida.
Entonces, es aquí, cuando la chispa está encendida, que lo generado e irresuelto por un sistema o imperio, parte del pueblo, deja en manos del Policía, Fiscal, Juez. Psicólogo, defensa técnica, etc., mediante una denuncia, carpeta o expediente, sus casos, dramas, inclusive sus vidas, vale decir que como última receta, acude al derecho con la finalidad de recibir justicia. Qué titánica y sacrificada función para sus operadores cuando ésta es asumida y cumplida con vocación y humanidad!!!.
En el campo de la familia, como integrante del pueblo y país, esta crisis generalizada (cual pus en sentir de Gonzales Prada), se expresa en machismo, feminicidio, infedelidad, divorcio, violaciones, prostitución, violencia familiar, parafilías o sexopatias como incestos, zoofilia, necrofilia, etc.
Una causa en curso, nacida de un “vientre social” de tal magnitud ¿cómo tomarla en serio con simples denuncias verbales, testigos de ocasion y fríos elementos de convicción?
Se sobrentiende que toda investigación requiere profundidad y no ligereza, para declarar inocencia donde hay culpabilidad o viciversa, más aún cuando la credibilidad está por los suelos, o no se avizora en las partes un mínimo de fuerza moral de la que debe estar revestida y acompañada toda denuncia, investigación, juicio y sentencia.
Es aquí donde el MP, PJ y entes corresponsables, casos psicológos, que deben exhibir un idóneo e impecable trabajo y enviar tras rejas a tantos culpables y dejar libres también a muchos declarados inocentes fruto de iincuestionables investigaciones y juicios.
No es cuento que la praxis diaria arroja que en ciertos casos sobre delitos de violaciones, tocamientos indebidos y afines, los denunciantes, padre o madre , entre otros miembros de la familia, como parte de una sociedad enferma y como tal llevados por móviles inconfesables( herencia, pasiones, venganzas) manipulan a sus menores hijos sin medir lo execrable de sus conductas, para calumniar o culpar a un ser querido y satisfacerse llevándolo a cárcel, situación que por sentido común es entendible , pues si creemos que es posible que un niño llevado por el temor o amenaza CALLE, también lo es, que bajo presión y dirección HABLE o MIENTA en contra de un familiar o tercero.
Si dudas saltan, muy bien saben profesionales, estudiantes de derecho y la misma comunidad jurídica, que en las Cortes y Archivos judiciales del país, obra más de un expediente que nos ilustran y enrostran esta dolorosa realidad, tan vigente en una sociedad sin norte, reto que con la mediación de Dios, el Estado, Derecho y Justicia, estamos llamados a paliar o remediar.