No es un secreto que admire la habilidad y astucia del presidente Donald Trump, y es que, el año pasado escribí sobre el perfil empresarial, cuya vida está llena de altibajos, como todo empresario exitoso.
Estoy leyendo una serie de artículos, sobre el presidente, que gentilmente se le encargó al internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay, como todo estudioso del acontecer mundial, en su libro, no se le han escapado los principales acontecimientos por los que ha pasado el presidente Trump y nutre al lector con su buena pluma. Lo bueno de leer, señores, es que, se te ocurren muy buenas ideas y amplía tus conocimientos, y se me ocurrió profundizar en tan divertida biografía del mencionado que me puse a googlear y buscar en youtube, libros y videos, que recomendaba en su libro, Rodríguez Mackay.
Es así como he llegado a enterarme, porque no es un tema nuevo, que el presidente Trump conducía un programa que era un juego empresariale entre una serie de participantes.
Este programa se llama “The Apprentice” o “El Aprendiz”. Este programa consistía en un juego empresarial conformado por 16 participantes. Estos participantes eran, 8 mujeres y 8 varones, que se agrupaban en dos bloques iguales y del mismo sexo. Así, quedaba, el equipo de 8 mujeres y el equipo de 8 varones. Estos equipos debían elegir un nombre llamativo o marquetero y un líder que lleve, a su equipo, por la senda del éxito empresarial.
La trama del programa era que de los 16 participantes quedará uno que sería premiado con una cantidad exorbitante de dinero y un puesto de trabajo en una de las compañías de la persona que conduciría el programa. Quien conducía el programa era el presidente Trump con dos personas expertas en temas empresariales y que trabajaban con él en sus compañías. Además estas dos personas monitoreaban a los equipos para saber de los errores y aciertos de ambos. Todo un programa empresarial bien estructurado y enriquecedor. En cada programa se les daba un reto que debían cumplir al pie de la letra y el equipo que perdía tenía que buscar al responsable del por qué se perdió como equipo y Donald Trump decía: “Estás Despedido”. Esa famosa frase que lo hizo conocido por todo los EEUU.
Es bueno que sepan que los 16 participantes eran personas con mundo empresarial y académico. Salían de las mejores empresas y universidades, y allí, debían enseñar todo lo aprendido a lo largo de los años. Pero la cosa no era tan fácil como ellos se lo imaginaban, y sus maestrías, doctorados y experiencia, realmente, no servían de nada, porque solo sería un ganador y quien se quedaría a trabajar con el presidente Donald Trump.
En este programa se tendría en cuenta mucho de negociación, estrategia y sentido común para lograr pasar por todos los retos que se les iba poniendo, y difíciles, según iban pasando los días. Aquí se aprendía de costos, de ventas, de oratoria, de marketing, de manejo de equipos y personal, psicología, antropología, economía, ciencias abstractas. Los manejos de equipo eran fundamentales para lograr los objetivos que como equipo se proponían.
La planeación empresarial también era importante para cumplir los objetivos. El liderazgo se veía en cada programa y no siempre el líder era el que sobrevivía a los retos, pues, muchos de los líderes eran descalificados con el famoso: “Estás Despedido” que pronunciaban los labios de Donald Trump.
Cuando leí y luego me puse a ver los programas del presidente Trump me emocioné al saber que existen programas en otros países, y que gracias al internet, uno puede también aprender de empresas, pues, en nuestro país y sobre todo en Lambayeque tenemos muy paupérrima la programación en nuestra televisión. Y muchos cuestionarán que estas producciones son costosas pero yo les respondería que no es un obstáculo para producir algo así en nuestro país y en nuestro departamento.
Al saber de la existencia de esta producción hice un parangón y me apena mucho la calidad de programas que tenemos en nuestra televisión y eso hace que nuestro nivel vaya descendiendo progresivamente. El rol principal de los medios de comunicación, y que pocos medios lo cumplen, es educar a la población con casos que nos hagan conocer sobre muchos temas como empresas en este caso.
La réplica de “El Aprendiz” ya se ha hecho por México y España, creo que en Argentina también, y sería estupendo trabajar una producción parecida, o con el formato, en nuestro Lambayeque. Realmente no veo difícil esto y lo tomaría como un reto.
En Lambayeque existe una cantidad impresionante de emprendedores y empresarios que estarían dispuestos a participar, ya sea como protagonistas o auspiciadores, para lograr esta producción.
Programas de este tipo necesitamos en nuestra televisión que sería enriquecedor para todos aquellos que estamos inmiscuidos en la actividad empresarial.
Voy a estudiar la posibilidad de hacer algo parecido en Lambayeque.