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MARCANDO EL PASO: “FINA ESTAMPA†CELEBRA 28 AÑOS DE FUNDACIÓN

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1049

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Ex alumnos llevan el estandarte de la bandera chiclayana en Cusco, Mochumí, Pomalca y en el extranjero.

 

Enamorado de las tradiciones del Perú desde pequeño y varias veces campeón nacional y departamental de la marinera, ícono de la peruanidad, Carlos Ubillús Cervat decidió formar su propia academia de danzas folclóricas a la que bautizó como “Fina Estampa”.

 

Con la finalidad de reforzar las participaciones de un joven grupo de amigos bailarines en  las competencias locales y regionales se fundó la academia “Fina Estampa” el 14 de febrero de 1990, con Carlos Ubillús Cervat como director.

 

“Asumí la dirección con el apoyo de la comisión de padres de familia que hacían actividades para movilizarnos a los diferentes concursos que nos invitaban. Con el paso del tiempo un grupo de alumnos planteó la idea de bailar danzas folclóricas y me convencieron. Entonces nos aventuramos a practicar otro tipo de bailes, además de la marinera”, comenta. 

 

A partir de ese momento prepararon parejas de todos los niveles y participaron en competencias de marinera y tondero destacando en Chiclayo. Posteriormente concursaron en Trujillo, Lima y Cuzco.

 

Enamorados de la marinera fundaron el elenco artístico y desde entonces realizaron convocatorias. El número de competencias aumentó.

 

“Los chicos de ese entonces querían ponerle a la academia mi nombre, pero yo me opuse. Entonces la abuelita de uno de mis compañeros dijo que por mi forma de bailar parecía un caballero de “fina estampa”, otorgándole así un nombre a la organización. A la gente le gustó y así quedó”, señala.

 

Desde 1990 la agrupación ha obtenido distintos premios en concursos de marinera en todos los niveles: distrital, regional, nacional e internacional, logrados por la mayoría de alumnos.

 

“Cada pequeña presentación en los concursos nos permite avanzar más. Nuestra gente crece con el orgullo de representar a Chiclayo y creo que ese es uno de los premios más importantes. Es agradable ser partícipe en la formación de artistas y más aún saber que ellos triunfan con sus propias academias en Chiclayo, en el Perú y en el extranjero”, expresa. 

 

"En los siguientes años mis alumnos me acompañaban como profesores de las nuevas generaciones, de esta manera el trabajo se veía más respaldado y los jóvenes se desarrollaban y comprometían más con la cultura ", añade el director. 

 

Carlos Ubillús se inició en la marinera a los 8 años y a los 13 ya participaba en competencias. A los 14 años ganó su primer concurso, situación que le permitió desde muy temprano involucrarse con el mencionado baile. A los 16 comenzó a dar clases a sus amigos y a llevarlos a competencias. Así fue ganando experiencia y la confianza de los padres de familia que junto a él formaron la academia, cuando apenas tenía 19 años de edad.

 

El artista indica que en la temporada de verano suele tener mayor acogida por vacaciones escolares. Generalmente hay entre 200 a 250 alumnos. Durante el resto del año la concurrencia disminuye, pero continúan trabajando e incorporando a nuevos bailarines desde los 3 años hasta los adultos amantes de la marinera.

 

DIFICULTADES

“Dedicarse a la cultura es un trabajo esforzado, permanente y de identificación con lo nuestro. Representa atravesar distintas situaciones para estar presente en la actividad cultural. Mucha gente no valora el trabajo de los artistas, este implica ensayar a diario, armar los vestuarios, financiar nuestros viajes y demás. Todos esos gastos son asumidos por los que hacemos arte y nuestro premio es el aplauso y el reconocimiento del público”, explica. 

 

Añade que la cultura involucra política y la formación cultural las autoridades y menciona que existen profesionales “que no siempre dedican atención o esfuerzo a lo nuestro”.

 

“Necesitamos políticas culturales que se cumplan y no sean propaganda por campañas. Para todos los artistas es molesto que en cada campaña política los candidatos pongan fondos musicales de marinera o huaynos en sus discursos, ofreciendo lo que no cumplirán, pues bien sabemos que no hacen nada por los artistas locales”, remarca.

 

Resalta también que existen muchos jóvenes involucrados en la danza, pero también muchas agrupaciones que no pueden realizarse porque no hay recursos.

 

“He visto ensayar a niños, jóvenes y adultos en las calles. Hace falta un espacio de concentración para estos pequeños artistas en proceso. Las universidades útilmente son parte de esto, pues en sus planes de estudio está presente la difusión del folclor. Algunos colegios hacen lo mismo, pero allí queda todo esfuerzo y los jóvenes se desaniman y orientan su atención a otras actividades”, indica. 

 

LOGROS

Gracias a la marinera la agrupación ha recorrido las ciudades más importantes del país. Representando a Chiclayo también han viajado a México, Alemania, Bolivia, Ecuador y otros países.

 

 

“Tengo la alegría de afirmar que seguirán saliendo nuestros artistas a llevar en alto el nombre de Chiclayo por todo el mundo. Los campeones han salido de toda edad y categoría”, expone.

 

“Fina Estampa” cumplirá el 14 de febrero 28 años de vida artística. Ex alumnos que radican en el extranjero han confirmado su participación para realizar una celebración.

 

“Queremos retomar la organización de eventos culturales. Es un trabajo enorme y bastante sacrificado porque tocas puertas y no te atienden. Pocos dicen: ‘Es cultura hay que apoyar’. La cultura es algo muy difícil, pero hay que seguir luchando”, agrega.

 

Comenta que la satisfacción más grande de un artista es ver su trabajo puesto en escena y que trascienda.

 

“Es imperativo que los padres incentiven a sus hijos a hacer algo a favor de nuestro crecimiento cultural. Las danzas son una pequeña porción del folclor y su importancia es enorme”, dice.

 

ACTIVIDADES

“Fina Estampa es conocida por la difusión de la marinera, pero selecciono a mis mejores alumnos para formar un ballet folclórico. Este lo integran muchachos de 13 años en adelante y ellos se preparan en distintas danzas lambayecanas. Hemos hecho un estudio de las principales manifestaciones de la localidad y trabajamos para brindar un espectáculo ininterrumpido como el que realizamos el año pasado”, manifiesta.

 

Aprovechando el verano y la cantidad de gente joven, la academia planea ensayar en las playas todos los fines de semana de febrero y así realizar un circuito físico y rutinas divertidas para los alumnos. El objetivo es bailar marinera acompañados de una banda de músicos distinta cada semana y contagiar a los demás participantes de la peruanidad y el amor por el baile.

 

SUEÑOS

Una de las aspiraciones de Carlos Ubillús es dejar un importante legado para la marinera.

"Chiclayo tiene mucha historia con la marinera. Me gustaría que la población se contagié de ese espíritu, ame y viva este baile tan elegante”, acota.

 

“Actualmente sigo compitiendo. No solo soy un profesor, soy un bailarín en actividad. Nunca he dejado hacerlo y soy uno de los pocos profesores que aún se para en la pista a competir”, expresa.

 

En el concurso nacional de Trujillo ha ocupado el segundo y tercer lugar varias veces, aún le falta el máximo galardón. Sin embargo, ello no ha impedido que Ubillús Cervat continúe transmitiéndole a sus alumnos la idea de que competir es mejor que rivalizar.

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