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  • Jaime Ríos Burga señala que existe una severa polarización, marcada por ideologías, que no han permitido articular un proyecto país.
  • El titular de la orden profesional considera a la corrupción como un factor que ha corroído las relaciones sociales en el Perú.

Ha pasado casi una década desde que el último presidente en el Perú logró completar su mandato en el período para el cual fue electo. Desde entonces, la crisis política ha hecho que siete mandatarios lleguen a Palacio de Gobierno, agudizando otros problemas estructurales como el de la delincuencia. Así lo entiende Jaime Ríos Burga, decano nacional del Colegio de Sociólogos, que ve en la falta de un proyecto país una de las causas del elevado nivel de conflictividad que, desde luego, tiene causas históricas y estructurales.

En diálogo con Expresión, Ríos Burga reflexiona sobre la descomposición histórica del Perú y la concentración del poder en grupos clientelistas, cuya base se ha articulado en lo informal e ilegal. “La corrupción es un factor deestructurante que corroe todas las relaciones sociales”, refiere el sociólogo, quien trae a colación también a Alfonso Quiroz y su obra ‘Historia de la corrupción en el Perú’.

¿Cuál es la lectura que tiene el Colegio de Sociólogos sobre el nivel de conflictividad en el país?

El Colegio de Sociólogos tiene diferentes miradas, puntos de vista. Lo que diría es que lo que está sucediendo en nuestro país es un problema que tiene causas históricas, estructurales, pero también causas coyunturales. Y uno de los grandes problemas es nuestra falta de proyecto país con institucionalidades realmente estructurales, con verdaderas culturas organizacionales que piensen no en el corto plazo, sino que articulen un proyecto nacional global en todas sus políticas públicas, sectores, pero también con la empresa y la sociedad.

Nos falta un proyecto nacional con visión estratégica, pero que funcione de manera realista y cada vez más consensuada. Estamos asistiendo a una polarización, donde evidentemente prima la violencia en vez de los consensos.

Hasta antes de las elecciones del 2016 hubo una cierta primavera democrática, pero a partir del expresidente Kuczynski ningún mandatario ha podido culminar su mandato. ¿Qué ha pasado en esta última década en el país?

En los últimos años hemos asistido a un proceso en el cual la privatización del poder se ha articulado en base a lo informal e ilegal. No se resuelven construcciones de institucionalidades que afirmen un sentido de consenso verdaderamente estratégico nacional del país. Entonces, ¿qué pasa? Al absolutizarse los intereses privados, clientelistas, se pierde la idea de un consenso que una para desarrollar proyectos no solamente de políticas en sentido público, sino de empresa, sociedad, institucionalidades que articulen país. Y allí, la corrupción es un factor desestructurante que justamente corroe todas las relaciones sociales.

Sin embargo, la corrupción no viene de una década atrás, sino desde la génesis del país…

Sí, es un proceso histórico, como señala Quiroz. El proceso de la corrupción en el país tiene causas históricas, pero hoy, en la dinámica global del cambio, la privatización del poder, basado no en intereses de lo público social, -porque tú sabes que cuando nace la sociedad moderna el espíritu puritano protestante dice me hago rico, pero hago bien a mi pueblo- hace que ahora haya una privatización absoluta de los intereses, marcados por lógicas principalmente particulares llevan a profundos procesos de asimetrías y desestructuraciones sociales. Las sociedades que logren organizarse mejor en sus diferencias y en sus consensos, pensando en proyectos sostenibles de políticas sobre todo educativas, científico técnicas, de culturas organizacionales en todos los campos, tendrán una mejor calidad de vida. Y, en nuestro país, en ese sentido, falta ese consenso estratégico.

Entonces, en ese proceso de transición que se vive para las elecciones generales del próximo año, ¿qué se necesita? ¿Un presidente que pueda articular esos consensos?

Desde luego hay que buscar un diálogo, respetando incluso las diferencias en una unidad de consensos, no solamente mínimos, sino que articulen elementos claves en el cambio global, porque hoy día la interdependencia es tal que en todos los aspectos las soluciones no son como se pensaba en el siglo XX de la idea de un estado nación articulado en lo interno, ahora son interrelaciones entre lo público y lo privado y allí los modelos de sostenibilidad socioeconómica, sociopolítica y sociocultural tienen que articular justamente consensos desde lo local, territorios, las mismas dinámicas regionales, interregionales, en el diálogo y en el encuentro global, no solamente fronterizos entre nuestros países andinos, sino en la integración mundial.

No nos olvidemos que estamos en un proceso de bifurcación histórica de la unipolaridad y la multipolaridad. Y las sociedades que se posicionen de una manera trasversal en esas relaciones de una manera autónoma, pero también interdependiente positivamente en esas relaciones, pero con verdaderos proyectos de economía, sociedad, cultura en sus diversidades, serán las que tendrán mayores oportunidades en los mercados y, en el sentido, de su calidad de vida.

Si embargo, en ese ámbito de la articulación y generar consensos, se han formado solo tres alianzas políticas de cara a las elecciones. Todas las agrupaciones quieren ir con su símbolo propio y parece que formar alianzas es cada vez más complicado.

Claro, pero porque prima todavía en esta transición global del cambio una polaridad bajo una ideología de ‘yo gano y el otro no’. Y en esa visión nacional global nos falta articular esas relaciones con intereses globales positivos para construir encuentros económicos, sociales, de beneficios mutuos en la complejidad del cambio global porque -bien saben ustedes- que el cambio mundial nos está planteando nuevos escenarios para el Perú. Pero también nuestras relaciones no solamente con toda América, sino con Europa y África. Entonces, en esas nuevas articulaciones están surgiendo nuevos encuentros en todos los aspectos. Y allí nos falta articular eso también como proyecto país.

¿Cómo explicar la violencia en materia de inseguridad ciudadana?

Creo que es la estructuración de la descomposición histórica, no solo del Perú, sino de los países de América Latina. Veamos lo que está sucediendo en Colombia con toda la situación política. Esto obedece a unas lógicas de reestructuración y de encuentro entre los poderes clientelistas y mafiosos por un lado, y las dinámicas de profundas democratizaciones de actores en sus sentidos locales, regionales, nacionales y globales, que buscan encuentros de verdaderos procesos de democratización.

Sin duda, esa polarización obedece a unas concentraciones de poder que no van por la formalidad de lo público, sino que ven nada más sus propios intereses.

La honda delincuencia ha hecho que muchos añoren un Nayib Bukele en el Perú. ¿El ‘Proyecto Bukele’ es aplicable al país?

Nuestra estructura social es muy diversa en cuanto a población, pero hay un hecho que es real: las migraciones crean profundos cambios en las sociedades. Miren a Estados Unidos. Entonces, ¿cómo se articulan verdaderas soluciones en estos procesos? Con los criterios de autoritarismo. Claro que muchas condiciones tienen -coyunturalmente entre sus efectos- el resolver problemas críticos, pero en la realidad no articulan verdaderos procesos colectivos de democratización institucionalizados. Terminan en la idea del Leviatán de Hobbes, la del rey, el que domina y controla, y la grey, que es el pueblo sometido, pero en base a la violencia, lo cual no resuelve el profundo problema del cambio ‘inter-intracivilizatorio’ que se está viviendo. Cada vez las sociedades van a buscar y exigir verdaderos procesos de democratización. Y esos se van a dar en el contexto de sus propios actores, incluso desde lo local, lo regional, lo interregional, nacional y global. Allí está surgiendo un nuevo proceso profundo de cambio que es totalmente diferente de lo que ha sido el siglo XIX y XX.

+NOTICIAS:

  • Jaime Ríos Burga estuvo presente en la juramentación de la nueva junta directiva del Colegio de Sociólogos de Lambayeque, presidida por Florita Campos Baquedano.

DECANO NACIONAL DE SOCIÓLOGOS: “NOS FALTA UN PROYECTO NACIONAL CON VISIÓN ESTRATÉGICA”

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  • Ante la proximidad de las lluvias urge la limpieza de los canales, pero también un mejor uso de los mismos.
  • Desde la Comisión de Usuarios de Chiclayo piden que la municipalidad provincial apoye con la recolección de basura en la zona circundante a las acequias.

El último lunes, las viviendas de la urbanización Los Pinos de la Plata, en Chiclayo, se anegaron producto del desborde del canal Yortuque. De inmediato, los reflectores se pusieron en la Comisión de Usuarios de Chiclayo, encargada de realizar el mantenimiento de los canales para el correcto flujo del agua de uso agrícola. Un trabajo conjunto entre la municipalidad y los hombres de campo permitió liberar el atoro y que las familias vuelvan a la calma. Sin embargo, lo que se extrajo del canal no fue solo grava, arena y follaje, sino madera, colchones, muebles y diferentes sólidos.

Al respecto, el vicepresidente de la Comisión de Usuarios de Chiclayo, Félix Falen Sampén, advierte que estos canales seguirán colapsando si es que las municipalidades locales no apoyan con el recojo de la basura y concientizan a los vecinos sobre el correcto uso de los canales, que a la fecha se encuentran atiborrados de basura.

“Necesitamos llegar a un acuerdo con los vecinos, pero -sobre todo- con las municipalidades, que son las que deben apoyarnos. Hacer la limpieza de los canales es costoso. Hemos hecho un recorrido por Pulen, Yortuque y Cois y están pésimos, colmatados, llenos de puros descartables, de muebles, de desperdicios de animales. Exhortamos a las municipalidades a que nos apoyen con el recojo de la basura y también con los permisos de las edificaciones, porque todo el desmonte de las construcciones lo arrojan también al canal”, refiere Falen Sampén.

Canal Yortuque

El gerente de la Comisión de Usuarios, Christian Aguirre Rojas, indica que el día del desborde el canal Yortuque tenía un aporte de agua de 300 litros por segundo (200 litros de un riego programado y 100 más correspondiente al aporte de Chéscope), caudal muy por debajo de la capacidad total del canal que es de 1500 litros por segundo.

“Cuando me avisaron del desborde me comuniqué con el comité del canal para que me informen de la situación, porque en el punto de colmatación, a unos 200 a 300 metros, culmina el canal e inician otros dos que tienen sus compuertas: Juan Odoy y Escute. Lo primero que pensé es que esas compuertas se habían cerrado. Como ese sector es muy peligroso, hay gente de mal vivir, dije seguramente se robaron las cadenas y las puertas se cerraron, ocasionando el represamiento, pero los agricultores fueron a ver y no, estaban libres”, cuenta.

Fue así que los agricultores caminaron aguas arriba, a la zona del atoro, y lo que encontraron fue un tablón de más de dos metros que estaban cruzado y detrás de este un colchón y un sillón. Esa era la real causa del atoro, sumado a tecnopor, ramas y arbustos.

“Los agricultores que estaban de turno en el riego han llegado aproximadamente una hora y media después de la alerta del desborde y, así como estaban, sin botas, se han metido al canal para hacer la limpieza. No era solo una palizada, era un atoro por sólidos ajenos a la naturaleza del canal”, explica.

Mantenimiento

Christian Aguirre afirma que el mantenimiento a los canales que hay en la jurisdicción de Chiclayo se realiza todos los años, aunque reconoce que este no es suficiente, debido al alto costo que supone (un millón 200 mil soles, aproximadamente). Apunta que este mantenimiento se hace antes de iniciar la campaña mayor de arroz y se programa desde septiembre.

“Luego de que se aprueba en el consejo directivo lo sometemos a la asamblea, que es la máxima autoridad en una Comisión de Usuarios. El costo de mantenimiento se asume de la recaudación de la tarifa de agua, que se usa para el alquiler de maquinaria con la que no contamos, pero el resto lo paga el usuario. Y es complicado porque a los usuarios hay que explicarles cuánto se gastará en el mantenimiento del canal y luego dividirlo entre la cantidad de hectáreas. En Yortuque, por ejemplo, hay un promedio de 350 hectáreas. Este año cada usuario va aportar tres jornales y medio, es decir, 175 soles”, precisa, los cuales son aparte de elementos como carretillas, herramientas para el recojo y Equipos de Protección Personal.

Sin embargo, refiere que para un canal de la magnitud de Yortuque -y con los sólidos que arroja la población-. se necesita no solo un mantenimiento antes de iniciar la campaña mayor, sino también un calaboceo (corte de follaje) en febrero o marzo y luego dos mantenimientos más durante la campaña chica. Sin embargo, eso es complicado, pues el mantenimiento está condicionado al caudal que carga el canal y la capacidad de hectáreas a irrigar.

“Por ejemplo, en campaña chica no se siembran más de 50 o 60 hectáreas de pastos, una que otra verdura, camotes. Imagínense el costo que recaería en cada usuario para hacer un mantenimiento. Se tiene que ver el equilibrio”, señala.

Refiere que tampoco se puede prevenir con certeza la ocurrencia del desborde un canal, puesto que para ello se requiere de un personal constante las 24 horas, pero el caudal que se tiene no arroja los ingresos suficientes para su contratación. Precisa que solo en la campaña grande de arroz se contratan a vigilantes que están durante todo el día haciendo seguimiento al flujo del agua.

“Ahora hay un personal por turno, que va en la mañana y verifica. Es una debilidad que tenemos, pero es netamente por la falta de presupuesto”, explica.

Municipalidades

Aún así, el gerente de la Comisión de Usuarios de Chiclayo indica que ya se iniciaron los trabajos de mantenimiento en los canales Pulen Cerro y Pulen Arenal (de tercer orden), este miércoles arrancó la limpieza en el canal Cois y el lunes 4 de noviembre se iniciará con Yortuque.

Agrega también que, si bien la Comisión de Usuarios está obligada a realizar la limpieza del canal, tampoco cuenta con las condiciones de campo para realizarlo. Esto debido a la instalación de flores a lo largo del recorrido de los canales.

“Felicitamos a la municipalidad por sembrar plantas, poner arbustos, flores, eso desde el punto de vista paisajístico del ornato se ve muy bien, pero ¿dónde vamos a depositar los residuos que sacaremos de los canales? Hablamos de ese barro negro, de la arena de río. Desde ahora les comunicamos que deben ver la forma de darnos las condiciones de acceso para ingresar a limpiar. No queremos que después nos multen o nos digan que no recogimos. La municipalidad debe entender también cómo es la operación y el mantenimiento de los canales”, señala.

Añade que otro aspecto en el que requieren del apoyo de las municipalidades, tanto de Chiclayo, José Leonardo Ortiz y La Victoria, es en la disposición del personal de serenazgo para que le den garantías a los agricultores cuando realicen la limpieza.

“Vamos a ingresar a Pulén, Chilape, Tocnope, a Cois, pero los moradores no nos van a dejar limpiar. En la Cois tenemos más de un metro de barro, de aguas negras, de aguas residuales, de basura, todo eso tenemos que sacar al pavimento, pero cuando los vecinos ven que estamos en esa labor nos dicen, no lo saquen, déjenlo allí en el canal. Necesitamos del apoyo de las propias municipalidades con su serenazgo para que nos permitan limpiar”, aduce.

Finalmente, apunta que ya empezaron las lluvias en Chota y Cutervo, por lo que el recurso hídrico llegará a los canales y es necesaria la colaboración de todos los actores (Comisión de Usuarios, vecinos y municipalidades) para que este recurso hídrico discurra por los canales sin ningún tipo de afectación a la población.

“Escuché ese día a funcionarios de la municipalidad diciendo: ‘Utilicemos los canales’, ‘Tienen que estar preparados’. Está bien, lo entiendo. Van a tener que usar los canales porque primero está la población antes que mis agricultores, pero, ¿y después? ¿quién los limpia? Es nuestra obligación limpiarlos, sí, pero cuando usan los canales los dañan, los rompen, agarran maquinaria pesada y hacen grietas para evacuar sus aguas. Pero cuando pasa las lluvias ya que se la arreglen los agricultores, que lo arregle la comisión. Y cuando hay un desborde, allí sí tiene la culpa la comisión. Pongamos en una balanza quién aporta y quién no”, concluye.

+NOTICIAS:

  • En Chiclayo hay 101 canales, de los cuales ocho son de segundo orden (principales): Samán, Quefe, Benedicta, Tocnope, Chilape, Cois, Pulen y Yortuque.
  • En Chiclayo hay 211 kilómetros de canales, de los cuales 35 están revestidos.

SI SE SIGUEN USANDO COMO BOTADEROS: ADVIERTEN POSIBLE COLAPSO DE CANALES EN CHICLAYO

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Sandro Chambergo Montejo fue un periodista lambayecano de temple, pasión y entrega, cuya trayectoria marcó a una generación entera de comunicadores. Su vida profesional fue una demostración constante de disciplina, lealtad y compromiso con la verdad, valores que lo convirtieron en un referente del periodismo regional. A un año de su fallecimiento, este es nuestro homenaje a su memoria.

Nacido en una familia trabajadora y solidaria, fue hijo de don Raimundo y doña Manuela, quienes le inculcaron desde pequeño la fortaleza y el sentido del deber que lo acompañaron siempre. Su formación en el Colegio Nacional Nicolás La Torre de José Leonardo Ortiz fue el inicio de un camino guiado por la perseverancia. Su espíritu inquieto y participativo se manifestaba en cada desfile, en cada actividad, en cada desafío asumido con entusiasmo.

En su juventud, además del periodismo, cultivó otra de sus pasiones: el fútbol. Quienes lo conocieron recuerdan su carácter competitivo y su energía inagotable en la cancha, donde dejaba el alma junto a sus compañeros y amigos.

Labor periodística

Su carrera periodística comenzó en el Semanario Expresión, donde dio sus primeros pasos en la redacción y aprendió los rigores del oficio. Pronto su talento lo llevó a nuevos horizontes: trabajó en Correo, fue corresponsal de CPN y luego integró el Grupo El Comercio, donde durante más de una década formó parte del equipo macrorregional del diario Trome. Desde allí, se consolidó como un periodista ágil, preciso y siempre en busca de la noticia.

Su especialidad fueron las coberturas policiales. Sandro tenía un olfato particular para hallar la información antes que nadie, dominar los detalles de los casos más complejos y mantener la objetividad incluso en los escenarios más difíciles. Su ética profesional y su constancia le valieron el respeto de colegas y autoridades.

Más allá de su impecable labor, fue recordado como una persona noble, generosa y solidaria. Jamás negó ayuda a quien la necesitara y mantenía un sentido de responsabilidad inquebrantable en todo lo que hacía. Era también un hombre de familia, atento y cariñoso con sus hermanos —Rosa, Nelly, Lena, Luis y Enrique— y especialmente dedicado a su madre, con quien compartía una complicidad entrañable.

Su vida estuvo marcada por el amor al trabajo, la búsqueda del conocimiento y la superación personal. Estudió periodismo en la Universidad de Chiclayo y culminó su carrera con orgullo, obteniendo el título profesional y su incorporación al Colegio de Periodistas de Lambayeque. Ese logro representó la culminación de una etapa construida con esfuerzo y dedicación.

Sandro fue también un comunicador moderno, abierto a la innovación y a las nuevas plataformas. Su iniciativa digital La Página se convirtió en un espacio informativo con más de 130 mil seguidores, consolidando su liderazgo en el ámbito local y regional. Su estilo directo, su compromiso con la veracidad y su cercanía con la gente le ganaron el aprecio del público.

Amigo leal

Detrás del periodista había un hombre sencillo, alegre y de humor fino. Quienes compartieron con él en la redacción lo recuerdan por sus bromas, por su energía contagiosa y por su forma de animar el trabajo en equipo. Sabía corregir con firmeza, pero siempre desde el respeto y el cariño.

Su partida, el 26 de octubre de 2024, dejó un vacío profundo en la comunidad periodística lambayecana.

El recuerdo de Sandro Chambergo Montejo trasciende el tiempo. Fue un hombre que honró su profesión y que supo, desde su sencillez, construir un camino de coherencia, servicio y amor por la verdad. Su vida enseña que el periodismo, más que un oficio, es una vocación que se ejerce con el corazón.

SANDRO CHAMBERGO MONTEJO: EN MEMORIA DE UN GRAN PERIODISTA

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