Desde las comisiones de la Mujer y Derechos Humanos, y la de Asuntos Sociales, la municipalidad provincial, a través de la regidora Felipa Orosco Nuntón, ha emprendido la tarea de visitar los 20 distritos de Chiclayo para conocer la problemática de los mismos en torno a tres ejes fundamentales: mujeres, niños y adultos mayores.
La finalidad de estas visitas es conformar comités de madres en cada lugar para canalizar la ayuda de forma efectiva y así empoderar a la población en la defensa de sus derechos. Por lo pronto ya ha visitado, además de Chiclayo distrito, Lagunas y Monsefú, siendo José Leonardo Ortiz y Nueva Arica los próximos en la lista.
Menciona que estas visitan se realizan cada tres meses y para ello cuenta con el apoyo de los integrantes la Comisión de Asuntos Sociales, Carlos Montenegro Gonzales y Orlando Puell Varas.
“Todos somos iguales, nadie tiene por qué ser discriminado ni por sus semejantes ni por el mismo Estado. Debemos saber cuáles son nuestros derechos para poder reclamar y hacer escuchar nuestra voz. En lo particular, ser regidora me ha permitido conocer de cerca una realidad totalmente distinta a la que estamos acostumbrados en la ciudad”, sostiene.
MUJERES
La munícipe señala que uno de sus objetivos es ayudar a disminuir los índices de violencia, tanto física, sexual y psicológica, contra la mujer, empoderándolas para que tengan igualdad de oportunidades respecto a los varones.
Revela que los casos de violencia de los que toma conocimiento los deriva al Ministerio Público, ente con el que ya ha tenido una reunión para articular esfuerzos. Señala que en muchos casos las mujeres maltratadas no son debidamente atendidas en las comisarías o los Centro de Emergencia Mujer – CEM, para lo cual es importante que las féminas conozcan y hagan valer sus derechos.
Refiere que hace poco tuvo conocimiento de una joven, a la que se le ofreció trabajo como modelo y fue traída desde la selva a Chiclayo para que ejerza la prostitución. Acota que a la fémina la tenían amedrentada, pues la habían amenazado con hacerle daño a su hijo de aproximadamente cinco años, quien se encontraba en Trujillo.
“Lo lamentable del caso es que después de la intervención de las autoridades, al parecer a esta chica se le había hecho normal obtener dinero trabajando de esta forma y lo siguió haciendo. Entonces, me gustaría concientizar a las mujeres y capacitarlas para que sepan que existen otras formas de salir adelante”, asevera.
Apunta que, en el caso de las mujeres maltratadas, muchas veces estas soportan la violencia porque están sujetas al apoyo económico que les brinda su pareja para la manutención de la familia, lo cual también puede superarse si se les empodera para no depender de nadie.
“La ayuda psicológica es importante, pues a veces uno no entiende por qué las mujeres siguen al lado de quien las violenta, si al final eso repercute en los hijos. Estadísticamente un niño que proviene de un hogar violento tiene más posibilidades de ejercer la violencia cuando forme su familia”, asevera.
Según un informe de la Defensoría del Pueblo, durante el 2018 hubo en Lambayeque cinco feminicidios. En tanto, en lo que va del año, se registra un feminicidio, el de Jenny Elizabeth Monteza Mejía, quien habría sido presuntamente asesinada por su pareja sentimental.
En tanto, el Ministerio Público acogió más de 11 mil denuncias por violencia familiar en Lambayeque a lo largo del 2018.
ADOLESCENTES
En esa línea, apunta que empezarán a trabajar con las instituciones educativas para brindar charlas a las alumnas de cuarto y quinto de secundaria para tratar, sobre todo, la prevención del embarazo en adolescentes.
Refiere que las charlas no estarán orientadas a darles educación sexual, sino a concientizarles sobre el no quemar etapas, pues considera que los 15 años ninguna adolescente está preparada para ser madre.
“Vamos a ir con todo un equipo de los Centros de Emergencia Mujer, entre los que se incluyen psicólogas, para enseñarles a las niñas que la vida no es color de rosa y que embarazarse a esa edad genera un impacto negativo, al menos en el corto plazo, en el desarrollo, tanto de ellas como de sus bebés, pues a los 15 años es muy poco lo que ellas puedan enseñarle adecuadamente a un niño. Por lo general, terminan siendo los abuelos los que se quedan a su cuidado y eso no es lo ideal”, asevera.
Afirma que el embarazo a temprana edad acrecienta también la pobreza en la familia, pues las posibilidades de obtener un buen empleo sin haber terminado la educación básica regular son menores.
“Muchas veces también los padres se niegan a conversar de estos temas con sus hijas y ellas por desconocimiento buscan respuestas en lugares equivocados. Es imprescindible mejorar la comunicación en las familias”, indica.
NIÑOS
Por otro lado, Orosco Nuntón afirma que trabaja para combatir la trata de niños, pues en su labor como regidora ha conocido que muchos menores que trabajan vendiendo caramelos en las calles o limpiando los parabrisas de los carros no lo hacen por necesidad, sino porque son explotados por sus progenitores u otras personas.
Anota que en estos casos ya no solo se trata de alertar a los padres sobre la realidad, sino de educar a los niños para que no se dejen manipular por personas malintencionadas, por más que ellas pertenezcan a su círculo más cercano.
“Nosotros trabajamos con los niños, a través de juegos y cuentos. Yo soy madre de dos niños y trato de inculcarle a otras madres que hagan luego lo mismo con sus hijos, pues es la única forma en la que ellos entenderán los peligros a los que están expuestos”, asevera.
ADULTOS MAYORES
En cuanto a los adultos mayores, señala que está enfocada en trabajar con los comedores populares y comités de Vasos de Leche, para que a través de estos, las personas de la tercera edad en estado de abandono puedan acceder a un plato de comida.
“Los comedores deben ser para personas que verdaderamente lo necesitan, pero en la práctica terminan beneficiándose algunas personas que no tienen una real carencia. Además, estos suelen estar en el centro de la ciudad, imposibilitando el acceso a los ancianos de las periferias que no tienen qué comer”, anota.
Según cifras de la Federación Iberoamericana de Asociaciones de Personas Adultas Mayores – FIAPAM, en Lambayeque hay 133 mil 333 personas mayores de 60 años, de los cuales 92 mil 254 residen en Chiclayo, 30 mil 345 en Lambayeque y 10 mil 734 en Ferreñafe.
Manifiesta que, a través de todas estas acciones, a largo plazo se generará un desarrollo social que impactará también en el aspecto económico, pero para ello es necesario el compromiso de la población, principalmente de las madres, quienes integran los comités y serán los brazos articuladores.
“Quiero trabajar con gente que quiera salir adelante, que quiera trabajar y estudiar. Mi anhelo es conectarme con madres laboriosas que conformen comités perennes, que se dejen ayudar para que luego ellas también puedan ayudar a los demás”, menciona.
Finalmente, revela que si bien cuenta con el respaldo de la gestión municipal, estas visitas las solventa de su propio peculio, pues considera que este trabajo debe continuarse, independientemente de los próximos alcaldes que gobiernen la ciudad.
