Mientras escribo estas líneas son 17 los casos confirmados de coronavirus en el país. La Organización Mundial de la Salud – OMS, retrocedió en su postura inicial de no declarar a la enfermedad como una pandemia, en tanto se espera para este fin de semana la llegada de insumos para mil 500 pruebas que realiza el Instituto Nacional de Salud.

Como medida de emergencia, el gobierno nacional anunció la suspensión de las clases en las instituciones públicas y privadas hasta el próximo 30 de marzo, las universidades que aún no han empezado sus ciclos académicos evalúan medidas similares y se ha anunciado la asignación de 100 millones de soles al sector Salud y 165 millones para Educación. El objetivo es que este último pueda adquirir jabón, alcohol en gel y asegurar el suministro de agua en los servicios higiénicos.

Se habla de cancelar espectáculos públicos, como se ha decidido en Ayacucho, por ejemplo, con las celebraciones de la Semana Santa; también de informar oportunamente a Salud sobre los síntomas que se sienten próximos a una gripe.

De hecho, la habilitación de la línea gratuita del 113 está sirviendo de gran ayuda para mantener informada y orientar a la población. Sin embargo, existe aún gente irresponsable que la usa para realizar falsas alarmas.

Por otro lado, los laboratorios trabajan a toda máquina para encontrar una vacuna que pueda frenar el avance del virus. En China se ensaya con un medicamento para la neumonía, en España se ha visto mejoras en un paciente de 62 años al que le han suministrado medicamentos para frenar el VIH, mientras que Francia, Israel y otras potencias científicas siguen buscando una solución.

Ante todo ello lo más importante es mirar hacia lo menos complejo: el lavado de manos. Las autoridades sanitarias, en especial los epidemiólogos, señalan que esta es la medida preventiva más segura que toda persona puede realizar. No el uso de mascarillas, como se piensa generalmente.

Empero, mientras la atención nacional y mundial se concentra en el coronavirus, el dengue sigue acechando, principalmente en las comunidades rurales.

En Lambayeque se ha detectado, hasta el momento, 156 casos: 83 en Zaña y 73 en Íllimo. Las medidas de control sobre la propagación del vector no son menos importantes, por lo que es necesario que la población tenga presente que es recomendable evitar el uso de floreros, limpiar de manera correcta los depósitos de agua y emplear repelentes y mosquiteros para proteger, sobre todo, a los menores de edad.

Cierto es que la situación actual ha puesto los reflectores sobre nuestro precario sistema de salud, en el que existen enormes brechas e inequidades, sobre las que debe profundizarse el debate y la búsqueda de soluciones.

A inicios del 90, la epidemia del cólera dejó importantes aprendizajes, como, por ejemplo, la eficacia de la articulación para fines preventivos con las organizaciones de base y de primera respuesta. Para la historia quedó como testimonio que fueron las madres organizadas de los clubes populares, comedores y comités de vasos de leche las que ayudaron a la masificación del uso de sales y rehidratantes.

El coronavirus ha tomado, a unos más que a otros, por sorpresa. No es un secreto que países con un enorme potencial sanitario como Italia y España enfrentan una situación crítica, lo que demuestra la importancia que tiene la prevención, la infraestructura, el equipamiento y la capacitación del recurso humano cuando de salud se trata.

Confío en que la emergencia sanitaria se disipará pronto, pero ojalá esto sirva para que los gobernantes, en los tres niveles de gobierno, comprendan lo importante que son sus decisiones y la cautela escrupulosa de los recursos cuando se trata de la salud de la gente.

Por cada corrupto que hay en las obras de agua y desagüe, en la construcción de hospitales, en la contratación de personal asistencial o en la compra de medicamentos, hay cientos de peruanos vulnerables en situaciones como la actual. Que esta crisis sea una oportunidad para hacer mejor las cosas.