A inicios del año pasado los diferentes gremios de transportistas presentaron ante la Municipalidad Provincial de Chiclayo – MPCH, un pliego de 12 propuestas a ejecutar durante los primeros cien días de gestión del burgomaestre Marcos Gasco Arrobas, a fin de dar inicio a la solución de la problemática del tránsito y el transporte en la ciudad. Sin embargo, más de un año después, la administración edil no ha ejecutado ninguna de estas, según manifiesta el presidente de la Central de Empresas, Asociaciones y Operadores del Servicio de Taxis de Lambayeque - CEAOST – Regional, Juan Vásquez García.
Sumado a ello, el 26 de abril del año pasado se conformó la Comisión Consultiva de Transporte Terrestre y Tránsito, mediante la Resolución de Alcaldía Nº 445-2019/MPCH/A, la cual está conformada por los funcionarios competentes de la municipalidad, regidores del área, miembros de la sociedad civil y gremios de transportistas. No obstante, salvo una única reunión a inicios de año, la comisión no ha vuelto a sesionar.
Para Vásquez García, dicha situación ha hecho que la gestión edil intente aprobar ordenanzas municipales sin la previa consulta a los gremios involucrados, tal como el proyecto que buscaba declarar en emergencia el transporte público de Chiclayo, sobre el cual finalmente dio marcha atrás la administración municipal.
“Nosotros en el proyecto para los primeros cien días propusimos declarar en emergencia el área de tránsito y transporte, mas no el sector. El alcalde confundió las cosas y salió a decir que iba a declarar en emergencia el sector, para lo cual debería haber motivos de fondo que hagan imposible resolver la problemática como cuando se declara una emergencia por lluvias. De haberlo hecho el burgomaestre podría haber emitido normas a su antojo, lo cual era un peligro”, sostiene.
CARGA PROCESAL
El dirigente gremial apunta que uno de los argumentos del gerente de Desarrollo Vial y Transportes, Luis Farro Mori, para declarar en emergencia el sector era la carga administrativa que tenía el área, puesto que hay aproximadamente tres mil 500 expedientes en proceso.
Del total de expedientes, el 40 % corresponde a renovación de la Tarjeta Única de Circulación – TUC, conocida comúnmente como tarjeta de operatividad; mientras que del 60 % restante un 25 % a 30 % es por renovación de autorización de concesión. El resto corresponde a sustituciones y bajas y otros procedimientos.
Al respecto, anota que para ello basta con declarar en emergencia el área de tránsito y transporte, lo cual formaba parte de su pliego de propuestas e iba a permitir revisar la documentación y poner operativo el sistema, puesto que la entrega de la TUC debería durar máximo siete días, mientras que los trámites no más de 30, tal como lo señala la Ley Nº 27444 – Ley del Procedimiento Administrativo General.
“Según el Texto Único de Procedimientos Administrativos – TUPA, la renovación de la Tarjeta Única de Circulación es de aprobación automática, lo cual significa que no necesita informe técnico y legal, toda vez que en cinco días como máximo debería entregarse y en el extremo de los casos 30 días como señala la Ley 27444. En cuanto a la renovación de autorizaciones de concesión que se dan por cinco o diez años hay un problema, puesto que la MPCH interpreta mal la norma y muchas veces alega que los vehículos no reúnen el peso ni el cilindraje, cuando esos criterios aplican para los vehículos que por primera vez solicitan acceso al servicio, mas no para quienes desean renovarla”, manifiesta.
En la práctica, la emisión de la TUC puede durar entre año y medio o dos años, lo cual ha generado que muchos conductores reciban su tarjeta de operatividad y al mes siguiente deban volver a solicitar otra, puesto que el período de vigencia de esta es de tres años.
CENSO VEHICULAR
Por otro lado, refiere que en Chiclayo no se conoce la cifra exacta de vehículos que realizan los servicios de taxi, colectivo y camionetas rurales, pues no se ha realizado un censo vehicular, lo cual formó parte también del pliego de propuestas entregado a la MPCH a inicios del año pasado.
Indica que hay estimaciones de que en Chiclayo existen entre 30 mil y 32 mil taxis, de los cuales solo 12 mil serían formales. En cuanto a colectivos urbanos e interurbanos, refiere que hay un promedio de ocho mil a 10 mil.
“Creo que el censo no se ha realizado por falta de experiencia o desconocimiento. Cuando les entregamos nuestro pliego de propuesta les adjuntamos una cartilla con un formulario para que pudieran desarrollarlo, es decir, les dimos todo servido. Actualmente hay minivans de siete pasajeros que están prohibidas de hacer el servicio de colectivo, sin embargo lo realizan, ese tipo de cosas se podrían detectar con un censo”, manifiesta.
VENTANILLA ÚNICA
Asimismo, indica que otra de las propuestas ignoradas por la gestión edil es la implementación de la ventanilla única, sistema de digitalización que iba a permitir que los expedientes se presenten por Internet y a través del mismo se notifique al administrado cuándo debe recoger su tarjeta de operatividad o, en su defecto, su esquela de observación.
“Así evitamos el contacto entre los funcionarios y los solicitantes, lo cual también disminuiría la corrupción. Asimismo, se detectaría qué vehículos realizan el servicio de pasajero a bordo y cuáles delinquen”, asevera.
DESCONGESTIÓN
En tanto, advierte que desde la época de Arturo Castillo Chirinos y Miguel Ángel Bartra Grosso en que se crearon los anillos viales ya no ha habido ninguna modificatoria de los mismos, la cual es precisa ahora por el paso del tiempo.
“Antes los vehículos de transporte público ingresaban por Pedro Ruiz que era de doble sentido, por allí incluso pasaban los ‘Cristo Rey’. Los alrededores del Mercado Modelo eran tierra de nadie y todos tenían paraderos. Contra viento y marea incluso se sacó a las mototaxis de ese anillo, pero hoy hace falta otro reajuste, porque desde las 8 de la mañana hasta las 10 de la noche hay una serie de terminales y vehículos informales que han copado desde Sáenz Peña hasta Quiñones”, asegura.
Advierte que deben cerrarse los anillos viales y buscar un terminal terrestre para el transporte rápido de rutas interurbanas o, caso contrario, implementar rutas transversales que crucen la ciudad. Asimismo, afirma que el cuadrante de la ciudad debe agrandarse, de modo tal que ya no sea la Avenida Bolognesi el marco de referencia, sino Garcilaso o Chinchaysuyo.
ROTACIÓN DE FUNCIONARIOS
Por otro lado, señala que en la Gerencia de Desarrollo Vial y Transportes laboran más de cien trabajadores, cuando solo se necesitarían un promedio de 30. En efecto, su pliego de propuestas consignaba una reducción de personal, a fin de que el excedente sea capacitado para que se desempeñen como inspectores de tránsito.
Desde que inició la gestión de Marcos Gasco, por la citada gerencia han transitado tres titulares: Arquímedes Muñoz Zambrano, Segundo Soraluz Piñella y Luis Enrique Farro Mori, actual gerente.
“Hasta ahora no se ha hecho nada en la Gerencia de Desarrollo Vial, yo sería hidalgo en reconocer un trabajo, pero no lo hay. El primer gerente sí era especialista, conocía del tema; luego ingresó un ingeniero agrónomo que había trabajado con Luis Castañeda Lossio en Lima y ahora está el arquitecto Farro, a quien exhorto que nos diga cuál es su plan de acción para este año. Solo han parchado algunas pistas y han dejado huecos en otras tantas”, sostiene.
CONDICIÓN ECONÓMICA
Vásquez García comenta que antes un taxista recaudaba un promedio de 150 soles durante el día, con lo cual podía cubrir el costo del combustible y el pago al dueño del vehículo, quedándole una suma significativa de ganancia. Sin embargo, señala que hoy el oficio ya no es tan rentable, pues la oferta ha aumentado y el ingreso de ciudadanos venezolanos como conductores ha distorsionado el mercado.
“El chofer que conduce en un taxi alquilado debe trabajar primero para el combustible, que oscila entre 25 a 30 soles; luego debe sacar la cuenta para el dueño, que es aproximadamente 40 soles. Solo allí son 70 soles. Si quiere llevarse 20 soles a su casa ya no debe trabajar 12 horas, sino 18”, afirma.
El médico Francisco Muro Moreno partió a la eternidad el 16 de febrero, dejando como herencia una vida dedicada al servicio y con un alto sentido de consecuencia e integridad política.
Muro Moreno nació el 27 de abril de 1927, siendo Ferreñafe la tierra que lo acogió desde niño y con la que se identificó. Su padre fue el recordado médico Francisco Muro Pacheco, a quien emuló en su prédica de servicio social siempre hacia los más necesitados. Su madre fue la dama Juana Moreno Luna.
“Pancho” Muro, como era conocido, estudió la primaria en el Centro Particular ‘Ángel Díaz’ y la secundaria en el Colegio Nacional ‘Nuestra Señora de Guadalupe’, de Lima. Posterior a ello, viajó a la Argentina, donde estudió Medicina, graduándose en la Universidad Nacional de la Plata.
Entre 1956 y 1957 siguió sus estudios de especialización en Cirugía General en el Hospital Argerich, también de la Argentina.
VIDA POLÍTICA
A temprana edad abrazó el pensamiento de Víctor Raúl Haya de la Torre, convirtiéndose en militante del Partido Aprista Peruano – PAP, única agrupación política en la que activó, llegando a ocupar cargos como el de sub secretario general ente marzo de 1981 y marzo de 1983, y el de secretario de Organización, entre 1994 y 1997, a nivel departamental.
Su activismo político lo llevó al concejo provincial de Chiclayo como regidor, tras las votaciones de 1980. En 1983 postuló para alcalde de esta ciudad como representante del Movimiento de Bases Hayistas y en 1985 como diputado por el Frente Lambayecano Víctor Raúl.
En 1995 y el 2000 postuló al congreso de la República como representante del Partido Aprista y en el 2010 volvió al concejo de Chiclayo como regidor.
LABOR SOCIAL
El calificativo de “Médico de los pobres” se lo ganó por su trato humano y desinteresado, llegando a ofrecer consultas gratuitas a la población.
A la par de su carrera como médico y su participación en la vida política local, Muro Moreno fue un entusiasta dirigente deportivo, llegando a presidir al Club Juan Aurich de Chiclayo y al Atlético Porvenir. Siendo presidente del Juan Aurich logró la conformación de un equipo poderoso, que marcó la histórica goleada de 6-1 a Universitario de Deportes en Lima.
Como reconocimiento a su labor social y profesional, el Congreso de la República le confirió su Medalla de Honor en el grado de Oficial, acto celebrado en julio del 2009. Otro tributo recibido en vida fue la asignación de su nombre a una de las avenidas del distrito de Pítipo.
El presidente de la república, Martin Vizcarra Cornejo, visitó el martes último Lambayeque para supervisar el funcionamiento del servicio de agua para riego del canal Mochumí y anunció que en materia de reconstrucción se ejecutó la transferencia de 230 millones de soles adicionales al presupuesto de la región.
Durante su visita, el mandatario indicó que como parte de las acciones para promover el desarrollo de la agricultura familiar se viene estudiando un plan de infraestructura hidráulica y que el mejoramiento del canal de Mochumí es muestra de una de esas obras de importancia para el sector productivo que beneficiará a cerca de cinco mil familias.
En ese sentido, destacó que el mantenimiento del canal de riego se ejecutó con tecnología innovadora y resistente, pues al ser el agua muy escasa en el país, principalmente en la costa, se necesitan dos cosas: represarlas para lograr que en época de lluvias el agua no se pierda en el mar y crear canales que movilicen el agua a los terrenos agrícolas.
En consecuencia, mencionó la necesidad de que estas estructuras de conducción se encuentren en buen estado.
“Es crucial darle mantenimiento a los canales para que no existan filtraciones y el agua llegue completa a los sembríos.
AGRICULTURA FAMILIAR
Así, el mandatario hizo énfasis en la importancia de atender la agricultura familiar.
“No solo debemos impulsar la exportación, que genera progreso y rentas para el país, también debemos atender las necesidades del pequeño agricultor, cuyos cultivos van dirigidos al consumo de su familia y que solo los escasos excedentes los vende al mercado. Por ello, es importante hacer que esos excedentes que comercializa se incrementen y pueda lograr mayores ingresos económicos”, sostuvo.
De esa forma, ratificó su compromiso de trabajo descentralizado para atender de cerca las necesidades de los ciudadanos y en esa línea refirió que el 25 % de la población del Perú vive de la agricultura y, por tanto, el gobierno está emprendiendo acciones concretas para impulsar el desarrollo de ese sector “que estuvo abandonado por décadas”.
Indicó que al ser la agricultura un sector de suma importancia en el país se requiere de obras complementarias y que, específicamente, en el norte muchas de ellas son dirigidas a reconstrucción.
“El fenómeno El Niño del 2017 dejó numerosos estragos y para repararlos hemos realizado varias transferencias, la más reciente es de 230 millones de soles adicionales al presupuesto de la región Lambayeque”, indicó.
PROYECTOS DE MAYOR IMPACTO
Asimismo, respecto a los proyectos de mayor impacto y de solución integral definitiva, explicó que las obras se realizarán a través de la modalidad de Gobierno a Gobierno.
“Actualmente hay cinco países compitiendo en esta modalidad: EE.UU. Canadá, Reino Unido, Holanda y Francia, países que tienen tecnología de última generación y que están apostando por trabajar las grandes obras de reconstrucción aquí en Lambayeque. Serán obras de protección definitiva para los cinco ríos”, puntualizó.
Por otro lado, Martin Vizcarra hizo mención de la reactivación de Agrobanco, realizada el año pasado.
“Agrobanco es una institución muy importante para los agricultores y estaba quebrada, por eso, le dimos presupuesto y en reunión con el ministro de Agricultura hemos identificado que lo que está limitando el accionar de este banco son detalles de carácter administrativo que corregiremos”, explicó.
Además de supervisar el canal de Mochumí, el jefe de Estado estuvo presente en la entrega de obras de rehabilitación de las calles del distrito de Santa Rosa.
“Las obras de desarrollo es nuestro compromiso y para eso estamos trabajando de manera descentralizada. El Perú es muy grande y complejo. Desde Lima no se puede manejar el país. Uno tiene que salir para conversar con sus autoridades, para escuchar a la gente, sus necesidades y reclamos. Así podremos atender las necesidades reales de la población”, enfatizó.
El maestro Victorino Amaya Paiva cumple 96 años de vida, gran parte de ellos dedicados a su glorioso Colegio Nacional de San José, pues como director de la Banda de Músicos marcó el paso gallardo de miles de estudiantes que con afán y gratitud lo recuerdan. Por su trayectoria, la Casa Comunal de la Juventud le entrega la Condecoración al Intelecto Lambayecano “Guillermo Baca Aguinaga”.
Amaya Paiva nació en Sechura, Piura, el 23 de marzo de 1924. Sin embargo, se ha convertido en un chiclayano destacado por el aporte dado a las artes.
A lo largo de su vida ha recibido sendos reconocimientos, como aquel que lo declaró “Maestro del Milenio”, “Patrimonio Sanjosefino” o “Director Vitalicio de la Banda de Músicos del Colegio Nacional de San José”.
Durante 36 años trabajó en “El Coloso del Norte”, iniciándose bajo la mirada atenta y exigente del maestro Karl Weiss, en 1948.
En la revista “Presencia Sanjosefina” se cuenta que fue tal su trabajo que el egregio director del plantel Karl Weiss le dijo: “Usted ha coronado su labor con éxito, le agradezco su esfuerzo y le brindo mi aplauso por su dedicación con alma corazón y vida al glorioso San José”.
Entre sus lauros se destacan sus aportes como investigador, compositor, arreglista y folklorista.
Fue integrante de la Filarmónica de Lima, durante las temporadas de verano de 1961 a 1963, bajo la conducción del maestro Leopoldo La Rosa, también fue coordinador de grupos corales masivos en Lambayeque en la década del 70 y muchas veces jurado de concursos de música.
EL PRIMER DISCO
Victorino Amaya fue artífice del primer disco que la Banda de Músicos del San José grabó en el estudio Virrey en 1984, conteniendo memorables temas como “La pampa y la puna”, de Carlos Valderrama; “El plebeyo”, de Felipe Pinglo; “Silvia”, vals de Benigno Ballón Farfán y “La cumparsita”, tango de Gerardo Matos Rodríguez.
El disco presentó, además, “Canción de la juventud”, de Napoleón Miranda y Aurelio del Corral; la “Marcha de Bezanson”, el Himno Sanjosefino”, el “Himno a Chiclayo” y las composiciones “Inquietud” (polka), “¿Dónde estás?” (bolero) y “Chiclayana”, marinera, obras de Victorino Amaya.
LA FANFARRIA DE LAMBAYEQUE
Como maestro sanjosefino, Victorino Amaya trabó fuerte amistad con Guillermo Baca Aguinaga, quien dictaba los cursos de Historia, Geografía y Artes en el viejo colegio.
Dada la cercanía, Baca Aguinaga le confió la dirección de la Fanfarria de Lambayeque, agrupación musical y marcial fundada por este en julio de 1963 y conformada por jóvenes apristas, quienes hacían gala de sus dotes para la ejecución de instrumentos como las cornetas, cornos, tambores y címbalos.
Amaya Paiva, demostrando sus capacidades musicales, adaptó marchas alemanas y compuso varias piezas para ser entonadas por la fanfarria, única agrupación de su tipo.
HOMENAJE
Este 22 de febrero, con ocasión del Día de Fraternidad, fecha en la que se conmemora el natalicio de Víctor Raúl Haya de la Torres, Victorino Amaya Paiva, conspicuo militante aprista, recibirá el homenaje de la Casa Comunal de la Juventud, que ha tenido a bien otorgarle la Condecoración al Intelecto Lambayecano “Guillermo Baca Aguinaga”, en mérito a su trayectoria como formador de generaciones en la música.
Para dicho acto, la Fanfarria de Lambayeque llegará hasta su vivienda, donde se le impondrá el reconocimiento.