El 22 de febrero de este año Haya de la Torre habría cumplido 123 años, él murió a los 84 años. Luchó por transformar el Perú en pos de la justicia social y de una plena libertad democrática durante 65 años. No conozco ejemplo más señero en el Perú que el suyo y al amparo de su sombra crecieron varias generaciones que no tuvieron reposo para buscar paz, justicia y democracia para nuestra patria, era el APRA auroral. Hoy conviene hacer un balance de las bases ideológicas del Partido y lo que el APRA representa para el Perú actual.
El 22 de febrero de 1946 fue la primera celebración multitudinaria del onomástico de Haya de la Torre. La celebración se cumplió en el viejo Estadio Nacional y fue Manuel “Cachorro” Seoane quien propuso su instauración. En su “recado al corazón del pueblo” anunció que el “Día de la Fraternidad será este del natalicio de Víctor Raúl, para siempre, hasta que seamos polvo en camino hacia las estrellas”.
A partir de 1948 vendría una nueva etapa de clandestinidad y de persecución, entonces, la celebración se convirtió en un acto casi místico. Himnos en la cárceles, bocinas en las calles y antorchas en los cerros, burlando la vigilancia policial, hasta que en 1957 volvió a celebrarse con normalidad la festividad partidaria hasta nuestros días, sin embargo, es abismal la diferencia de la fraternidad en los tiempos de la persecución a la fraternidad desde cuando ostentamos el poder político, incluso en tiempos actuales donde se dice que el APRA ha cambiado, situación discutible. En mi caso, creo que el APRA no se ha adecuado a las circunstancias del mundo actual.
La vida y obra de HAYA revelan un trabajo constante, ininterrumpido de emancipación, rechazo de todo alienamiento y reconocimiento constante de la realidad, en un pragmatismo que nunca olvidó los principios doctrinarios que constituyen la base de la doctrina aprista desde 1924 y más concretamente desde la publicación del artículo What is the APRA? en Londres en 1926 y que paso a ser desde 1928 el primer capítulo del Antiimperialismo y el APRA. A esto agregaremos el estudio de su concepción Espacio-Tiempo-Histórico, sus trabajos sobre el mundo nórdico y su “Análisis del Estudio de la Historia “de Arnold Toynbee, con quien coincidía casi siempre en el esclarecimiento del desarrollo de la humanidad.
Napoleón Bonaparte señalaba: “La política no tiene entrañas”, en contraparte, Haya de la Torre señalaba: “La política sin corazón no es política”, y agregaba: “Una sociedad está formada por un conjunto de socios y asociados, y cada asociado es una persona humana”. Las estadísticas cambian permanentemente, las nuevas tecnologías suplantan a las antiguas, los líderes políticos surgen y desaparecen por las variaciones de las circunstancias de la realidad. Víctor Raúl, en esta misma línea dialéctica, sostenía en “El Antiimperialismo y el APRA” que el aprismo no es fin en sí mismo, sino medio para alcanzar objetivos de educación, de justicia social, de trabajo y de libertad.
Haya de la Torre se fue un 2 de agosto de 1979 con su señorío y su erudición, con su inmensa entrega a la nación. El pueblo de Chiclayo y la Fanfarria de Lambayeque nos haremos presentes en los actos de homenaje por el 123 aniversario del natalicio del peruano más importante del siglo XX. Reafirmaremos nuestra fe partidaria y nuestro compromiso de trabajar juntos por metas generosas que logren el bienestar y la felicidad de nuestro pueblo.