Pese a que el 31 de octubre la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo – UNPRG, mediante las resoluciones Nº 397-2019-CU y la Nº 398-2019-CU, retiró de su oferta educativa 14 maestrías y 23 programas de estudio, en aras de alcanzar el licenciamiento, la Superintendencia Nacional de Educación – SUNEDU, detalló que la casa superior de estudios solo ha alcanzado cinco de los 55 indicadores evaluados, manteniendo ocho de ellos en riesgo de ser desaprobados.
Actualmente solo hay una universidad pública a la que se le ha denegado el licenciamiento, San Luis Gonzaga de Ica, mientras que son siete las que están en proceso de obtenerlo. Estas son, en etapa de verificación presencial, la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, la Universidad Nacional del Callao, la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión y la Universidad Nacional Micaela Bastidas de Apurímac. En tanto, con revisión documentaria desfavorable está la Universidad Nacional Ciro Alegría de La Libertad, mientras que en plan de adecuación requerido la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo.
Por lo pronto, la UNPRG mantiene el estado de ‘Plan de adecuación requerido’, el mismo que según la jefa de la Oficina de Calidad Educativa y Acreditación Universitaria, María Vásquez Pérez, debe presentarse como máximo el 3 de enero próximo.
SALVATAJE
Ante el inminente riesgo de que más universidades públicas no alcancen el licenciamiento, el Ministerio de Educación – MINEDU, aprobó el Decreto Supremo Nº 016-2019-MINEDU, del 19 de octubre del 2019, a través del cual se consintió la implementación de un plan de emergencia para el cumplimiento de las condiciones básicas de calidad por parte de las casas superior de estudios con licencia institucional denegada.
Dicho plan consiste en que el MINEDU conforme una comisión técnica en un plazo máximo de diez días después de haber sido publicada la denegatoria de la licencia institucional, a fin de dar inicio a la implementación de acciones de evaluación y seguimiento, para que en un plazo máximo de 45 días contados desde la recepción de la información requerida a la universidad, se evalúe el estado de la misma y se elabore un plan de emergencia para alcanzar las condiciones básicas de calidad. Dicho plan que deberá ser ejecutado en máximo doce meses desde su aprobación y antes del cese de actividades previsto por la SUNEDU para las universidades que no alcancen el licenciamiento, el cual es de dos años.
INDICADORES FAVORABLES
Según la SUNEDU, la UNPRG ha cumplido con acreditar cinco indicadores favorables. Estos son los referidos a la primera condición básica de calidad: Existencia de objetivos académicos, grados y títulos a otorgar y planes de estudios correspondientes. Aquí la casa de estudios registra como favorable el primer indicador, el cual está referido a la existencia de objetivos institucionales definidos, y el tercer indicador, el cual está relacionado a la existencia de un documento normativo que regule las modalidades y los requisitos para la obtención de grados, títulos y programas de estudios.
Consigna además como favorable el indicador 38 de la cuarta condición básica de calidad, la cual estipula tener líneas de investigación a ser desarrolladas. Para lograr este punto la UNPRG acreditó poseer un registro de proyectos de investigación en proceso de ejecución.
Además, en la sexta condición básica de calidad, Verificación de servicios educacionales complementarios básicos, la UNPRG alcanzó los indicadores 44, 45 y 46, referidos a la existencia de servicios sociales disponibles para los estudiantes, tales como bienestar social, estudiantil, programas de voluntariado, entre otros; la existencia de servicios psicopedagógicos disponibles para todos los estudiantes; y el contar con servicios deportivos en al menos tres disciplinas.
INDICADORES EN RIESGO
En tanto, la UNPRG mantiene en riesgo ocho indicadores. De la primera condición básica de calidad son el 4, referido a la implementación de sistemas de información que brinden soporte a los procesos de gestión económica y financiera, gestión docente, matrícula y registro académico; el 6, relacionado a contar con información sobre los procesos de admisión de los ingresantes, según modalidades de ingreso por periodo académico; y el 8, concerniente a contar con un área de gestión de la calidad.
Asimismo, mantiene en riesgo cuatro indicadores de la segunda condición básica de calidad, Infraestructura y equipamiento adecuado al cumplimiento de sus funciones (aulas, bibliotecas, laboratorios, entre otros). Estos son el 21, 22, 23 y 24, los cuales están referidos a la disponibilidad del servicio de agua potable y desagüe, energía eléctrica, líneas telefónicas e internet de banda ancha requerida para la educación superior universitaria, respectivamente.
Del mismo modo, mantiene en riesgo el indicador 52 de la séptima condición, Existencia de mecanismos de mediación e inserción laboral, la cual está referida a contar con una plataforma virtual de la bolsa de trabajo y el registro de actividades orientadas a la mejora de la inserción laboral, tales como cursos, talleres, seminarios, programas, entre otros.
INDICADORES DESFAVORABLES
Por otro lado, dentro de los 30 indicadores desfavorables destacan los relacionados a la primera condición básica de calidad. Aquí no acredita cumplir con el 2, 5 y 7, los cuales consisten en contar con planes de estudio para cada uno de los programas de pregrado y posgrado, la existencia de un documento normativo que regule los procesos de admisión, y un plan de gestión de la calidad o mejora continua orientado a elevar la calidad de la formación académica.
Al respecto, la SUNEDU encontró que el Consejo Universitario aprobó el plan de estudios de la maestría en Ciencias, Gestión e Inocuidad de Alimentos de la Facultad de Ingeniería Química e Industrias Alimentarias – FIQIA, sin que antes el mismo consejo de facultad lo haya aprobado.
Similar situación detectó en maestrías de la Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Contables y la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. Asimismo, el órgano rector encontró que en la maestría de Ciencias con mención en Microbiología y en la de Odontología, los créditos no coinciden con lo señalado en su plan de estudios. O en la segunda especialidad de la Facultad de Enfermería, la cual consigna una duración de dos años, pese a que su plan de estudios estipula que son tres.
En cuanto a la tercera condición básica de calidad sobre infraestructura y equipamiento adecuado, la UNPRG registra como desfavorables los indicadores 17, 19, 20, 17, 28, 29 y 30. Estos consisten en tener locales propios o alquilados, bajo cesión de uso o algún otro título, de uso exclusivo para su propósito; contar con un reglamento interno de seguridad y salud en el trabajo; contar con estándares de seguridad para el funcionamiento de los laboratorios; tener talleres y laboratorio propios, de conformidad con el número de estudiantes, actividades académicas y programas de estudios; laboratorios equipados; ambientes para los docentes en cada local; y la existencia de un presupuesto y plan mínimo para su mantenimiento.
Respecto a estos indicadores, la SUNEDU detectó, entre otras deficiencias, que el local del Centro de Idiomas no cuenta con las condiciones adecuadas de seguridad de uso y mantenimiento, que una de las rutas de evacuación (escalera) del Centro Preuniversitario estaba bloqueada, que en la Oficina de Control Patrimonial funcionaban dos laboratorios de Bioquímica, la falta de extintores vigentes en la mayoría de laboratorios y talleres, etc.
Además, la UNPRG registra como desfavorables siete indicadores (31, 32, 33, 34, 35, 36 y 37) de la cuarta condición básica de calidad sobre líneas de investigación. No acreditó tener procedimientos para fomentar la investigación y la existencia de un órgano universitario de investigación, cuyo responsable tenga el grado de doctor; presupuesto asignado para la investigación, equipamiento, personal y otros; tener un Código de Ética para la investigación; políticas de protección de la propiedad intelectual; contar con un padrón de docentes registrados en el Directorio Nacional de Investigadores e Innovadores – DINA; y tener un registro de documentos de investigación y repositorio institucional.
Además, incumple los indicadores 39, 40, 41 y 42 de la quinta condición básica de calidad, Verificación de la disponibilidad del personal docente calificado con no menos del 25 % de docentes a tiempo completo. Estos están referidos a tener docentes incorporados a la docencia universitaria con fecha posterior a la entrada en vigencia de la Ley Universitaria que cuenten con el grado de maestro o doctor; tener mecanismos para regular los procedimientos de selección, evaluación y ratificación de los docentes; así como capacitación de los mismos.
Asimismo, los indicadores 43, 47, 48, 49 y 50 de la sexta condición, Verificación de servicios educacionales complementarios básicos; los indicadores 51, 53 y 54 de la séptima condición, Existencia de mecanismos de mediación e inserción laboral; y el indicador 55 de la octava condición, Transparencia.
En noviembre de presente año, el Hospital Almanzor Aguinaga Asenjo, de la Red Asistencial de EsSalud Lambayeque, realizó dos trasplantes de médula ósea con los que completó los 50 trasplantes en los cinco años que viene funcionando la Unidad de Trasplante de Médula Ósea en el norte del país.
De esta manera Fausto Rubén Escobedo Tirado de 48 años y César Martín Tamayo Berreto de 58, cambiaron su vida. Ambos fueron diagnosticados con mieloma múltiple (cáncer a la sangre) en el 2017; y el 15 de noviembre recibieron trasplante de médula ósea en el Hospital Almanzor Aguinaga.
“Me enteré que tenía la enfermedad cuando sin hacer mayor esfuerzo me rompí una vértebra y el dolor de huesos se fue intensificando. Acudí a varios médicos particulares, pero no lograron diagnosticarme, hasta que di con el doctor Pedro García de EsSalud y desde entonces él me ha guiado en este proceso, luego fui al Hospital Edgardo Rebagliati para completar la primera fase del tratamiento y finalmente en Chiclayo, el doctor Pedro Arauco realizó el trasplante”, narró Fausto Rubén Escobedo.
Similar es la historia de César Martín Tamayo quien fue diagnosticado en EsSalud.
“Yo siempre estaba cansado, cualquier esfuerzo me agotaba y por insistencia de mis hijos acudí al hospital Víctor Lazarte. Tenía 6 de hemoglobina y por ello me hicieron varios chequeos y me refirieron al hospital de alta complejidad Virgen de la Puerta con el doctor Pedro García, quien me hizo una prueba de médula y confirmó la enfermedad. (…) Me estoy recuperando muy bien, los medicamentos no me han causado efectos secundarios y he podido comer con normalidad. Creo que el estado de ánimo influye bastante en el resultado. Yo siempre estoy de buen ánimo”, contó sonriendo.
EL PROCESO DEL TRASPLANTE
Cuando se trata de patologías oncológicas el paciente debe recibir varios ciclos de quimioterapia y luego determinar si puede recibir un trasplante. Posteriormente se extraen sus células, se congelan y preservan, para luego realizar el procedimiento.
“Existen dos tipos de trasplantes: autólogo cuando se trata al paciente con sus mismas células madre, y el alogénico cuando recibe células de un donante familiar o de un banco de médula”, explicó el médico hematólogo Pedro Arauco Nava, coordinador de la Unidad de Trasplante de Médula Ósea del Hospital Almanzor Aguinaga Asenjo.
El Almanzor Aguinaga Asenjo es el único centro hospitalario del norte que cuenta con la Unidad de Trasplante de Médula Ósea, la cual está acreditada por la Dirección de Trasplante de Órganos y Tejidos del Ministerio de Salud.
EXPERIENCIA EN TRASPLANTES
El 12 de diciembre del 2014 se realizó la primera Infusión de Células (trasplante); y este año, la unidad alcanzó los 50 trasplantes autólogos.
En el hospital de la seguridad social se realizan intervenciones a pacientes con mieloma múltiple y linfomas no Hodgkin (tipo de linfoma); así como, con enfermedad de Hodgkin.
Por su parte, la licenciada Yrma Lobatón Coronado, jefa del Servicio de Oncología y Especialidades Médicas, enfatizó que el cuidado con los pacientes es sumamente alto, debido a la vulnerabilidad de su sistema inmune.
“Los pacientes que reciben trasplante deben volver al hospital semanalmente y luego de manera mensual, hasta que el médico corrobore de que la recuperación es completa”, explicó.
Bajo el carisma de la Orden de los Agustinos Recoletos - OAR, en la Parroquia Nuestra Señora de la Consolación funcionan cinco comunidades juveniles con distintos apostolados. Unas están dedicadas a la realización de retiros y jornadas, otras a las proyecciones sociales y otras a la formación de catequistas. Dentro de estas últimas se encuentra ‘Mártires de Motril’, un grupo de jóvenes que hace 10 años sirven en los distintos niveles de catequesis, aportando en la misión de la Iglesia Católica de llevar el evangelio a todas las personas.
Este grupo de jóvenes adopta el nombre de la comunidad de frailes agustinos recoletos de Motril, ciudad española de la provincia de Granada, que durante la guerra civil española fueron perseguidos por causa de la fe, muriendo ocho de ellos entre el 25 de julio y 15 de agosto de 1936.
INICIOS
Julio Benavente Vera, coordinador de la comunidad, cuenta que el grupo surgió el 13 de diciembre del 2009, a raíz de la inquietud de un puñado de 13 jóvenes que habían realizado su confirmación aquel año en la parroquia y deseaban seguir perseverando.
Apunta que tres catequistas de aquel entonces: Miguel Sánchez Reyes junto a Luis y Cecilia Vásquez Monja, asumieron las riendas de la comunidad con el objetivo de consolidar un grupo de jóvenes que se formen en la doctrina social de la iglesia y pudiesen servir más adelante en los distintos niveles de catequesis de la parroquia a la que pertenecían.
ACTIVIDADES
Benavente Vera refiere que si bien son pocas las personas que perseveran activamente desde el 2009, ya sea por motivos de trabajo, familia o estudios, el grupo ha ido nutriéndose cada año de nuevos jóvenes, lo que ha permitido su permanencia a lo largo de la década.
Explica que además del servicio en las catequesis de iniciación cristiana, primera comunión, perseverancia y confirmación, como grupo han realizado otras actividades, tales como viajes para ver al Papa Francisco: uno en el 2013 a Brasil con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, a Ecuador en el 2015 y a Trujillo el año pasado.
Refiere que también han tenido la oportunidad de apoyar en jornadas y retiros espirituales, realizar proyecciones sociales en diferentes distritos de Lambayeque y participar de los encuentros juveniles que se realizan a nivel diocesano.
TESTIMONIOS
“Todo comenzó en diciembre del 2015. Recién había terminado mi confirmación e integraba una comunidad provisional, después de la cual íbamos a decidir con mi grupo si seguíamos juntos o recalábamos en una ya existente. Había optado por esta última opción, pero el día en que debía presentarme a la comunidad que había elegido me quedé dormido y no asistí. Entonces un amigo mío que ya perseveraba en Mártires me animó a unirme a su comunidad. Recuerdo que llegué justo el 13 de diciembre, fecha en que los chicos celebraban su sexto aniversario. Vi a un grupo de personas que se trataba como una familia, así que decidí quedarme allí”, relata Julio Benavente, quien tenía entonces 19 años.
Cuenta que allí descubrió al servicio como su vocación, pues en cada actividad del grupo estaba presto a ayudar. Fue así que en el 2017 sus hermanos de comunidad lo eligieron como coordinador.
“He pasado muchos momentos con ellos. Destaco de estos el viaje a Trujillo para ver al Papa Francisco, uno a Cajamarca para participar de un encuentro entre diócesis y un retiro interno que realizamos. Para mí Mártires es como mi segunda familia y justo este mes Dios me demostró que elegí el lugar correcto, pues falleció un familiar mío muy cercano y mis hermanos de comunidad estuvieron conmigo en todo momento”, sostiene.
Por su parte, Francesca León Elías cuenta que su experiencia en Mártires de Motril inició en el 2013, tras haber realizado su confirmación el año anterior.
“Esta travesía inició porque mi catequista me inspiró a servir en el área catequética y, ya que era requisito para ello formar parte de una comunidad, decidí ingresar a Mártires que era justo a la cual pertenecía ella. Para mí ser mártir no es solo sentarse a escuchar un tema, son todas las risas y momentos compartidos. Las amanecidas que hemos tenido preparando alguna jornada o un retiro, las ocasiones en las cuales hemos ido a consolar a un hermano triste, las oraciones en cadena que realizamos cada día, etc. Como grupo hemos pasado por momentos difíciles, pero como dicen, dios da batallas a sus mejores guerreros”, sostiene.
Por su parte, José Medina Carrión apunta que su forma de llegar al grupo fue un poco distinta, pues él en un inició perteneció a otra comunidad, gracias a la cual formó parte de la catequesis del 2016, pero tras algunas discrepancias al interior de ella, decidió cambiarse.
“Al inicio fue difícil porque me sentía como el nuevo de la clase, pero poco a poco fui entrando en confianza. Cuando empecé la universidad dejé de asistir, pero recuerdo que mis hermanos siempre me escribían y se preocupaban por mí, lo cual me animó a volver a perseverar. Ser mártir se resume en formar parte de una familia por y para Dios. Aquí aprendí que –como dice Jesús- no hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Estoy convencido que todo lo hecho ha sido para mayor gloria suya”, sentencia.