La mascota del cabildo
camina que da tristeza
ya no lo cuida su alteza
a mí me tiene afligido.
Es el perro del alcalde
que viene lleno de sarna
como su amo mal gobierna
no queda agua en el balde.
Se enfermó por las basuras
pues ya no hay lugar limpio
lo mecen en un columpio
los electos caraduras.
Pobre perro tan enfermo
le dicen perro “ciudad”
mueve el rabo de amistad
aunque necesita suero.
Se rasca y se rasca tanto
que su cuerpo esta desecho
todo su ser es afrecho
pero es su dueño un espanto.
Deambula por la plazuela
pesa un ciento de quintal
a puertas de un hospital
le dio un pan una abuela.
Escóndanse todos a prisa
¡Es el perro del alcalde!
Que viene haciendo alarde
de su sarna insumisa.
Por los desagües abiertos
en el centro colapsados
por ratas en los mercados
su salud es un tema incierto.
Pobre perro, como llora
anda pidiendo cien días
para ver si por porfías
consigue una aplanadora.
¿Aplanadora? ¿Por qué?
Por los cerros de inmundicia
las sarnas y la malicia
te elegimos ¿para qué?