El Colectivo #NiUnaMenos – Lambayeque desarrolló una concurrida conferencia informativa con la participación de diversos profesionales nacionales y locales con el objetivo de generar consciencia sobre en la defensa de los derechos de género, como parte de las actividades programadas por el Día de la No Violencia contra la Mujer.
Karla Díaz, representante de la ONG Flora Tristán, quien llegó a Chiclayo para participar del foro, señala que la violencia en el país, aun cuando es un problema general, afecta con mayor incidencia a las niñas, adolescentes y adultas, de manera diferenciada por su edad, por la etnia a la que pertenecen o por su nivel socioeconómico.
“Es importante que en el marco del Día de la No Violencia contra la Mujer, que es de rememoración, de lucha global, se retome esto, vuelva al debate público, porque se trata de un tema de justicia social y de derechos humanos. La liberación de las mujeres, el fin de los feminicidos, de la violencia sexual, del acoso, de la brecha salarial, de la feminización de la pobreza, no solo va a beneficiar a las mujeres, sino que también nos dará una nueva sociedad”, destacó.
MARCO LEGAL
Desde julio pasado, después de 23 años, el Estado Peruano cambió la normatividad y reglamentó la Ley de Violencia de Género, que se había promulgado en noviembre del 2015. Asimismo, se aprobó el Plan Nacional contra la Violencia de Género 2016-2021.
Sin embargo, pese a existir un nuevo marco legal, es poco lo que se ha podido avanzar al respecto – según señala Karla Díaz -, porque no se definen aún las competencias de las instituciones estatales y tampoco se asignan los recursos necesarios. Un ejemplo es lo que sucede con los Centro de Emergencia Mujer – CEM.
“La norma es un hito porque por primera vez tenemos una norma que menciona a la violencia de género como tal, antes teníamos una norma que hablaba de violencia familiar. Todavía la ley tiene un enfoque familiarista, porque la violencia machista se exacerba más en los espacios privados como las relaciones de pareja, por ejemplo. La ley es muy importante, muy completa, pero nos falta presupuesto”, anotó.
Comenta que luego de la marcha nacional #NiUnaMenos, realizada el 13 de agosto pasado, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables decretó sus medidas para los primeros cien días y hasta el momento no ha logrado concretar ninguna que signifique el incremento de recursos.
“Los Centros de Emergencia Mujer, que dan asesoría legal y psicológica, no funcionan las 24 horas y los siete días de la semana. A nivel nacional solo hay cinco locales que tienen esta característica, como si la violencia contra la mujer tuviera horarios en el resto del país”, expuso.
Añadió que otra necesidad urgente es la creación de fiscalías especializadas en violencia de género, porque de acuerdo a la nueva ley en un plazo de 24 horas se debería capturar al agresor, pero el Ministerio Público por su carga no se dará abasto para atender la cantidad de casos que a diario deberán reportarse en cumplimiento de la norma.
#NIUNAMENOS
La representante de la ONG Flora Tristán resaltó el nivel de participación de la ciudadanía en la manifestación realizada en agosto pasado, considerándola de histórica.
“Ni siquiera la marcha de los Cuatro Suyos aglutinó a tal cantidad de gente, familias enteras salieron a marcha apoyando la causa para acabar con la violencia contra las mujeres. Sin embargo, lo lamentable es que esto no ha significado que el Ejecutivo destine mayores recursos a la prevención y sanción, o a la aplicación del Plan de Igualdad de Género, que en el 2015 ni siquiera fue ejecutado en su totalidad”, mencionó.
Agregó que otros documentos que tampoco son atendidos con prioridad son: el Plan de Seguridad Nacional, que también tiene un enfoque de género, al igual que recientemente aprobado plan nacional para erradicar y sancionar la violencia contra las mujeres.
“Los gobiernos locales y regionales también están obligados a implementar medidas contra la violencia, sin embargo la ley no señala el seguimiento que se debe dar a estas exigencias. La solución al problema de la violencia pasa más por un cambio cultural. Mientras no se dé el cambio de mentalidad, de subjetividades entre la gente; mientras no se tome consciencia, mientras los varones no retrocedan en sus privilegios y las mujeres no se empoderen, las leyes no serán suficientes”, aseveró.
Finalmente, dijo que si bien la violencia sexual, física y psicológica son los tipos más conocidos, existen otras formas como la económica y política que también tiene alta incidencia en el país y que merecen ser rechazadas y combatidas con severidad.