El obispo de la Diócesis de Chiclayo, monseñor Robert Prevost Martínez, participó de un conversatorio con diferentes medios de comunicación de Lambayeque en el que trasmitió el mensaje del papa Francisco, líder de la iglesia Católica, sobre el rol que los periodistas cumplen en el desarrollo de la sociedad y la necesidad de un ejercicio profesional íntegro y respetuoso.
“El papa Francisco ha destacado que el periodista juega un papel de gran importancia y al mismo tiene una gran responsabilidad, porque de alguna manera, en palabras de él, el periodista escribe el primer borrador de la historia. Creo que ese concepto es muy interesante y merece una reflexión cívica. Lo que los periodistas escriben son documentos que quedan para el futuro y que serán fuentes de conocimiento, de reflexión y estudio para generaciones futuras. La manera de expresarse, la selección de palabras e ideas, la veracidad y autenticidad del mensaje que publican sirve, como dice el papa, como el primer borrador de la historia”, señaló el vicario católico en Lambayeque.
Prevost Martínez destacó lo dicho por Francisco, quien asegura que conforme los tiempos cambian, cambia también la forma de hacer periodismo.
“Tanto los medios de comunicación impresos como la televisión pierden relevancia con respecto a los nuevos medios del mundo digital, especialmente entre los jóvenes. Pero los periodistas siguen siendo una piedra angular, un elemento fundamental para la vitalidad de una sociedad libre y plural”, dijo.
LA VERDAD
Añadió que los periodistas deben tener tres pilares en su trabajo diario: amar la verdad, que significa no solo afirmarla, sino también vivirla, atestiguándola con el trabajo. “La cuestión es si se es o no honesto consigo mismo y con los demás. San Agustín decía que era importante buscar la verdad y jamás quedarse satisfecho con la mitad de ella, y menos con vivir en la mentira o en el engaño”, señaló el obispo.
“En la vida no todo es blanco o negro, también en el periodismo entonces. Un periodista tiene que ser capaz de discernir entre los matices de gris, entre los acontecimientos que se van a contar. El papa nos dice que rara vez son los resultados de una dinámica clara, donde se reconoce sin ambigüedades quién está equivocado y quien tiene razón. A veces el enfrentamiento nace por la dificultad de síntesis entre las diferentes posiciones, este es el trabajo difícil y necesario que realiza al mismo tiempo un periodista: llegar lo más cerca posible a la verdad de los hechos y no decir o escribir algo que en consciencia sabe que no es cierto”, comentó.
La autoridad eclesiástica señaló que es importante que los periodistas se examinen en el criterio de la verdad y en cómo pueden llegar a ella, reconociendo, como dice el papa, que no hay nada absoluto.
“Muchas veces se trata de cuestiones de interpretación, pero no podemos anteponer nuestra interpretación a la verdad, a lo que estamos tratando de encontrar”, aseveró.
PROFESIONALISMO
Prevost Martínez dijo que el segundo mandamiento que todo periodista debe poner en práctica es el vivir con profesionalismo.
“El papa explicó que esta frase quiere decir comprender e interiorizar el sentido profundo del trabajo propio y ahí se deriva la necesidad de no someter la profesión a la lógica de los intereses partidistas, ya sean económicos o políticos. La tarea del periodismo es, por lo tanto, favorecer el crecimiento de la dimensión del ser humano, la construcción de una verdadera ciudadanía y también preocuparse por la estructura de una sociedad democrática”, mencionó.
Citó a Francisco al afirmar que “las dictaduras de cualquier orientación o color siempre han intentado no solo apropiarse de los medios de comunicación, sino también imponer nuevas reglas a la profesión periodística”.
RESPETO A LA DIGNIDAD
De acuerdo a lo propuesto por el papa Francisco, monseñor Robert Prevost acotó que el tercer mandamiento de la prensa debe ser el respeto a la dignidad humana.
“Si respetar la dignidad humana es importante en cualquier profesión, lo es en particular en el periodismo, porque detrás de la simple historia de una caso hay sentimientos, emociones y, en última instancia, la vida de las personas. Muchas veces, reconoce el papa, él mismo ha hablado de los chismes como terrorismo, de cómo se puede matar a una persona con la lengua. Si eso se aplica a los individuos en la familia o el trabajo, tanto o más cierto es para los periodistas, porque su voz puede llegar a toda la sociedad”, explicó.
Anotó que la iglesia reconoce que la crítica es buena y necesaria, así como la denuncia del mal.
“Sin embargo, ambas deben hacerse respetando al otro, su vida y sus afectos. Una crítica legítima está bien, pero también se tiene que tomar en cuenta la fuerza de la palabra y la importancia de los otros pilares, como son la verdad y el profesionalismo. El papa nos dice que el periodismo no puede convertirse en una arma de destrucción de las personas e incluso de los pueblos}”, enfatizó.
Desde tiempos ancestrales, en las zonas altoandinas de nuestro país, se ha generalizado la mala costumbre de quemar los pastizales con la finalidad de “atraer la lluvia”, lo cual es una práctica muy peligrosa, que generalmente se intensifican cuando hay escasez de lluvias, o lo que se denomina el verano para la zona de sierra.
Esta práctica la realizan generalmente los campesinos, con la finalidad de renovar los pastizales, también es producida por la deforestación y quema de los bosques, para incorporar nuevas áreas de tierras a la agricultura, estos son los causantes de grandes incendios, y como dijimos, lo más lamentable y triste es que se queman los pastizales para “atraer la lluvia”, lo cual es un mito que debe ser erradicado por completo a lo largo y ancho de nuestro país, ya que por ser una mala práctica que se realiza sin ningún control, y sin tener las mínimas medidas de seguridad, y lo que es peor sin considerar que al producirse la quema de los cerros y bosques, el movimiento ascendente del calor y el humo origina corrientes de aire que incrementan el viento y se aviva el fuego por los movimientos convectivos de la atmósfera.
El fuego, es el elemento natural más común de la naturaleza, por lo tanto el mal uso que se hace de él en el sector rural trae consecuencias devastadoras para el ser humano y para el medio ambiente, ya que una vez originado y salido de control, los costos económicos para la recuperación de las áreas afectadas son muy altos, y el tiempo que se requiere es largo.
DAÑO AL ECOSISTEMA
Uno de los principales problemas que se originan, es el daño al ecosistema, la degradación de los suelos, el exterminio de la micro fauna y la biodiversidad del suelo, y además a todo ello se suma la generación de humo que contamina el aire por la emisión de gases de efecto invernadero.
También se crea un desbalance ecológico que destruye el habitad de los animales. El humo afecta a las comunidades aledañas y las rutas de comunicación; la quemazón de los pastizales también produce grandes cantidades de ceniza, que son las originarias de fuertes daños a la salud. En resumen los incendios contaminan el agua, el suelo y el aire, afectan la flora y la fauna silvestre.
La Organización Mundial de Alimento y Agricultura - FAO, de las Naciones Unidas, publicó un comunicado el 31 de mayo de 2007, en el cual se informó a todos los países del mundo que los incendios forestales consumen cada año unas cinco mil 130 millones de toneladas de biomasa y libera tres mil 430 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, que junto a las emisiones humanas, causan el efecto de invernadero y el cambio climático.
La FAO advirtió que el cambio climático aumentará la incidencia y la gravedad de los incendios en zonas como Norteamérica y el mediterráneo, regiones en las que el aire es cada vez más caliente y la disminución de la lluvia en verano provocará un aumento de los fuegos.
Las campañas de concientización y educación deben centrarse en las personas, "que son la causa principal de los incendios", indicó el jefe del Servicio de Desarrollo de Recursos Forestales de la FAO, Peter Holmgren. A la fecha estos datos deben ser mucho mayores.
INCENDIOS FORESTALES
Según publicaciones e informaciones de los medios de comunicación masiva del país, son diez las regiones donde se han producido incendios forestales solamente la última semana: Los departamentos afectados por el fuego son La Libertad, Pasco, Lambayeque, Áncash, Tumbes, Piura, Ayacucho, Lima, Huancavelica y Cajamarca. Estos devastadores incendios, ya han cobrado y seguirán cobrando vidas humanas, se ha destruido miles de hectáreas de pastizales y bosques, inclusive de zonas declaradas reservas naturales y zonas arqueológicas.
Los esfuerzos que vienen desplegando Defensa Civil, las rondas campesinas, autoridades locales, en varios casos son insuficientes, por las limitaciones de implementación existente en las zonas donde son provocados estos siniestros. Es se suma urgencia que las Regiones, los Municipios, el sector educación, la policía, el Ministerio Publico, Ministerio de Agricultura, Ministerio del Medio Ambiente, la Defensoría del Medio Ambiente, ONGs, Colegios profesionales, y la población en general se tome conciencia para educar y prevenir estos desastres, en una primera instancia y porque no para sancionar a los responsables de este terrible daño ecológico.
La educación y concientización del campesinado, es de vital importancia y se les debe enseñar, que esta práctica, en lugar de ayudarlos, los está llevando cada vez más a la pobreza y la miseria, ya que la quema de pastizales y bosques, origina los siguientes daños: Contaminación del suelo, del aire y del agua; afecta a las plantas, los animales, y especialmente al ser humano; elimina millones de microorganismos benéficos, tales como hongos, algas, bacterias, protozoarios y vertebrados del suelo, en los cuales se incluyen ácaros, lapas, caracoles, centípedos, arañas, nematodos, gusanos y hormigas. Todos ellos llevan a cabo procesos físicos y biológicos necesarios para un ecosistema saludable, incluyendo el reciclaje de nutrimentos, la remoción de desperdicios, se afecta la estructura del suelo y la retención de la humedad. Los fuegos de pastos o de los bosques causan daños severos, además de un desbalance al ecosistema, que en muchas ocasiones el sistema puede tomar varios años en recuperarse. El fuego, origina efectos negativos sobre vida silvestre. Además, tiene efectos negativos sobre los suelos: Cambia el pH de la superficie del suelo hasta un 0.4-0.5, los convierte en suelos sumamente ácido, limitando la disposición de los nutrientes para las plantas, produce la esterilización del suelo, no permite la infiltración de agua al subsuelo, por lo tanto se incrementa la escorrentía superficial, que causa la erosión y el transporte de sedimentos. Reducción de la humedad. Y si ya no hay cubierta vegetal, aumenta la radiación solar y la exposición al viento· Muerte de microorganismos beneficiosos. Disminución del potencial de producción y productividad de los cultivos. Incrementa los índices de pobreza del campesinado.
(*) Ingeniero Agrícola.
A principios del siglo XX, Estados Unidos crea la Ingeniería Agrícola como carrera profesional. En 1910, la Universidad de Iowa otorga el primer título profesional de Ingeniero Agrícola y en 1917, la Universidad de Cornell confiere el primer PhD en Ingeniería Agrícola a Earl A. White. Ya en 1925 existía en EEUU, al menos, 10 instituciones que conferían Títulos de Ingeniería Agrícola. Para 1950 ya se contaba con 40 universidades que otorgaban títulos a Ingenieros Agrícolas, muchas de ellas con maestrías y doctorados.
Si bien es cierto, se reconoce a EEUU como el pionero en la creación de la Ingeniería Agrícola como carrera profesional, se debe resaltar lo expresado por el doctor Fidel Ramírez Prado – Presidente Ejecutivo de la Universidad Alas Peruanas – en el Prólogo de la Publicación: “Manejo Prehispánico del Agua en la Costa Norte Peruana. Continuidad de los Sistemas”, quien indica:
“Importante decisión la de investigar el desarrollo de la Ingeniería Agrícola en el Perú Prehispánico, porque de estos alcances, talvez como de ninguna otra herencia somos fuertemente legatarios… Así mismo, el autor de la misma publicación, el Antropólogo Jaime Deza Rivasplata, señala en sus conclusiones: Por las características técnicas de la construcción se demuestra que los pobladores Prehispánicos de la Costa Norte desarrollaron una avanzada Ingeniería Agrícola, con la que ganaron para la agricultura las pampas eriazas de los valles… Con esto, es evidente que la Ingeniería Agrícola ya existía en el antiguo Perú”.
Volviendo a la Ingeniería Agrícola como profesión, en el año de 1957, en América Latina, la primera Escuela de Ingeniería Agrícola la creó la Universidad de Manabí con sede en Porto Viejo, Ecuador. En 1958, en Chile, durante el desarrollo del Congreso Internacional de Mecanización Agrícola organizado por la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación - FAO, se resalta la importancia de la Ingeniería Agrícola y el desarrollo de la agricultura en América Latina. En dicha reunión, se plantea la creación del Instituto de Ingeniería Agrícola en Lima, Perú.
El Instituto de Ingeniería Agrícola, en Lima – Perú, fue creado en el año 1959 como entidad adscrita al Ministerio de Agricultura, con la finalidad de impartir a los estudiantes de agronomía cursos relacionados a la Ingeniería Agrícola. Un año después (1960) la Escuela Nacional de Agricultura se convierte en lo que es hoy la Universidad Nacional Agraria La Molina, y el Instituto pasó a ser la Facultad de Ingeniería Agrícola. Así se abrieron las puertas del programa profesional de Ingeniería Agrícola, gracias a la ayuda técnica y financiera de organismos internacionales. En 1964 se graduaron los primeros 9 Ingenieros Agrícolas del Perú, y La Molina, contaba aproximadamente con 80 estudiantes matriculados en la Facultad.
PRESENCIA EN LAMBAYEQUE
Por su parte, en Lambayeque, en el año 1960, existían dos universidades: La Universidad de Lambayeque y la Universidad Agraria del Norte. La primera de ellas contaba con seis facultades: Contabilidad, Educación, Medicina Veterinaria, Ingeniería Civil, Derecho y Enfermería, mientras que la Universidad Agraria del Norte, solo contaba con dos facultades: Agronomía y Zootecnia. La fusión de ambas universidades (1970), dio origen a la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, creándose otras nuevas facultades, entre ellas, la Facultad de Ingeniería Agrícola. Es así que algunos estudiantes de lo que fue la ex Universidad Agraria del Norte que habían realizado sus estudios de ciencias por un espacio de dos años, iniciaron estudios en Ingeniería Agrícola, egresando la primera promoción de Ingenieros Agrícolas en agosto de 1973.
Así, con 56 años de vigencia en nuestro país, es importante dar una mirada a los campos de acción profesional y el papel que ha venido desempeñado el Ingeniero Agrícola peruano hasta la fecha. La labor de los Ingenieros Agrícolas ha sido preponderante en todo el país, así como en los diferentes países donde ha tocado desempeñar altos cargos en organismos internacionales como la FAO, BID, JICA, Naciones Unidas, etc.
La Ingeniería Agrícola ha venido desenvolviéndose en tres campos funcionales: Ingeniería y Gestión de Recursos Hídricos, Planeamiento y Construcciones Rurales y Mecanización Rural, los cuales tienen como espacio de acción a la cuenca hidrográfica. Entiéndase por cuenca no solo como el espacio delimitado por razones naturales donde se produce agua en sus diferentes estados: sólido, líquido y gaseoso, sino como un espacio geográfico propicio para la planificación de actividades tendientes a lograr crecimiento económico con equidad social y sustentabilidad ambiental.
MANEJO DEL AGUA
Dentro de la Ingeniería y Gestión de Recursos Hídricos le cabe una participación importante al Ingeniero Agrícola, contribuyendo a la gestión integrada de los recursos hídricos de la cuenca (gestión de la oferta y gestión de la demanda), mediante la planificación y diseño de obras hidráulicas, elaborando y aplicando planes integrados de gestión de cuencas. Asimismo, en el aprovechamiento del agua, mejorando las prácticas de operación y mantenimiento de sistemas de riego, promoviendo a través de la elaboración y ejecución de proyectos, la modernización de la gestión del riego convencional a sistemas presurizados, realizando prácticas de conservación de suelos en cuencas, recuperación de tierras por mal drenaje, encauzamiento de ríos, etc.
Es importante resaltar que, con la creación de la Autoridad Nacional del Agua (2008) y la Ley de Recursos Hídricos del Perú (2009), se rediseñó la institucionalidad de la gestión del agua en el país, dándole un enfoque multisectorial, estableciendo principios para regir el uso y la gestión integrada del agua por cuencas hidrográficas. Muchos profesionales de distintas especialidades intervinieron en esta importante labor, pero determinante fue el liderazgo de experimentados Ingenieros Agrícolas como Axel Dourojeanni, Enrique Salazar (QEPD), Álvaro Ledesma, Eddie Rosazza, José Rivas, Fredesvindo Vásquez, entre otros.
Desde su creación, la Autoridad Nacional del Agua ha tenido 8 jefes: 3 abogados, 1 químico y 4 Ingenieros Agrícolas, siendo estos: Abelardo de la Torre Villanueva (Ene/2009 a Nov/2009), Carlos Pagador Moya (Set/2010 a Jun/2011), Jorge Montenegro Chavesta (Jul/2013 a Abr/2014) - actualmente viceministro de Agricultura, Juan Carlos Sevilla Gildemeister (Abr/2014 a Ago/2016) y Abelardo de la Torre actualmente en el cargo por segunda vez.
APORTE AL SECTOR RURAL
Con respecto a la Planificación y Construcciones Rurales, el Ingeniero Agrícola participa en la planificación de asentamientos rurales o proponiendo la manera de cómo esta debe ser distribuida en el ámbito rural. Participa también en el diseño y construcción de infraestructura necesaria para la explotación agrícola, lo que incluye electrificación rural, pozos de agua subterránea, abastecimiento de agua potable y saneamiento rural, así como la elaboración y ejecución de proyectos relacionados a redes de caminos rurales.
Por citar un ejemplo, recordemos la importante labor de muchos ingenieros agrícolas (de la U.N.A.L.M y de la U.N.P.R.G) que participaron en la reconstrucción de las zonas rurales de Lambayeque, Piura y Tumbes que fueron devastadas por el Fenómeno del Niño de 1982. Liderados por el ingeniero agrícola Joaquín Maruy (Magíster en Planificación Rural por la Universidad de Bari, Italia), durante el segundo Gobierno del arquitecto Fernando Belaúnde, en el lapso de un año se logró rehabilitar miles de kilómetros de caminos rurales, represas, puentes, drenes, bocatomas, canales de riego, pozos y campos de cultivo, reincorporando a la agricultura casi un millón de hectáreas que se habían destruido. Muchos años más tarde, en el terremoto de Pisco de 2007, lamentable por cierto, se perdió una propicia oportunidad para contribuir con la rehabilitación de la infraestructura agrícola afectada. Ahí debió estar presente el Ingeniero Agrícola.
DESARROLLO DE TECNOLOGÍAS
Sobre la Mecanización Rural, los Ingenieros Agrícolas están preparados para intervenir estudiando las necesidades de mejora de máquinas agrícolas para aumentar la productividad de las tierras de cultivo; sin embargo, se debe reconocer la poca actuación que hemos tenido en este espacio.
Como vemos, la Ingeniería Agrícola se ha venido desarrollando sobre la base de tres campos de acción; sin embargo, es pertinente que dichos campos funcionales sean evaluados y, de ser el caso, ampliados, dado que la participación de los Ingenieros Agrícolas en aspectos complementarios como el tema ambiental y dominio de nuevas tecnologías (agricultura de precisión, por ejemplo), contribuye activamente al desarrollo rural sostenible, con una visión integradora y perspectiva de largo alcance.
En la etapa universitaria, asignaturas importantes como: Análisis de la Realidad Nacional, Sociología Rural, Estadística, Economía Agrícola, Planeamiento Rural, Diseño Rural, Medio Ambiente y Evaluación del Impacto Ambiental, Caminos Rurales, Aguas Subterráneas, Manejo de Cuencas, Saneamiento Rural, Energías Renovables para la Agricultura, Administración de Operaciones Agrícolas, Formulación de Proyectos, entre otras, permiten la formación de cuadros profesionales con conciencia social y responsabilidad. Eso nos distingue, nos hace ser los profesionales idóneos para conducir los procesos de desarrollo sostenible del medio rural.
Finalmente, sin dejar de ser menos importante, es preciso desde estas líneas, saludar y destacar la misional labor de docencia que ejercen mis colegas agrícolas en la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, requerir de ellos que sigan transmitiendo a los jóvenes estudiantes, el cariño por tan noble profesión, para que su tránsito por las aulas universitarias sea con entusiasmo, dedicación y sobre todo con la firme convicción de que serán, en un futuro, los verdaderos paladines del desarrollo rural del Perú.
(*) Ingeniero Agrícola, Presidente del Capítulo de Ingeniería Agrícola del Colegio de Ingenieros – Consejo Departamental de Lambayeque.