Pirro fue un Rey de Epiro, localidad que se ubicaba en la antigua Grecia. Vivió entre los años 318-272 AC. Se le reconoce como un guerrero y conquistador.. Cuenta la historia, que tuvo dos combates feroces contra los romanos en los que salió victorioso, pero fue tan alto el costo que debió pagar, que expresó un lamento que quedó para la historia, “Otra victoria como ésta y volveré sólo a casa”.
Ahí nació lo que hoy conocemos como “victoria pírrica”, es decir aquella en la que un triunfo se consigue con tantas pérdidas, que el resultado puede terminar siendo desfavorable al ganador. La expresión está vigente hasta nuestros días, aunque su aplicación ya no se refiera a muertos en combate, sino al daño que se le pueda causar a una colectividad.
Eran los años de la primera administración de Torres Gonzales, cuando la irascible y pertinaz regidora Celinda Ortiz Prieto, impulsada por sus “hermanos comerciantes”, levantó las banderas de la expropiación de las tiendas del Mercado Modelo. Su insistencia para que el Alcalde organice una cruzada que apoyara su labor, no tuvo éxito, pero en la segunda administración, logró que un Torres preocupado en otras “cosas más productivas”, dispusiera que se formulara el proyecto de ley y se le enviara al Congreso.
Ortiz, no vio culminada su perseverante acción pero aunque parezca mentira, su bandera no cayó. La izó el alcalde Cornejo Chinguel, que no tuvo reparos de hacerlo, a pesar que todo había nacido en la “gestión de la perversión betotorristas”. ¿Increíble? No tanto, pues Cornejo tampoco le hizo ascos a la Cooperación Suiza, que llevó a Torres, Jorge Incháustegui y Marco Arrascue a pasear a Suiza, en el marco del programa “Chiclayo Limpio”.
Pensando que pasaría a la historia si lograba la construcción de un nuevo Mercado, Cornejo no escatimó tiempo, ni esfuerzo para alcanzar el objetivo: que el Congreso aprobara la Ley. Hizo viajes a Lima, con una corte de regidores y funcionarios, que funcionaban como portátiles de saco y corbata. Consiguió el apoyo interesado de congresistas como Acuña, Simon y Velásquez, dispuestos a no perder los probables votos de los miles de comerciantes informales y finalmente logró el apoyo del anodino Presidente del Congreso, Luis Iberico.
El Presidente Humala, se negó a firmar la Ley y ésta volvió al Congreso, para su insistencia. Ya para entonces Virgilio Acuña, había declarado “Día Histórico” para Chiclayo, en una entrevista que le formuló Jaime de Althaus en Canal N y en donde le dijo que era inconstitucional que se aprobara una ley con nombre propio y le preguntó de dónde saldría el dinero para cumplir con lo que dice la Ley. La respuesta del futuro ex congresista, fue de antología, “No, el Estado no va a poner la plata, porque el municipio no tiene plata. Van a ser inversionistas los que la pongan”
Tenemos derecho a pensar que Acuña, empresario al fin, divisaba ya un probable negocio, como el que hizo hace algunos años con Arturo Castillo, cuando éste eliminó la “parada” y construyó galerías comerciales, sobre una calle. Aunque sin mucha notoriedad, la participación del sempiterno congresista aprista Velásquez y hoy simpatizante fujimorista, no llamó la atención, “hay que apoyar para que Chiclayo, tenga un nuevo mercado”. Cómo todo lo que dice genera suspicacias, muchos se han preguntado cuál es su verdadero interés.
Sin embargo la sorpresa la ha dado Yehude Simón, que en ésta semana, ha dicho que va a dar todo su apoyo a las gestiones de Cornejo, para conseguir dinero y que logre su objetivo. “Lo voy a acompañar a COFIDE, a conseguir algún préstamo”. ¿COFIDE?, acaso no fue ésta institución la que terminó de hundir a los accionistas de Cayaltí, que vieron como finalmente su empresa se licuaba, en manos de unos vivos que se aprovecharon del mal manejo que había hecho la gente de COFIDE.
Más todavía, Yehude, que no ha sido reelecto, ha dicho que “dentro de la reforma del presupuesto, se puede colocar una partida para la elaboración del expediente técnico”. Caramba, la Ley fue objetada en el Ejecutivo, y por consiguiente alguien en su sano juicio, puede esperar que el Ministerio de Economía autorice partidas para que se cumpla una Ley que es inconstitucional. Si porque eso es ésta Ley de Expropiación. Inconstitucional.
Y lo explico. Los 36 comerciantes que compraron sus tiendas, lo hicieron al amparo de la Ley 26569 que se dio en el gobierno de Fujimori y que sigue vigente hasta la fecha. El Tribunal Constitucional, se pronunció en el 2003, sobre la formación de la Junta de Propietarios, que debía tener a la MPCh, como primer accionista. Los tenderos cumplieron con lo resuelto por el TC. Los alcaldes Castillo, Barrueto y Torres, no. La ley tiene nombre propio, porque no se ha anulado la 26569 y es más existe en el Congreso, para su discusión, el Proyecto de Ley 4686-2014, que ingresó al Área de Trámite Documentario el 22 de Julio del 2015, presentado por la congresista Natalie Condori.
Entonces, de dónde va a salir el dinero para la expropiación. De COFIDE, de los inversionistas promocionados por Virgilio Acuña. Quiénes van a ganar con esta operación, los 36 tenderos, que se convertirán en nuevos millonarios. Quiénes van a perder, el resto de chiclayanos, que como se endeude la MPCh, vamos a tener que pagar esa deuda, con nuestros tributos.
Rolando Mejía uno de los propietarios y dirigente de los mismos espera complacido y sonriente la aplicación de la Ley. “Que nos expropien. Tendrán que negociar la tasación comercial que nosotros hemos mandado a elaborar. Son millones de dólares” Cornejo ha respondido que será el Ministerio de Vivienda quien hará la tasación y por lo pronto abre el juego, con 6 millones de soles que tiene guardados.
Se nos viene una pelea judicial, o un arbitraje como señala Pedro Alvarado, reconocido árbitro de la Cámara de Comercio de Lambayeque. Serán años de ofertas, demandas y procesos judiciales. Quién sabe se vaya Cornejo y el tema no se solucione, o quién sabe consiga la plata y expropie las tiendas. El asunto entonces sería como va pagar el préstamo. Lo hará él, o todos nosotros.
En fin a mí no me cabe duda, que Virgilio Acuña, Yehude Simon. Javier Velásquez y David Cornejo, son LOS HEREDEROS DE PIRRO.