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Columnista - Semanario Expresión

Especialista en sexualidad de APROPO.

 

¿HALAGOS O ACOSO?

Escribe Trixsi Vargas para la edición N 1064

Generalmente las mujeres nos sentimos halagadas cuando alguien nos dice un cumplido, pero nuestra expresión cambia cuando este se convierte en palabras subidas de tono y que en su mayoría tienen una connotación sexual, aludiendo a nuestro cuerpo o a lo que les gustaría hacer con él.

Sentirse halagada es entonces muy distinto a sentirse insultada, intimidada o atemorizada. Muchos varones creen que por usar minifaldas, blusas escotadas o prendas apegadas al cuerpo estamos provocándolos. Esa es una idea totalmente equivocada y machista, todas las personas tienen derecho a transitar libremente y con la confianza de no ser violentados.

Es totalmente absurdo decir que la mujer es la culpable de despertar esos bajos instintos ya que los varones no son animales sin razón que no pueden controlar sus impulsos. Cada quien es consciente de lo que dice y hace, somos seres razonables por naturaleza.

Cuando estos “piropos” más allá de halagarnos nos hacen sentir intimidadas se convierte en acoso. Muy diferente es acercarse a una mujer con respeto para conocerla de la manera más educada que arrinconarla o forzarla, algo que, en todo caso ya sería abuso.

Los “halagos” subidos de tono en la calle no trasgreden tanto como los que se dicen en los buses. Según un reciente estudio seis de cada diez pasajeras son acosadas verbal y físicamente en el trasporte público.  La poca capacidad de espacio en estos trasportes da paso a la agresión verbal acompañada de la física.

En ninguno de estos casos ni de cualquier otro se justifica el acoso y la falta de respeto hacia la mujer. En una sociedad como la nuestra se trata de un proceso lento para cambiar el chip de pensamiento machista y violento. En teoría varones y mujeres tenemos los mismos derechos, en la realidad no estamos en igualdad de condiciones.

Estamos muy lejos de estarlo y es algo por lo que debemos seguir luchando, todo está en la educación y formación de cada ser humano que eso se cumpla. También depende mucho del carácter y temple de la mujer para darse a respetar.

Revertir esto resulta algo factible, se puede hacer, pero todo parte de la educación tanto del hogar como de la escuela y es ahí donde deberíamos empezar.  

Trixsi Vargas
Fecha 2018-05-24 12:14:34