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LEONOR SAAVEDRA DE RIVERA: "SER UNA EDUCADORA ES LO MíÂS MARAVILLOSO QUE ME HA OCURRIDO"

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1025

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Es una convencida que la disciplina y el orden de hace 37 años, no se asemeja a la educación moderna. Como escolar, asimiló la enseñanza que se impartía en el Colegio Nuestra Señora del Rosario, la que puso en práctica cuando se convirtió en maestra.

  

“Recordar es volver a vivir, pero volver a vivir esos gratos y hermosos momentos que me tocó como alumna del colegio Nuestra Señora del Rosario y como profesora y directora del centro educativo Rosa Flores de Oliva. Esas imágenes de mi vida nunca los borraré de mi mente, las que tengo presente a cada instante”, trajo a la realidad la pedagoga Leonor Saavedra de Rivera, ex profesora y ex directora rosaflorina.

 

Uno de sus recuerdos más latentes es que por espacio de 33 años y medio fue la directora del  colegio Rosa Flores de Oliva, plantel donde ha dejado sus más grandes recuerdos de vocación profesional, y lugar donde volcó todos sus conocimientos y preparación profesional como educadora egresada de la universidad Católica del  Perú.

 

Leonor Saavedra de Rivera evoca que estando al frente del colegio Rosa Flores de Oliva, buscó siempre la forma de hacer una institución propia para el mismo colegio; es decir, que cada profesor, alumno y padre de familia se identifique con el centro educativo, buscando una propia identidad y que las personas que lo rodean se sientan orgullosos de ser rosaflorinos.

 

Recuerda que el colegio Rosa Flores de Oliva fue creado el 15 de mayo de 1946, mediante Resolución Suprema Nº 1040, pero el plantel funcionaba en la ciudad de Lambayeque. Sin embargo, 11 años después, fue trasladada a la ciudad de Chiclayo, en atención a que el mayor número de alumnos procedían de la capital de la amistad, donde se instauró la enseñanza técnica.

 

“El colegio  fue edificado con el apoyo de todas las unidades del centro educativo. En esta tarea jugó un papel importante la Asociación de Padres de Familia –APAFA-, que me permitió destacar su trabajo honesto y honrado. Todos unidos, profesores, padres de familia y comunidad, trabajamos muy duro para levantar el centro educativo en el lugar donde actualmente se encuentra”, sostiene la educadora.

 

Añade que desde el inicio de actividades, el colegio Rosa Flores de Oliva tenía un prestigio y en poco tiempo se había convertido en el número uno de la región  e incluso, las actividades culturales y de proyección a la comunidad se coordinaban – en ese tiempo- con las autoridades del colegio militar Elías Aguirre.

 

“Como no recordar los concursos de marinera, los que eran coordinados por la profesora de baile, Blanquita Tirado, quien era la encargada de preparar a las alumnas en danzas, especialmente en marinera, así como realizar las coordinaciones con las autoridades educativas del Colegio Militar, cuyos alumnos llegaban al plantel para ser parejas de las alumnas y concursar”, sostuvo.

 

La profesora Leonor Saavedra de Rivera evoca también que desde el año de 1,972, el colegio Rosa Flore de Oliva se convierte en secundario mixto de menores y adultos, con la categoría educativa de científico humanista y técnica, teniendo como sede principal el Paseo del Deporte, entre las urbanizaciones Santa Elena y José Quiñones Gonzales,

“En aquella época, el dinero que se manejaba era de gran responsabilidad y cada centavo que se tenía o recolectaba, era invertido en infraestructura y cultura, con miras del bienestar del educando. Éramos un ejemplo, el colegio Rosa Flores de Oliva brillaba por todos lados, y los dineros se manejaban y utilizaban con mucho cuidado. Que recuerde, nunca –durante mi gestión- tuvimos una queja o denuncia sobre pérdida, apropiación o mal uso del dinero del Estado y de los padres de familia”, recalcó.

 

DISCIPLINA

La profesora Leonor Saavedra de Rivera – ahora- se muestra muy preocupada por el cambio del programa educativo y la técnica de enseñanza en la educación tanto en el nivel primario y secundario.

 

“La técnica educativa y de educación que en la actualidad se emplea, es totalmente diferente a la que se utilizaba y ponía en práctica algunos años atrás. Los alumnos responden a los maestros, ya no existe la disciplina que existía antes, la autoridad que el maestro tenía en el aula se ha perdido en su totalidad, y aquí pongo puntos suspensivos porque no quiero seguir detallando las falencias que hoy en día se tiene en la formación de los menores en la educación”, acotó.

 

Es una convencida que la disciplina se ha pérdido no solamente en el colegio Rosa Flores de Oliva, sino en todo lo referente al nivel educativo escolar.

 

“Miren ustedes como están los colegios en la actualidad. Hace 37 años atrás, cuando me desempeñaba como directora del plantel, la disciplina era parte fundamental del desarrollo del colegio. Los lunes – inicio de la semana escolar- se rezaba el Padre Nuestro y el Ave María. Una vez culminada, con una disciplina única, las alumnas ingresaban a sus aulas para escuchar sus clases”, indica.

 

Evoca que parte de la formación académica y técnica de cada uno de los alumnos, existían los clubes de radio y periodismo, los clubes de matemática, de literatura, entre otras asociaciones de desarrollo académico interno de los escolares.

 

ESTRICTO CONTROL

Leonor Saavedra de Rivera recuerda también que la disciplina no solamente era para los alumnos sino para los educadores. Es más, ella misma se sometía a la disciplina del plantel; pues, llegaba antes de las siete de la mañana y se ubicaba en la puerta de acceso al colegio, para recibir a las alumnas y verificar las condiciones de aseo en que llegaban.

 

“Recuerdo que algunas llegaban con la blusa sucia, hacíamos que se pongan el mandil y en la hora del recreo estaban obligadas a lavar la blusa. A la hora de salida ya estaba seca, planchadita y bien limpiecitas se iban a su casa”, añadió.    

 

De igual manera, destaca que ante la ausencia o falta de una maestra en aula, automáticamente iba al salón de clases y empezaba el dialogo con las alumnas y luego se seguía con la clase del día.

 

“Como pedagoga, primero se tenía que entrar en confianza con los alumnos para luego explicar la clase. Eran momentos interesantes, porque en algunas ocasiones había algunas alumnas que tenían problemas en sus casas y era el momento oportuno para que ellas descarguen todo lo que tenían y buscar una solución al problema. Esas clases son inolvidables”, señaló la educadora.

 

EL UNIFORME

Otro factor que siempre se tomaba en cuenta era que la falda tenía que estar cinco centímetros debajo de la rodilla, los zapatos bien limpios, las medida en su altura normal y bien limpias.

 

Sigue relatando que al ingresar a las aulas, lo primero que se observaba era la limpieza. “Mi frase era: así como está el aula, es como ustedes viven en sus casas y eso no lo podemos permitir. Ustedes se están formando para ser personas de bien y si no asimilan todo lo que se les está enseñando, somos malos maestros”, indica.

 

Agrega que ni bien culminaba de pronunciar la última palabra, las escolares estaban recogiendo todo tipo de papelito que se encontraba en el piso o sobre la carpeta, para ser depositada en el tacho de basura. El piso estaba rojito y brilloso, la mota en su lugar. Esos tiempos eran muy buenos, había orden, control obediencia  y disciplina.

 

MEMORIAS

Recuerda que en una ocasión, cuando ya era directora del colegio Rosa Flores de Oliva, recibió la llamada telefónica de una monja del colegio Nuestra Señora del Rosario, lugar donde hizo su formación escolar, y ésta le indicó que había pasado por el centro educativo y había observado que todo era silencio y no había alumnos en los pasadizos.

 

“La madre me dijo: como buena rosarina veo que estas cumpliendo con imponer la disciplina, he pasado por el colegio donde eres la directora y he notado que existe un orden como debe ser, y me felicitó”, indicó.

 

Recuerda que en sus tiempos de enseñanza académica escolar, existían maestras de calidad como, María Elena Lazo de Ocampo,  Beatriz Alva, Haydeé Amay, Margarita Muñiz, Flor de María Carbonel, Blanquita Alayo, con las que antes de ingresar al aula o después de salir de ellas, se daban las reuniones de coordinación para tratar cual o tal tema, así como problemas que se suscitaban dentro de la institución educativa, y donde todo el personal docente buscaba una solución al problema.

 

“Recuerda que hace 37 años atrás, cualquier profesor no era director del colegio o porque tiene un título profesional más. Los educadores más destacados y con trayectoria eran invitados a Lima donde tenían que concursar por la plaza, sosteniendo una serie de exámenes, y la que reunía o tenía la capacidad, era la que se le encomendaba el cargo. Yo fui una de ellas.

 

Inicialmente –antes de ser directora- fui la jefa de estudios del colegio Rosa Flores de Oliva. Llegar a ser directora del Rosa Flores de Oliva, fue un ascenso que lo gane con mi esfuerzo, nadie me dio el cargo de favor y mucho menos a dedo. Lo gané con dedicación, esmero y esfuerzo”, acotó.

 

Otra acción que recuerda del colegio Rosa Flores de Oliva, era que el personal auxiliar era muy estricto.

 

“Como no recordar a Nelly Monsalve, que tal rectitud que tenía. Había una particularidad en ella, se aprendía los nombres de cada uno de los alumnos y era implacable en el horario y ante una falta, el alumno tenía que ir al colegio acompañado de su padre, caso contrario ella visitaba la casa de la alumna”, resalta.

 

COMO ALUMNA ROSARINA

En otro punto de la entrevista, recuerda haber egresado en el año de 1944 del colegio Nuestra Señora del Rosario, fecha en que la mejor gracia para una mujer era estudiar.

“En ese tiempo no todas las mujeres teníamos el privilegio de estudiar. Aparte de la vida, mi padre me dio otro de los mejores regalos, que era el de estudiar”, sostuvo.

 

Pero eso no era todo. En el colegio había una gran motivación para las alumnas y era una competencia permanente. Los días viernes la madre directora premiaba con medallas a las mejores alumnas de la semana.  

 

“A las mejores alumnas se les entregaba la “medalla del saber” y la “medalla de la conducta”. Eso lo entregaban los días viernes para que las alumnas ganadoras la tengan en su casa y la muestren a su familia durante el fin de semana. El día lunes la traían y devolvían a la madre”, explicó.

 

Asimismo, destaca que el fervor religioso católico era admirable. El punto de reunión era la capilla, donde la madre tutora se sentaba frente al piano y tocada de una manera que a las alumnas las hacía sentir en el cielo.

 

Entre sus recuerdos en aulas del colegio Nuestra Señora del Rosario, evoca a la madre directora Imelda López, quien era recta, pero con una sonrisa en los labios que daba confianza a las alumnas para compartir situaciones académicas y hasta familiares.

 

“Todos los días salíamos a las 4:30 de la tarde. Nos entusiasmábamos en salir cuando el tren que provenía de Pimentel llegaba a Chiclayo y a su entrada a la ciudad hacía sonar su silbato. A los pocos minutos, la madre directora tocaba la campana que marcaba la salida”, señala.

 

Pero allí no quedaba todo. Relata que la madre directora se ubicada en la puerta del colegio, vestida con su capa negra, y desde allí divisaba toda la zona con el objetivo de mirar si alguna alumna se quedaba por el lugar. Posteriormente, caminaba por las calles con la finalidad de verificar si alguna alumna estaba paseando vistiendo el uniforme. Indica que el uniforme era sagrado.

 

LA DIRECTORA

“La madre Imelda López es la gestora del colegio Nuestra Señora del Rosario. Ella llegó un primero de mayo de 1918 y estuvo al frente del plantel hasta el mes de abril de 1948. Ella estuvo 30 años como directora y es una de las grandes pioneras del crecimiento del centro educativo”, refiere.

 

Revela que la madre Imelda López fue reemplazada por la madre Magdalena, quien a la fecha es una de las más recordadas, a quien le decían “la madre militar”, porque era muy estricta y estaba tras las alumnas para que cumplan con sus tareas escolares.

 

Leonor Saavedra de Rivera indica también que desde 1985 es la  presidenta de las ex alumnas del colegio Nuestra Señora del Rosario e incluso en la actualidad existe una asociación de rosarinas en el mundo, cuya sede se encuentra en Miami.

 

“En esta asociación existen más 500 rosarinas, las que están dispersas por el mundo y gran parte de los Estados Unidos, y seguro que para los 100 años del colegio, que será en el 2018, deberán estar en Chiclayo para participar de cada una de las actividades”, sentenció.

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HANNA SU WING: "LA CHICA DE LAS AVES AZULES"

Escribe: Semanario Expresión
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El apego a las letras le vino gracias a los cuentos que todas las noches le contaba su madre antes de dormir. No importaba si ella llegaba cansada, el requisito para internarse en la profundidad de los sueños era un cuento. Así, Hanna Su Wing Serra fue construyendo una apasionante inclinación por la literatura, la misma que le ha permitido, a sus 21 años de edad, publicar “La chica de las aves azules”, libro en que el que cuenta algo más de las vivencias de una jovencita rumbo a la segunda década de existencia.

 

En el libro, publicado de manera independiente, la joven estudiante de Periodismo abre sus secretos. “La chica de las aves azules”, nombre que nace de un poema en el que la protagonista se sienta junto a una ventana y se anima a volar con las inquietas criaturas aladas, es una recopilación de anécdotas, presentadas sin un orden cronológico y con las que el lector fácilmente puede identificarse.

 

Cuenta la escritora que es tal el nivel de identificación que se puede alcanzar, que más de uno la ha buscado para pedirle consejos y soluciones. Así ha entendido que el rol del escritor trasciende a la publicación de una obra.

 

“Empecé a producir el año pasado, entre mayo y junio más o menos, y terminé a fines de septiembre. De ahí, hasta enero se hizo el pulido y el diseño de todo el libro, hasta concretar su presentación en julio”, comenta Su Wing Serra.

 

ROMPER EL MIEDO

Confiesa que publicar una obra que recoge sus propias experiencias ha significado todo un proceso de aceptación en el que ha debido vencer los miedos y atreverse a mostrarle a los lectores lo que siente, piensa y lo que le duele. También, lógicamente, sus sueños y alegrías.

 

“Hay que empezar por eso, por quitarse el miedo de lo que pueden pensar los demás, porque al final a todo el mundo le pasa, a todo el mundo le han roto el corazón, todo el mundo sufre, todo el mundo se siente feliz, todo el mundo se emociona, o sea todos somos seres humanos, entonces no había por qué tener vergüenza de qué pueden pensar los demás de lo que yo digo, de lo que a mí me pasa, porque a todo el mundo le ha pasado”, señala convencida.

 

Su tránsito hacia los 20 años de edad, que es el período de vivencias que recoge el libro, no ha sido fuera de lo común. Lo atípico es cómo lo ha contado, el modo en el que logra narrar cada episodio para que no se tome como una obra autobiográfica de quien – evidentemente – está empezando a aprender y a experimentar.

 

“No soy la única persona en el mundo a la que le han terminado, cuyos padres se han separado, que ha pasado por el tránsito de vivir sola a los 16, pero siento que la manera en qué se cuenta y tal cuál se cuenta, hace que se sienta especial, que muchas personas digan: ‘Oye, eso a mí también me ha pasado’, ‘He pasado por algo similar’. Eso sirve para que la gente se sienta acompañada, porque es bueno saber que a alguien le ha pasado lo mismo y que es un ser humano que sigue, porque en la vida siempre hay algo bueno por sacar”, reflexiona.

 

CERCANA AL LECTOR

Hanna Su Wing comenta que al ser una publicación independiente ella misma se encarga de las ventas, labor que es compleja y, a la vez, gratificante, porque le permite tener contacto directo con sus lectores.

 

“Eso es algo que a mí me importa mucho, porque deseo saber lo que ellos piensan de mi trabajo y porque al final el libro es para ellos, muy aparte de que hable de cosas que me han pasado a mí. Los primeros lectores del libro me dicen que han llorado, que la historia la han vivido exactamente igual y me han pedido consejos. Me piden que les cuente cómo hice yo para superar la situación”, refiere entre risas al darse cuenta que ha tenido que explorar con empirismo el campo de la psicología.

 

“Yo pensaba que mi trabajo era escribir, pero no, el trabajo luego de escribir consiste en tener contacto con la gente, eso es lo más lindo y es algo que yo no esperaba para nada, yo tenía la idea de que el escritor publicaba, recibía los comentarios y punto. Pero no, ahora entiendo que esto va más allá”, afirma, anunciando que para julio del próximo año debe estar listo su segundo libro. 

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LIZ MORENO: "PARA MíÂ, EL TEATRO ES LA VIDA"

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1025

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Hace más de 20 años, la primera actriz lambayecana Liz Moreno Moreno y un grupo de jóvenes entusiastas tuvieron la iniciativa de dar nacimiento a una compañía de teatro baturizada Trasluz, que luego se convirtió en Estación Producciones, cuyo trabajo permanente ha trascendido las fronteras del país, alcanzando diversos lauros para orgullo del departamento.

 

Los inicios de Liz Moreno en el teatro se remontan a 1985, cuando junto a su padre, don Juan Moreno Martí, su madre y sus hermanos, integraba el Club de Teatro, para luego formarse bajo la dirección del maestro José Enrique Mavila en el Grupo Acero Inoxidable.

 

Estación Producciones ha logrado mucho en Chiclayo tras años de constancia y capacitación. Desde el año 2014 su presencia se hizo más notoria y como resultado consiguió el apoyo del Fondo de Ayuda para las Artes Escénicas Iberoamericanas – Iberescena, el premio dado a Dinosaurios, obra que montó en Lima, y la entrega del Premio AIBAL, conferido a la actriz.

 

A esto se han sumado las giras nacionales e internacional y su participación en festivales de renombre en Ecuador y Colombia, donde han compartido escenario con otros destacados grupos de teatro.

 

EL PROYECTO CHEP

Entre los principales méritos de Estación Producciones está la realización del proyecto Chep, con el cual se ha buscado poner en valor la tradición oral de Lambayeque a través de la representación de cuentos populares, tras un paciente trabajo de investigación y con la incorporación de actores internacionales en el montaje.

 

“Buscaba un proyecto que tuviera bastante opción para ser seleccionado y pensamos que el tema de la identidad, del que además es necesario hablar, nos iba a ayudar mucho. Es así como pensamos en hacer una producción basada en cuentos lambayecanos que se dramatizaron, contando con un elenco de actores profesionales: una actriz chilena, un actor colombiano, un actor mexicano, una actriz venida de Lima y yo. La dirección estuvo a cargo de Óscar Espinola y la preparación duró casi tres meses”, comenta Moreno Moreno.

 

Como asesor del proyecto participó el arqueólogo Alfredo Narváez, autor del libro “Dioses, encantos y gentiles”, que sirvió de base para la puesta en escena, dando un resultado verdaderamente gratificante para los actores y el público.

 

“La gente pudo apreciar cuentos que además ya habían escuchado desde niños, pero verlos en escena fue algo sorprendente y grato para el público que nos vio. Chep nos abrió las puertas del Centro Cultural Peruano Británico en Lima, que luego nos invitó con Dinosaurios. La experiencia de haber trabajado con actores que vienen de diferentes procedencias y formaciones, el hecho de juntar a cinco actores con sus determinados temperamentos, ya fue todo un reto para llegar a un producto final. El que el público chiclayano haya disfrutado de algo diferente y además se hayan divertido, que hayamos podido ver en el rostro de las personas su satisfacción y encanto por lo que habían visto, nos llenó motivación, además porque fue la primera vez que en Lambayeque se desarrollaba un proyecto de Iberescena”, explica.

 

Iberescena financió el 30 % del proyecto, debiendo la productora gestionar el resto de los recursos.

 

VENCIENDO RETOS

El desarrollo del teatro, por ser el arte más completo, no es sencillo. Los promotores como Liz Moreno no solo tienen que dedicarse a la búsqueda y preparación de nuevos valores, sino también a la búsqueda de espacios realmente apropiados para las puestas en escena, espacios que precisamente en Lambayeque no existen, lo que impide que se puedan desarrollar obras de mayor extensión, producción y con más actores.

 

Otra limitante es la falta de apoyo a las prácticas culturales, tanto del sector público como del privado, lo que también impide que el teatro se siga desarrollando como disciplina artística en el medio.


“Hay que trabajar mucho, hay que ser muy constantes, hay que mejorar los trabajos para atraer y mantener al público, para que este vuelva cada vez que el grupo presenta obras. Nosotros hemos logrado un público que nos permite seguir avanzando y que empezó a hacerse más constante gracias a los Sábados de Teatro, proyecto que realizamos durante tres años, presentando obras cada 15 días, en las que participaban grupos nacionales y extranjeros. Después de cada función los artistas conversaban con la gente y se generaba una situación particular y muy positiva”, comenta.

 

RICARDO

Actualmente, el grupo de teatro trabaja en la presentación de tres monólogos extraídos de “El año de Ricardo”, obra que se inspira en “Ricardo III” de William Shakespeare, y que tiene un alto contenido social y político, que invita a la reflexión de los espectadores.

 

“Óscar Espinola está dirigiendo la obra, está llevando de la mano a nuestros jóvenes actores, explicándoles qué cosa es hacer teatro, qué significa el mensaje que tiene la obra, que no solamente es una obra para niños, sino que tiene un contenido político y eso tienen que entenderlo y saberlo manejar. Es realmente es contundente todo lo que dice Ricardo”, destaca la actriz.

 

“Para mí el teatro es un trabajo como cualquier otro y como tal es mi especialidad, lo que yo he elegido para desarrollar en mi vida y lo respeto y quiero que el resto lo respete, sobre todo los actores, los directores que aparecen. Yo peleo mucho por el teatro, por siempre estar haciendo aclaraciones. Yo sé que caigo muy pesada, pero creo que si nadie dice las cosas entonces todos terminamos siendo cómplices de nuestras mediocridades, además es algo que viene de casa, he crecido viendo a mi padre actuar, ensayar, siempre estábamos sentados allí chiquitos mirando, y para mí es la vida, el teatro es el pan de cada día”, sostiene. 

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CON EL RESPALDO DE LA UNIVERSIDAD TÉCNICA DE LOJA: JÓVENES SE FORMAN EN LA CULTURA DE PAZ

Escribe: Semanario Expresión
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En tiempos en que los indicadores de violencia se han incrementado, la construcción de una cultura de paz en la población juvenil es tarea fundamental. Así lo entienden los promotores de la Red Espaz Chiclayo, que desde hace diez años trabaja en la formación de agentes de cambio, involucrando a estudiantes de secundaria y del nivel superior, en el trabajo comunitario, siguiendo los objetivos trazados por la Organización de las Naciones Unidas – ONU.

 

En el 2007 un grupo de jóvenes universitarios chiclayanos, que había participado en un encuentro internacional por la paz, tuvo la iniciativa de formar la red. Empezaron organizándose y tocando puertas a diferentes instituciones del departamento, hasta que en el 2010 se concretó un acuerdo con el Instituto Cultural Peruano Norteamericano – ICPNA, que desde entonces ha dado su respaldo, proporcionándoles el espacio físico y el acompañamiento necesario para el desarrollo del proyecto.

La Red Espaz ha ido implementado sus programas de formación de líderes y en estos momentos mantiene activa su novena convocatoria a la escuela, capítulo de su trabajo social que congregará a jóvenes estudiantes de los últimos años del nivel secundario o que cursen estudios técnicos o universitarios, interesados en trabajar en los temas relacionados a la agenda de la organización.

 

LÍDERES POR LA PAZ

“Creamos las escuelas de líderes por la paz con la finalidad de ejecutar proyectos de responsabilidad social, de fomentar y promover la cultura de paz, para capacitar a los jóvenes en nuestros diferentes ejes temáticos. Consideramos que la preparación de los jóvenes es fundamental si buscamos promover un cambio en la sociedad, donde sea posible eliminar las brechas de desigualdad, violencia y se fomenten las prácticas de tolerancia y respeto mutuo”, comenta Paúl Rivera Jaramillo, coordinador de la red.

 

En el proceso de formación los jóvenes participantes son capacitados en Derechos Humanos, liderazgo para la paz, desarrollo sostenible, cultura de paz y no violencia, comunicación para el desarrollo y proyectos de responsabilidad social. Cada uno de estos ejes se trabaja con talleres dictados por expertos, quienes incluso llegan del extranjero para compartir con los voluntarios.

Las escuelas de liderazgo están dirigidas a jóvenes entre 15 y 25 años, quienes pasan por un filtro y asumen el compromiso de cumplir con las sesiones de aprendizaje.

 

“Buscamos el perfil de un joven proactivo, dinámico y solidario. En la red pueden participar todos, no se necesita ser un líder de grupo para asistir, la convocatoria es abierta a los jóvenes que tengan interés de aprender y desarrollar nuevas capacidades”, detalla Paúl Rivera.

 

Los talleres es las escuelas de liderazgo están a cargo de docentes de diferentes casas superiores como la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, la Universidad de Piura, así como catedráticos de la Universidad de Texas y de la Universidad Técnica Particular de Loja.

 

INTERVENCIÓN EN ESCUELAS

La red también se ocupa de poner en marcha la Cátedra UNESCO, un proyecto interdisciplinario y transdisciplinario para la realización de actividades académicas a favor de la construcción de una Cultura de Paz, que incluye la educación en y para los Derechos Humanos, la participación democrática, el respeto a la diferencia y no discriminación, el respeto al medio ambiente, la promoción del desarrollo sostenible, la no violencia, la justicia y la solidaridad.

 

“Este año hemos empezado a trabajar un nuevo proyecto denominado ‘Ruta Participativa: De salto en salto a la violencia le ponemos alto’, que consiste acudir a las instituciones educativas todos los meses para promover la práctica de valores, sobre todo el respeto mutuo, con una visión que permite el efecto multiplicador”, señala el coordinador de la red, destacando que la respuesta de los escolares es positiva y permite proyectar nuevas intervenciones para su conscienciación.

 

LOS VOLUNTARIOS

Rivera Jaramillo menciona que a la red se pueden incorporar jóvenes estudiantes y profesionales de todas las carreras y disciplinas existentes, quienes trabajarán con el equipo coordinador que se encarga de dirigir el trabajo de la organización.

 

“Participan jóvenes que son responsables, eficientes en lo que hacen y sobre todo apasionados por lograr el cambio que nuestra sociedad tanto requiere. Cada año tenemos la incorporación de aproximadamente 60 nuevos voluntarios, son dos convocatorias al año para reunir a los ingresantes a la escuela de liderazgo”, detalla.

 

El número de vacantes se ha establecido en función a un estudio realizado por quienes brindan el soporte técnico a la escuela. Así, durante el año se divide en grupos de 30 participantes cada uno el proceso de formación.

 

El desarrollo de las escuelas tiene el respaldo de la Universidad Técnica Particular de Loja, institución que extiende la certificación correspondiente a los voluntarios que concluyen de manera exitosa el programa de preparación.

 

La certificación lleva también el sello de la Cátedra UNESCO y del ICPNA de Chiclayo.

 

NUEVAS ACCIONES

“Después que los jóvenes egresan de las escuelas de líderes se incorporan a la Red Internacional de Estudiantes por Paz y como miembros activos tienen la libertad de empezar nuevos proyectos o continuar como voluntarios con nosotros. Por ejemplo, el año pasado se constituyó un nuevo equipo que ha trabajado arduamente en la formulación de un nuevo proyecto que se pondrá en marcha con el respaldo de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo – USAT”, comenta.

La iniciativa, nacida luego de una experiencia de los voluntarios en México, se denomina “Partners of the Americas”, capítulo estudiantil que estará ligado a la USAT, como promotora, y que se orienta a aspectos educativos y de cultura medioambiental, también con el objetivo de formar líderes en Lambayeque.

 

“Realizamos visitas a albergues, a instituciones educativas, trabajamos en la recolección y donación de libros, dictamos conferencias y organizamos foros internacionales en Chiclayo. También participamos de congresos internacionales, esto sin tener fines políticos y económicos. Hemos logrado hasta el momento enviar a más de 20 jóvenes estudiantes al extranjero, quienes han realizado intervenciones en Ecuador, México, Estados Unidos y próximamente en Colombia. Queremos que se sepa que en Chiclayo hay un grupo de jóvenes comprometidos con la labor que realizan”, manifiesta Paúl Rivera.

 

PROYECCIÓN COMUNITARIA

La Red Espaz es la única que funciona en el Perú y está hermanada con su par de Loja, Ecuador. En noviembre del año pasado los jóvenes organizaron el II Foro Internacional: “Nuevas dimensiones comunicativas de la Paz”, con el apoyo de la Cátedra Unesco y el Área de Responsabilidad Social de la Universidad Santo Toribio de Mogrovejo.

 

También han realizado la cuarta edición del Festival de Cultura Red Espaz, con el objetivo de recolectar alimentos y útiles de aseo para ser distribuidos entre niños y adultos mayores de escasos recursos.

 

“Nos gustaría que las demás organizaciones tomen en cuenta este modelo y que confirmen que a través de la solidaridad y el compromiso es posible llegar a los jóvenes. Hacemos esto por la pasión que sentimos, poniendo a disposición de la sociedad los talentos que tienen los voluntarios, quienes tienen el deseo de aprender, de formarse como líderes, de promover desde sus carreras la cultura de paz empezando en su hogares, defendiendo los derechos humanos y asumiendo este conjunto de conocimientos y principios que ayudan a la formación integral de quienes participan de la red”, destaca.

 

La organización ha realizado labores conjuntas con Cáritas del Perú en diferentes partes del departamento, perfilándose así como un voluntariado serio y confiable, que además tiene sensibilidad frente a las necesidades de los más necesitados.

 

“Durante la emergencia por El Niño Costero recorrimos diversas partes de Lambayeque colaborando con lo poco que podíamos ofrecer, llevando aliento y esperanza a las familias damnificadas. Nuestro compromiso social nos llama a identificarnos con las necesidades de la población y eso es lo que procuramos motivar en las demás organizaciones, porque además estamos abiertos a realizar acciones conjuntas”, resalta.

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JORGE YARROW: EL MAESTRO EGREGIO DE LAMBAYEQUE

Escribe: Semanario Expresión
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En Lambayeque, el nombre de Jorge Yarrow Carrasco se asocia inmediatamente con la educación, pero pocos conocen que la participación pública de este reconocido hombre de letras y de leyes no se inició en las aulas, sino rodeado de maquetas y planos al lado de un gran visionario del Perú, el arquitecto Fernando Belaunde Terry.

 

La vida de este ilustre chiclayano está marcada por pasajes históricos. Su abuelo fue  William Yarrow, ingeniero inglés llegado al Perú con la misión de trabajar en la instalación de las líneas férreas que conectaron a Puerto Eten con Chiclayo, y su padre, José María Yarrow, un próspero hombre de negocios que instaló una casa comercial en el centro de la ciudad y participó en los albores del aprismo en Lambayeque.

 

Nació en diciembre de 1927 y estudió la primaria en el colegio Juana Alarco de Dammert, propiedad de las hermanas Bulnes, al que acudían los hijos de las familias acomodadas de la ciudad. Por aquel tiempo Chiclayo era un centro comercial de agitado movimiento, dinamizado principalmente por la industria azucarera de las haciendas de Cayaltí, Pucalá, Pomalca y Tumán.

 

ENSEÑANZA PERPETUA

La secundaria la cursó en el Colegio Nacional de San José, en los viejos salones del local ubicado al lado de la desaparecida Iglesia Matriz. “En el San José sentí que me hicieron”, afirma Jorge Yarrow, quien fue alumno del alemán Karl Weiss y aprendió los hábitos de aquel modelo educativo que hoy tanto se añora.

 

“Entrabas vestido con el uniforme caqui y mostrando las uñas. Hasta ahora tengo las uñas cortas y limpias, y traigo los zapatos limpios. Solo así ingresabas”, comenta.

 

Estuvo entre los jóvenes pioneros de la aviación con planeadores que impulso Weiss en las pampas de Reque, una verdadera aventura para la época, de la que también recuerda la formación cuasi militar que se les daba en el colegio.

 

“Antes salir hacíamos la formación y todos muy ordenandos, y había una rivalidad con la Escuela de Artes y Oficios (el Politécnico Pedro Labarthe), aunque siempre ganábamos”, dice entre risas.

 

VIENDO Y ESCUCHANDO

Concluyó la secundaria en 1945 y de inmediato manifestó su interés por estudiar medicina, pero a insistencia de su hermano mayor postuló a la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ingresó a los 16 años y obtuvo 17 puntos en el examen, calificación que le permitía también ingresar a la Universidad Mayor de San Marcos.

 

“Mi hermano me preguntó dónde quería estudiar y le dije que en San Marcos, porque ahí estaban mis amigos conocidos del San José. Me dijo que no, que estaba careciendo de la capacidad de extender mis conocimientos y de humanizar con los demás, que la universidad era un sitio que engrandecía. San Marcos tenía una fama enorme y la católica también, pero de pitucos, y a esa me mandó. Llegué a Lima sin conocer. Yo le había dicho a mi hermano que no quería ir a la católica, que ahí estaban los Wiesse, los de Osma… gente de plata. ‘¿Usted quiere seguir toda su vida siendo chiclayano, con las costumbres de su pueblo, tomando chicha? ¿Entonces para qué vas a la universidad? La universidad es el lugar donde uno se engrandece o se pudre’, me dijo”, recuerda.

 

Las palabras que marcaron para siempre la vida de Jorge Yarrow también fueron pronunciadas por su hermano: “Aprende viendo y escuchando”, y así llegó a la universidad católica.

 

Anécdotas de su estadía en la casa de estudios es que un buen día fue llamado por el portero, quien le indicó que en adelante sería llamado por “su apellido compuesto”, “Yarrow y Carrasco”.

En la católica, estudió Letras, y al mismo tiempo cumplió su sueño de formarse en San Marcos, donde estudió Derecho.

 

“Nunca dejé de ser chiclayano y nunca tampoco dejé que me vacilen los grandazos, los de plata. La cordialidad de esos amigos no la encontré en ningún otro lado. Estudié con gente muy adinerada, hijos de familias pudientes de Lima, pero muy amable. Era un criollazo, jugaba pelota con los chinos, leía mucho y me las sabía todas. Recuerdo que mi hermano me decía: ‘Nunca te dejes dominar, ni en el pensamiento ni en la acción’. Nunca me dejé”, cuenta.

 

LA VIVIENDA SOCIAL

El gobierno de José Luis Bustamante y Rivero creó en 1946 la Corporación Nacional de la Vivienda a iniciativa del joven arquitecto Fernando Belaunde Terry, con quien Jorge Yarrow llegó a trabajar en la planificación de las unidades vecinales que se construyeron en Lima y Callao y se convertirían en modelo de urbanización. Participó directamente en la proyección de la Unidad Vecinal N° 3, ubicada en la Avenida Colonial.

 

Durante ese tiempo compartió también con los arquitectos Santiago Augurto Calvo y Manuel Valega Sayán, con quienes colaboró en la proyección de la unidad vecinal de Mirones, Angamos, Miraflores y Matute, todas orientadas a la población de medianos recursos.

 

“Belaunde era un tipo muy correcto, me llamaba por mi segundo nombre: Milton. Nos llamaba para ver los proyectos y pedía sugerencias. Un día me llamó y le sugerí que toda unidad vecinal debía tener un espacio de recreación dedicado a la juventud, también que se organicen las juntas de vecinos para la administración de los edificios y se busque el desarrollo de un sentido de comunidad. La socialización de los proyectos fue mi trabajo”, rememora.

 

Estando en Chiclayo, Jorge Yarrow escribió un artículo sobre la vivienda social que fue uno de los primeros que se publicó sobre el tema. Quisieron acusarlo de infidencia, pero la confianza de sus superiores le permitió sortear con tranquilidad el impase.

 

También trabajó de cerca con Violeta Correa de Belaunde, con quien trabó una estrecha amistad. De la Corporación de la Vivienda pasó al Instituto de la Vivienda.

 

LAS UNIVERSIDADES

En San Marcos fue director del Instituto de Estudios Superiores, a través del cual se realizaban actividades para unir a la universidad con la gente humilde. En la “Decana de América” dictó la cátedra de Filosofía y mantuvo fuertes lazos de amistad con otros destacados personajes como el chiclayano Armando de la Flor Valle, a quien acudió junto a un grupo de lambayecanos para pedir la creación de una universidad para el departamento.

 

“Armando fue presidente de la Cámara de Diputados entre 1960 y 1962, a él acudimos. Un día, faltando cinco minutos para la 12 de la noche, cuando la sesión ya iba a terminar, dijo: ‘Señores, hay dos proyectos acá: uno para que la Corporación de la Vivienda se legalice y el segundo para la creación de una universidad de Chiclayo’. Aprobado. Esa noche celebramos hasta el día siguiente”, rememora.

 

Así se logró, el 12 de abril de 1962, la creación de la Universidad Nacional de Lambayeque con la Ley N° 14052, siendo impulsores de la norma un grupo de codepartamentales entre los que figuraba Jorge Yarrow, Miguel Oneto García y Alejandro Gonzales.

 

Años después junto a Cristóbal Campana y Teodoro Rivera Ayllón le tocaría oponerse al cierre de la universidad.

 

“Mi primo Carlos Urbano Balarezo (quien era prefecto de Lambayeque), me llamó para decirme que se había tomado la universidad y que los militares tenían la orden de no dejar pasar a nadie. Tomé una bandera, nos encarajamos, tomamos un sorbo de pisco y los tres caminamos hacia los soldados. Rastrillaron sus armas. Justo en ese momento Cristóbal Campana dijo: ‘¿Quieren matarnos? Mátennos carajo, porque matarán a los educadores de sus hijos’. Abrieron paso y nos dejaron pasar”, cuenta.

 

En 1970 Jorge Yarrow volvería a tomar protagonismo en un hecho vinculado a la educación superior. Formó parte de los gestores de la unificación de la Universidad Nacional de Lambayeque y la Universidad Agraria del Norte.

 

En ese afán, mientras caminaba al lado de Alejandro Leguía, Genaro Barragán Muro y Miguel Oneto, por el distrito de Lince, en Lima, encontraron un monumento, se acercaron, leyeron el nombre del héroe, luego su biografía y así propusieron que la nueva casa superior de estudios se llame Pedro Ruiz Gallo.

 

La gestión se concretó en marzo de ese año, con el Decreto Ley N° 18179.

 

HOMENAJES

En el 2003, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos reconoció como Profesor Emérito a Jorge Yarrow, sumándose a la larga lista de instituciones que lo han distinguido por su amplia labor educativa y producción intelectual.

 

El Ministerio de Educación le otorgó las Palmas Magisteriales, la Universidad de Chiclayo, casa superior donde fundó la Facultad de Ciencias de la Comunicación, lo declaró “Profesor Excelente” y “Amauta Universitario”.

 

Yarrow Carrasco complementó su formación profesional en la Universidad de Miami Coral Gable y en la University Brithis of Columbia de Canadá. Es doctor en Humanidades, Ciencias Antropológicas y en Literatura, así como Doctor en Educación. Además, realizó estudios de postgrado como Analista en Comunicación Social en la Universidad Católica del Perú y de Relaciones Públicas en San Marcos.

 

Ha recibido también la Medalla de Oro al Maestro otorgada por la municipalidad de Chepén, la Medalla de la Cultura dada por el Instituto Nacional de Cultura y la Medalla a la Investigación Universitaria concedida por la Municipalidad Provincial de Chiclayo.

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RAFAEL AITA: "HACE Aí‘OS NO HAY AUTORIDADES QUE TENGAN GANAS DE TRABAJAR"

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1025

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Rafael Aita Campodónico cumple 10 meses como prefecto del departamento y tras haber superado la oposición a su nombramiento, ejercida por algunos representantes del partido de gobierno, su trabajo empieza a dar resultados. Avances en la organización de las juntas vecinales para la seguridad ciudadana, supervisión de los programas sociales del Estado y coordinaciones institucionales previas al proceso de reconstrucción son parte de ellos.

 

El representante del presidente de la República conversó con Expresión, y dio alcances de la reorganización emprendida en la Prefectura, cuyas competencias – asegura - deben ser de conocimiento general.

 

Trascurridos diez meses de su designación como prefecto de Lambayeque, ¿cuál es el balance que puede realizar?

Este es un trabajo muy importante. Hace 160 años existen las prefecturas, con las mismas capacidades y competencias, pero parece que en los últimos 20 años se olvidaron de su existencia. Cuando yo ingresé a la prefectura me di con la sorpresa que no había informes, Lima no se enteraba de nada, no había ese ida y vuelta para saber cuáles son las políticas públicas y qué tipo de responsabilidades teníamos que asumir.

 

Al conocerse mi nombramiento organizaron una marcha en mi contra, luego dijeron que era prefecto provisional y una serie de cosas que quienes me conocen saben que no son ciertas. Y aquí estoy, he venido poniendo orden porque hay una serie de atribuciones que se toman los subprefectos o los tenientes gobernadores para las que no están autorizados y que lindan con actos de corrupción, como emitir certificados de convivencia a mujeres que luego van a las cárceles llevando drogas o bebidas alcohólicas, dar certificados para la matanza de algunos animales sin control sanitario o para la posesión de terrenos, avalando a gente que va pidiendo dinero para gestionar servicios básicos y después desaparece.

 

Quienes representamos al gobierno nacional podemos ayudar a que los colegios funcionen bien, que la luz llegue a tiempo, que el camión de la basura pase, visitamos los programas sociales, todo lo que sea ayuda para solucionar los problemas.

 

Usted denunció que existen representantes del gobierno nacional que no residen en las jurisdicciones para las que han sido designados. ¿Cuál es la situación de estos?

Se ha comunicado esta situación al Ministerio del Interior y este los ha notificado para que hagan su descargo, porque es este el que los nombra. Si yo pudiera nombrarlos y sacarlos otra sería la situación.

 

Hay tres expedientes en estos momentos. Entre los requisitos para ser subprefecto se indica claramente que este debe tener como mínimo un año de residencia en la jurisdicción y tres de ellos no cumplen con ese requisito. Estamos a la espera de la respuesta del Ministerio del Interior y ojalá realmente se produzca un cambio.

 

¿Cuánto se ha avanzado en la coordinación y supervisión para el correcto funcionamiento de los programas sociales?

Todos los días, a través de los subprefectos y los tenientes gobernadores, tenemos contacto, reuniones en todos los distritos y visitas. Por ejemplo, visito permanentemente lo que es Qali Warma para constatar en qué forma se manejan los alimentos, cómo se distribuyen y estoy bastante contento por los resultados. Hay lugares en los que seguramente ha habido alguna denuncia y sobre ellas se ha buscado soluciones o sanciones.

 

Una de las competencias de la prefectura y las subprefecturas es el control de los espectáculos públicos. Atendiendo lo sucedido recientemente en la Feria del King Kong, ¿qué tiene que decir como prefecto departamental?

Todo lo que tiene que ver con la ciudad es responsabilidad plena de la municipalidad, nosotros no damos ningún tipo de garantía mientras no se extienda la licencia municipal. Ahora, si el espectáculo pasa de las tres mil personas, ya la licencia municipal debe ser provincial y contarse con una opinión de Defensa Civil, y dar parte a la Policía Nacional para que disponga de los efectivos, con toda esa orden vienen a la Prefectura para otorgar las garantías.

 

Recientemente se ha emitido una Resolución Suprema por la cual se exige que en todo tipo de evento haya garantías, porque antes se prescindía de estas amparándose en el permiso municipal.  

 

¿Qué se ha hecho por la seguridad ciudadana? ¿Hay permanente coordinación con los vecinos y las instituciones?

He estado en todas las reuniones, voy a la regional, a la provincial de Chiclayo y a la distrital de José Leonardo Ortiz, donde sabemos que se produce el 70 % de las incidencias. También he estado en las coordinaciones distritales y aparentemente las cosas caminan, hemos hecho con el general Jorge Pérez Flores visitas inopinadas, vigilancia nocturna, caminatas con la policía, caminatas combinadas con los alcaldes, con las juntas vecinales y tenemos bastante participación.

 

En estos momentos tenemos 446 juntas vecinales que trabajan con los tenientes gobernadores. Cada uno de ellos es responsable y espero que a diciembre pasemos las mil juntas vecinales.

 

Respecto al proceso de reconstrucción, si bien la Prefectura no ejecutará ningún tipo de presupuesto se entiende que tiene un alto nivel de coordinación con el gobierno nacional, regional y los municipios. ¿Qué se ha avanzado en relación a ello?

He escuchado que hay una inquietud porque los días pasan y necesitamos algo de dinero para Lambayeque, pero no hay que olvidarnos que hemos recibido hasta hace tres años aproximadamente mil 200 millones de soles para obras de saneamiento básico, de los cuales solo se han ejecutado 600 millones, quiere decir hay otros 600 millones que se han desaparecido o que están en arbitraje, judicializados o en obras abandonadas.

 

Yo me pregunto quién ha resuelto ese problema. Por esas razones se ha acordado a nivel nacional que si bien se va a avanzar en la rehabilitación de los servicios, esta empezará en función de la capacidad de los municipios y los gobiernos regionales. Y me da pena decirlo, pero creo que el 80 % de los municipios de Lambayeque no van a calificar para ejecutar las obras y mientras no se solucionen estos problemas la duda seguirá existiendo.

 

Ahora, ha salido el alcalde de Chiclayo a decir que quiere un paro para reclamar dinero del gobierno, y pienso que en estos momentos no se puede actuar políticamente, sino con mayor responsabilidad. Yo represento al presidente de la República y lo único que tengo que decirles es la verdad: primero veamos cómo recuperamos ese dinero dado para el saneamiento y después pensemos en paralizaciones.

 

Por otro lado, no es posible que los juicios a los alcaldes comprometidos en actos de corrupción se sigan dilatando. Hay necesidad de empezar a sentar precedentes de justicia.

 

¿Qué problemas le preocupan de Lambayeque? Falta año y medio para que se vayan las autoridades actuales y lo avanzado es ciertamente muy poco.

Que importante que hace unos años se haya aprobado que no haya reelección. Yo visito a todos los alcaldes y han estado pensando que lo ofrecido por el partido Fuerza Popular se iba a cumplir, respecto a regresar a las relecciones indefinidas y por esta razón han estado  guardado el presupuesto. Yo invoco a la Contraloría General de la República a que esté mucho más atenta, porque esos fondos deben ser controlados y vigilados para que las obras se hagan con eficiencia y transparencia.

 

Un segundo aspecto es que hace años no hay autoridades locales, autoridades que tengan corazón, que tengan ganas de trabajar. Esa capacidad de servicio no existe y hemos visto que los resultados de las autoridades que hemos elegido son pésimos.

 

¿Chiclayo está acéfalo?

Tenemos un alcalde que habla muy bonito, de cosas muy importantes, pero que no ha dado los resultados que se esperan.

 

Hace unos días ha estado el ministro de Comercio Exterior y Turismo y sus palabras fueron realistas: Chiclayo está sucio. Yo he planteado al presidente de la República que se haga un solo contrato para que en todos los distritos de Lambayeque se concesione el servicio de limpieza pública, que ni siquiera tiene que generar despidos, porque los mismos obreros pueden pasar a trabajar bajo esta modalidad.

 

Hay mucho por corregir también muchas oportunidades que no estamos explotando como se debe, como el Proyecto Olmos, por ejemplo, por falta de mano de obra calificada. 

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CARMEN MIRANDA SOBRE EL TRABAJO FISCAL: "UNA COSA ES SABER EL CÓDIGO Y OTRA PARTICIPAR EN DILIGENCIAS"

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1025

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  • Equipos del Ministerio Público no se renuevan desde que se implementó la nueva herramienta procesal penal en Lambayeque.

 

Desde la implementación del Nuevo Código Procesal Penal en el distrito judicial de Lambayeque, en abril del 2009, el trabajo del Ministerio Público cambió. Los fiscales pasaron a tener la carga probatoria de un proceso y los jueces, que antes realizaban las investigaciones, se convirtieron en la parte arbitral. En consecuencia, esto ha significado un mayor esfuerzo en los defensores de la legalidad, quienes no solo están llamados a mostrar mayor capacidad y eficiencia, sino también a lidiar con las carencias de su institución, cuyo equipamiento, próximo a cumplir una década, no se renueva desde que fue adquirido.

 

La dos veces presidenta de la Junta de Fiscales Superiores de Lambayeque, Carmen Miranda Vidaurre, quien llegó a esta jurisdicción en 1991, comenta que con el Código de Procedimientos Penales el Ministerio Público tenía menor responsabilidad porque los delitos se investigaban a nivel policial y judicial. El fiscal – refiere – acudía a las diligencias para garantizar que los derechos de la persona no sean vulnerados y esta brinde su declaración de manera segura.

 

“No teníamos esa novedosa labor de dirigir la investigación. Aun cuando en la Constitución Política se señala que somos directores de la investigación, en realidad el Código de Procedimientos Penales no había diseñado el tipo de labor para el fiscal, entonces recibíamos el atestado policial y el fiscal evaluaba y si veía que habían indicios de un delito formulaba una denuncia ante el juez penal de turno y este era el que iniciaba la investigación que se denominaba instrucción, habían procesos sumarios y ordinarios, y el mismo juez que investigaba era el que condenaba o absolvía. Antes había un dictamen que luego se convirtió en un informe. En conclusión, con el código anterior el fiscal tenía una labor de responsabilidad pero mucho más sencilla que la que cumple a partir de abril del 2009 en Lambayeque”, explica.

 

EL RECURSO HUMANO

Miranda Vidaurre comenta que en el 2004 el Ministerio Público empezó a capacitar a sus fiscales y al personal administrativo sobre las implicancias de la nueva herramienta procesal, que entró en vigencia por primera vez en Huaura, en el 2006. Sin embargo, hasta el 2009, cuando se implementó en Lambayeque, muchos de los profesionales preparados ya habían salido de la institución, generando brechas en las competencias requeridas. A esto se suma que el cambio del código significó el ingreso de nuevo personal, que no provenía precisamente del sistema de justicia.

 

“Cuando el nuevo modelo empieza a regir en abril del 2009 nos encuentra con esos fiscales que ya estaban en carrera, que habían sido nombrados como fiscales titulares y otros que eran provisionales, pero de un día a otro pasamos de tener 11 fiscales provinciales en Chiclayo a equipos corporativos de 18 fiscales en cada uno. Fue un crecimiento totalmente exponencial y no siempre las personas que fueron designadas como fiscales para el Nuevo Código habían sido del Ministerio Público. Generalmente se completaron las designaciones con abogados libres, de otras instituciones o secretarios del Poder Judicial; es decir, vinieron de diferentes lugares e instituciones. Entonces, no podríamos decir que todos estaban capacitados, estaba capacitada la mínima parte, que eran los fiscales que ya venían trabajando con el modelo antiguo y que se quedaron mayormente en la Primera Fiscalía Provincial Corporativa de Chiclayo”, explica la magistrada.

 

Una característica del nuevo modelo procesal es que es dinámico, pero además que este se desarrolla en un Ministerio Público conde la salida de fiscales y del personal administrativo, que tiene gran responsabilidad en el manejo de las carpetas de investigación, es alta.

 

Por ejemplo, los fiscales que han estado como provisionales en Lambayeque, al no alcanzar la titularidad, han ido a prestar servicios como provisionales a otros distritos fiscales. Por otro lado, el Consejo Nacional de la Magistratura – CNM, ha nombrado a abogados que recién entran a la institución, a quienes si bien se les brinda capacitación teórica, aún tienen debilidades en el trabajo práctico. El proceso de adaptación y aprendizaje es largo.

 

“Esto también se podría tomar como una oportunidad, porque quienes son nombrados han pasado un examen bastante riguroso y, en consecuencia, se entiende que son gente capacitada, profesionales de primer nivel, lo que hay que analizar es el proceso entre el ingreso y la adaptación”, asevera.

 

RETOS FISCALES

Pero los fiscales también enfrentan otras complejidades como la aparición de nuevos tipos penales, la criminalidad organizada y los decretos legislativos que se han dado para ir haciendo mucho más severos los procesos y ampliar las posibilidades de profundizar las investigaciones. Uno de estos últimos es el Decreto Legislativo N° 1307, que permite adecuar casos a la tipicidad de crimen organizado y prolongar los mandatos de prisión preventiva.

 

La fiscal superior refiere que los cambios se empiezan a dar porque la Constitución ha ampliado el plazo de investigación y el plazo de detención para la flagrancia a 48 horas y, además, porque el mismo Código Procesal Penal ha ido evolucionando desde su aprobación hasta el momento, asumiéndose las diversas interpretaciones jurídicas dadas por los jueces y validadas por los plenos del Poder Judicial o las casaciones de la Corte Suprema de la República.

 

En su opinión, las modificaciones legislativas obligan a que el fiscal esté en permanentemente en capacitación.

 

LA ESPECIALIZACIÓN

Otro cambio sustancial en el trabajo del Ministerio Público es que con el Nuevo Código Procesal Penal se han abierto espacios para la especialización de los fiscales, ya sea en delitos de crimen organizado o corrupción de funcionarios, lavado de activos o tráfico de drogas.

 

Esta especialización – asegura – ha hecho posible que en los últimos años se den golpes directos a la criminalidad organizada en Lambayeque, identificándose y capturando a los presuntos integrantes de organizaciones que han generado climas de inseguridad o se han aprovechado de los recursos del Estado.

 

“Hasta la fecha se han capturado a un promedio siete organizaciones delictivas en el Distrito Fiscal de Lambayeque, incluyendo a las provincias de Jaén, San Ignacio y Cutervo, que corresponden a esta sede. Los fiscales no solo deben enfrentar el peligro, sino también la falta de presupuesto, la falta de personal administrativo e incluso que se quieran recortar las plazas por un mal trabajo del Ministerio de Economía y Finanzas”, expone.

 

También faltan recursos para los peritajes, vehículos para los notificadores y, lo que es más urgente, mobiliario y equipamiento tecnológico.

 

“Las máquinas computadoras, las impresoras y fotocopiadoras, todo se va malogrando. Tenemos ocho años desde que se implementó el Nuevo Código Procesal Penal y no se ha renovado nada; es más, tenemos sedes donde los fiscales trabajan en condiciones terribles, no son cómodas las instalaciones porque además no hay edificios en Chiclayo adecuados o no nos quieren alquilar. La gente no quiere contratar con el Estado y eso es algo conocido”, afirma Miranda Vidaurre.

 

CAPACIDAD

La ex fiscal decana es severa en su reflexión sobre lo que falta fortalecer en el trabajo de los representantes del Ministerio Público. Señala a la preparación y al trabajo diligente como dos aspectos fundamentales que los fiscales deben tener en cuenta para cumplir con la labor que la sociedad les confía.

 

“Una cosa es leer el libro y saber el código y otra cosa ya es la realidad, ir a un operativo, participar en diligencias, en intervenciones que uno mismo las pide, intervenciones del secreto de las comunicaciones, en el análisis de cuando ya se levantan, el secreto bancario, etc. Entonces no basta con los permisos que se obtienen para levantar las comunicaciones, esto se tiene que saber utilizar, saber si ha servido y cómo se usará como medio probatorio, lógicamente poniendo de conocimiento a la parte interesada, porque este nuevo modelo procesal se caracteriza justamente por eso, se caracteriza porque la parte imputada tiene que ser siempre notificada de las actividades que hace el fiscal. Ya nada es secreto, como antes, esa es una gran diferencia”, remarca.

 

RESULTADOS

Desde abril del 2009, cuando entró en vigencia del Nuevo Código Procesal Penal en Lambayeque, se han generado 270 mil 95 casos, de los cuales, hasta el 31 de julio de esta año, se ha resuelto el 84.12 %.

 

Hay en trámite 42 mil 879 denuncias, diez mil de ellas frenadas por la no concurrencia de los imputados o de sus abogados. Asimismo, en los ocho años de aplicación de la herramienta procesal se han logrado 19 mil 812 principios de oportunidad y acuerdos reparatorios, y cerca de 56 sentencias a cadena perpetua.

 

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